Zara Callahan, una joven diecinueve años se encuentra en una situación desesperada después de que su padre abandona a su familia. En busca de empleo, llega a una empresa de seguridad que solicita una secretaria sin experiencia previa. Sin embargo, un encuentro casual con Damon Blake, un hombre misterioso y excitante, cambia su vida por completo. Desde primer momento en que se cruzan, Zara siente una atracción instantánea hacia Damon, a pesar que su aura emana peligro. Él, hijo del Alfa de la manada luna creciente y decidido a reclamarla como suya, libera una pasión desenfrenada que no puede controlar. Ambos se entregan al placer, pero, pronto, Zara descubre que está embarazada producto de ese primer encuentro. Sin embargo, las revelaciones no se detienen ahí: también descubre que Damon es un licántropo y que ella es su mate, su pareja destinada. Inmersa en un mundo de fantasía desconocido para ella, se enfrentará a una decisión crucial: ¿está dispuesta a formar parte de ese mundo tanto como su corazón se lo reclama? Mientras Zara lucha por comprender su nueva realidad, deberá tomar decisiones difíciles que pondrán a prueba su amor. Enfrentada a peligros inesperados y traiciones, se verá obligada a descubrir su verdadera fuerza interior en un mundo en el que los seres sobrenaturales y los secretos están a la orden del día.
Leer másCon el paso del tiempo, los destinos entrelazados de Zadrian y Skylar encontraron su culminación en un vínculo eterno. Con el amor y la determinación como guías, unieron sus vidas en sagrado matrimonio, sellando así una promesa de protección y compañía que trascendería todas las estaciones de sus vidas. Mientras tanto, Damon y Zara dirigieron su manada con sabiduría y compasión, guiando a sus hermanos lobos hacia un nuevo amanecer. La búsqueda incesante de justicia los llevó por caminos oscuros, pero su perseverancia los condujo finalmente a Griffin. El ciclo de venganza se cerró con un acto definitivo, liberando a sus corazones del peso de la venganza y permitiéndoles avanzar hacia un futuro más luminoso. A pesar de su victoria, Freya continuaba siendo un misterio que se desvanecía en las sombras. Su paradero permanecía incierto, como un eco lejano de una historia inacabada. La profecía que había marcado el destino de Zadrian desde su nacimiento finalmente se cumplió. Su liderazgo
Zadrian«Sigue mi voz»La frase de Lyra se repite una y otra vez en mi cabeza, como si se tratase de un rastro que casi soy capaz de oler. El camino me hace atravesar una cascada hacia una cueva oculta detrás. Luego de correr por mucho tiempo, encuentro la salida.«Sigue mi voz»Las playas de Sycamore son reconocibles a simple vista. El calor me hace sentir deshidratado, pero no me detengo. Persigo el sonido de su voz a través de la jungla. Pasa un día y cae la noche, y luego otro día, hasta que por fin siento que he llegado al final del camino.El sol se oculta detrás de las montañas, permitiendo que el paisaje se tiña de un suave anaranjado. Cuando me abro paso entre los árboles, alcanzo a ver la imponente cueva que está frente a mí.Avanzo hasta la entrada como si fuese un sonámbulo, sin tener el control de mi propio cuerpo. Lentamente saco la pequeña pieza de madera antigua y la coloco sobre el espacio de roca donde encaja de forma perfecta.La reacción es inmediata, la capa de ma
Skylar—¡Zadrian! —le grito.Está de pie frente a la casa con los ojos cerrados y parece recitar un hechizo. Intento avanzar hacia él, pero una especie de manto invisible me impide atravesar el umbral de la puerta.Abre los ojos y sonríe, pero ya no parece el mismo lobo que conocí, es como si la oscuridad estuviese a punto de consumirlo. Las lágrimas brotan de mis ojos. No debí hacerle caso, no debí ocultarle la verdad al Alfa Damon.—No te vayas por favor, no lo hagas.—Adiós, duendecilla, tengo que cumplir mi destino —sentencia.Sale corriendo y se aleja en la inmensidad del bosque.—¡NO! —grita Zara. Cae de rodillas en la entrada y golpea el muro invisible en la puerta con insistencia.—Basta cachorrita, te harás daño —advierte el Alfa, que se ha acercado a ella con dulzura.La loba tiene las manos lastimadas y sangrantes. De inmediato la estancia se llena de los diecinueve lobos de la manada. Zadrian nos atrapó a todos, incluyendo a Serafina y Aria. Las dos brujas también se reúne
ZadrianMe encamino directamente hasta la habitación de Aria, quien todavía se está quedando en nuestra casa junto a Serafina. Las dos brujas elementales se volvieron parte esencial de la manada, aunque ni siquiera fuesen lobas.Toco a su puerta, ella de inmediato la abre y me deja pasar.—Hola lobito, no creí que llegarías tan pronto —comenta con un saludo de beso en la mejilla.Siempre he pensado que Aria siente algún tipo de atracción por mí, aunque no lo puedo asegurar.—Y una de las primeras cosas que hago es venir a verte, ¿ya ves? ¿Quién es tu mejor amigo?Ella gira los ojos hasta ponerlos en blanco y se echa a reír.—¿Te sucede algo? Estás… no lo sé, diferente.—Si te soy sincero, sí, hay algo diferente en mí, y sé que no hay nadie más aquí que tú para decirme la verdad.Aria camina hasta su cama y se sienta en ella con suavidad.—¿De qué verdad estás hablando, lobito?—Aria, sé que no me mentirás. Dime, ¿hay una profecía sobre mí?Su expresión cambia de inmediato, se levanta
SkylarEs un tonto, es un completo tonto.Camino de un lado a otro sintiéndome realmente frustrada. No puedo creer que me haya echado de la casa así sin más. Gruño y termino por recostarme contra un árbol a la vez que exhalo un gran suspiro.—¿Cómo puede confiar en ellos tan fácil? Ah, claro, pero en mí que soy su mate, no —refunfuño.Las palabras de ese lobo revolotean en mi cabeza sin descanso: “Hay una antigua profecía que habla sobre un lobo muy poderoso que tendrá el poder de un brujo, tus padres tenían miedo de tu poder, de que te convirtieras en la destrucción…”»Él no puede ser la destrucción de los lobos, claro que no. Ese tal Griffin miente.Sin embargo, de lo poco que recuerdo del pasado donde Rocco vivía, no olvido lo desesperados que estaban los padres de Zadrian por recuperarlo. Su madre incluso se dejó usar en un ritual extraño en medio del bosque para poder dar con su paradero.Camino de un lado a otro, empezando a sentirme ansiosa por lo que sucede allá dentro. Zadria
ZadrianTengo que poner la mayor distancia que pueda entre ella y yo. No puedo dejarme engañar por un estúpido lazo que me obliga a amar a quien decide la luna y no yo.Puedo ver la decepción en los ojos de Skylar y es que por un minuto estuve a punto de caer en sus encantos, en esos labios carnosos, en esa piel bronceada y esos ojos verdes que me miraban con el mismo deseo que yo cuando la vi desnuda en el río.Luego de eso, andamos en silencio todo el camino hasta Evergreen. Nos toma al menos un par de horas llegar, pero finalmente arribamos al pequeño y pintoresco pueblo antes del mediodía.Recuerdo que una vez mi madre me dijo que provenía de aquí. El pequeño pueblo entre las montañas es fresco y amigable, las personas parecen muy amenas, sin embargo, no estamos aquí para apreciar el paisaje.—El hechizo me dice que están por aquí —aviso a Skylar.Ella no me contesta, sigue el paso justo detrás de mí.Terminamos entrando a una especie de callejón que a su vez nos lleva a la parte
SkylarSumergirme en el agua y nadar siendo libre es uno de los mayores placeres que he experimentado en mi vida. El agua está helada y eso eriza mi piel, pero realmente no me molesta. No sé cuanto tiempo me quedo nadando en esta piscina natural. Cuando vuelvo a emerger, el sol ya se ha escondido un poco más.Creo que no pensé demasiado bien lo de lavar la ropa ensangrentada, ahora deberé esperar a que se seque, pero eso implicaría estar desnuda por mucho tiempo y Zadrian volverá pronto. No me queda más opción que ponérmela mojada.Decido salir del agua, aunque primero me aseguro de que no esté él por ahí. Como no alcanzo a mirarlo y todo parece muy tranquilo, salgo del agua a toda prisa.Recojo la ropa húmeda del tronco y me la pongo a toda prisa, no obstante, algo llama poderosamente mi atención en el momento en que miro hacia abajo.Me parece ver la ropa de Zadrian tirada en el suelo. Eso no puede ser, porque eso significaría que él…En ese momento escucho un ruido del lado opuesto
Zadrian—¿Respuestas? ¿Qué quieres decir con que hay una mujer en tus visiones? —interroga.Chasqueo la lengua con mis dientes y le doy la espalda, puede hacer lo que quiera, realmente no me importa.—Olvídalo.—¡Zadrian, espera! —suplica siguiendo mi paso.Aparentemente, ya se ha curado de las heridas que le causé con el accidente.—No lo entenderías, así que es mejor que lo olvides.Skylar me toma por el hombro y me obliga a detenerme y voltear a enfrentarla. Me siento como un tonto ahora que he confesado los motivos que me mueven. Y es que, ¿qué clase de lobo tiene visiones con una mujer que jamás ha visto?—Sigues diciendo eso, pero sabes que no es cierto. No tienes que aceptar ningún vínculo conmigo para contarme lo que te pasa. Hubo un tiempo en el que éramos amigos —argumenta—, aunque sea por esos tiempos, ¿puedes dejar de tratarme como si tuviese lepra o algo peor? Aquí no hay nadie que te vea, nadie va a juzgarte por hablarle a una Gamma.Extiende la pequeña pieza de madera h
Zadrian La escalera que se abre frente a mis ojos me deja impresionado. Por un instante toda mi atención se centra en la bóveda que se ha abierto en esa chimenea, tanto, que olvido que Skylar está detrás de mí todavía. —No pensarás entrar ahí, ¿o sí? —me cuestiona. —Por supuesto que voy a entrar ahí. Si tienes miedo, quédate afuera como una cachorra asustada —espeto. Ella bufa y gira los ojos, avanza hacia mí y me empuja ligeramente con el hombro. Para mi sorpresa, se atreve a descender primero. »¿A dónde crees que vas? —Me apresuro a adelantarme, la hago a un lado y termino bajando las escaleras hasta la entrada. Hay una gran piedra que protege lo que hay del otro lado, pero en la visión que tuve cuando toqué la casa, pude ver muy claramente que solo un Blake puede acceder a ella. Aún no comprendo del todo lo que sucede, las visiones que llegan a mi mente son confusas, borrosas e incompletas. Es difícil avanzar con la información a medias, no obstante, estoy seguro de que lo qu