Se conocieron en una cafetería sin saber que sus destinos estaban escritos antes de que nacieran. Después de su electrificante encuentro, nada volverá a ser igual para ellos y tendrán que descifrar las señales si quieren reencontrarse. Aunque todo parece separarlos, pronto descubrirán que su destino es estar juntos si permiten que condicione el rumbo de sus vidas. ¿Tan malo sería eso? Podrá ella descrifrar el enigma que los envuelve? Podrá él aceptar que sus destinos se cruzaron para que estén juntos?
Leer másLogan se levanta desencajado y me encara. - Pero, como pudiste? Por qué me engañaste todo este tiempo? - - Logan, como te dije, cuando ellos murieron no tenía caso destapar esas verdades. Hay verdades que, al ser dichas, pesan más que el silencio, yo solo quería protegerte. - - No. No lo acepto. Yo, yo necesito salir de aquí. - Logan mira a la chica, cómo diablos se llama, por un instante y sale dejándonos solos. Siento que el peso de las verdades reveladas ha caído sobre mí de golpe. De repente me siento tan cansado, pero esto está lejos de terminar. Aún quedan demasiadas cosas por aclarar. Frente a mí está la hija de Logan, tan parecida a él. Es como reencontrarme con un fantasma, y sin embargo, frente a mí hay alguien real, alguien en quien mi amigo dejó su huella más profunda. La miro fijamente y logro hablar, aunque sé que lo que digo apenas roza la superficie de lo que realmente estoy sintiendo. - Tu padre era… la mejor persona del mundo. - digo con voz grave, rom
- Padrino, Ela? Te refieres a mi… a mi mamá? - dice Logan con la voz cascada. Doy un largo y profundo suspiro y respondo mirándolo a los ojos. - Si, Logan. Yo estaba enamorado de tu madre desde que éramos jóvenes y durante mucho tiempo mantuvimos una relación extramarital. Tu papá fue a Marejada cuando descubrió que Ela lo engañaba conmigo. - La mirada de Logan se desencaja y puedo ver cómo la chica toma su mano y la aprieta conteniendo su reacción. - No sabes toda la verdad. Y estoy dispuesto a decírtela en este momento pero antes, antes quisiera saber porque Analí pensaba que yo maté a Amal. Cuando Amal murió, traté de hacerme cargo de su hija pero ella desapareció de la faz de la tierra. Al parecer, Amal tenía un fideicomiso que Analí utilizó para vivir. La última vez que la vi fue en el entierro de su madre. No quiso hablar conmigo y se fue antes de que pudiera hacerme cargo de ella. Jamás imaginé, jamás vi en el rostro de tu novia, la cara de la Analí de 15 años
- Padrino, la mamá de Analí y tú… - Logan no termina la pregunta. Olga llega con una bandeja y vasos con té helado que la verdad necesito con urgencia pues siento la boca seca. Tomo un vaso y me siento invitando con la mirada a Logan y la chica, no logro recordar su nombre, para que hagan lo mismo. Después de mirarse por un segundo realmente largo, ambos se sientan juntos en el sillón frente a mí. Olga se retira igual que llegó dándonos privacidad. - Supongo que es el momento de contarte todo, Logan. Todo pasó mientras tú estabas estudiando en Providencia, así que no tuviste oportunidad de conocerla, estuviste todo el año lejos de aquí. - Amal era dulce, inteligente, bella y auténtica. Lo noté desde la primera vez que la vi. Y la deseé de un modo puramente físico. Pero ella era diferente, no era el tipo de mujer con el que puedes hacer pisa y corre. Sentirme más que atraído por ella me tomó desprevenido. Después de Ela decidí que nunca me volvería a enamorar. Nunca lo p
- Analí está muerta - repite Logan acaparando toda mi atención. Me quedo congelado por un momento y después pregunto - No te entiendo, hijo. Ella se fue. De qué estás hablando? - - Está hablando de que tú la mataste, tú las mataste y encubriste todo tu rastro. - miro el rostro desencajado de la hija de Logan y permanezco estoico ante sus acusaciones. Me desconcierta el rencor que percibo en la voz de la chica pero me enfoco en Logan. - Eso no es cierto. Logan, de qué está hablando? - El silencio es absoluto mientras espero una explicación lógica, después de todo, necesito saber de qué están hablando pues todo puede ser solo un malentendido. - Padrino, Analí no se fue. La mataron. La mataron el día que me enviaste a esta casa por unos papeles que eran muy importantes. Y sacaron todas sus cosas del departamento para hacerme creer que se había ido. - La voz de Logan se casca aunque solo noto en su mirada decisión. - Ella es, ella era su madre. Analí pensaba que tú la ha
Cuando la veo por primera vez, es como si el pasado regresara de golpe. No tengo que preguntar quién es, la semejanza es innegable. Cada rasgo, cada gesto me recuerda a Logan, como si una parte de él siguiera viva frente a mi, en los ojos de su hija. Por un momento el tiempo parece detenerse. La sorpresa me invade, pero también algo más profundo, una mezcla de nostalgia y una punzada de tristeza. Es como si lo estuviera viendo a través de ella; el brillo en su mirada, las pequeñas expresiones que son inconfundibles. La reacción me golpea como una ola. Primero, una sacudida de incredulidad, como si no pudiera confiar en lo que estoy viendo. Me quedo quieto, tratando de procesar cómo alguien se puede parecer tanto a otra persona. Es imposible no sentir un nudo en la garganta, una mezcla de emociones me atrapan: sorpresa y tristeza de saber que lo que me dijo mi ahijado sea verdad. Las palabras no me salen de inmediato, verla, tan parecida a él, hace que se me revuelva el estómago.
Logan toma la carpeta después de escuchar mi explicación sobre las anotaciones de las dos mujeres y me pide que salgamos de ahí. No logro descifrar su mirada. No sé si veo miedo, enojo o desilusión en sus ojos. No sé si intenta mantener la calma mientras procesa la gravedad de todo esto o si está ocultando sus propios sentimientos para no explotar. Vamos a la casa de su padrino. Es un viaje largo, pero está bien. Logan tiene que decidir si lo va a confrontar directamente con acusaciones o si optará por un enfoque más cauteloso, intentando obtener información antes de desenmascararlo. Creo que necesitamos tener una conversación antes de llegar pero, pero no sé cómo abordarlo. Miro hacia Logan que conduce con la vista fija en la carretera y el corazón se me estruja. La mano que extiende y posa sobre la mía sin siquiera mirarme me infunde un poco de ánimo. Cuando voltea a verme y me dice que todo estará bien, me forzo a esbozar una ligera sonrisa en respuesta al leve movimient
El diario de Analí descansa sobre mis piernas. El aire tiene una pesadez que parece extenderse más allá del auto de Logan, envolviendo el paisaje en silencio. Los kilómetros pasan lentamente, como si el tiempo mismo estuviera suspendido mientras el motor ronronea de fondo, ajeno a lo que sentimos. El paisaje, aunque cambiante, parece irrelevante, como si los edificios a la orilla de la carretera fueran solo sombras pasajeras. Las manos de Logan se aferran al volante con firmeza, aunque puedo notar que su mente está lejos, inmersa en mil pensamientos. El ritmo constante de la carretera, con su monótono desfile de líneas blancas y amarillas, se convierte en un acompañamiento sordo para nuestro estado emocional. Los recuerdos, las preocupaciones y el dolor parecen repetirse en mi cabeza sin lugar para distracciones. El silencio es absoluto dentro del auto: todo se siente distante, como si el mundo siguiera adelante mientras permanecemos atrapados en una espiral en declive. Vamos al
Mientras Logan sigue en su habitación no puedo dejar de dar vueltas por la cocina. Todo comienza a tener sentido. Siempre se trató de ella. De Analí. El destino nos juntó para que descubramos su triste final. Para limpiar su memoria aunque se ensucie más con estas revelaciones. - Para que terminemos lo que inició. Para que pueda descansar en paz. - Me repito tratando de justificar un poco lo que hizo. Lo que le hizo a Logan. Miro hacia la puerta cerrada y el corazón me duele. Trato de imaginar lo que Logan está sintiendo en este momento, pero es casi seguro que no tengo ni la más remota idea. Por el momento no puedo hacer otra cosa más que darle su espacio para procesar lo que hemos descubierto. Me acerco al sillón y tomo la libreta. Lentamente me siento en el sitio de antes y continuo la lectura. No tiene ningún sentido someter a Logan a más verdades. *** Hace mucho que no escribía. Las cosas van a muy buen ritmo. Logan y yo ya somos amigos y es muy evidente que tiene un
Encontramos el diario de Analí y una llave en el escondite. Logan dijo reconocer la llave mientras la tomaba y seguía su forma con los dedos. Nos miramos fijamente cuando abro el cuaderno y notamos de qué se trata. Sin pronunciar palabra nos sentamos en la sala y comienzo a leer. Nunca imaginé el impacto que tendría lo escrito en esas páginas. A medida que las palabras salen de mi boca, noto el peso de cada frase, siento la carga de lo que estoy leyendo. Aunque no lo veo, aún no me atrevo a levantar la mirada, puedo imaginar lo que siente Logan: incredulidad, shock, dolor, tristeza, enojo. Las palabras se quedan atrapadas en mi boca, creando pausas cada vez más largas mientras comprendo la gravedad de lo que estoy diciendo. No puedo continuar al sentir que la respiración de Logan se detiene y muy lentamente levanto el rostro para verlo. Sus manos, que no han estado relajadas, ahora se tensan mucho más, apretando los puños mientras se aferra al pantalón arrugado. Su rostro