¿Cómo sigo existiendo cuando mi corazón está tan astillado?, tan destrozado que su pulso me suprime - esto me pregunto todos los días de mi larga e insípida existencia. Si Estoy…, destrozado. ¿Cómo continuo?, cuando cada respiración no es más que miles de espadas filosas que atraviesan mi desdichada alma, si vivir para mí se ha convertido en un insidioso recordatorio haciéndome recordar una y otra vez que perdí la parte más importante de mi mismo. Mi compañera…, la mitad de mi alma. Y ya ninguna cantidad de distracción puede sacarme de la tortura, de la pérdida de mi vida. "Miserable" eso me siento ser, muchos creen que lo tengo todo, pero en realidad mis manos están más que vacías.
Leer másContado por Karim.Mi corazón dejó de estar astillado desde aquel momento en que vi su rostro, la sola existencia de Charlotte lo reparó de inmediato y mi negativa a no querer darle paso en mi vida se trataba de ese temor. A que vi el poder tan fabuloso que un ser tan distinto y que suponía inferior era capaz de hacerme olvidar mi pena, ¡pero qué tonto fui!, guardando secretos que no me hacían bien, necesitaba esta libertad y la necesitaba a ella para que recogiera cada astilla y la pusiera en su lugar volviendo a armar de ese modo mi astillado corazón y ni siquiera fui capaz de darme cuenta cómo o cuándo sucedió solo sé que me siento liberado, ese peso de la pérdida o la amargura de vivir extrañando a lo que no están, ni volverían por más que los llorase, pasó a ser un recuerdo triste, pero que ya no pesa en mi conciencia.Ese lobo que antes iba a la cima de la montaña a llorar su desdicha, hoy con emoción celebra su felicidad. En eso me convertí, g
Narrador.—Hazlo por favor — pidió sin tapujos y él no se limitó, sino que se deleitó de apretar mínimamente la mandíbula inferior apreciando como cada capa de esa delicada piel era atravesada por sus caninos. Y más enloqueció en el momento que sus papilas gustativas decretaron el sabor cúprico de la sangre. Zilo danzó aún dentro de él quién creyó morir y volver a nacer entre flores de las más sutiles. Sus vidas se conectaron de una manera mágica y espectacular, él pudo ver desde cuándo sus caminos se entrelazaron y ella por igual. Sus uñas estaban clavadas en la espalda de su macho, no solo por el dolor inicial que sintió sino por experimentar algo nunca vivido, de cómo todo se mezcló provocando que su éxtasis fuera inmensamente rico.—Mi luna, mi humana, mi mundo, la razón de mi alegría.El rey lobo se había impregnado en su luna escogida, la marca se formó y cuando por último pasó su lengua húmeda por la mordedura la misma empezó a cicatrizar
Narrador.Él se apartó de encima de su amada creando en ella una sensación de vacío. —Sí que lo eres— rectificó dándole peso a sus palabras porque como lobo posesivo no se cansará de hacerle saber que es suya. Colocando ambos brazos a cada lado de su cuerpo bajó sin perder el contacto visual; y de ese mismo modo empezó a pasar su lengua por el tobillo derecho. Y a medida que iba subiendo la punta de su cabello iba rozando cada parte del organismo sensible de su esposa que se desvanecía entre la profunda sensación de su osadía, concediéndole el paso de poder devorarla como lobo rapaz.Karim estaba escuchando con su audición lobuna como la respiración de Charlotte se iba volviendo más fuerte y agitada, hasta que llegó a su entrepierna. Desde ahí le dedicó una mirada esperando lo que está por venir, pero para su asombro Charlotte; su impredecible humana se levantó de golpe, y él, que se quedó en espera de su movimiento, vio como ella t
Narrador. Charlotte notó unas punzadas en su estómago cuando se quedó viendo fijamente los ojos grises con destellos verdes, esos que no se cansa de mirar y nunca lo hará, porque en cuanto él la reclamé como suya sus vidas estarán entrelazadas hasta que el rey de los lobos exista. —No ha pasado mucho desde que has tenido a nuestro hijo— formuló Karim anonadado mientras trataba de asimilar que su esposa estaba bien. —Sí, pero me siento tan perfecta como si nada hubiera pasado en mí, ¿no me has visto? — inquirió alegre y él asintió. —El gen de lobo que Keremil dejó en ti ha dejado tu cuerpo intacto— ella sonrió maravillada con ese poder. —Sabes cuántas personas se salvarían de morir si pudieran tener este poder— expuso con tristeza. —Infinidades, pero esto que te ha pasado no suele suceder, mira; por ejemplo: Fátima no pudo salvarse. —Siento que es injusto, Kheira me tiene a mí, pero igual el calor de su madre verdadera, nadie podría reemplazarlo, sin embargo, estoy dispuesta a da
Narrador. La figura humana que había tomado la diosa luna para presentarse delante de sus creaciones se transparentó viéndose cómo una imagen borrosa. Estando de espalda a ellos sonrió al percibir cómo el cuerpo de Charlotte había empezado a regenerarse gracias al residuo del gen regenerativo de su hijo, ya que el cachorrito Keremil al ser un alfa supremo protegió el cuerpo humano de su madre dejando en ella una minúscula parte de su poder. A diferencia de lo que suponían sus criaturas, sus apreciados lobos; la humana no había muerto de un todo, puesto que la luz que le puso una vez en el pecho, cuando se le presentó a Charlotte en lo que creyó que era un sueño que borró de su memoria para que eligiera su destino. Esa luz divina no era una loba interna, claro que no; esa luz es una magia antigua que representa la capacidad de mantener a un espíritu anclado a un cuerpo terrenal. Ya que en caso de que la elección que hubiera escogido como humana fuera la correcta tendría la facili
Narrador.El rey de los demonios tenía claro que de ese territorio no salía con vida, pero no podía dejar que Karim su mayor enemigo, el hombre al que ha dedicado su existencia completa con el fin de encontrar la manera de destruirlo, pase a ser el individuo más poderoso de todos los sobrenaturales existentes. De modo que observó al niño que desprende a distancia el aura fuerte de alfa supremo que para ser hijo de una humana parecía igualar la fuerza y poder que posee su padre.«Es inaudito» farfulló con envidia recordando que su hijo el híbrido que había engendrado con una humana que usó como incubadora, solo es un íncubo con una apariencia hermosa tanto que deslumbra, pero sus poderes de demonio son deprimentes.Mientras que Karim perdió toda capacidad de pensar como el guerrero audaz que es cuando escuchó que el corazón de su amada ya no latía. Se quedó paralizado en su lugar mirando el cuerpo de su esposa, cubierto por su propia s
Narrador.Para Mohamed era la peor batalla vivida, pues ahora sabe que tiene pareja, sabe que está allí y sabe que podía perderla, no se atreve ni a pensar en ello. Ya con Karim asustado es suficiente, pero cada movimiento lo hace pendiente de la dirección de su mujer, quiere enfrentar a todos los demonios que la ven, más lo que lo atacan a él y son muchísimos, ya que es el beta de la manada.Los demonios se mueven a una velocidad pasmosa, algunos lanzan bolas de fuegos y a ellos como lobos les toca esquivarlas y no pueden tomar distancia de ellos.Y es algo que aprovechan los demonios y cada vez se vuelven más una masa central de lobos atacada por todos los flancos.Abdu recibió una bola de fuego en el lomo y el dolor lo sintió Nazia como propio, pero Abdu no se rinde y con el lomo ensangrentado, sanando, pero a ritmo lento por los maleficios de la energía oscura lucha y arroja un par de demonios más por las grietas en la tierra.El olor de su sangre está
Narrador.Cuando Karim llegó a su aposento allí estaba ella acostada con el rostro pálido y muy sudado por el dolor que pasaba y con la sábana totalmente empapada de sangre.—¡¿Efraín porque sigue en esta habitación?!— le gritó al doctor de la manada tirando de su propio cabello, y dio la vuelta en círculo cuando la vio totalmente desangrada, había pasado lo mismo que con Fátima se estaba desgarrando por dentro.—Señor no podemos moverla, — le respondió con voz triste ahorrándose la parte del porqué no pueden hacerlo.—¡Charlotte amiga eres tú! — chilló Samanta estupefacta y corrió a abrazarla dejando a todos perplejos. Le tocaba la cara con agitación mirando que la chica que defendía ya no es ni la mitad de la rebelde que conoció.—¡Sam me has encontrado!—. Charlotte a pesar de todo sonrió calmada y sin llorar.—Dime que no, por favor— rogó Samanta llorando como niña, había perdido a toda su familia y ahora está viendo como su amiga se muere frente a su
Narrador.Mohamed estaba mirando a la loba, debatiéndose entre hacer eso de morderla o dejar que pase el tiempo como corresponde para no tener esa sensación que siente en este instante, además de saber que una vez y la marque no seguirá avanzando más su madurez por lo que tenía el temor de que si no llegase a funcionar ella quedaría con su rostro tierno para toda la eternidad recordándole que cometió un error.—¿Todavía dudas?— inquirió Asminie recostada de la pared con las manos tras la espalda, estaban en uno de los pasillos que dan a su recamara.—Aunque tu cuerpo me tiente, no puedo sacarme de la cabeza que eres una niña—, Asminie se rió con carcajadas suaves.—La edad es solo un número para los lobos, somos inmortales, mi madre se unió a mi padre justo a la edad que tengo. Lo que sucede es que has pasado tanto entre los humanos que se te ha pegado el convencionalismo que no obedecen a nuestro mundo— le aclaró ella y él en un arrebato conven