Santino D’ Luca, un magnate implacable, ve su vida de poder y control desmoronarse tras un devastador accidente que lo relega a una silla de ruedas. Este giro del destino lo transforma en un ser aún más duro y reacio al amor, convencido de que la felicidad es un lujo que ya no puede permitirse. Sin embargo, el destino toma un giro inesperado cuando su abuelo en un acto de desesperación por verlo feliz, le presenta a una esposa comprada. A regañadientes, Santino acepta esta nueva realidad sin imaginar que Sophia Sanz, la mujer que ahora es su esposa, traería luz a su oscuro mundo. Sophia, marcada por años de sometimiento bajo la sombra de su prima y la crueldad de su tía, se ve forzada a aceptar sin saber que detrás de su matrimonio se esconde algo más, algo que podría llevarla a un mundo de peligros y secretos ocultos. Y a medida que se adentra más en el mundo cerrado de Santino, descubre que detrás de la fachada del hombre implacable se esconde un corazón herido, y capaz de amar.
Leer másUN NUEVO COMIENZO.Esa misma noche Alexei decidió ajustar cuentas con Marcos.—Dije que te mataría lentamente —Alexei habló sombríamente, sosteniendo su mirada. La ira corriendo por sus venas — Y yo pedazo de mierda, siempre cumplo mis promesas.Le clavó la rodilla en el estómago y saqué su cuchillo. Marco jadeo con el golpe en el estómago y Alexei agarró su cabello y presionó su cara contra el frío suelo. Marco luchó por respirar.—Nadie toca a mi mujer —siseo, blandiendo la hoja afilada del cuchillo— Y tú pusiste tus asquerosas manos en ella.La sangre salió manchando toda su cara, derramándose en el suelo. Los brazos de Marco se agitaron, buscando cualquier cosa a la que agarrarse, pero no había nada.—No habrá piedad para ti, Marco —Alexei gruño, su rabia aun ardiendo en su interior.Sin pensarlo, le clavó el cuchillo en el cuello, la sangre comenzó a fluir ahogándolo.—Tienes suerte que ella esté esperándome— Alexei soltó su cuerpo y este se desplomó en el suelo, la sangre manchá
NO DEJARE QUE TE HAGAN DAÑO.El disparo resonó en el salón y Alexei sintió cómo la sangre se le helaba en las venas, su corazón latía con fuerza desbocada.—¡Tatiana! —gritó, rompiendo el silencio.Los guardaespaldas de Marco se dispersaron, algunos corrieron hacia la salida, otros levantaron sus armas en señal de alerta. Alexei no perdió tiempo, su instinto de supervivencia y su amor por Tatiana lo impulsaron a moverse rápidamente.—¡Atrás! —ordenó a sus hombres —. ¡No dejen que nadie salga de aquí!Corrió hacia la puerta por donde Marco había sacado a Tatiana. El sonido de sus pasos resonó en el pasillo mientras su mente se debatía entre la esperanza y el miedo. Al llegar a la salida, vio a uno de los guardaespaldas de Marco en el suelo, sangrando. Alexei se agachó y le quitó el arma, asegurándose de que no pudiera seguir siendo una amenaza.—¿Dónde está? —preguntó, su voz cargada de furia contenida y apuntándolo.El hombre apenas pudo levantar la cabeza, sus ojos llenos de miedo.—S
VIAJE AL INFIERNO.La cara de Grigori era un poema, no podía ocultar su furia por la altivez de Tatiana y más al ver el apoyo de Alexei. Sin embargo, les dio una sonrisa cargada de burla.—¿Qué pasó con el viejo Alexei implacable? No me digas que te dejas dominar por un simple coño, hay mucho afuera y quizás mejores, Tatiana es…—Ten cuidado con lo que vas a decir, Grigori. O no me importará arrancarte la lengua aquí mismo —interrumpió Alexei con voz amenazante.Tatiana ignoró sus ofensas, en cambio, suspiró como si la situación la fastidiara y dijo.—Como has visto, papá, no tendrás acceso a mi herencia, y quiero que te largues hoy mismo de mi casa, ¿entiendes? ¡Te quiero fuera!Las cejas de Grigori se fruncieron y abrió y cerró los labios, pero no pudo emitir palabras, estaba siendo humillado por nada menos que su hija.—¡Necesito un maldito trago! —gritó y de inmediato un camarero se acercó.Tomó la copa y se la bebió de un tirón para luego dejarla con demasiada fuerza sobre la mes
EL VERDADERO GRIGORI.Grigori forzó una sonrisa, aunque sus ojos destilaban ira.―Tatiana… qué sorpresa verte aquí.Tatiana mantuvo su sonrisa, pero sus ojos brillaban con determinación.―No podía perderme una noche tan importante para ti, papá.Amelie, a su lado, observaba la interacción en silencio, lista para intervenir si era necesario. Los invitados murmuraban entre ellos, sorprendidos por la inesperada aparición.Pero antes de que Grigori pudiera responder, la voz jadeante y sorprendida de Natasha se escuchó detrás de él.― ¡¿Tatiana?!Los ojos de Natasha estaban llenos de incredulidad. Tatiana miró a su hermana y amplió su sonrisa.―Oh, hermana… cierra la boca, pareces un pez fuera del agua.Grigori se disculpó con el señor Lebedev y caminó hacia Tatiana. La agarró del brazo y le gruñó por lo bajo.― ¿Qué haces aquí?―Acompañarte en tu gran día, papá, ¿qué más?―No pretendas querer verme la cara, Tatiana —le dijo casi al oído—. No eres bienvenida aquí, ni en mi casa, ni…― ¿En t
¿NO TE ALEGRA VERME?Natasha se agarraba con firmeza al espaldar de una de las sillas, sus nudillos blancos por la tensión. Gregori, su padre, exhalaba el humo de su puro y chasqueaba la lengua con desdén.—¿Qué?! ¡No! ¡No puedes hacer eso, papá! —gritó Natasha, mientras se agarraba con firmeza al espaldar de una de las sillas, sus nudillos blancos por la tensión. Gregori, su padre, exhalaba el humo de su puro y chasqueaba la lengua con desdén y la miró con frialdad.—Esto es lo que harás y punto, Natasha. Víctor Martínez es un contacto que vale la pena tener.Natasha apretó los dientes, sintiendo la rabia inundar sus venas.—Me estás entregando como si fuera cualquier cosa. Me estás pidiendo que me meta en la cama de ese… ese… —hizo una mueca de asco—… de ese viejo asqueroso.La risa de Gregori resonó en la habitación, fría y sin alma.—Natasha, ¿crees que tu vida sería un cuento de hadas? Desde el día en que nacen, su destino está sellado. Una mujer de la mafia solo sirve para esto.
YO ESTARE A TU LADO.Tatiana ya casi se subía a un taxi cuando Alexis detuvo el suyo con rapidez, abrió la puerta trasera y salió del mismo como un dios. ― ¿Vas a algún lugar esposa?Ella se congeló allí mismo.― Alexei, tú… tú…― ¿Sorprendida? ―Camino hacia ella y la recorrió con la mirada. ¿Quién dijo que podías salir así?―¿Así cómo? ―pregunto mirando su vestido.Pero Alexei no quería seguir perdiendo el tiempo, agarró su brazo y la atrajo a su cuerpo.― ¿Dime a dónde vas Tatiana? ¿Qué es lo que estás planeando?Ella forcejeó con él y le gruñó.―No es asunto tuyo. No te debo explicaciones Alexei, no te equivoques.― ¿No?―No. Soy dueña de mis actos, así que puedes irte a tu fiesta, búscate otra acompañante y ¡déjame en paz!Alexei, la sujetó con más fuerza.―No vas a ir a ningún lado, Tatiana, no sin mí. Así que fin de la discusión, y entra al auto.Ella echó la cabeza hacia atrás y se rio.―No soy un maldito perro Alexei, no voy a obedecer con solo un chasquido de tus dedos. No so
― ¿Segura que no irás conmigo?Tatiana tomó en sus brazos a Misha y se giró.―Ya te dije que no, Alexei… por favor no sigas, no veo porque tendría que ir contigo a esa cena.Él se acercó a ella y los abrazo a ambos.― ¿Por qué eres mi esposa, no es esa una razón suficiente?Tatiana se apartó no queriendo flaquear ante su contacto.―Muy pronto ex esposa, ¿recuerdas? Nos divorciaremos en cuanto mi padre esté fuera del juego.Las palabras de Tatiana irritaron a Alexei, comenzaba a cansarse de su testarudez. La giró haciendo que lo mirara.―¿Por qué simplemente no puedes dejar todo atrás? ¿Por qué te empeñas en recordarme mis errores? Está bien, fui un idiota, hice mal en no creer en ti, pero… ―él suspiró y acarició la carita de su hijo ―… de verdad lo lamento, amor, no debí haberte lastimado, pero dame la oportunidad de redimirme.Tatiana sintió el corazón apretarse, las palabras" te perdono” estaban en la punta de su lengua, pero se contuvo, no quería darle esperanzas, no cuando lo que h
―¡Alexei ―Tatiana grito cuando el orgasmo amenazó con arrastrarla. Pero él siguió moviéndose dentro de ella. ―No te imaginas lo perfecta que te ves corriéndote sobre mi polla, lyubov’ ―el sujeto sus muslos enterrando los dedos en su piel ―Te sientes perfecta. Tatiana gimió incapaz de responder, rebotando sobre el tocador con la fuerza de cada embestida. Alexei siguió golpeando ese punto tan profundo e intenso, llevando a un punto al que nunca había llegado. Su piel se erizó y aunque acababa de correrse, parecía que nunca lo hubiera hecho. ―Córrete dentro de mí ―ella suplicó, esta vez no hizo falta que él lo pidiera. Alexei le dio una sonrisa lobuna y escondió su cara en el su cuello, ahogando un gemido. Estaba tan dentro de ella que Tatiana no sabía dónde iniciaba ella y terminaba él, podía sentirlo por todas partes. Alexei se apartó ligeramente y sus ojos buscaron los de ella, antes de inclinarse y darle un beso castigador, al tiempo que la embestía con fuerza. ―¿De quién esté co
UN BAÑO PADRE E HIJO.«―¡Mamá! ―gritó la niña con alegría, lanzándose a los cálidos abrazos que siempre la esperaban.Su madre, con una sonrisa que iluminaba su rostro, tomó a Tatiana en sus brazos.―Mi pequeña estrella ―le dijo, besando su frente. ―¿Sabes cuánto te quiero?Tatiana, riendo, asintió con la cabeza.―¡Hasta la luna y de regreso!―Exactamente ―respondió su madre, colocando una corona de flores silvestres en la cabeza de Tatiana. ―Y siempre recuerda, mi amor, solo quiero que seas feliz, muy, muy feliz»Una lágrima se deslizó por la mejilla de Tatiana al recordar aquellos momentos. Con un gesto rápido, se la secó y murmuró.―Haré que pague por lo que te hizo.Luego el recuerdo del día de la muerte de su madre la golpeó como una ola fría. Se vio a sí misma, una niña perdida en un mar de luto, acercándose al féretro donde yacía su madre. Todos vestidos de negro, donde un silencio opresivo llenaba la sala. Intentó acercarse más, pero su padre la apartó con un gesto brusco.«―Ve