Entre el deseo y la locura solamente hay un paso ¿Puede un psicópata amar realmente?… Angelina junto a su madre trabajan como criadas para ganarse la vida en una lujosa Mansión de Londres, Inglaterra; pronto Clara Elliot junto a su hija Angelina descubren de mala manera que deberán luchar con lo poco que tienen para salir adelante y escapar de las sombras de la poderosa y arrogante familia Greenwood, dueños de la propiedad donde trabajan; no obstante, su mayor amenaza es Caden Greenwood, el hijo del acaudalado Lord Gerald Greenwood. Caden, un joven de carácter volátil con un perturbador secreto, se obsesiona con Angelina desde la primera vez que la ve, jurando que no descansara hasta tenerla. Su ira se volverá más profunda cuando su padre contrate al nuevo domador de caballos que se instala junto a las caballerizas en compañía de su hijo Michael. El nuevo integrante de los trabajadores de La familia Greenwood (Michael) tendrá un breve romance con Angelina, cuyos afectos desatara sentimientos contrapuestos, marcando para siempre la vida de los protagonistas, creando así un triángulo amoroso entre Angelina, Caden y Michael. Este romance trasciende en el tiempo, trayendo consigo amor, pasión, dolor y fuertes enfrentamientos entre Michael y Caden por el corazón de Angelina. El amor y el terror que envolverá a nuestra protagonista, le enseñará que, únicamente, la fuerza de su espíritu podrá salvarla y capacitarla a discernir entre la luz y oscuridad; y a su vez reconocer que en las tierras más inhóspitas de nuestras almas y en los corazones más oscuros también nacen flores extrañas y hermosas. Ambientada en la Inglaterra victoriana e inspirada en los relatos góticos, Victoriano «Angelina» te hará suspirar y te envolverá desde el primer momento.
Leer másArianna.Frente al espejo, Arianna arreglaba su peinado, el estar pendiente de Michael, la había hecho olvidar en indagar los motivos por el cual su tía había dejado la propiedad. Ya arreglada no perdió tiempo y se fue a la alcoba del duque, odió que William no se le despegara ni un instante.—Puedes descasar William, yo lo cuido.—No es tu obligación Arianna.—Pero si mi deseo, y en eso no decides tú —Arianna cada vez era más altanera.—Arianna, no quiero ser mal educado contigo; sin embargo, es mi deber recordarte que mi sobrino fue claro contigo y… —La declaración de William se silenció cuando la voz de Michael despertando lo interrumpió.—¿Qué sucedió? —Michael estaba aturdido, hizo ademanes de levantarse causando que los mareos lo invadieran.—¡No te esfuerces, aún estás convaleciente! —Dijo William acercándose para ayudarlo, Arianna también se acercó, tomo la jarra con agua y le sirvió un vaso.—Bebe un poco, esto te hará sentir mejor —manifestó con cariño la mujer, el duque giró
SENTIMIENTOS EXPUESTOS.Miriam.—Yo estoy tirada en el suelo… donde me dejaste —susurraba Miriam, acurrucada a un lado de su cama. Los recuerdos de aquella noche, en la que Caden experimentó una sensación de embriaguez y donde experimentó el amor pensando en otra persona, no la mantenían en paz, y el toque de sus manos se habían vuelto indelebles en su piel.—¿Qué has hecho? —sus sollozos subían de tono; sintió la urgencia de alejarse. Miriam se puso en pie, tomó uno de sus espejos de mano y lo arrojó contra el suelo, rompiéndolo; acto seguido recogió un trozo de cristal y, sin perder tiempo, comenzó a lesionarse. Su padre tocó a la puerta, ella no abrió, estaba concentrada en la sangre que brotaba de su antebrazo, y se deslizó del trance cuando su padre golpeó la puerta hasta derribarla.—¡Miriam, hija! ¿Qué planeas hacer? —gritó el hombre enardecido, después la desprendió del vidrio, la mujer empezó a llorar. Las lágrimas de Miriam conmovieron a su progenitor.—¡Maldito Caden, me v
EL CORAZÓN JUEGA MALAS PASADAS.Angelina.—¿Se puede ser tan dichoso en la vida? —le dijo Angelina a su madre.—Sí, hija, ¡te lo mereces! Hoy veo mis sueños hacerse realidad, desde el primer instante en que te tuve en mi vientre, me juré que tú no pasarías por lo que yo pasé. Te soñé casarte vestida de blanco y amada… hubiese sido perfecto si Abelardo fuera visto nuestros sueños, volverse realidad, entregarte al altar —Angelina abrazó a su madre, luego las dos contemplaron a sus seres queridos brindando y cenando llenos de paz y amor.Angelina se levantó para salir al jardín trasero, una ansiedad inesperada la instaba, Vanessa se acercó a ella y detalló que su semblante había cambiado.—¿Te sucede algo Angelina?—Nada malo, Vanessa, es solo que necesito un poco de aire fresco —Vanessa sonrió con picardía.—A mí también me faltaría el aire si estuviera comprometida con un hombre tan atractivo como el duque, te viene la gloria —Vanessa suspiro, Angelina puso los ojos en blanco y esbozó
OFRENDA DE GUERRA.Henry se sentó en la mesa que se encontraba dentro de la amplia alcoba, extrajo un papel y ahí escribió las instrucciones, y luego se las extendió a William.—Siga la receta al pie de la letra, además le digo que estoy a su disposición para cualquier emergencia, no dude en buscarme si el duque presenta fiebre.—Gracias, doctor ¿Cuánto le debo?—Nada, ya usted ha hecho casi todo el trabajo —luego de estas palabras Henry giró y salió por la puerta hacia las escaleras. Mientras descendía, William lo detuvo. Él había intuido el afecto de Henry por Miriam.—Comprendí claramente a qué se refería cuando dijo que vio un sentimiento sobresaliente hacia Angelina en Caden; en este momento lo veo en usted por la esposa de Caden; creo que esa joven tiene una segunda oportunidad, un matrimonio fallido no es el fin del mundo —Henry Stanley le devolvió una mirada amistosa y se despidió tocando su sombrero de copa.Arianna.Aunque la noche fue sorprendida por una fuerte tormenta, Ar
⚜️ DAÑOS COLATERALES ⚜️—¡Hagan sitio! —gritaba William, dando órdenes a los sirvientes que estaban en la sala, preocupados al ver cómo William entraba con uno de los escoltas sosteniendo a Michael—. La sangre brotaba por completo, manchando la fina seda blanca de la camisa.—Por favor, acudan al carruaje y ayuden a bajar al otro escolta —continuó dando órdenes, dos hombres salieron para hacer lo que William les indicó.Una vez en la habitación del duque William, acostó a su sobrino, le quitó la camisa y las botas.—¡Necesito agua tibia, vendas y sábanas! —tres mucamas salieron apresuradas a traer los implementos necesarios. William observó la herida y se mostró preocupado, Michael estaba perdiendo una gran cantidad de sangre.—«¡Maldito Caden Greenwood!» —preguntó en voz baja, luego se refirió al escolta: —Ve por el galeno, específicamente el doctor Stanford.—Como usted mande coronel.Ya en silencio, William comenzó a examinar a Michael, el duque, quien, aunque le dolían las dos puñ
⚜️ GOLPIZA ⚜️—¡Fuiste muy grosera con el conde Alyssa!—¡Y usted una abusiva! ¿Cree que no vi sus intenciones madre? ¡No ando en busca de esposo!—Deberías considerarlo, no serás joven eternamente, la piel se arruga y la belleza se marchita. Por Dios Alyssa ¿Estás ciega? El conde es guapísimo y joven ¡El duque de St. Moritz no es el único hombre que existe en la faz de la tierra!—¡Gracias por arruinarme el día! —riñó Alyssa apresurando el paso y dejando a su madre atrás.Caden y Michael.El dolor más fuerte parecía haber echado raíces en el alma de Caden, su mente era un meollo, el hombre no paraba de pensar en lo que le había dicho Marianne.—“"Se llevó a Angelina" —se repetía una y otra vez, sus pensamientos se volvían su peor enemigo, lo atormentaba reflexionar de que había la posibilidad de que Michael ya había hecho suya a Angelina.—¡No! —gritó, dándole un fuerte golpe al interior del carruaje.—¿Se siente bien amo?—¡No, maldito infeliz! ¿Cómo estar bien si el bastardo de Mic
⚜️ EL MUSEO DE CERA ⚜️—Alyssa se merece que le den una buena paliza, siempre ha sido mezquina y envidiosa, de nada le sirve ser tan hermosa, su frialdad arropa todo su exterior… Me enteré por una misiva que mi madre me envió explicándome que mi hermana había sufrido un ataque de nervios, por tal motivo mi padre localizó al doctor Stanley para que la estabilizara; mi madre hubiera preferido que fuese yo quien la atendiera para no levantar más habladurías, pero mi relación con Alyssa cada vez es más intolerable —Caden se burló en ese punto. —Me temo que Henry no obra milagros.—Así me enteré, de que ese doctor tuvo que sedarla. Cambiemos de tema y hablemos de ti ¿Cómo estás? Disculpa mi intromisión, sin embargo, debo contarte que las habladurías en torno a ti y Miriam están fuertes, mi padre y mi madre hablaron anoche con la abuela, dicen que los Hamilton están furiosos y fueron a visitar a tus padres, al parecer Miriam no come, ni habla.—¡Está cosechando las consecuencias de sus acto
⚜️ ENFRENTAMIENTOS ⚜️El hombre corría por su vida, sabía que alguien lo acechaba, estaba escrito: su sangre bañaría la tierra a través de una constante y dolorosa desgracia, Abelardo conocería la peor manera su precio a pagar. Su captor es fuerte, y está intoxicado, por su sangre corre ríos de opio.—¡No lo hagas, no dejes a tu única hermana sin esposo! ¡No dejes a tu sobrina sin padre! —aquellas súplicas no llegaban a tocar los oídos del asesino, que en ese momento parecía privado de su raciocinio. La víctima lucha sin parar, sus fuerzas se van debilitando y es golpeada con brutalidad. El herido ve brillar un cuchillo de carnicero en la oscuridad de la noche, frío es el metal del arma asesina, lo siente cuando entra con fuerza en su carne, cortando arterias, llegando a sus órganos vitales, duele, arde… hasta que se va adormeciendo. Las manos del asesino son rápidas y eufóricas, una y otra vez clava repetidamente el cuchillo en el cuerpo de Abelardo, mientras el homicida repite como
⚜️ MARIANNE Y ALYSSA ⚜️Marianne y Alyssa.Alyssa había recuperado la conciencia; su cabeza sangraba debido al golpe que Marianne le había asestado en legítima defensa.—Marianne se defendió al ver cómo su tío Gerald se le iba encima en reclamos, al ver cómo su tío Gerald se le iba encima en reclamos. Alyssa, aun con mareos, observaba a su prima con desdén. Aquellos que viera a Alyssa Greenwood a los ojos cuando estos destilan irá, jurarían que era la mirada de medusa. Ella era capaz de convertirte en piedra. En ese momento, Marianne lo experimentaba.—¿Estás loca Marianne? ¡Casi matas a mi hija! —Gerald le gritó a Marianne, Liza no se quedaba atrás, todos la estaban acusando, Jazmines se interpuso.—¡Ya es suficiente! No respaldo la agresión, pero debemos ser conscientes de que Alyssa no ha estado en sus cabales.—¡Es típico de usted, suegra, siempre mal poniendo a mi hija! ¿No puede ver la herida que le causó la salvaje de su nieta protegida? ¡Eso sucede cuando se pasa mucho tiempo