Caroline se paseaba de un lugar a otro, su mente estaba muy confundida, una parte de su ser quería entregarse por completo a Benoit Miroslav y la otra parte se resistía por completo.

Sentía que su alma estaba dividida... Escuchó unos aplausos en la sala, pero estaba tan sumergida en sus pensamientos que no le prestó atención.

Después de un rato, tocaron su puerta.

- Pasé...- dijo indiferente Caroline.

Era su prima Amelia que tenía su cara iluminada.

- Prima!!!... Porque subiste tan pronto? ... Tengo algo importante que decirte !!!...- dijo emocionada Amelia.

Caroline la miró con curiosidad.

- Que pasó? Porque tienes esa cara tan feliz?... preguntó curiosa.

Amelia le tomó sus manos con emoción.

- Prima... Dan Hot me pidió que fuera su novia!!.. lo puedes creer? Novia!!..- grito de emoción.

Caroline abrió los ojos de asombro y se llevó su mano a su boca.

- Pero que bien prima !!!... Si hay alguien que merece ser feliz... Esa persona eres tú... Te deseo de todo corazón que Dan te haga muy pero muy feliz... - dijo con alegría mientras le daba un abrazo.

- Gracias prima!!... También deseo que seas feliz... Y... Que encuentres a ese hombre que pueda darte todo lo que deseas... Bien te dejaré descansar pronto serán las doce...- dijo mientras le daba un beso en la cara.

- Doce? ...- preguntó nerviosa Caroline.

- Pasá algo con la hora?...- preguntó con curiosidad Amelia.

Caroline se puso nerviosa y negó con la cabeza.

- No... Solo que es ... Tarde..- mintió Caroline.

Amelia la miró detenidamente pero no dijo nada, solo se marchó.

Caroline se miró al espejo, todavía no había tomado una decisión pero sabía que tarde o temprano terminaría en la cama del enigmático Benoit Miroslav.

Suspiro profundamente y fue a la ventana para tomar aire y aclarar sus ideas.

Mientras tanto en la mansión de Benoit, este esperaba a Alfred.

- Señor... Ya mandé el carruaje a la mansión Real... Y sobre el testigo... Ya está solucionado...- dijo apenado por su descuido..

- Debemos tener más cuidado... Ahora esperaré a mi primera doncella...- dijo bebiendo una copa de vino.

- Usted creé que vendrá la señorita Caroline?...- preguntó con curiosidad Alfred.

Benoit lo miró con intensidad.

- Si no viene... La iré a buscar... Pero está noche esa pelirroja será mía...- dijo con una sonrisa siniestra.

El carruaje se detuvo en la mansión Real, Caroline, se vistió con una capucha y salió sin ser vista, cruzo el jardín y por cada paso que daba su corazón latía fuertemente.

Cuando subió al carruaje se dió vuelta y miró su hogar, una sensación extraña la invadió que cuando volviera no sería la misma persona.

Al llegar se bajó con la ayuda del chófer, era la primera vez que estaba en la mansión Miroslav, era una mansión imponente, las puertas fueron abierta, pensó " Cuando crucé esas puertas no habrá marcha atrás".

Caminó lentamente y entro al gran salón de  piso de baldosas , que al caminar en ella, sonaba el sonido de su tacón.

Benoit la estaba esperándo  al medio del salón, al verla caminó lentamente hacia ella, el piano de su mansión comenzó a tocar una balada, Benoit le extendió su mano y una sonrisa apareció en su rostro.

Caroline con timidez le pasó su mano y él puso su otra mano en su cintura, la allegó a ella y comenzaron a bailar.

Caroline sentía como si estuviera volando, Benoit la guiaba en un baile seductor.

- Eres una mujer muy hermosa Caroline...- le susurró al oído.

La muchacha se estremeció antes sus palabras.

Lentamente él se fué pegando más al  cuerpo de la muchacha, sus ojos negros transmitían una intensidad que ponia nerviosa a la muchacha.

Benoit comenzó acercarse a sus labios rojos, rozó los de él con los de ella, poco a poco comenzó a besarla, al principio fue suavemente hasta que puso su mano en su nuca y comenzó un beso más profundo que hizo que la muchacha se estremeciera por la sensación de placer, Benoit se apoderó por completo de su boca, era cómo que los labios de ella le daba un placer intenso.

Benoit la tomó en brazos sin dejar de besarla, la llevo a su habitación, al llegar Caroline abrió los ojos la cama estaba llena de rosas .

Benoit la bajo y ella lo miró asombrada.

- Rosas? Porque?...- preguntó con curiosidad.

Benoit se acercó a ella y le acarició su mejilla.

- Porque quiero que está noche sea especial y que sientas el aroma de las rosas cuando te haga mía...

Caroline tembló de nervios por las palabras de Benoit.

Este comenzó a besarla nuevamente mientras sus manos comenzaron a desabrochar su vestido, su piel blanca como la leche comenzó aparecer y la suavidad de su cuerpo era como la seda, en un instante Caroline estaba desnuda frente a Benoit, esté dió un paso atrás para contemplar su belleza exótica, la luz de la luna entraba en la habitación.

- Realmente eres muy hermosa... Caroline, tu figura es de una diosa griega...- dijo mientras comenzó acercarse a ella para volver a besarla,sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo virginal, con cada caricia la muchacha se estremecía de placer.

Benoit Miroslav comenzó también a desnudarse, sus pectorales firmes y su figura atlética lo hacía ver cómo un díos griego también.

Caroline lo observaba cómo su masculidad era imponente, se mordió el labio inferior.

Benoit le tomó la mano y se la puso en su pecho.

- Estás preparada para que seamos uno?...- le susurró Benoit.

Caroline lo miró con deseo.

- Si ... Estoy lista...- dijo con la voz entrecortada.

Benoit la tomó en brazos y la depósito en la cama suavemente, él empezó a besarle los pies y comenzó a subir por sus piernas, ella se estremecía con cada beso, Benoit llegó a su intimidad, abrió sus piernas y comenzó a besarla, Caroline dió un grito de placer, siguió por su vientre hasta que llegó a sus suaves y firmes pechos, se apoderó de cada uno con su boca, ella se arqueaba de placer.

Después subió a su cuello y le dió un beso suave, capturó su boca y la besó con pasión.

- Estás lista... Para que esté dentro tuyo...- le dijo mientras la besaba..

- Si.... quiero ser tuya ahora... 

Benoit subió las piernas de ella y las puso en sus hombros, comenzó lentamente a penetrarla, Caroline sintió un dolor en su intimidad que dió un grito.

- Tranquila... Pronto pasará..-.le susurraba Benoit.

El ritmo comenzó hacer más intenso que Caroline pensó que no podría soportar las embestidas que le daba Benoit, pero después mágicamente su cuerpo comenzó acostumbrarse al movimiento de Benoit y comenzó a disfrutar cada penetración que le daba el vampiro.

Caroline comenzó arañar la espalda de Benoit por el placer que estaba sintiendo.

Los ojos de Benoit cambiaron de color y el frenesis del acto lo volvió loco que sus colmillos aparecieron, buscó con desesperación el cuello de ella y sin previó aviso clavó sus colmillos en el cuello de Caroline...