Soy Nataly Ormeño, Nat me dicen todos, trabajo como secretaria en C&O Holding, empresas de telecomunicaciones a nivel internacional, tengo 27 años, una hija de 2, y un nuevo jefe que me vuelve loca... Y no en el buen sentido. El tipo es un arrogante, pedante, antipático, odioso, maleducado y cretino. Lamentablemente el jefe que llegó a ser mi mejor amigo se tuvo que ir a trabajar a otra empresa del Holding por ser el mejor, y a nosotros nos castigaron con este imbécil que no es capaz de saludar a nadie ni por error, y para peor, yo debo trabajar con él codo a codo. Esto no va a terminar bien.
Leer másMe encuentro esperando el golpe, pero este nunca llega, Jason tiene la mano de ella en el aire y ella me mira con odio.- ¡Maldita perra!Ella sigue gritando mientras yo tomo mi bolso y me voy a la salida, pero ella se suelta del agarre de Jason y sale detrás de mi. Mientras yo corro, ella me persigue y Jason la sigue a ella. Esto no puede ser, parece una pelea de niños. - ¡Me vas a escuchar! - Continúan sus gritos.Llego al ascensor y lo llamo, pero este no llega, me dirijo a la escalera y ella continúa insultándome, lo que no me detiene ya que me da igual lo que diga de mi, pero me toma del brazo y me gira.- Suéltame. - Le pido con calma.- De aquí no te vas hasta que yo termine contigo y con esa mierda de hombre.- ¡Ya te dije que no hablaras así de él! - Respondo a sus palabras y ella abre mucho los ojos mirándome con todo el odio que alguien puede cargar. - Voy a hablar como se me plazca, de él, de ti, y de tu hija, eres solo una zorra que quiere un hombre para que se haga ca
Ya que no durará para siempre, me aprovecharé otra vez de la situación. Camino a la ducha y me saco la camisa que me puse para dormir, abro la puerta y me meto con él.- Creí que no vendrías.- ¿Y perderme esto?- Ven. El agua corre por su cuerpo, su cabello mojado y su mano pasando por él, mientras que la otra me la tiende para que me acerque más. Si, voy a mirarlo. Su pecho, sus brazos, su cintura con aquel camino al cielo de vellos que protegen su más grande atributo, y no hablo de su ego. Sus caderas tan bien hechas, por Dios...Sigo mi camino hacia sus piernas, tonificadas y marcadas, debo reconocer que algo llama mi atención, Iván se depilaba el rebaje y las piernas, incluso el pecho y la espalda, fuera de ser aburrido en la cama (lo digo porque el siempre pensaba en su propio placer y una vez que se iba, se acababa el sexo) era lampiño. Mala combinación amigo. En cambio, Jason tiene vello corporal y eso me mata mucho. No tiene tanto, porque por lo visto, igual lo recorta, per
Estamos en el sillón sudando como animales mientras mi sonrisa es ancha y mi cuerpo completo al fin está descansando ya que liberé lo que tanto guardé solo por ella.- Jason... - Nat...- ¿Que haces aquí?- Mi madre está aquí.- Y pudiste dejar que ella se enterara de que no somos pareja.- ¿Y perderme esto? No cambiaría por nada lo que siento a tu lado.- ¿Entonces si me quieres?- Puedes adivinar.- Nunca lo dices.- No necesito decir nada.De pronto me mira y se ríe.- ¿Que? - Exijo y ella aprieta los labios para no decir nada, la miro con mala cara hasta que habla.- Te mordí.- Si ¿y que?- Te quedó una marca.- Me gustan tus marcas.- Todos preguntarán por eso.- Que lo hagan, no importa.- Pero se van a reír.- Créeme, ni lo intentarán.- Nooo, porque eres el gran Jason Cooper. - Exacto.- Egocéntrico.- Pero me amas.- Yo no dije eso.- No puedes retirar lo dicho después de tanto tiempo.Me mira y hace pucheros. Infantil, Ormeño.- Eres una niña. - Pero me amas.- Yo no dij
La veo morderse los labios, pero luego intenta pararse, no cariño, ni lo intentes, vas a ser mía, ahora.La tomo del brazo y la jalo hasta el sillón, me subo a su cuerpo quedando sentado a la altura de sus caderas, ella intenta moverse, pero no se lo permito.- Si me haces algo, yo te haré algo peor.-Tu puedes hacerme lo que desees.- Jason, déjame ir.- No. Te atreves a tocar a otro hombre delante de mis ojos y eso no lo permitiré.- No somos nada, déjame ir.- Tu serás lo que yo quiera que seas.- No tienes derecho...- El derecho me lo da tu cuerpo. Mira cómo reaccionas ante mi.Comienzo a pasar mi mano por sus pechos, los que se endurecen a mi tacto.- Sabes que eres mía. - Susurro cerca de su oído.- No soy de nadie. - Hablas entre dientes por culpa del deseo, no por rabia.- Déjame probar.Me acerco a su cuello y chupo, recorro ese cuello adorable con mi lengua y ella jadea. - Con tu boca puedes mentirme cuánto quieras, pero tú cuerpo siempre me dirá la verdad.- Jason... - Mi
Le diré toda la verdad a mi madre, necesito que ella sea feliz, necesito liberarla de mi. Salgo del auto y subo a mi oficina, en cuanto llego, mi madre está hablando con Ulrick y Nataly. Ella le pregunta a Ulrick si acaso no sabe que ella y yo estamos juntos.Quiero entrar y decir que no, quiero aclarar las cosas pero mis malditos celos me lo impiden. Quiero que ella sea feliz, pero no será con el.- Madre. - Interrumpo su santa inquisición. - Jason, mi amor. - Se acerca y besa mis mejillas mientras me abraza fuertemente. Típico de mamá.- Estoy aquí para conocer a tu novia, pero Ulrick no sabe que ustedes están juntos ¿porqué? - Miro a Ulrick quién me está desafiando con la mirada para que niegue eso y volteo a ver a Nataly, quién me mira con esos ojitos de gatito indefenso que tanto me gustan. No, Ulrick, esta vez no. - Si mamá, es que nadie en la oficina lo sabe. - A la mierda lo que quieran los demás, si mentir me ayuda a pasar tiempo con ella, entonces que me condene en el puto
POV JasonLa escucho hablar y algo dentro de mí me dice que esto no está bien, no se siente real.Estoy sentado en el sillón de mi sala en la villa de Madrid dónde estoy viviendo ahora junto a Jessica, tengo el periódico en mis manos leyendo la sección financiera, ella está sentada al frente viendo su teléfono. Quiero hacer las cosas bien, si vamos a ser padres, es mejor darle a nuestro hijo una familia. Quiero criarlo cómo lo hicieron mis padres conmigo. Me armo de valor con todo esto y comienzo la vida que hace 6 meses soñaba con tener y que hoy solo me causa dolor.- Mi amor, deberíamos cambiar las cortinas, me gusta el color azul.Mierda, esto no está pasando. No puedo creer que hace poco me sentía más vivo que nunca y ahora estoy hablando de cambios de cortinas. - Si, como tú quieras.- Jason - Se acerca a mi de forma sugerente quitando los broches de su blusa mientras me mira y se muerde los labios - Hace mucho que no me tocas, y no sabes cuánto te deseo. Quiero hacer el amor
Me acerco para ver si llegó mi sushi y el guardia se acerca a mí. - Srta. Ormeño, esta señora la busca. - Haría la pregunta estúpida de... ¿A mí? Pero no quiero parecer una tonta delante de nadie, así que la omito y solo me remito a lo obvio. - Por supuesto. - El guardia me observa y mueve su cabeza en aprobación.Me alejo del mesón de recepción y me acerco al hall dónde están sentadas en los cómodos sillones blancos que se disponen cómo sala de espera, ahí también hay una mesa de café en color negro, y una alfombra en tonos oscuros, se ve todo tan bello, incluso la planta natural que adorna la mesa. Ese costado tiene vista hacia afuera, pues está rodeado de cristales que permiten ver la calle, pero no permite ver desde la calle.Una vez que llego a su lado, le hablo a ella, no me dirijo a Anya.- Buenas noches, soy Nataly Ormeño ¿En qué puedo ayudarle? – Me agacho para quedar a su altura y tomar su mano, así ella no tiene que levantarse. - Así que tú eres Nataly Ormeño. – La miro
Miro a Ulrich y luego a Gustavo, algo me complica sobremanera con toda esta conversación. No me gusta esto.- Toda la razón, Jason no estaría nada contento viendo cómo su personal pierde el tiempo. Ulrick se acerca a mi escritorio y se sienta en mi silla, me mira y luego a Gustavo, levanta una ceja como queriendo decir ¿Qué haces aún aquí? Lo está echando con su mirada, no creí vivir para ver esto.- Si, entiendo, mi pequeña, te veré entonces en una próxima ocasión. – Se acerca y me da un beso en la frente. - Ulrick, te veo en la fiesta de la empresa. - Adiós, Gustavo. – Digo y muerdo mis labios, Ulrick sólo mueve su mano y vuelve su atención a mi laptop llamándome para que me acerque. - Nataly, ven por favor. – Me acerco a él sin siquiera pensarlo.Escucho detrás de mí cómo Gustavo cierra la puerta y yo me siento en la silla que está frente a mi escritorio, pues en mi silla está sentado él. Patudo. - Sólo voy a hacer esta pregunta una vez, no volveré a meterme pero ¿ Tienes algo
- Demasiada alegría, Ormeño.Sonrío solo por lo que aquellas palabras significan. Se muy bien a qué se refiere con eso. Me paro bruscamente y corro hasta sus brazos, no importa la reunión, no importa quienes están aquí, solo importa que aquel hombre está parado ahí.- Mi buen amigo.- Mi mejor amiga.Gustavo me abraza tal cual lo abrazo yo, es un abrazo apretado que demuestra cuánto lo extrañé, cuánto lo necesité este último tiempo. Demonios, si el no se hubiese ido yo jamás habría terminado acostándome con mi jefe, si, para qué negarlo, perdí el rumbo por un tiempo, pero con él aquí me siento segura.Gustavo es mi cable a tierra cuando todo se va al carajo, yo jamás podría poner mis ojos en él de esa forma, lo quiero demasiado pero es como un padre para mí. En cambio, el jefe anterior se metió bajo mi piel y no hay forma de sacarlo de ahí. Rayos, Cooper.Si, no me juzguen, me va a tomar un tiempo dejar de hablar de él, lo amo. Y lo extraño, y aquí abrazada a Gustavo siento una neces