- Mis niñas!!! Por fin están en casa!!... Están bien?...- preguntó la tía Carlota.

Las chicas corrieron abrazar a su mamá y tía.

- Estamos bien!! Gracias a que llegaron a tiempo, sobretodo el señor Miroslav...- dijo emocionada Amelia.

Las mujeres abrieron los ojos de asombro.

- Cómo es eso? El estaba en ese lugar?...- preguntó Silvia la madre de las muchachas.

- Si mamá...nos dijo que vió como tres hombres nos llevaban en una carreta... Ay !! Mamá fué todo muy horrible!!...- se lamentó Caroline.

- Oh !!! Mis niñas!! Gracias a Dios están sanas y salvas..- dijo mientras las volvía abrazar.

- Debemos agradecer al señor Miroslav... sé que todavía estamos de luto... Pero podemos hacer una cena sencilla para agradecer al señor Miroslav  y a los demás...- dijo tía Carlota.

- Me parece una idea genial!! Prepararé todo para que en dos días tengamos la cena, mandaré mañana mismo las invitaciones!!..- dijo emocionada la madre Silvia Real.

- Madre... Queremos darnos un baño y después dormir... Estamos muy agotadas...- dijo cansada Elizabeth.

- Claro que sí!! Ahora mismo les diré a las empleadas que les preparen el baño...- dijo tiernamente Silvia.

A la mañana siguiente en la mansión Miroslav los empleados comenzaron sus deberes, pero la muchacha que había quedado atrapada, sentía una atracción muy fuerte por el hombre que se ocultaba en la otra ala de la mansión. Siempre que pasaba por las escaleras miraba con la esperanza de volver a ver Benoit, su corazón latía fuertemente por ese hombre misterioso.

Alfred la observó cuidadosamente, sabía si ella seguía en la mansión sería la próxima víctima de Benoit Miroslav.

- Muchacha... Ven necesito charlar contigo...- dijo severamente Alfred.

La muchacha lo miró asustada pero obedeció al mayordomo.

- Quiero que te quedé muy claro un asunto, si amas tu vida y a tus padres... No debes acercarte al señor... El no es para tí ni para nadie... Que sea la última vez que te veo rondar las escaleras, la próxima vez no me importará tus llantos y te marcharas ... Me entiendes?...- preguntó con enojo Alfred.

La muchacha abrió los ojos de espanto, sus sentimientos los tenía bien guardado, pero ese hombre le había leído la mente.

- Señor... No es lo que usted piensa  yo solo pasaba por ahí...- mintió nerviosa la muchacha.

Alfred le sonrió con sarcasmo.

- Ya estás advertida...

- Señor!! Acaba de llegar está invitación.. un mensajero lo trajo de la mansión Real...- dijo un joven empleado.

Alfred recibió la invitación y subió las escaleras para entregarle la carta a su amo .

La muchacha quedó con el semblante triste que suspiro de resignada.

- Porque estás triste Cristina?... Tus padres enfermaron?...- preguntó el muchacho.

Ella negó con la cabeza.

- No... Ellos están bien, gracias al sueldo que recibimos he podido comprar sus medicinas, dime una cosa Arturo? No te hubiera gustado nacer en una familia rica? A mi me hubiera gustado ser de la familia Real... Pero bueno es lo que nos tocó, volvamos al trabajo antes que el mayordomo nos reprenda...

En la comisaría Dan estaba trabajando y tratando de buscar una pista de los secuestradores, le acompañaba el doctor Poe y Santos.

- Según la descripcion de las señoritas, he podido realizar estos retratos, y me tomé la libertad Teniente de pasarlos a los muchachos...- dijo Santos.

- Gracias!!... Créanme que sin su ayuda no podría avanzar ni un milímetro...- dijo frustrado Dan.

- Tranquilo teniente... Yo creo que debemos ir a los suburbios, además que tengo mis sospechas de quién mando a secuestrar a las señoritas...- dijo con tono misterioso el doctor Poe.

Los dos hombres se miraron confundidos.

- De quien sospechas Poe ?...- preguntó Santos.

- Quien más se beneficiaria con la muerte de las señoritas?...- preguntó el doctor Poe.

- Acaso estás pensando en el tío? Gregory Real?...- preguntó con curiosidad Santos.

- Claro!!!... Yo he vivido en esta ciudad por muchos años, cuando comenzaba mi carrera médica, lo conocí a él y a ... Benjamín Miroslav..- dijo misterioso el doctor Poe.

- He escuchado muchas historias de los Miroslav, una de ellas era que hicieron un pacto...- dijo Santos.

- Pacto? Con quién? El diablo?...- preguntó confundido Dan.

- Ellos eran muy buenos amigos, tenían negocios próspero, pero cuando comenzó la revolución se dice que Gregory Real vendió a su amigo...y según decían , los soldados mataron a toda la familia Miroslav... Pero parece que no fue así, Benjamín Miroslav logró escapar..- dijo pensativo el doctor Poe.

En esos momentos unos pasos se escucharon en la comisaría, era Benoit Miroslav, su presencia elegante era electrizante.

- Teniente... Buenos días... cómo le prometí estoy aquí para darle mi declaración...- dijo mirando intensamente a los tres hombres.

- Por favor señor Miroslav... Tomé asiento , con el doctor Poe y Santos estamos tratando de ver quién fue la mente maestra de trás de este secuestro..

Benoit Miroslav inclinó su cabeza como saludo.

Dan le mostró los dibujos que había realizado Santos, los miro con cuidado.

- Lo felicito señor Santos... Tiene un talento extraordinario... Son ellos, además dijieron que alguien les pagaría dos baúles de monedas de plata...y que no dejarían sus presas... Es lamentable que existan personas que solo les interesa el dinero a cualquier precio...- dijo profundamente.

- Gracias señor Miroslav... Ha sido de gran ayuda..

- Ojalá hubiera podido detenerlos ... Pero mi prioridad en ese momento eran las señoritas Real...- dijo lamentándose.

Benoit Miroslav se despidió de los tres hombres, ellos lo miraron confundidos, el doctor Poe no podía sacarse de la cabeza que algo andaba mal con él.

- Teniente... Acaba de llegar estás invitaciones para ustedes...- dijo un oficial.

Dan recibió las invitaciones y las abrió.

- La familia Real nos está invitando a una cena para mañana en la noche!!...- dijo emocionado Dan porque podría ver a Amelia.

El doctor Poe y Santos lo miraron con diversión.

- Entonces... Volverá a ver a la señorita Amelia?... La señorita es la más gentil y dulce de las tres...- dijo el doctor riéndose.

Las mejillas de Dan se pusieron de color carmesí de la vergüenza.

Benoit venía llegando a su mansión cuando vió a Cristina limpiando las ventanas, estaba subida en una silla cuando está se tambaleó, estaba apunto de caer cuando sintió unas manos fuertes en su cintura, se dió vuelta y vió esa tez pálida, sus ojos no lo podía ver porque Benoit traía unos anteojos oscuros sin embargo pudo sentir la intensidad de su mirada.

- Pensé que no te volvería a ver...- dijo con una voz profunda, que la muchacha se estremeció, su corazón latía fuertemente.

- Amo... Yo...

- Señor !!! Llegó una invitación para usted de la familia Real...- dijo Alfred viendo que la muchacha podría estar en peligro.

Benoit soltó a la muchacha y camino donde Alfred, al estar cerca le dió una sonrisa siniestra.

- Veamos de que se trata... dijo mientras Alfred le entregaba la invitación.

Benoit la recibió y comenzó a leer la invitación.

- Excelente!!!... Por fin podré acercarme a las señoritas Real... Pero quién de ellas será la primera? La dulce Amelia? La apasionada Caroline?  o la inteligente Elizabeth...