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El plan de Benoit Miroslav...

- Cómo quiere actuar señor ? ...- preguntó Alfred.

Benoit miró por la ventana, unas gotas comenzaban a caer anunciando que pronto lloverá.

- Se avecina una tormenta... es hora de comenzar a jugar, quien lo diría que mi viejo amigo me ayudaría a llevar a cabo mi plan... - dijo con la mirada fija en el cielo. 

- Alfred... mañana será un gran día... tendremos que actuar cautelosamente para que todo salga perfecto y yo me convierta en el salvador de las señoritas Real. 

  Al otro día el ambiente estaba húmedo debido a la lluvia que cayó en la noche, en la mansión Real, se estaban preparando para ir a la misa de los cinco días, una tradición de la familia que pensaban que el espíritu del Conde Real todavía no habia ascendido al cielo y por eso necesitaba una misa para poder irse en paz.

 Las muchachas estaban vestidas con un atuendo de luto, con unos vestidos negros que resaltaban sus rasgos nórdicos. 

Los carruajes las esperaban para poder ir a la iglesia. Sin saber que corrían un gran peligro. 

Y como había dicho Gregory Real, todo el pueblo de San Juan de la Luz estaba presente, las chicas se bajaron del carruajes acompañadas de su madre y tía, también Gregory estaba presente disimulando tristeza, sus cuñados estaban esperando la oportunidad para secuestrar a las jóvenes, se mezclaron con la gente, cada uno se haría cargo de una de las chicas, lo tenían todo bien preparado, su plan no tenía fallas, los hombres al ver la juventud y belleza de las mujeres sintieron una lujuria por las muchachas. 

- Uf!! Como nos vamos a divertir con esas bellezas!! ...- dijo uno de los hombres. 

Alfred estaba mostrando a Benoit quienes eran los hombres, Benoit sonrió. 

- Vaya...cómo ha caído tan bajo mi viejo amigo al rodearse con esa gente... dejaremos que se lleven a las señoritas Real, de hecho le daremos una mano y los seguiremos a su escondite ...- dijo tranquilo Benoit. 

Después de dos horas la misa terminaba , la gente comenzaba a salir de la catedral, mientras que la gente que no pudo entrar comenzó abalanzarse para poder entrar a la iglesia, Alfred comenzó a correr la voz que la familia Real estaba dando modenas de plata, lo que provoca un gran disturbios. 

Todo el pueblo quería sus monedas de plata, en el interior Dan Hot que estaba presente con más oficiales para mantener el orden público, se sorprendió por la avalancha de gente.

- Que está pasando? Por qué esa gente quiere entrar?...- preguntó consternado Dan.

- No sé que pasa Teniente!... Iremos a investigar...- dijo un oficial.

- Está bien, los demás vengan conmigo, debemos proteger a las señoritas Real...- dijo preocupado Dan.

Paul Philips que estaba al lado de Elizabeth también se preocupó por el tumulto.

- Señoritas... No salgan hasta que la policía tenga todo controlado...- dijo preocupado Paul.

- Pero que está pasando? Nunca se vió algo así!!...- preguntó enojada tía Carlota.

Amelia se quiso acercar a su tía para protegerla, pero las personas la arrastraron hacia fuera de la iglesia, dónde uno de los secuestradores la vió y se avalanzo dónde ella poniéndole el pañuelo con cloroformo en la nariz. La podré muchacha no tuvo oportunidad de nada y fue llevada a una carreta dónde la escondieron.

- Bien !! Solo nos falta dos más!!..- dijieron alegremente sin sospechar que estaban siendo vigilados.

Dentro de la iglesia la situación era caótica, Caroline comenzó a buscar con la mirada a su prima pero no la vió.

- Amelia dónde está?...- preguntó intrigada.

Vió a su tía Carlota siendo apretada por la multitud que fue donde ella, pero no alcanzo a llegar por qué alguien le puso un pañuelo en la nariz y fue sacada a toda prisa de la iglesia.

- Excelente!!... Queda una... pero será difícil atraparla, está con un hombre del brazo...- dijo uno de los secuestradores.

- Tú, quédate aquí... nosotros iremos por la última...

El hombre asintió con la cabeza.

Elizabeth miraba aterrada la escena y comenzó a buscar a su hermana y prima, miró con preocupación a Paul.

- No veo a mi hermana ni prima Paul !!..- dijo angustiada viendo por todos lados.

Paul que era más alto que ella, comenzó a mirar por encima de los demás, pero no vió a las mujeres, solo vió a la mamá de Elizabeth siendo aplastada por la multitud.

- Querida... Quédate atrás del púlpito, iré ayudar a tu madre, no te muevas de ahí...- dijo preocupado Paul.

Elizabeth se escondió atrás del púlpito, pero ya los secuestradores la habían visto, se avalanzaron sobre ella sin darle oportunidad de nada, fue llevada sin ser vistos hasta la carreta dónde se encontraban las dos mujeres dormidas.

- Uf!! Pensé que no podríamos lograr nuestro plan, pero todo ha salido a la perfección... Ahora vamos, antes que se den cuenta que no están las señoritas Real...- dijo uno burlándose de la situación.

Benoit Miroslav y Alfred miraron cómo se llevaban a las muchachas.

- Bien... Ahora nos toca a nosotros...comienza a lanzar monedas al aire, y cuando se den cuenta que no están las señoritas, tú les dirás que viste a unos hombres sospechosos llevarse a las chicas... pero debes darme una hora...antes que lleguen...- ordenó Benoit Miroslav mientras daba un salto a los tejados para seguir a la carreta .

Alfred también a toda velocidad comenzó a lanzar monedas al aire afuera de la catedral, la gente comenzó avalanzarse sobre ellas y la gente que había entrado a la iglesia comenzó a salir del lugar, dejando el lugar solo con los familiares.

Dan miraba expectante la situación, cuando comienza a buscar a Amelia con la mirada, solo ve a sus tías y a Paul Philips sujetando del brazo a su suegra.

- Pero que ha pasado? Porque esa gente entró de esa manera a la casa de Dios?...- preguntó indignada la madre de Elizabeth.

Dan se acercó para ver si se encontraban bien.

- Cómo se encuentran las señoras? Alguien esparció el rumor que estaban regalando monedas por eso el alboroto...- dijo avergonzado Dan.

- Pero quien esparció ese rumor y por qué?...- preguntó Intrigado Paul .

Dan se encogió de hombros.

- La verdad no sé señor... pero haré una investigación... Dónde están las señoritas Real?...- preguntó mirando a todos lados.

Paul se acordó que le había dicho a Elizabeth que se quedará atrás del púlpito, corrió a buscarla pero no la encontró, un mal presentimiento lo invadió.

- Elizabeth no está!!..- dijo mirando a Dan.

La tía Carlota y su sobrina comenzaron a buscar a Caroline y Amelia pero no las vieron, el corazón de las mujeres comenzó a latir fuertemente.

El doctor Poe y Santos que escucharon el disturbio entraron a la iglesia y vieron las caras descompuesta de todos ellos, se acercó a Dan.

- Que está pasando teniente?...- preguntó Intrigado

- Las señoritas Real...han desaparecido...

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