Anya es una joven atrapada en un mundo terrible, a causa de la vida que ha llevado su padre por años. A pesar de eso, había desarrollado una fría calma y mucha inteligencia para sobrevivir, buscando no depender de nadie. Pero muy pronto, su vida dará un giro imprevisto, para descubrir no sólo secretos de su pasado, si no también la posibilidad de salvarse para siempre si logra encontrar un tesoro incalculable. Mikhail era despiadado, forjado por un pasado sumido en el lodo de la pobreza. El amor es lo último que necesita, aunque es codiciado por muchas mujeres, no hay lugar en su corazón para nadie, excepto una niña que lo dejó marcado... y escalar en la organización mortal a la que pertenece. Un secreto inesperado y varios enemigos en común, terminarán entrelazando sus vidas, arrastrándolos a la aventura y la pasión... demasiado cerca de la muerte.
Leer másElla vivía en un pequeño departamento del centro de Londres. No era lujoso, pero más que suficiente para su comodidad, además de que no dependía de nadie para cubrir sus gastos.Se había recibido como diseñadora de una de las universidades más prestigiosas de Inglaterra, con un promedio sobresaliente, reflejando mucho de lo aprendido durante su adolescencia, y por eso mismo, ese día tenía la entrevista de sus sueños, nada más y nada menos que en la empresa de indumentaria más famosa, GreenLuxury.Por supuesto, a pesar de que desayunó temprano y se subió con suficiente tiempo como para llegar con mucho margen al enorme edificio del centro, resultó que su pequeño y anticuado automóvil, muy caprichoso, se negó a arrancar.Así que allí estaba, nerviosa luego de media hora de esperar al servicio mecánico, más veinte minutos de una reparación que resultó absurdamente sencilla y le daba la razón a su cuñado sobre que debería aprender más cosas prácticas y menos artísticas, conduciendo con la
Tal como esperaban, la mina abandonada del abuelo Antonio Castro tenía una extraña configuración que delataba que algo se ocultaba en su interior. No seguía ninguna veta de mineral. Era evidente que, si alguna vez había funcionado, fue hace muchos, demasiados, años.Seguía siendo un misterio cómo había llegado a ser posesión de su antepasado.Según lo que la joven había interpretado, debían encontrar una puerta secreta de madera, con la misma secuencia de diagramas del monolito de piedra, que estaría situada en la profundidad de uno de esos pasillos llenos de polvo y oscuridad.Afuera, quedaron algunos de sus hombres, aguardando que ellos se comunicaran cuando fuera el momento de extraer lo que fuera que encontraran.Los Kasparov tenían linternas potentes y un mapa hecho por la joven.-Sígueme, Mikka, pero no te alejes, por si acaso. Creo que sé cómo recorrer este laberinto, pero puede haber alguna trampa extra… Hasta ahora ninguna de las otras partes del tesoro estuvieron protegidas
Ocho horas más tarde, Agnes sonreía agotada con uno de sus hijos en brazos, mientras Mikhail observaba embelesado a la bebé de ojos grises que tenía en los suyos.-Es la cosa más perfecta que he visto en toda mi vida, Anina… Te juro que nunca permitiré que nada les pase…Ella lo miró con una sonrisa, y acunó contra su pecho al pequeño niño que se quejaba.-Lo sé, Mikka… Sé que así será… Pero… Tendremos que mudarnos ¿verdad?Él se sentó a su lado en la cama y se inclinó hacia ella.-Sí. Finlandia ya no es un lugar seguro para nosotros. Estuvimos muy expuestos los últimos meses, por culpa de los últimos movimientos de Yuri en la política. Dejaré a mi gente a cargo de los negocios locales y comenzaremos una nueva vida con el dinero del tesoro… Sólo debemos elegir un destino…Agnes asintió. -Lo decidiremos, juntos… También es importante que sea un buen lugar para Sara… Donde pueda crecer lejos de tantos malos recuerdos… Podríamos viajar un poco en familia para evaluar las mejores opcione
Aunque podría haber sido todo un poco más fácil, la realidad era que construir una nueva organización del mundo clandestino, hallar la ubicación exacta de un tesoro, gestar a gemelos y acompañar a Sara en su tratamiento, fue un verdadero caos.Hubo que ordenar la agenda de acuerdo a las prioridades y para los Kasparov fue bastante claro: la salud de la niña era de suma importancia para Agnes, que se dedicaba ocasionalmente a revisar mapas y los documentos de su abuelo ya que, por desgracia, la localización exacta de la mina no estaba consignada en las escrituras o cartas. Tenía sentido, puesto que Villalobos había ocultado allí su tesoro, así que debía ser un secreto. Por supuesto, Amalia no tenía ningún recuerdo al respecto y no resultó de ayuda.Sara necesitó muchas horas adicionales de terapia psicológica, y parecía evolucionar favorablemente, además de ocuparse con alegría de ayudar a Agnes con las compras para los gemelos. Por ahora, y aunque no se dejaban ver mucho en las ecogr
Sara despertó en su habitación y todos los recuerdos de la noche anterior la invadieron de repente, confusos y mezclados.No estaba segura de lo que había pasado, pero sí tenía la certeza de que era algo grave.Sintió una opresión en el pecho y de pronto le faltó el aire.Había cometido un grave error.Se levantó de un salto y corrió a la habitación de su hermana.Ese hombre horrible había entrado por su culpa, era lo único que recordaba con claridad, aunque en la casa todo se veía tranquilo. Cuando llegó, encontró el dormitorio vacío, y en remodelación, faltaba el colchón de la cama, la alfombra… Fuera de eso, todo se veía normal y nadie actuaba extraño a su alrededor.Nada la hacía pensar que su hermana estaba herida o algo así.Decidió buscarla en el cuarto de Mikhail.Parecía un día normal en una vida normal de pareja.Pero no lo era.Ellos no eran precisamente dos personas normales. Y ese día tenían pendiente resolver algunos misterios más. Cuando Agnes despertó, vio que Mikhai
Karl, como había previsto, revisaba la seguridad de la casa, cuando comprobó, con creciente alarma, que la pequeña Sara no estaba durmiendo en su habitación. Intentó mantener la calma y rogó en su interior por encontrarla desvelada en la cocina a causa de los eventos de la noche, mientras avisaba por el teléfono a sus hombres que controlaran el perímetro.Cuando entró buscando a la cocinera para dar las instrucciones de la señora Kasparov para saciar su hambre, notó que la niña tampoco estaba allí.Eso no era nada bueno.Sus peores presentimientos se hacían realidad.Movilizó al instante a varios subordinados.Habló por el comunicador:-La señorita Sara no está en su habitación. Hagan de inmediato un registro exhaustivo de todas las habitaciones de la mansión, sin alertar aún a la señora…-¡Si, jefe!En el mejor de los casos, la niña se habría quedado dormida en la biblioteca, la sala de juegos, o algo así.En el peor, estaban todos en graves problemas.Una filtración de seguridad de
Demian entró en la mansión Kasparov como un espectro, amparado por la noche oscura.Estaba de suerte. Los mejores guardias habían salido con la comitiva que acompañaba a Agnes, seguramente por temor a un ataque.Sin contar con que su rival también se había llevado a algunos de los suyos para un operativo que requería precisión.Mikhail seguía sin regresar, por lo que sospechaba que Boris Kiev, aún habiendo muerto, le había dado problemas, tal como le prometió cuando lo ayudó a escapar de prisión.Sonrió entre las sombras.Esa chiquilla ingenua, saliendo de la casa en medio de una situación caótica,había sido su bendición. Se notaba que la pequeña aún no comprendía del todo el mundo peligroso en el que estaba sumergida.Bueno, mejor para él.El efecto del cloroformo le duraría aún el tiempo necesario para que él lograra ocultarse.Sólo la dejó escondida en una de las habitaciones más cercanas para que nadie la descubriera antes de tiempo, alertando de su plan. Para que la creyeran dorm
Agnes caminaba en círculos por la sala demostrando su enorme frustración. Mikhail se había ido sin decirle dónde, y Karl parecía una estatua inmóvil incapaz de hablar, a pesar de que ella ya lo había amenazado con su propia daga en el cuello hasta dejarle una marca.Su indignación crecía a medida que las horas pasaban y pronto, Kiana y los demás se dieron cuenta que no sería nada bueno.Todo podía salirse de control muy rápido, poniendo en peligro a los gemelos. Su amiga intentó tranquilizarla, aún sabiendo lo mucho que la joven odiaba estar lejos de su esposo. Ella se sentía vacía e incompleta. No era algo racional, pero era un malestar casi palpable para los demás.Se volvía físico.-Agnes, tienes que calmarte. Esto no es bueno para tus bebés.-No puedo, Kiana. Me dejó dormida, en la cama, creyendo que no notaría su ausencia y fue a encontrarse con Kiev. Precisamente con él. ¿Acaso se volvió loco? ¿Por qué verlo en persona? ¿Qué es lo que tienen que hablar? Y peor aún… ¿Por qué m
Al día siguiente, Mikhail dejó de lado cualquier otra obligación y fueron juntos al médico para chequear que todo marchara bien con el embarazo.Él, el hombre que parecía de roca sólida, tenía tanto que perder ahora, que nuevos miedos surgían en su interior.Necesitaba asegurarse de que su esposa y los bebés estarían bien.Por eso mismo, no sólo la acompañaba al hospital como un devoto padre y esposo, informándose acerca de su salud y la de sus retoños, si no que también se encargó de orquestar un plan junto a Alexei, dejando por ahora a Agnes fuera de la organización.Por un lado, porque no deseaba ponerla en peligro. Pero, por otro lado, porque había cosas que ella no sabía, y lo deseaba mantener así.Estaba en su despacho, cuando su hermano interrumpió la línea de sus pensamientos, entrando sin llamar y cerrando la puerta a sus espaldas.-Parece que te saldrás con la tuya, Misha.Él alzó una ceja.-¿De verdad? ¿En qué sentido?Alexei se sentó frente a él antes de hablar.-Boris Kie