La venganza de Benoit...

- Doctor!!... Puede revisar a las señoritas Real? Para ver si no tienen lesiones?..- sugerio Dan.

El doctor Poe dejo de mirar tan intensamente a Benoit y se dirigió a revisar a las jovencitas.

Caroline tenía su cara marcada por la bofetada que recibió y sus labios tenía un poco de sangre.

Benoit la miró con intensidad, la miró lastimada y sacó un pañuelo de seda blanco, se acercó a ella y con delicadeza limpió su herida.

- Lo siento... Debí llegar antes...- dijo sinceramente Benoit.

Caroline estaba nerviosa por la cercanía con él, no podía negar que ese hombre la confundía.

- No se preocupe... Señor Miroslav...lo importante es que llegó antes que esos hombres  abusaran de nosotras... Le agradezco sinceramente...- dijo humildemente Caroline.

La mirada de los dos se encontró y una electricidad los invadió, Benoit no podía negar que la muchacha le despertaba una pasión descontrolada, si no hubiera en el lugar nadie en ese  mismo momento la haría suya.

El doctor Poe se acercó a Caroline y la revisó.

- Mmm mañana amanecerá hinchada, pero no sé preocupe con unas compresas estará bien mi lady...- dijo gentil el doctor.

- Debemos irnos y llevar a las señoritas a su hogar... Señor Miroslav le agradezco su ayuda, si después puede pasar a la comisaría para su declaración?...- preguntó Dan Hot.

Benoit asintió con la cabeza.

- Estoy a sus órdenes... Ahora sí me permiten me retiro... Mi mayordomo ya llegó...- dijo mientras le daba una mirada a cada una de las mujeres.

Ellas sintieron como sus cuerpos se extremecia, Elizabeth lo miró con curiosidad como tratando de saber quién era realmente Benoit Miroslav.

En el Carruaje Benoit se llevó el pañuelo dónde había limpiado los labios de Caroline a su nariz, cerró los ojos y sintió su aroma de su sangre.

- Caroline Real tiene una sangre muy fresca... Dime esos hombres los atrapaste?...- preguntó Benoit con la mirada sombría.

- Si señor... Ya están en los calabozos de la mansión...- dijo Alfred.

- Bien... Ahora iré a visitar a un viejo amigo... Gregory Real...

En los suburbios de la ciudad, Gregory esperaba las noticias de sus sobrinas, estaba en el burdel bebiendo un vino de mala calidad, estaba nervioso.

- Tus hermanos porque se demoran?!!... Ya deberían estar aquí!!!...- dijo nervioso.

- Calma cariño... Mis hermanos son profesionales...- Aseguró la mujer.

Un silencio absoluto comenzó a sentirse y un escalofríos recorrió la espalda del hombre, unos pasos firmes comenzaron a escucharse y un hombre vestido de negro con una capucha se acercó a la mesa de Gregory.

Este levantó la mirada y el terror lo invadió.

- Ben?... Eres ... Eres tú? Pero tú estás muerto!! Las tropas de Napoleón te mataron a tí y a tu familia!!..- dijo asustado el hombre .

Benoit le sonrió, corrió una silla la dió vuelta y se sentó, mientras que con su mano realizaba un movimiento para cerrar las puertas y ventanas del sitio, la mujer abrió los ojos de asombro y terror, quería escapar pero Benoit con otro movimiento la paralizó.

- Bien... Parece que me recuerdas perfectamente... Hasta los detalles de mi muerte sabes... Dime fuiste tú quien nos vendió?...- preguntó con su mirada fija en él.

Gregory comenzó a temblar de miedo, no sabía lo que estaba pasando, el hombre frente de él, era más joven y el color de sus ojos eran negros y no azules.

- Cómo es posible?... Eres un fantasma?...- preguntó aterrado.

Una carcajada siniestra se escuchó que Gregory se orinó en sus pantalones.

- Pero que valiente me saliste!! Jajaja, siempre supe que eras un cobarde ambicioso que eras capaz de vender a tu propia familia...- dijo con tono misterioso.

- Que quieres? ... No tengo nada para darte...- preguntó asustado.

- Quiero que sufras!!!... Cómo sufrió mi pequeña, cómo sufrió mi esposa... Rogarás para que te maté ... Pero tu muerte será lenta y dolorosa...- los ojos de Benoit se volvieron rojo y sus colmillos comenzaron a salir.

- Que eres?...- preguntó Intrigado.

Benoit Miroslav se acercó a la mujer, la arrastró frente de él.

- Quieres saber en qué me convertido por tu culpa?... Ahora lo verás..

Benoit inclinó la cabeza de la mujer y sin previó aviso la mordió con furia, ella comenzó a patalear para safarse de la mordida. Pero el vampiro no le daría oportunidad de escapar.

Gregory mirada con espanto la escena de sangre, estaba paralizado sin saber que hacer, hasta que la mujer dejó de defenderse y Benoit arrojó el cuerpo de ella a los pies de su amante.

- Que mujer más asquerosa... Su sangre estaba podrida...- dijo mientras se limpiaba sus labios .

- Que vas hacer conmigo?

- Ya te lo dije ... Sufrir... Ahora vamos...- le ordenó Benoit.

Gregory no se movía esa actitud molesto a Benoit. Que lo agarro de la solapa y con una mano lo lanzó al otro lado de la habitación.

- Vamos!!

Alfred entró y se llevó a Gregory al carruaje.

- Alfred... Encárgate de esa basura...- dijo indicando a la mujer inerte del suelo.

En el carruaje Gregory se acurrucó como un niño indefenso.

A la llegada hacia la mansión, Alfred se llevó a Gregory a los calabozos de la mansión, al llegar ahí Gregory abrió los ojos de espanto sus tres cuñados estaban amarrados con las manos arriba.

- Cuñado ?!! Eres tú? Has venido a rescatarnos? ...- preguntaron esperanzados los hombres .

- Jajaja no... El les hará compañía...- dijo burlándose Alfred.

Atrás de Alfred , Benoit venía bajando.

- Señores!! Este será su nuevo hogar, aquí expiaran sus culpas... Tengo una pregunta...quien fue el osado que golpeó a la señorita Caroline? La pelirroja?..- preguntó mirando a los hombres.

Ninguno de ellos decía nada, estaban aterrados.

Benoit se acercó a los hombres y sacó el pañuelo dónde ayudo a Caroline, volvió a oler el aroma de Caroline y procedió a sentir el olor de ella en los hombres, unos de ellos se puso nervioso cuando Benoit quedó fijamente mirándolo.

- A si que te gusta golpear a las señoritas? Veamos que se siente ser golpeado por un hombre...- dijo mientras le dió una bofetada que terminó de sacarle los dientes que le quedaban.

- Ben!!! ... Por favor!!  Déjanos ir !!... No diremos nada, nos iremos de la ciudad!!...- suplicó Gregory.

- Ustedes ratas!! No se irán jamás!! La única forma de salir de aquí es la muerte...

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