Algo en mí grita que levante a mi hija y corra de aquí, Iván no es una buena persona, comienzo a alejarme de a poco y me detengo cuando escucho una voz amigable.
- Mi amor ¿Me demoré mucho?
Es Rodrigo Elizalde, compañero de trabajo y muy amigo, sería mi amor platónico si no fuese gay, claro. Yo no soy de su gusto, pero es de aquellos gay que no sabrías que lo son a menos que el quiera que lo sepas.
- No, cariño, todo bien - Digo y me acerco con Flori en mi espalda hacia donde está Rodrigo, el repite mi acción y me besa la frente para luego agacharse y besar a Flori en la cabeza, vale decir que Flori lo conoce y le tiene mucho cariño.
- Tío Digo. - Grita mi pequeña y se lanza a los brazos de mi amigo. Hay que decir que Rodrigo me ha ayudado mucho con Flori, el ha sido mi salvación en muchas ocasiones, por ejemplo, cuando debía hacer horas extras, el iba por Flori al jardín y me la llevaba a la oficina, es un amor conmigo.
- Princesa de mi corazón - El la abraza y ahí está, eso es lo que siempre he querido para mí hija, claramente Iván no es nada de eso.
Volteo a verlo y el nos está mirando con rabia, me mira y veo su malestar en los ojos, él cree que yo soy la culpable de esto, pero no es así, yo si traté de convencerlo para que se quedara por más que a veces me parecía agresivo, yo prefería creer que el era mi apoyo, mi hogar.
Cuando yo nací, mi mamá también había sido abandonada por mi padre, o al menos eso me dijeron las monjitas con las que crecí, mientras mi madre trabajaba para pagar mis cosas ella trataba una depresión que la terminó por consumir, cuando yo tenía 6 años ella no pudo más y sufrió un colapso mental que la envió a un psiquiátrico. No volví a saber de ella. Me enviaron a un internado de monjas, al menos aprendí a sobrevivir por mí misma, pero creo que toda esa imagen paternal la proyecté en Iván, y no era nada de lo que pensé que él era. Ahora sólo quiero escapar de él y no cometer los mismos errores de mi madre.
- Vámonos de aquí - Digo a Rodrigo, quien toma del brazo a mi hija.
- ¿A dónde crees que vas? Tu y yo nos veremos en tribunales.
- Por favor, estoy deseándolo. Tienes mucho que perder. - Digo enojada y convencida de que no me ganará esta vez. No me hará sentir inferior.
- Ya verás, me rogarás.
Me alejo con ambos y sólo sé que esto no será para nada fácil, voy a necesitar mucha ayuda.
- Vamos a sentarnos. - Rodrigo me guía a unas bancas que hay en la plaza de enfrente.
- Voy a llevar a Flori a jugar mientras tú te quedas y te tranquilizas.
- Gracias por todo, amigo.
- Te amo, preciosa, lo que sea por ustedes dos.
Amo a ese hombre, sería perfecto para mí si no fuera gay, y no digo que eso lo hace imperfecto a él, eso acaba con mis planes de darle a mi Flori una familia, me río sóla de mis estúpidas ocurrencias.
Saco mi teléfono del bolso y veo un mensaje.
"Necesito una secretaria, ¿volverás?
Y si digo.... ¿Por favor?"
Es un idiota pero sigue siendo mi jefe y ahora, más que nunca, necesito el trabajo para hacer las cosas bien con mi hija. No dejaré que Iván me la quite.
Es hora de volver a la oficina.
Dejamos la plaza y llegamos a casa, me tomo un café con Rodri después de bañar y acostar a mi hija, mi amigo me comenta que las cosas en la oficina estos dos días sin mi han estado un poco alocadas, mi jefe gritaba por todo, estaba un poco molesto. Rodri dice que él estaba molesto porque yo me fui y la verdad es que solo nos besamos por un favor que me pidió, no creí nunca que eso desatara tantas cosas en mí, al punto de querer salir corriendo de allí.
A la mañana siguiente me levanto temprano y me preparo para la oficina, mi cuerpo no es nada perfecto, soy un poco más rellenita que la mayoría de las chicas, no en exceso pero, si un par de kilos, mis piernas no son delgadas, por el contrario, son musculosas por el atletismo, mis ojos son de color miel y mi cabello es negro, largo y liso, a veces desearía estar más delgada y eso solo me dice que aún me cuesta amarme a mi misma, si mi padre no me amó y tampoco lo pudo hacer mi ex, creo difícil que algún hombre llegue a amarme.
Me coloco una falda roja, una blusa blanca y una chaqueta roja a juego, un par de tacos negros y cartera negra, me veo bien para mí, quizá como me vea el resto.
Siempre que salgo de casa recuerdo mirarme al espejo, no soy buena en esto del amor propio y siempre pienso en cómo me verán los demás, se que no está bien, pero me cuesta dejar de hacerlo y me cuesta amar a aquella mujer en el reflejo.
Llego 10 minutos antes que el resto, al abrir mi oficina siento que ha pasado mucho tiempo, se que no es así, pero para mí se siente demasiado.
- Diez minutos antes, debería ser una hazaña, Srta. Ormeño.
Y ahí está, esa voz, sin siquiera levantar la cabeza, la voz profunda, sexy y con carácter de mi jefe me hace poner la piel de gallina.
Levanto lentamente la vista, para cuando lo miro el tiene su mirada puesta en mi, y no es esa mirada arrogante y odiosa del primer día, es una mirada amable, algo que no creí posible en él.
- Sr. Cooper, buen día.
- Buen día ¿podría venir a mi oficina?
- Claro, enseguida voy.
Me paro y lo sigo a su oficina, entramos y me ofrece sentarme.
- No me has tirado nada en la cabeza aún, eso es bueno.
- Si lo dice por el dinero, creo que mejor me lo quedaré, cómo paga por el favor.
- Claro, cómo te costó tanto besarme.
- Yo no empecé con eso de los besos.
- Pero bien que lo seguiste.
- Ahora si te devuelvo tu asqueroso dinero.
- ¿Por qué no puedes solo hablar?
- Porque estás diciendo que yo te besé y encima que lo seguí.
- ¿Entonces te molestó besarme?
- Tu eres una molestia - Se para y se acerca a mi, yo me paro también pero aún así, quedo chica a su lado.
- No respondiste a mi pregunta.
- No recuerdo la pregunta. - Se acerca más.
- ¿Tanto te molestó besarme?
- No.
- No ¿qué?
- No me molestó.
Se acerca aún más y me mira fijo, si supiera que ese beso aún me tiene en las nubes, pero no le diré nada.
- Te sienta bien el rojo.
- Gracias, jefe.
- Me gusta cuando eres amable.
- Me gusta cuando usted es amable y no un completo patán.
- ¿Siempre tienes que responder algo malo?
- ¿Es malo decir la verdad?
- Solo si terminamos besándonos por eso.
- No nos besamos por decir la verdad.
- Nos besamos por el favor que te pedí. Y no debí haberte pedido eso jamás. Lo siento, me disculpo por eso.
Se aleja de mi y siento el vacío, no es lo mismo cuando su calor te rodea, se que es lo mejor pero ya extraño esa calidez que desprende de su cuerpo, y qué cuerpo, debo decir.
- Lo siento - Digo porque de verdad lo siento. Por todo.
- Yo también, no empezamos bien.
- Si, soy Nataly Ormeño, su secretaria y me encargaré de que no le falte nada y lo ayudaré con todo lo que necesite.
- Un gusto, Nat, soy Jason Cooper, el nuevo gerente de esta empresa y me encargaré de hacer tu vida más simple, lo prometo.
- Gracias Sr. Cooper, solo espero que podamos trabajar bien.
- Espero lo mismo.
Me volteo para salir y me habla.
- Nat, gracias por lo que hiciste por mi el otro día.
- Si lo dice por lo del beso, yo...
Me volteo enfadada para confrontarlo por lo del beso y el toma mi cintura aprisionando mi cuerpo contra la puerta, besándome y metiendo su lengua en mi boca como si fuese suya.
Mis manos van a su cabello, que no paro de jalar y alborotar, sus manos en mi espalda v
iajan por el resto de mi cuerpo, es un beso acalorado, apasionado, lleno de lujuria y sólo quiero más.
Mi cuerpo reacciona completamente a su beso, a su cercanía, a su olor, ese olor tan suave, sexy y varonil que hace erizar mi bello corporal.De pronto jala mi cabello abriendo más mi boca, su otra mano va a mi cuello haciendo el beso aún más apasionado y demandante, me domina completamente haciendo que pierda la estabilidad en mis piernas, me sujeto a su cuello mientras el sigue explorandome, de pronto y sin previo aviso, me suelta. Me mira y se lame los labios, diablos, cómo me hace sentir este condenado hombre. Se acerca y es ahí cuando me doy cuenta de que esto no está pasando, demonios, era demasiado bueno para ser cierto.Me despierto asustada por el contenido de aquel sueño, fue sólo un beso y ya estoy soñando gilipolleces. Me levanto y levanto a Flori, la paso a dejar al jardín y yo paso a comprar un café para irme a la oficina. Hoy voy a volver a mi amado escritorio.Entro a la empresa, solo están los de seguridad, saludo y subo a mi piso, voy directo a mi oficina y me sient
Alguien nos separa brusco y me golpea.Un ruido sordo se escucha en toda la oficina y sólo llevo mi mano a mi adolorida mejilla.- ¡Suficiente! - Grita Cooper.- Ella es una cualquiera, se acuesta contigo por tu dinero y encima es una puta que tiene un bastardo.Me suelto del agarre de Jason quien me colocó detrás de él para protegerme y me acerco a Anya golpeándola igual que ella lo hizo conmigo.- No me vuelvas a hablar así en tu vida, por proteger a mi hija no tienes ni idea de lo que soy capaz.- Anya sal de aquí, si no quieres que te saquen los de seguridad.Jason está enojado y solo me coloca detrás de él tomando mi mano.- Eres un estúpido, no puedo entender que estés con una cualquiera.- ¡No le vuelvas a hablar así! - Le grito a Anya - ¡Jason es una persona buena, con sentimientos y mucho carácter, le está costando contenerse para no responderte como debiera porque es un caballero. El es la persona más increíble que conozco y te voy a pedir que no le hables así, el no merece
Me llama a su oficina antes de la hora de almuerzo y sólo sé que no deseo ir, pero siempre hay algo que me llama hacia el. ¿Que es lo que tienes Jason Cooper?Tomo mi agenda y me dirijo a su oficina, el está sentado en su escritorio y en cuanto entro el me queda mirando, observa cada parte de mi cuerpo con detenimiento, esto es genial, es la primera vez que alguien como él me mira así. Ojalá fuera cierto. Ojalá ese hombre fuera libre. Pero no lo es, así que aquí vamos.- Usted dirá Sr. Cooper.Mantengamos la formalidad, es lo mejor para los dos.- Srta. Ormeño necesito que aclaremos unas cosas. Debo salir a almorzar y debemos dejar firmado el contrato con Stabler. No volveré hasta las 15 hrs. - Perfecto - No tiene porqué decirme eso. No es de mi incumbencia que él no esté.- ¿Necesita algo? - Que dejes de meterte en mi cabeza.- De usted, nada.- Me refiero a algún documento o alguna firma.- Insisto, de usted no necesito nada.- ¿Esto es por lo del beso? - Y te atreves...- ¿Que bes
- ¡Usted es un imbécil! - Grito y trato de levantar la mano para golpearlo mientras él rápidamente toma mi mano y me sube al escritorio, momento en que aprovecha para besarme, apasionado, duro, brusco, me succiona el aire. Me toma del trasero y aprieta con fuerza, yo aprieto su espalda para ponerlo más cerca de mí. Él gime y me succiona la lengua mientras yo subo mi pierna y lo amarro con ella pegando más mi cuerpo al suyo. Jala mi cabello y con la otra mano toma mi barbilla y me aprieta, Dios, me hace sentir tan caliente y tan encendida. No puedo más. Lo quiero dentro de mí.Con su mano aparta todas las cosas del escritorio sin dejar de besarme y con la otra me empuja hasta acostarme sobre éste, se pone la mano en la cabeza jalando su cabello, mientras con la otra marca mis labios sin dejar de mirarme.Se mueve entre mis piernas mientras sube mi falda un poco, me mira mordiendo sus labios de una forma sexy y encendida. Esto es todo. - Te voy a hacer mía. - Suspira mientras habla ba
No quiero recordar que se paseó con ella por toda la oficina, que la besó delante de todos mientras le daba un recorrido por la empresa o que se veía como niño en navidad, su sonrisa era amplia y con honestidad. No sé cómo es Jason Cooper en la vida diaria, de lo poco que lo conozco, jamás lo he visto tan cercano a alguien, salvo cuando me besaba. No, no estoy pensando en eso.Llego a la casa con mi pequeña Flori y lo primero que veo es un sobre bajo la puerta, es una carta de Iván, el quiere empezar a ser parte de la vida de Flori. No sé cómo supo tan rápido dónde vivíamos. Esto me asusta, pero no dejaré que me intimide, voy a prepararme para esto.Arreglo mis cosas para la oficina mientras reviso algunos correos, hoy no se realizó la reunión que había planteado Cooper ya que tuvo visitas, digámosle así, por lo que debí agendarla para mañana, así que preparo mi información trimestral para que no haya ninguna duda con mi trabajo y así no deba pasar con Cooper más tiempo del estrictame
Hoy tenemos reunión en la mañana por lo que necesito un traje acorde a esta ocasión, me coloco una falda tubo azul, una blusa blanca y un blazer negro corto, unos tacones negros y mi cartera a juego, me recojo el cabello en una cola de caballo alta y me maquillo para verme mejor.Voy a dejar a mi Flori como siempre, mientras cantamos unas canciones y nos reímos de la gente que pasa a nuestro alrededor.Al llegar a la oficina me dirijo a mi escritorio, saco mi plan de trabajo y voy a la sala de reuniones, ordeno las cosas, predispongo que traigan de la cafetería lo necesario y coloco las carpetas de la presentación del último semestre, dejo todo correctamente y en su lugar, una vez van llegando los demás, Claudia se acerca a mi.- Nat, ¿supiste? Hoy viene el dueño de la empresa.- Algo así dice el comunicado de ayer.- Si, parece que quieren echar al guapito.- ¿A quien?- A nuestro amado gerente.- ¿Por qué lo van a echar? - Quizá sea lo mejor, si el se va yo voy a poder seguir con mi
Hoy llega el reemplazo de Gustavo, mi ex jefe y mi mejor amigo. Trabajé para él por al menos 4 años y ayer fue su último día con nosotros.Cabe destacar que me ha dolido mucho esto, siempre fue un excelente jefe y un amor con nosotros, mi apoyo en cada paso que di, incluso cuando quedé embarazada de un imbécil que me abandonó, Gustavo nunca me dejó sola. Hoy ya no está y mi corazón duele.Ayer le hicimos una despedida, todos salimos a un pub restaurant y celebramos lo hermoso que fue para nosotros el haberlo tenido en nuestras vidas, bebimos y comimos con él para despedir nuestra amistad, nuestro tiempo juntos y por sobre todo, a un jefe inigualable, solo espero que nuestro nuevo jefe sea tal cual era Gustavo, cariñoso, amable, comprensivo, sonriente y honorable.Estamos en la sala de reuniones para realizar el protocolo de bienvenida al nuevo jefe, espero no sea mañoso dado que tendré que trabajar directamente con él, como lo hacía con Gustavo.De pronto entra Silvana, la recepcionis
Me pide que sea su novia por 5 minutos, ni nos conocemos ni nos caemos bien, ¿Porqué quiere que finja ser su novia? En eso se me acerca peligrosamente al oído y me susurra lentamente con esa voz sexy.- Eres mi secretaria, es tu deber hacer que tu jefe no pase malos ratos - Maldito, éste tipo es un cretino.- No se equivoque, Sr. Cooper, mi deber terminó con informarle de la entrada de la Srta. Gavins. Usted me despidió.- Contratada.- Ni lo sueñe.- Aumento de sueldo.- Puedo ganar más en otra empresa.- Más beneficios.- Ya tengo bastantes.- Mujer arrogante.- Hombre idiota.- Te mueres por besarme.- Y usted se muere si se me acerca.- Ya estamos bastante cerca. - Me habla con esa voz tan ridículamente sexy, está tan cerca de mí que mi cuerpo está tocándolo, me acabo de dar cuenta de cuan acaloradas pueden ser las discusiones con este hombre.- Pero aún así ¿porque quiere que lo haga yo?- Porque eres la única cerca, cualquiera moriría por interpretar a mi novia unos instantes.