Sin Control

Sin ControlES

Acción
Ashley Desireé  En proceso
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Resumen
Índice

Después de tres años de haber fingido su muerte, Abigail Moretti volverá a la vida de aquellos que la lastimaron en el pasado para cobrar venganza, incluyendo a su ex guardaespaldas, que ahora es un empresario reconocido y apunto de casarse. Abigail tendrá que esforzarse por llevar el plan de destruirlo a la perfección, ignorando los sentimientos y el latido de su corazón que bombea fuertemente cuando está cerca de él. Segundo libro de "Sin Piedad" (No es necesario leer el primero para entender este)

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mariacris_acosta
Muy buena. Enganchada con la historia
2022-11-06 09:28:57
1
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Gi Sequeira
muy nuuuena! seguí así que te sigo leyendo. Pero que la protagonista sea fuerte
2022-11-04 06:16:39
1
19 chapters
"Un pasado cruel"
PRÓLOGO. Mi nombre es Abigail Moretti, estudié Arquitectura en la universidad y actualmente vivo muy feliz con mi novio, tengo una vida tranquila y en calma. Esa sería una presentación de una chica normal y en lo personal, un tanto aburrida, pero yo le vendería mi alma al sujeto de rojo que arde en las profundidades de la tierra por ser esa chica de simple y aburrida presentación, porque la verdad de mi realidad es un poco cruel... Me presento, Soy Abigail y este es mi pasado: Todo empezó el 14 de octubre de una tarde de otoño, Mi madre murió en una explosión frente a mis ojos, tras mi enojo y desesperación busqué un culpable "Mi padre" a quien no lo veía desde los seis años, viajé de New York a mi país natal "Italia" en busca de vengarme de mi padre, dejando atrás a mi mejor amigo Miguel y mi vida normal. Al llegar a Roma conocí a un chico "Darío Rinaldi" después descubrí que él trabajaba para mi padre, era su mano derecha y su protegido. Al pasar los días me instalé en la mansión
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Capítulo 01
La nieve caía sobre el jardín, cubriendo por completo los colores vivos de las flores, pintándolos de simplicidad, de un blanco sin vida. Aun viendo la nevada desde la ventana, envuelta en la calefacción del interior de la sala de estar, podía sentir aquel frío que emanaba del exterior, aquel frío que transmitía la nieve, congelando todo lo que tocara. Podía asegurar que ese frío se asimilaba al de mi corazón. Hoy no era un día normal, hoy se cumplían tres años de una lamentable tragedia, donde una de las familias más reconocidas y poderosas de Italia perdieron la vida, quedando en la extinción aquel apellido tan importante y temido."Los Moretti".No había quedado nada de aquella familia, dejando solamente un rastro de venganza, siendo arrastrada por la única Integrante de la familia que sobrevivió, pero que nadie se enteró. Esa era yo, Abigail Moretti, mi nombre y apellido se habían convertido en el fantasma que atormentaba los recuerdos de algunas personas, pero lo que no sabían er
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Capítulo 02
"Narra Darío"...Mi cabeza dolía, no solo por el hecho de a ver visto a Nikolay después de tres años, sino porque Beatriz no dejaba de hablar, ella podía ser muy irritable a veces.Drake conducía el auto y miraba con frustración algunas veces por el retrovisor, hasta mi amigo no toleraba la voz de ella.—Había una chica en el baño con un hermoso vestido rojo, le quedaba tan bien, les dije a mis amigas que quizás su cuerpo era operado, es que si tú hubieses visto —Empezó a contarme la rubia a mi lado, como si me importara —y su cabello se veía maltratado, en serio, estaba a punto de recomendarle la marca de mi Shampoo, pero se fue antes de que pudiera hacerlo, fue una pena.—Beatriz, no estoy de humor para escuchar tus anécdotas ―murmuré.—¿Entonces invitaste a Nikolay Petrov a nuestra fiesta? —preguntó, ignorando mis palabras y pegando su cuerpo al mío.—Si, le di la invitación.—Muy bien cariño, deben ir personas muy importantes ¿También invitaste a Stefano? Ese hombre me da un poc
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Capítulo 03
—3 horas antes de la fiesta de compromiso—Movía mis piernas con impaciencia, estos últimos días habían sido como un cuchillo afilado para mí, quería estar segura de que podía enfrentar mi pasado con la cabeza en alto, pero ahora que había llegado el momento de hacerlo no me sentía tan segura, era como si toda la confianza y ganas de venganza hubieran salido corriendo.La puerta principal se abrió y corrí hacia ella, uno de los hombres de Nikolay entró con un paquete entre sus manos.—Es para usted señorita.—Muchas gracias —tomé el paquete y corrí hacia mi habitación para abrirlo, parecía una niña pequeña abriendo sus regalos de navidad.Saqué con cuidado el vestido color negro, su tela era tan suave que froté mi rostro contra ella.Me miré al espejo y puse el vestido sobre mi cuerpo y sonreí al imaginármelo puesto.—Es un vestido muy bonito —me sobresalté al escuchar a Nikolay.—No escuché cuando llegaste —mencioné, puse el vestido delicadamente sobre la cama y me acerqué a él para
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Capítulo 04
Desde la enorme ventada junto a mí podía apreciar la nieve caer, le di una última calada a mi cigarrillo y lo apagué.Volví a lo que estaba haciendo durante toda la mañana: ver películas con finales tristes y comer helado como si el frío del exterior no fuese suficiente.Después del alboroto de ayer en la fiesta me encerré en mi habitación y al salir esta mañana, Nikolay ya no estaba, así que me libré de preguntas estresantes.La puerta principal se abrió y Jey entró temblando del frío, aun estando bien abrigado.—Lo siento señorita ¿Puedo tomar algo caliente? El invierno amaneció muy agresivo hoy —comentó, le hice señas con la mano para que tomara lo que quisiera.—Hay chocolate caliente, puedes llevarle también a los guardias que están en la entrada —mencioné sin apartar la mirada del televisor y metiendo una cucharada de helado a mi boca —¿Acaso no puedo tener un romance como de películas? —exclamé —Dime Jey ¿No crees que me lo merezco? —Jey se quedó en silencio, pensativo, quizás
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Capítulo 05
Hace algunos años atrás, en las clases de teatro de mi escuela, evitaba a toda costa participar si había alguna escena donde implicara sangre, claramente era sangre falsa, pero eso no evitaba que sintiera náuseas de solo verlo. A mi yo del pasado le daría un paro cardíaco si le dijeran que estaría involucrada en estas escenas de ahora, ni siquiera hubiese pensado en salir de Nueva York hace tres años y medio en busca de vengarme de mi padre por la supuesta muerte de mi madre, que al final resultó toda una mentira. Pero ahora esa era mi vida, era mi realidad, el mundo de mentiras, traiciones, corrupción y mafia solo traía esto: muerte y mucha, mucha sangre. —Dios, señorita debemos irnos de inmediato —mencionó Jey, pero mis pies no obedecían, estaban como clavados al suelo. Tragué aire con avidez, sintiendo mi corazón latir muy rápido, en vez de dar un paso atrás lo hice hacia adelante, intentando ver más de la horrible escena. El olor de la sangre me invadió en seguida y mi boca es
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Capítulo 06
Negocios... eso era lo único que importaba en esta vida de corrupción, buscar socios con la misma mentalidad de vanidad o débiles a quienes quitarle todo su dinero, pero en este caso, o el de Nikolay, había mentalidad de vanidad, vanidad y poder.En mi caso solo había una: Venganza.Y se me hacía muy difícil no sacar a relucir mi odio hacia Stefano Walker, quien detrás de su escritorio bebiendo Tequila desprendía una energía negativa.― ¿Qué te hace pensar que haré negocios contigo? ―Pregunté con los brazos cruzados ―Te recuerdo que fuiste tú quien mandó a quemar la casa de mi padre junto con mi familia dentro.Nikolay agarró mi antebrazo para que me calmara y mi madre se interpuso entre su esposo y su hija. —Cariño, él no sabía que ellos estaban dentro de la mansión. —Por favor, no lo defiendas, él sabía perfectamente que en la mansión había personas y aun así la mandó a quemar. —No fue nada personal —mencionó Stefano, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, tomando un
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Capítulo 07
“Narra Darío”Acomodé mi corbata y alisé mi saco, por el reflejo del espejo noté a Silvina, su cabello canoso se veía opaco por la poca oscuridad de la habitación. Esta mañana ni siquiera tuve ánimos de abrir las cortinas. Silvina traía una taza de café en sus manos y al sonreír las arrugas bajo sus ojos hicieron acto de presencia. —Buenos días —saludé. Ella dejó la taza en mi mesita de noche y jugó con sus manos nerviosamente. Quería decirme algo —¿Está todo bien? —Si, sí. Todo bien —respondió —¿Irás hoy al hospital?—En la tarde ¿Por qué? Ella suspiró y sus ojos me observaron con melancolía. —Tu... ¿La has vuelto a ver? —preguntó. La observé por un instante sin mencionar palabra alguna, sabía exactamente de quien me estaba hablando, así que solo me limité a negar con la cabeza. Ella suspiró y bajó la cabeza con decepción.Aún recuerdo su entusiasmo cundo se enteró de que Abi estaba viva, los doctores tuvieron que venir a controlar su presión alta cuando descubrió que fue su ador
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Capítulo 08
"Narra Abigaíl" Ya eran casi las seis de la tarde, me vestí rápidamente, aprovechando la ausencia de Nickolay y de mi madre. Le pedí a Jey que me llevara al hospital, pero antes de llegar compré un ramo de flores. Lo sé, qué patética era. Después de dispararle le traigo flores, que ridículo. —Iré sola, puedes esperar en los estacionamientos —Le ordené a Jey, este asintió y lo vi alejarse después de bajarme del auto. Apreté las flores contra mi pecho y suspiré antes de entrar al hospital, al hacerlo mis tacones resonaron contra las baldosas y el frío me invadió, si afuera hacía frío, aquí hacia el doble. Le sonreí a la señorita de la recepción con la esperanza de que no me impidiera avanzar. Ella solo me observó por unos segundos y volvió su vista a su revista. Una vez dentro del ascensor me recosté en este, tenía un enorme espejo reflejando mi arreglado físico. Al salir me escondí rápidamente en la esquina de un pasillo, la habitación de Beatriz estaba custodiada por dos enor
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Capítulo 09
Sentí un tirón de brazo, mis labios se apartaron bruscamente y la ausencia de su tacto me provocó escalofríos.Nickolay me hizo a un lado y estrelló a Darío contra la pared, con una mano apretó su cuello y con la otra le apuntó con su arma en la cien.—¡Suéltalo! —grité, intenté alejarlo y ponerme en el medio, pero era inútil, Darío no ayudaba en lo absoluto, no hacía esfuerzo alguno por defenderse.—Te lo advertí Rinaldi, te dije que no te metieras con lo que me pertenece —soltó el ruso entre dientes.—¡Vasta! Suelto, por favor —tiré de su brazo con el que estaba sujetando el arma, una y otra vez, el miedo de que Nickolay apretara el gatillo me tenía al borde de la desesperación.El pasillo se empezaba a llenar de personas curiosas, pero el señor Stefano los mandó a sus puestos de trabajo antes de acercarse al caos.—Vaya, vaya, sus ganas de matarse duró más de lo que pensaba —confesó con ironía, él mantenía sus manos en los bolsillos y esa mirada de superioridad que me irritaba.—Nic
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