Pelea

Ya que no durará para siempre, me aprovecharé otra vez de la situación. Camino a la ducha y me saco la camisa que me puse para dormir, abro la puerta y me meto con él.

- Creí que no vendrías.

- ¿Y perderme esto?

- Ven.

El agua corre por su cuerpo, su cabello mojado y su mano pasando por él, mientras que la otra me la tiende para que me acerque más.

Si, voy a mirarlo. Su pecho, sus brazos, su cintura con aquel camino al cielo de vellos que protegen su más grande atributo, y no hablo de su ego. Sus caderas tan bien hechas, por Dios...

Sigo mi camino hacia sus piernas, tonificadas y marcadas, debo reconocer que algo llama mi atención, Iván se depilaba el rebaje y las piernas, incluso el pecho y la espalda, fuera de ser aburrido en la cama (lo digo porque el siempre pensaba en su propio placer y una vez que se iba, se acababa el sexo) era lampiño. Mala combinación amigo. En cambio, Jason tiene vello corporal y eso me mata mucho. No tiene tanto, porque por lo visto, igual lo recorta, per
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