Capítulo 7- Tocar fondo

— ¿Y qué más recuerdas?

—Sigue siendo como niebla en mi cabeza…

—Bien, avísame si tienes algún progreso con ello.

Aunque hace tiempo ya no estudio en la universidad, la cual tuve que dejar a medias… Suelo venir aquí a sesiones de terapia con el padre de Sarah, El Dr. Bingley quien es mi terapeuta.

Se supone que debo venir una vez por semana sin embargo debido a que he estado ocupada y, también… porque me siento resentida con Sarah por olvidarse de contactarse aunque sea una vez, he dejado de hacerlo regularmente y solo he venido porque el padre de Sarah me ha llamado para recordarme que es importante continuar con la terapia.

—Señor Bingley, ¿Ustedes tampoco han recibido noticias de Sarah?

— ¿Perdón?

—Sé que estamos en sesión de terapia y hablar de forma personal interfiere como mi terapeuta…

—Sabes que puedes hablar con nosotros con naturalidad cuando quieras, Cady.

—….

—Sarah nos escribe una vez a la semana cuando mucho, pero está bien y nos envía fotos regularmente.

¡¿Qué?!

—Mira, aquí está con mi yerno y han estado tan contentos allá que no se han querido regresar los muy condenados.

La fotografía de ellos dos abrazados disfrutando de la playa me causa ardor en los ojos.

—….

—Pero dime, Cady ¿A qué te refieres con “tampoco”?

—Ah… como se comunica tan poquito pensé que me tenía abandonada y me preguntaba si a su propia familia también. Veo que estamos igual…

Sarah les envía fotografías y se comunica al menos una vez por semana…

¿Entonces, por qué?

—Aún quedan 30 minutos de la sesión. ¿Hay algo más de lo que quieras hablar?

—….No, eso era todo. Tampoco es que haga mucho con mi vida.

—Soy psicólogo ¿Lo olvidas? Y además del padre de Sarah sabes que te consideramos casi como una hija. No necesitas guardarte los problemas para ti sola.

—No lo hago. De hecho estoy escribiendo una nueva novela… y es de amor.

— ¿De verdad? Eso es maravilloso, sería un gran progreso para tu problema.

Aunque es mi terapeuta a veces siento que esto de las sesiones es más un acto de caridad de la familia Bingley hacia mí, vengo aquí a la universidad me recuesto en la oficina del psicólogo de la facultad y le cuento algunas trivialidades de mi vida.

Tampoco siento correcto contarle a una persona tan cercana de mis problemas.

En especial cuando ya me han dado mucho por tantos años.

—Bien, eso termina con la sesión de hoy.

—Gracias Señor Bingley.

—Cady, sabes que puedes regresar a la universidad cuando quieras. Si necesitas recursos para terminar…

—Oh, para nada, Señor Bingley. En realidad estoy muy contenta escribiendo libros, tal vez después consiga un empleo un poco más remunerado y la verdad no me hayo con la universidad de todos modos.

Aunque si me afecta haber dejado de estudiar, si regreso en el tiempo podré notar que nunca estuve del todo tranquila. Ya que no me agradan convivir con…

— ¿Es porque hay hombres?

—No… Ya he superado un poco esa aversión.

De hecho tuve una conversación candente con una “amiga” por internet y también lo que pasó en la puerta de mi departamento… además no sentí asco por hacerlo ni sentí ganas de vomitar cuando se acercó mi jefe a mí.

—Le dará mucho gusto saber eso a Sarah, claro, si me permites contarle.

—No… ella está muy ocupada en las Maldivas, mejor le doy la sorpresa yo misma cuando regrese.

Si es que al regresar le interesa que sigamos siendo amigas.

***

En mi teléfono observo la fotografía que me tomé en la secundaria con mi mejor amiga, nos conocemos desde muy pequeñas y me ha acompañado en las buenas así como las malas desde entonces. Sin embargo, ahora me debato si eliminar la fotografía de la imagen de contactos.

Así que soy la única a la que no ha contactado en meses…

Pruebo llamarla sin embargo la misma voz robótica que dicta “El usuario no está disponible” continúa apareciendo.  Esa clase de voz solo aparece cuando alguien está en un área incomunicada o…

Cuando te han bloqueado.

Mis ojos nuevamente arden sin embargo no sale nada de ellos.

—No, llorar no soluciona nada en la vida.

Firme con mi decisión elimino la imagen de Sarah. Si ella se ha contactado con todos menos conmigo en casi medio año, no tiene sentido aferrarse a una amistad marchita.

—Al menos me hubieras dicho qué hice mal.

[Contacto sin imagen]

Después de esto no estoy segura si debería continuar usando su molde como referencia en uno de los personajes de la historia.  Bueno, digamos que me la debe.

 Mientras espero el autobús para ir de regreso a mi departamento recuerdo por última vez a Sarah y nuestra amistad de años.

No, algo debe estar mal… Fui su dama de honor, estuve a su lado durante la fiesta incluso me tragué las ganas de pedirle que no se fuera. Ella estuvo conmigo todos estos años incluso me defendió cuando…

O quizá simplemente se hartó de mí.

A pesar de todo volví a caer en una trampa de ese señor al que llamo padre.

Si ella me viera en este momento estaría decepcionada.

El autobús finalmente llega y subo a este, el camino parece vacío y solo a pesar de que el vehículo viene completamente lleno.

En realidad tampoco quiero regresar al departamento, porque ahí solo me espera mi computador, la habitación pequeña sin cocina ni baño, un colchón pequeño adentro del espacio que debió ser una alacena y la soledad.

Para cuando llego al departamento la señora Potvin (mi casera) está barriendo las escaleras. Por primera vez en varios meses no me hace preguntas ni me menciona que tengo visitas, de igual manera no espero a nadie.

Cuando abro la puerta respiro hondo y me adentro en el computador.

Solía hablar con Edw2238 muy seguido, se siente un poco solitario, sin embargo he decidido ponerle un límite. Después de esa noche de consultas sobre hacer “eso” y haber llegado hasta el final en cuanto a lo imaginario se trata, las cosas cambiaron drásticamente pues me di cuenta de algo… Edw2238 es hombre.

No me lo dijo, jamás me aseguró que fuera mujer así que nunca me dijo mentiras en ese aspecto, sin embargo tampoco me negó nada.  Y eso es lo que más me inquieta, es experto en hacerse una fachada.

No sospeché tanto hasta que vi la verdad en crudo, cuando sin querer presioné su nombre de usuario mostrando su actividad en la aplicación. Los mensajes que escribió en novelas de contenido erótico fueron bastante sugerentes.

Es hombre y no cualquier hombre… Es un lector ávido de novelas de licántropos.

Lo cual me hace dudar de su identidad.

¡DING!

Mi computador me muestra una notificación de la aplicación EarthmyWorld no he abierto la conversación sin embargo la miniatura me deja ver que dice su mensaje.

“¿Cómo está mi pequeña Cad?”

No, no le voy a responder. No después de saber que posiblemente sea un depredador como todos los demás.

“No hemos hablado en días, ¿todo bien?”

No, no está bien.

“Escucha, sobre lo de la otra vez…”

No lo digas por favor.

“De verdad quería ayudarte, luego me dejé llevar…”

“Es porque eres muy linda…”

“Cuando veo tu mensaje de dedicatoria en el libro…”

“Creo en ti y en que puedes sorprender al mundo…”

Solo se ve las miniaturas con el texto a medias, 2238 no suele escribir mucho. Elijo ignorarlo hasta que menciona el primer libro que publiqué y la dedicatoria.

Incluso si solo lee novelas cochambrosas y comenta de esa manera tan vulgar a otras autoras sé que es sincero cuando recuerdo que concursó por ese libro firmado. Entonces, tal vez si le doy beneficio de la duda pueda preguntarle por qué me ocultó que fuera hombre.

Mientras acomodo en la mesa y separo los gastos para este mes junto con la renta, la aplicación de EarthmyWorld continúa sonando.

“¿Ya has comido?”

“Acabo de pedir algo delicioso para ti…”

TOC TOC TOC

—Debe ser el repartidor.

Aun así, hay una sensación extraña en mi interior, como si me dijera que no abra. Pero ¿a qué debo temer? Quiero creer en  la sinceridad de 2238, entonces le escribiré que…

—Candy Cad. 

El olor a cigarro me envuelve entre el humo como si fuera una mano demoniaca.

— ¿Qué haces aquí? —Intento verme valiente.

—El negocio no fue como esperaba…—Dice entrando a mi departamento.

—No tengo nada para darte, lo siento.

—No te preocupes, Candy… No vine a pedirte dinero sino a llevarte.

¿Llevarme? ¿A dónde?

— ¿Recuerdas a Harvey Collins?

Ese nombre me parece conocido…

— ¿Qué tiene que ver “ese” conmigo?

—A cambio librarme de mi deuda me pidió…

No me gusta lo que dice…

—Que fueras la prenda.

“Tengo la casa de tu abuela y todo lo que fue de ustedes”

“¿Quieres el candelero de tu abuela?”

“Entonces que te parece si tú y yo…”

Las voces en mi cabeza resuenan mientras recuerdos de los que se habían eliminado comienzan a regresar.

— ¡NOOOO!

— ¿Por qué te niegas? ¿Acaso quieres que le haga daño a tu padre?

—Har...Harvey Collins es… —Me interrumpe agarrándome con fuerza de los hombros.

—Es quien más nos ha ayudado, hija—Dice con una sonrisa fingida—gracias a él no te han perseguido aún en la casa de apuestas...

— ¡MIENTES! ¡Se hizo pasar por el banquero del préstamo! ¡Ustedes dos…!

—Entonces ya comenzaste a recordar… Si lo recuerdas sabrás que está interesado en ti.

¡Claro que lo sé! ¡Por eso mi mente ha suprimido ese recuerdo!

¡No quería recordar lo que sucedió hace unos meses, en Abril!

— ¡Ahora mismo vienes conmigo!

— ¡No! ¡Ya no seré más tu marioneta, además, tú no deberías estar cerca ni seis metros de mí! ¡Aaagh!

El demonio que se hace llamar mi progenitor me jala del cabello.

—Incluso si te llevo calva mi socio acepta que te entregué a él como prenda.

— ¡Suéltame!

—Vienes por las buenas o las malas Candy Cad

¡Por favor alguien!

Forcejeo con todas mis fuerzas mientras me jala del cabello.

Logro arañarlo de la cara, luego molesto por eso me patea en el estómago.

— ¡Ugh!

—Incluso si te llevo con una costilla rota aún le sirves, vamos, ¿No quieres salvar a tu padre? ¡Es tu deber Cadence Dawson!

— ¡Yo ya no soy Dawson! ¡Tomé el apellido de mi madre y mi abuela, Beckham! ¡No tengo por qué seguir...! ¡Ugh!

— ¡MALA HIJA, INGRATA!

Con las únicas fuerzas que me quedan me arrastro por el suelo y como puedo me levanto, tomo la base para velas de fierro, el único recuerdo que me queda de mi difunta abuela. Pidiendo que me dé su fuerza para defenderme lo golpeó con fuerza. Irónicamente el candelabro que pude recuperar aguantando a ese ser sucio y asqueroso me sirvió para defenderme.

— ¡SEÑORA POTVIN! ¡AUXILIO! ¡¡¡AYUDA!!!

Entonces por primera vez grito con todas mis fuerzas que alguien me ayude.

***

Después de que se ha ido, de inmediato pongo seguro en la puerta y me desplomo en el suelo. Para suerte mía se asustó cuando grité por ayuda. Seguramente al decir nombres en específico le di la idea de que no estoy sola en este edificio. Menos mal que no se dio cuenta que… Nadie vino.  Quizá fue por la distracción al ver el dinero en la mesa y salir corriendo después de tomarlo.

No, no puedo llorar. Llorar es una debilidad y si soy débil nunca podré ser feliz en esta vida.

Por suerte lo que había en la mesa era poco menos de 1000 dólares, aún tengo algo para seguir pagando la renta y cubrir unos gastos.

Aún no puedo dejarme caer... No hasta que termine la historia, le debo ese adelanto a publicaciones Eardwulf y a esa persona que no dejará de perseguirme hasta el fin del mundo si no ve que pague hasta el último céntimo que debo.

Entre más pronto termine... Podré librarme de todo eso y volver a escribir lo que de verdad me gusta.

[¿Cómo va el progreso del manuscrito final, Beckham?]

Si yo desapareciera de este mundo ellos solo me notarían la ausencia por lo que les debo no porque yo sea importante...

Quisiera responderle sin embargo no tengo nada que decir. No tengo ganas de nada más salvo escribir hasta que mis manos no puedan hacerlo más.

[Edw2238: ¿Te encuentras bien? Hace mucho tiempo que no hablamos]

Eres la única persona que admira mis historias, no quiero decepcionarte por mis problemas y la vida patética que arrastro conmigo…

TOCTOCTOC

El sonido de la puerta me aterra, temblando siento náuseas y vomito en el suelo hasta que me duele el estómago.

—Servicio a domicilio.

No… No voy a abrir esa puerta nunca más.

***

TOCTOC

Mientras me recuesto en el suelo sosteniendo mi estómago, alguien toca la puerta.

¡Vete! ¡Por favor, vete!

Cuando deja de tocar cierro los ojos y puedo dormir con tranquilidad de nuevo.

Siento frío y calor, recuerdo sus palabras “¿No preguntas antes de abrir?”

Si él lo supiera me regañará ¿verdad?

De verdad estoy sola en esta vida…

¿El señor Bingley? No… Él solo es el padre de mi ex mejor amiga.  No tengo por qué involucrarlo además…

Qué patético… comencé a recordar justo cuando estaba en peligro.

Entonces veo EarthmyWorld en la pantalla y con las pocas fuerzas que me quedan decido escribirle.

No sé por qué, aunque dije que no confió en él porque es un hombre, no puedo evitar escribirle, después de todo vivimos en la misma ciudad.

Irónicamente fui tan crédula que ni siquiera sospeché o le pregunté si nos podíamos ver en persona mínimo para conocer el rostro detrás de la pantalla.

Una parte de mi exclama desde mis venas ¡Ayuda!  Incluso si fuera alguien peligroso, si llegara a terminar mi tiempo hoy… al menos me gustaría que alguien sepa que estoy aquí para que mi cuerpo no se pudra en soledad.

-----

TOC

Solo una vez ha tocado la puerta, me juré jamás abrir… Pero mi interior me dice que abra… No, no lo haré.

La puerta se abre y escucho una voz masculina.

— ¡CADENCE!

Qué bonita voz…

Todo se vuelve oscuro antes de poder ver su rostro pero su voz me reconforta.

Cuando vuelvo a abrirlos… Un hombre extraño me habla.

—Señorita ¿Puede responder?

— ¿…Quién…es…usted?

—Soy el Doctor Hayes. Médico familiar.

¿Familiar? ¿De quién?

—No te preocupes, pequeña. ¿Puedes contestarme algunas preguntas?

— ¿Preguntas...?

—Necesito saber cómo te hiciste todos esos moretones.

—Mi... Padre.

—Entonces la fiebre es por eso, anota unos analgésicos para la paciente.  Y también una dieta rica en hierro.

—Sí, doctor.

¿Qué sucedió? ¿Quién necesita analgésicos?

—Ahora duerme, pequeña.

Lo que necesitas es reposo y con el calmante que te hemos puesto podrás dormir con tranquilidad.

Nuevamente cierro los ojos sin tener idea del tiempo ni dónde estoy.

Sin embargo se siente muy bien dormir.

****

Un aroma delicioso a brisas marinas me envuelve.

Ah, es mi almohada… No, es alguien que me mira.

—Duerme lobita.

Su sonrisa es como una brisa fresca y me siento protegida.

Luego de eso no recuerdo bien lo que sucedió, desperté en sus brazos y mientras él extrañamente dormía en mi sillón continué escribiendo, esta vez una escena donde Candace ve al protagonista durmiendo.

Después de que termino de escribir él despierta, me mira extraño no como si estuviera molesto conmigo sino algo como... ¿Lástima? No, eso tampoco es, es un rostro sereno que nunca le había conocido antes.

No tenía idea de que pudiera sonreír así.

El sonido de su teléfono nos interrumpe y los gritos de alguien en el teléfono lo apresuran a regresar a la oficina.

—Volveré mañana, ¿de acuerdo? Debo ir a la oficina y no creo poder venir aquí en la salida... Mañana.

Se ha dejado su saco. Si le pasa algo no me dejará ver la luz del sol además, en la noche puede que haga frío va a necesitar llevarlo puesto.

****

Cuando llego a la empresa no hay nadie en la recepción para dejar el saco y retirarme.  Parece que tendré que llevarlo yo misma.

Espero unos segundos pero no hay nadie cerca, al parecer se han ido a comer o algo. Ya que soy alguien regular aquí no estaría haciendo algo malo si simplemente paso y voy a la oficina de mi editor ¿cierto?

Cerca de la sala de empelados se escuchan cuchicheos y risas.

—El señor Ermenrich estaba muy molesto.

— ¿Vieron cómo lo regañó?

—Lo de menos es que lo haya regañado ¿Vieron lo desaliñado que estaba?

—El otro martes llegó con las manos vendadas y aliento de borracho, es la segunda vez que le veo regañarlo.

—Hablando de cosas extrañas que pasan, ¿no creen que todo empezó a ponerse extraño desde que tiramos los archivos?

Aún tengo débil el cuerpo así que veo un poco las cosas borrosas, sin embargo quizá por la ceguera escucho con bastante claridad lo que dicen. Sé que no está bien escuchar sin embargo me inquieta lo que están murmurando entre ellos ¿Por qué?

— ¿Ah, te refieres cuando se tuvo que tirar el libro que llevaba almacenado como cuatro años?

—Ese mismo, el de Cad-Ence.

—Qué lástima, fue el único autor que no tuvo concursantes por el give-away.

—El joven Eardwulf se ofreció a tirarlo personalmente.

¿Mi…libro?

No es posible, ese libro lo tiene Edw2238 ¿No es así?

¿Cómo llegó entonces a mi amig--?

No es posible, debe ser un error.  El señor Eardwulf nunca me dijo que ese libro jamás se entregó a alguien. Entonces… El joven Eardwulf debe ser Edward.

No es posible, ¿Edward es mi amigo por la aplicación?

Aunque sea su hermano menor debo informarle de esto al Señor Eardwulf, además tengo que devolverle su saco.

Cuando llego cerca de su puerta estoy a punto de tocar cuando descubro que la puerta está abierta y él está hablando con Edward.

—En primera tengo mis estándares.  A Cadence jamás la he visto con interés sexual, su cuerpo no es mi tipo y su rostro es simple, sus ojos son de un color tan aburrido como el ámbar, ni siquiera pensaría en esa joven como alguien que me llama la atención.  Jamás pasó por mi cabeza en estos años que fuera atractiva para querer llevarla a mi cama, luego me ganó la curiosidad y me hice la apuesta de lograr que cambiara de estilo y género para probar sus habilidades. Si no fuera por eso nunca me habría acercado. Sino fuera porque Abu me puso ese desafío para probarle que puedo ser editor en jefe…

Esa es la voz de mi editor…

Siempre he sabido que no soy su tipo pero escucharlo directamente de su propia boca suena más cruel de lo que creí que era.

Me cubro la boca para que no descubran que estoy aquí.

—Cadence aún no sabe que Edw2238 es un usuario de administrador de la aplicación ¿Cierto? —Es la voz del hermano menor Eardwulf

—No, no tiene idea —Su voz ahora me suena como la de un demonio del infierno—2238 Sirve para incentivar a una escritora a que continúe con su trabajo hasta el final. Ese era el propósito básico, en algún momento se salió de ese camino pero sigue siendo quien inspira a Cadence. Si eliminas el usuario entonces todo ese esfuerzo será en vano.

Ahogo una bocanada de aire a punto de salir.

—Hermano mayor, cuando Cadence se dé cuenta del engaño y que ese es nuestro usuario de administrador nos va a odiar.  Ya han sido demasiados juegos ¿No crees?

— ¿Crees que no lo he pensado? Todos los días pienso en ese riesgo.

—Entonces ¿Vas a eliminar ese error?

—Lo haré, pero no puedo hacerlo hasta que Cadence termine la novela. Así las pérdidas monetarias no serán muchas presentando ese libro.

Canalla.

—Sé que es justo lo que tengo que hacer, Ed. Esa conversación subida de tono fue un límite que no se debió cruzar, ya que cumpla su propósito le haremos desaparecer antes de que alguien más se entere de esa conversación con la escritora pesimista que no tiene vistas.

¡2238, Edward eres un canalla y Eren Eardwulf también! ¡Todos ustedes se burlaron de mí!

 Él lo sabía… sabía todo lo que hice imaginándome que era él y dijo que soy una pesimista sin valor. Siento como si me sofocara el pecho, lo odio, odio a Eren Eardwulf, lo odio tanto…

Y a su hermano también, los dos son unos malditos.

De regreso en el autobús lucho por contener las lágrimas de rabia que tengo.

Recargo mi cabeza en la ventana mientras los recuerdos se agolpan en mi cabeza.

“Nada es una coincidencia, Cadence”

“2, 3 y 8 ¿Sabías que son números relacionados a los lobos?”

“Un lobo así puede ser o muy peligroso, o un buen aliado”

  Cínico… maldito cínico, estuvo dando comentarios y pistas todo el tiempo, lo hizo sabiendo que no podría darme cuenta nunca.

Cuando llego a casa tomo la almohada, como ha dormido sobre ella huele más que nunca a él.

Aproximo la almohada a la puerta y aunque siento dolor por todo el cuerpo mis ganas de golpearlo a él son mayores, lo visualizo frente a mí, sus ojos como zafiros que me miran recuerdo su apariencia como esa sonrisa falsa que me dio en la mañana. Me preparo para soltar el puñetazo cuando...

PLOP….

¿Estoy llorando?

Luego más gotas cálidas caen.

¡Estoy llorando!

Impotente caigo en el suelo y dejo fluir las lágrimas que he guardado por varios años. Así hasta que desfallezco un momento.

Cuando abro los ojos tampoco tengo noción del tiempo, Da igual de todas formas.

No sé ni siquiera que día de la semana es, si ha pasado una hora, cinco o un día entero… Todo me da igual.

Veo mi cuaderno de apuntes, la portada es de unas caléndulas y camelias.

Mamá… Abuela… ¿Por qué tuvieron que irse antes?  Es entonces cuando los veo ahí anotados uno por uno, Alfa Ery Avery, el molde de mi jefe, Etzel Avery, Milo Rockbone… A todos aquellos odiosos seres alrededor de él.

Candace Var Sansa, qué clase de maldición horrible te ata a ese ser tan vil.

Candace Var Sansa tiene más libertad y posibilidades de ser feliz que yo en estos momentos.

Si, la vacía protagonista genérica que he creado para esto.

¿Qué tanto he hecho con mi vida?

Además de escribir historias dónde me evito tomar el tema de amor, familia, unión y todo ese tipo de falacias ¿Que más he hecho? Vivir ahogada en deudas que ni siquiera son mías en un departamento pequeño y barato que ni siquiera puedo costear, arrodillándome a los pies de un tarado que cree que me tiene comiendo de su mano cuando solo es mi maldito editor.

Haré cambios en la historia, no puedo vengarme ni tengo el poder para hacerlos pagar aquí, pero si puedo hacerlo con todos esos personajes.

Una historia entera se puede borrar con tan solo tres movimientos. Ojalá la vida fuera así, si pudiera hacer un borrón y cuenta nueva...

¡Por supuesto que puedo!

He vivido atada a distintos hombres despreciables y sin poder decir lo que pienso. Me he tragado tantas veces las ganas de gritar que no soy un bien desechable.

¿No es maravilloso ser escritor? Con solo tres movimientos puedo romper con esta conexión tóxica con el ser más molesto y egoísta de esta tierra.

En una carpeta de mi viejo computador portátil, encuentro por fin ese archivo que llevo marinando desde hace casi cinco años. Una renuncia.

Juré jamás llorar por algo que me hiciera un hombre en lo que restara de mi vida. Jamás volveré a ser débil, llorar es solo una muestra de debilidad y como aceptar la derrota...

¡Malditos Eardwulf, malditos sean!

***

Después de tomar una ducha en el baño que es compartido con todos los inquilinos del piso 3, me veo en el espejo y esa joven de 19 años que fui alguna vez, llena de vida y ojos brillantes no es ahora más que una sombra en mi rostro sin esperanzas lleno de ojeras.

El golpe que me propinó el que se hace llamar mi progenitor aún está marcado levemente en mi mejilla izquierda.

"mala hija"

"Escritora mediocre"

Candace Var Sansa tú te quedaste atada al tóxico protagonista Alfa, es tu naturaleza pero no la mía.

Yo a diferencia de ti, que solo estás atada a mi teclado y voluntad, tengo la libertad de ser real.

Después de tomar una ducha me siento ligeramente más fresca. No quisiera salir de mi departamento sin embargo es necesario.

Si tengo necesidades en el baño lo hago en horario que sé nadie sale.

Tomo mi teléfono celular  y sin ningún temblor en mis dedos escribo las primeras palabras que me hacen sentir orgullosa y dichosa.

[Renuncio]

Sin embargo las reservaré para otro momento. Copio y guardo el texto esperando el mejor momento para liberar esa bomba.

Con esos últimos sentimientos a flor de piel tengo el final perfecto para la historia. Hago a un lado mis apuntes y elimino algunos capítulos, ya no son necesarios para mi idea final.

Escribo toda la noche, al día siguiente y al siguiente. Por supuesto me mantengo alimentada e hidratada un poco. No voy a esperar tres meses más, voy a terminarlo ahora mismo y entregar todo cuanto antes. Quiero liberarme de este pendiente.

TOC TOC

El sonido de alguien tocando la puerta me desagrada.

— ¿Quién…?

—Servicio a domicilio.

Abro con mucha cautela, algo en mi interior dice que lo haga.

Cuando veo al repartidor con una caja de comida sé perfectamente quien lo manda: Edw2238. Quiero negarme, el repartidor me suplica tomarlo pues el cliente es muy estricto y si no se hace la entrega le reprenderán duramente.

Entonces acepto de mala gana.

Recuerdo el rostro pacífico y angelical que tiene ese tipo para aparentar que no rompería un solo plato cuando es capaz de destruir toda la vajilla.

Veo la caja, frunzo la nariz y sin abrirla la dejo en el mostrador de la cocina.

Por algunos días el servicio a domicilio continúa llegando y aunque acepto para que el repartidor no se lleve una regañada, no abro ni como de alguna sola de esas malditas entregas.

—Edw2238 púdrete en el infierno.

Como si lo hubiera invocado me escribe como siempre usando EarthmyWorld,

[Edw2238: ¿te encuentras bien?]

Maldito.

[Por supuesto, jamás había visto con tanta claridad]

[Te extraño]

Aprieto los dientes y contengo toda mi ira en el puño que apretuja el teléfono.

Cínico… maldito… te odio.

[Disculpa he estado ocupada con la historia]

[Bueno, por la historia te perdono]

Claro que me perdonas, pero yo no perdono. Después de todo ambos solo quieren ver que haga su historia comercial de lobos.

[Me disculpo, debo continuar. Ahora que tengo mejor definido el final he decidido entregar la novela completa en un plazo no mayor a una semana]

[¿Una semana? Creí que te quedaban tres meses]

[Digamos que encontré la inspiración perfecta]

Contesto con sarcasmo.

[Me alegra saber que puedas escribir después de lo que sucedió…]

[No tienes que estar preocupado por mi]

[¿Disculpa?]

[Sé que eres hombre]

[¿Por qué piensas eso?]

[Porque después de lo del otro día me percaté por tu forma de escribir que sabes bastante bien como es estar desde la perspectiva de un hombre]

[¿Y eso te decepciona?]

[No, que seas hombre o no me da igual…]

Lo que me decepciona son las mentiras.

[Bueno, tengo que continuar si quiero terminar en una semana, te dejo un momento amigo]

Es mi completa intención dejarle una pista antes de soltar la bomba. Yo también se jugar muy bien a los enmascarados.

Poco después mi editor estrella favorito envía un mensaje.

¿Cómo no me di cuenta antes? La sincronía perfecta de esos dos, seguro se contaban los chismes el uno al otro.

[QueMiEditorSePudraEnElAverno: ¿Cómo sigues de la fiebre?]

[Me encuentro bien]

[Escucha, si tres meses no es suficiente podemos aumentar el plazo]

[No es necesario, ya casi está terminado. En una semana lo tendré listo]

[¿Estás segura?]

[Completamente segura]

Entre más pronto los mande por un tubo mejor.

***

El resto de los pocos días que quedaron me enfoqué en entregar la novela perfecta para esas dos basuras.

Cuando vi en el monitor de mi computadora las palabras [Fin-] de inmediato escribí al Rey Demonio de Lupus que estaba listo.

[Terminé la historia]

[¿Te refieres al manuscrito con los primeros capítulos?]

Y según ese animal es editor… carece de comprensión lectora si no entendió lo que le dije hace días.

[En realidad es el libro completo]

[Aún falta tiempo no necesitas apresurarte]

[No es por apresurarlo, de verdad lo terminé]

[¿Entonces vas a enviármelo hoy?]

Impaciente de mier….

[No, Pero lo haré mañana a las 10am quiero que revise personalmente los detalles, cada uno de ellos]

[¿De verdad?]

BRRR BRRR

[Lo estaré esperando, ya quiero que sea mañana]

BRRR BRRR

[¿Estás segura? Después de lo que pasó el Doctor Hayes dijo que guardes reposo]

¿Por qué me habla con tanta familiaridad?

Me da asco que me hable como si fuéramos cercanos. Lo quiero muy lejos de mí.

[Completamente segura]

[Entonces estoy ansioso por que ya sea mañana]

Escribo con la misma cara de póker sin sentimientos, pero él no lo sabe.

[Yo también ya quiero que sea mañana]

No puedo esperar…

Lo que no saben es que a las 10 de la mañana exactas no iré a la oficina porque recibirán mi renuncia tanto “aquí” como allá.

Observo EarthmyWorld, los últimos mensajes con Edward 2238 fueron tan obvios que me da vergüenza aceptar que me engañaron de una forma tan tonta, fui tan estúpida que no noté que son sus primeras tres letras.

Entonces comienzo a redactar la carta de odio jamás antes escrita por mí

[Para el mentiroso Eardwulf: PÚDRETE EN EL INFIERNO]

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Maika Maese

¡Hola a todos! He llegado con dos capítulos semanales y uno más para celebrar, pero ya dije, si hay amor hacia la historia liberaré 10 de jalón. Este capítulo es un poco confuso, se ha hecho así adrede. Si prestan atención al inicio está la respuesta a muchas cosas que sucederán después. ¿Ustedes que creen? ¿Se ha pasado Eardwulf con lo que dijo? Lamentablemente esas palabras son las que acabaron por cavar la última zancada para Cady. Ya no volverá a ser la misma.

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