Han pasado varios años desde que Natalie regresó a Milán. Ahora ella eligió otro camino del cual nunca se arrepentido, ya que la decisión que tomó fue la mejor que le pudo haber pasado. Pero su felicidad será opacada cuando su pasado vuelva y toque su puerta.¿Que hará Natalie para enfrentar a ese amor del pasado y todos esos acontecimientos que están por irrumpir en su tranquila vida? El mismo hombre que dejó una cicatriz imborrable en su corazón y un recuerdo presente que estará para siempre en sus vidas.
Leer másTres semanas después... Nos casamos por segunda vez, la ceremonia fue sencilla pero mucho mejor que la anterior. Por supuesto regresamos a Boston por una temporada y decidimos casarnos allí mismo. Las personas que asistieron a nuestra boda eran pocas, solamente familiares y amigos cercanos, así lo quisimos Dominik y yo. Había habido tantos cambios en tan poco tiempo. La oferta de trabajo a casa de Moda Evans, la propuesta de matrimonio que me hizo Dominik, pero esta vez cargada de amor verdadero. Dorian que por fin había aceptado a su padre y estaban trabajando en su nueva relación de padre e hijo. Papá que ya estaba mejor de salud y me había acompañado a mi ceremonia de boda, la familia de mi esposo que nunca dejo de apoyarme luego de haber vuelto con Dominik. Todos se estaban esforzando en algo. —Muchas felicidades —apareció detrás de mí Ayron. Con una sonrisa y una amabilidad en sus ojos como siempre acostumbraba a mostrar. —Gracias —dije cuando me gire para verlo. —Se te ve
DOMINIK Natalie había salido de la habitación de nuestro hijo y sin hacer el mínimo ruido me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos por detrás. ―A veces me pregunto qué hubiera sido de mí si no te hubiera conocido. —Quizá seguirías siendo el hombre irritante que conocí, odioso y malhumorado —soltó una pequeña risa. Gruñí ligeramente pero también me contagié de su vibrante risa. Sumergí mi cara en su cuello y respiré su aroma. —Pues en la historia no sonaba que fuera tan odioso. Giro un poco su cabeza para verme sobre su hombro, me aparté un poco. —¿Has escuchado todo? Asiento. —Totalmente todo... hasta la parte donde dices que golpeaste a ese pobre hombre, todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer —hago un gesto de dolor —Aún siento ese tacón clavado en mi espalda, sí que tienes buena mano, mujer. Sonríe y vuelve su mirada hacía enfrente. —Hazme enojar de nuevo y te ayudaré a qué no lo olvides nunca. —Malvada —dije y deslice mis labios por su cuello mientras deje mor
NATALIE—Gracias por estar aquí.—No tienes nada que agradecer, yo soy la que debería agradecerte por dejarme estar aquí con él —dice la madre de Dominik.—Ustedes también son su familia, no le puedo negar eso a mi hijo.—Entiendo que debe ser duro por el miedo que te causo Gregory, con eso de sus amenazas, pero él es solo eso, pura amenaza sin sentido —suspira —Por más que te quiera o intente pisotear, jamás acabará contigo, puede ser que sea intimidante, pero no importa cuántas cosas te diga, no hará nada que lastime a Dorian.—¿Cómo puedes estar tan segura? —cuestiono sorprendida.Esta mujer había sufrido en las manos de ese hombre malvado durante más de veinte años y, aun así, me estaba diciendo que mi hijo no peligra en las garras de su abuelo, tanto así que sus palabras se escucharon seguras.—Fue algo de lo que conocí muy bien de Gregory todos esos años, él quizás pudo hacerme daño a mí. —muestra una ligera sonrisa de lado —Trato de sabotear mi carrera, puso muchas trabas en mi
NATALIECada día pedía una oportunidad más, que nos diera otro momento más con nuestro pequeño, disfrutarlo y demostrarle que lo amábamos.Era doloroso verlo todo el tiempo en esa cama recostado, con sus ojos cerrados como si estuviera solo durmiendo, pero yo sabía que no era así, nomás de recordarlo el pecho me dolía.¿Por qué la vida nos castigaba de esta manera? ¿Por qué sé hazaña con un niño? Mi pequeño tenía una vida por delante, no sabía si esto era una maldición o una prueba que el destino nos había puesto, pero lo que si tenía seguro era que él no tenía por qué pagar los pecados de sus padres. Mi bebé es inocente y él no merecía esto.Quisiera cambiarle el lugar y ser yo la que esté en esa cama, curarlo de cualquier mal y protegerlo del sufrimiento, si pudiera le daría mi vida.***Un mes, es lo que a pasado. He tratado de seguir con mi vida como muchos me lo dicen, pero es difícil no verlo sonreír por las mañanas y que me pida sus galletas favoritas antes de llevarlo al coleg
NATALIEMe aferró a él como si fuera mi única salvación, como cuando agarras un salvavidas en el mar para no ahogarte entre las olas salvajes, la diferencia era que yo me estaba asfixiado en el dolor por ver a mi hijo así.Es un dolor que te consume por dentro, y por fuera tienes que mostrar fortaleza, porque si no todo a tu alrededor cae contigo, es duro y doloroso.Me ahogo entre lágrimas mientras mi corazón se oprime más y más.Mis sollozos no cesan y él me abraza más fuerte, nos necesitamos, ambos compartimos el mismo dolor. Todos nos aconsejan que debemos ser fuertes, por él, por nosotros, pero tengo miedo. Tengo miedo de desplomarme en el camino y que esto nos llegue a afectar como pareja.—Lo... lo siento —me ahogo con cada palabra.—No, no lo sientas, llorara, llorara todo lo que necesites —susurra en mi cabeza de
DOMINIK ¿Cómo evitar no caerme? Es algo que me he estado preguntando desde qué Dorian tuvo la accidente y desde que nos dijeron que estaba inconsciente. ¿Cómo no derramar una lágrima o como no mostrar debilidad? No por el hecho de que me vean frágil, sino por ella. Natalie necesita alguien fuerte a su lado, y no alguien que se deje caer en cada tragedia. Desde niño me enseñaron a que debía ser alguien fuerte y no verme afectado por nada ni nadie, la idea era más que nada para no ser débil y no verme fácil de derribar en los negocios, pero esto no eran negocios, aquí no estaba mi abuelo o mi padre diciéndome como comportarme o como actuar. A veces uno como hombre también necesita expresarse y sacar todo lo que lleva reteniendo. Y lo estaba haciendo, a mi manera, pero lo hacía. Tal vez no llorando o perdiendo el control como estaba haciéndolo cuando la vi nuevamente. Natalie necesita un hombre seguro, que la proteja y este a su la
NATALIEHabía pasado un poco mi angustia cuando el médico volvió y nos dio la noticia de que mi hijo ya estaba estable y en una de las habitaciones del hospital, quería decir que ya podíamos ir a verlo.Una sonrisa corta, pero de alegría se dibujó en mis labios, había esperado tanto esto todo un día, aún no nos daban los resultados finales su evaluación, el doctor dijo que todavía faltan unos y que hasta que no los tuviera todos juntos no nos podía adelantar a darnos una respuesta.Aún no podía sentirme completamente aliviada, la tensión seguía sobre mis hombros y el dolor de cabeza que me daba constante se sembró tan fuerte que ni con un analgésico desapareció.No habíamos dormido nada, tanto yo como Dominik seguíamos de pie como un asentamiento, duro y firme, pendientes del uno al otro po
NATALIEHabían sido las horas más angustiantes de mi vida, seguíamos esperando alguna noticia de mi hijo, pero no había nada todavía.Una Kris desesperada y con un gesto de preocupación llegó a nuestro lado, la había llamado antes para avisarle de lo que había pasado.—Nat, amiga —dijo mientras recuperaba el aliento —¿Cómo está? Vine lo más rápido posible, el tráfico está de locos está mañana…Se detuvo de inmediato, entendió que nada de eso importaba ahora; sin embargo, me hacía falta distraerme un poco y no estar pensando en cosas negativas, mi pequeño iba a estar bien.—Aún no nos han dado toda la información, solo han dicho que sigue durmiendo y que lo tienen en observaci&oac
NATALIEHoy era el último día de nuestras vacaciones familiares y debíamos disfrutarlo por completo. Al salir de la cama fui en busca de mi hijo, Dominik estaba en la ducha y más tarde nos alcanzaría.Al llegar a la planta baja, lo primero que escuché fue el ruido del televisor. Dorian ya se encontraba despierto y viendo un programa para niños. En cuanto me miró me pidió que le hiciera su desayuno favorito, hoy íbamos a salir a cabalgar, aprovecharíamos la mañana, ya que el sol todavía no estaba en su total resplandor.Dorian estaba ansioso por ello, así que corrió a su habitación a ponerse su sombrero y sus botas nuevas que le había comprado hace unos días para este viaje.Mientras Domink terminaba de ducharse y Dorian de ir por su sombre y botas, comenc&e