Hola queridas lectoras, la historia de Natalie y Dominik ha llegado a su fin. Espero les haya gustado y espero contar con ustedes cuando salgan las otras historias que son parte de esta saga. Muchas gracias por haber leído está historia de amor y acompañarme hasta el final.💙
Cuando llega esa persona que creías amar con tanta intensidad y pensabas que era la persona destinada a ti, tu alma gemela… creyendo que era la que amarías más que a nadie. Pero te das cuenta de que no era así, cuando la vida le da un giro inesperado a tu mundo, uno que ni uno mismo creyó llegar a vivir.El amor lo puedes encontrar de muchas maneras y en diferentes personas, quizás no sean iguales, pero este amor es más inmenso y puro que cualquier otro. Ahora entendía a mi madre, ahora que me tocaba tomar ese lugar.Dorian, mi pequeño, llegó a mí cuando menos lo esperaba y cuando más necesitaba algo o alguien que me salvará del vacío y del dolor en el que estaba cayendo.Quién puede creer que una mujer fuerte y dura como yo podría caer en un abismo así, todo por un hombre.Ni yo misma lo creía, había dejado de ser la Natalie de antes desde que caí como una tonta enamorada en la
Actualmente, 6 años después. Milán ItaliaNATALIE―Anteriormente te dije que algo así iba a pasar. Pobre de mi Dori, lo que tuvo que sentir en ese momento ―suspiro exasperada mi amiga.Sé que tenía razón y sé también que cualquier día iba a ocurrir algo así. ¿Por qué no podía seguir protegiéndolo de todo lo que le rodeaba?Habíamos sido tan felices todo este tiempo, pero ahora el pasado comenzaba acosarme. Era como una sombra de la que nunca me desharía.― ¿Y crees que no me lo he reprochado todos estos años? ―replique, mientras me colocaba detrás de mi escritorio para comenzar a trabajar ―Tu mas que nadie sabe lo difícil que es para mí esta situación.―Lo sé ―suspira de nuevo Kris ―Perdón, no quise dec
NATALIEEl día era soleado, perfecto para ese helado de chocolate que deseaba comer mi hijo. Era la única forma de hacerle olvidar el mal rato que paso en la mañana a la hora de clases, mi propósito y mi interés siempre era hacerlo sonreír y que no pensara en cosas malas que pudieran dañar su inocencia.Cuando llegamos al lugar bajamos del auto para ir a comprar el helado favorito de Dorian, después de eso salimos y caminamos en dirección al parque que se encontraba a una calle del establecimiento.Llegamos a una banca y tomamos asiento. Dorian estaba muy concentrado comiendo de su helado.― ¿Te gusto tu helado? ―inquiero una vez que nos acomodamos.Solo asiente para responderme sin dejar de degustar su postre.―Mami ―me llama, pero sin apartar la mirada de la bola de chocolate.― ¿Qué pasa cariño?― ¿Por qué mis compañeros tienen papá y yo no? ―este tema le provoca tristeza, lo puedo ver en sus ojos ―Ellos
NATALIENo, el pasado no podía volver, no podía permitirlo. ¿Pero cómo se suponía que lo aleje de nuevo de nosotros?—Mami —la dulce voz de mi hijo me hace reaccionar para apartarme del hombre que se encontraba a lado mío.Sin decir una sola palabra, tomo de nuevo la mano de mi hijo para alejarnos de ahí. No era el momento de indagar en el pasado y mucho menos ahora que había despejado todas las dudas de la cabeza de mi hijo.— ¿Él es un amigo tuyo? Mami —no, no ahora por favor —Tu me haz enseñado a qué debemos saludar y despedirnos de las personas, sean conocidos o no, por educación.Mi pequeño hombrecito, era mucho más inteligente de lo que podía pensar. Nunca olvidaba mis enseñanzas, pero ahora no me alegraba por ello.—No hay tiempo cariño, debemos ir a ver a tu abuelo.— Pero mamá... No le agradeciste que me halla llevado contigo. Te dije
NATALIE—¿Estás hablando en serio? —cuestiono Kris, asombrada —¿Aceptarás ir a ese desfile?—Ya lo hice.—Pero habías dicho que no lo harías ¿Qué fue lo que hizo hacerte cambiar de parecer?—Mi padre.— ¿El Sr. Collins te lo pidió? —pregunta confundida.—No, sabes que papá no me obliga a nada.—¿Entonces?—Es solo que lo haré por él.—Pero Nat, la línea de ropa que ellos presentarán en ese desfile es de otoño. La tuya es nueva, jamás has hecho una presentación con ella, porque apenas hace unos días acabas de terminarla —espeta —¿Les entregaras tu línea de ropa? Esa en la que has trabajado durante meses con mucho arduo.Tenía razón, trabaje noche y día en esos diseños, sin descanso alguno, pero el ser diseñadora de modas era un trabajo duro y se que tarde o temprano llegaría el logro
NATALIEEsta sensación vuelve a invadir todo mi ser en el momento que sus ojos se clavan en los míos. Es cómo si Dominik todavía tuviera todo el control de mi cuerpo. Pero no, eso ya no era posible, él ya no significaba nada para mí.Retrocedo, y recuerdo que mi amiga seguía detrás de mí. Algo dice, pero no logro entender con claridad. Lo único que quiero hacer en este momento es huir, salir corriendo muy lejos de aquí.Pero no podía hacerlo, tenía un compromiso y debía cumplir un contrato laborar. Aún así sentía cómo si el aire me faltará, cómo si su presencia me asfixiara.Esto no estaba bien, yo no estaba bien, necesitaba un respiro.—Saldré… Un momento —murmure al girarme hacia Kris, debía avisarle, no podía irme así nomás, aunque fuera solo un segundo.Ella entendió en cuanto miró detrás de mí y después asintió.Sin esperar nada
DOMINIKMe entra un escalofrío extraño al ser consciente de lo que acaba de decir. O por lo menos, lo que mi cerebro ha conseguido retener. Sé que lo que menos quiere es verme, saber de mí, pero no iba a dejar de insistir hasta que escuchará lo que tenía por confesarle.—Deja de ser terca, y solo escúchame —decreto —Debo decirte que el acta que te envíe hace un tiempo no era…—¡Nat! —llega su amiga interrumpiendo mi confesión —llevo casi media hora buscándote, ¿Por qué no respondes el celular? —el tono de su voz se escuchaba desesperada, pero no le puse atención ya que seguía mirando a Natalie.— ¿Qué pasa? —inquiere Natalie, rompiendo el hechizo de nuestras miradas para verla a ella.—El socio te quiere conocer, lleva rato preguntando por ti —la toma del brazo —vamos, no lo hagas esperar más.Natalie no puso resistencia alguna y se va con su amiga, dejándome aquí con tod
NATALIENo, no me puede estar pasando esto a mí, no aquí y ahora. No sé que haré, no puedo huir otra vez y menos en este momento. Sigo aturdida por lo anterior y no logro concentrarme en lo que están hablando mi amiga y el subdirector de Hoffman, la compañía con la que firmó mi padre la asociación.—Nat… Natalie —me habla mi amiga, tratando de que ponga atención en su charla. Sacudo mis pensamientos y la miro —Llevo rato hablándote —murmura a mi lado, para que solo yo la escuché.—Perdón, que decías —me disculpo.—¿Se encuentra bien señorita Collins? —indaga el subdirector mientras me mira fijamente.El hombre aparenta de una edad media, no ha de ser mayor de 50. Asiento con una pequeña sonrisa, lo que menos quería era levantar sospechas de mi