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MINTIENDOLE AL ALFA.

                                                 Narrador.

En cuanto el chófer se detuvo delante de la vivienda de su alfa, los dos volvieron a compartir una mirada, tocaron como normalmente lo hacen y fueron recibidos por una loba que sirve al rey.

—Mi Beta, mi delta— los saludó en tono muy bajo para no ser escuchada por alguna esposa, la mujer medio inclinó la cabeza, mostrando respeto.

Ambos la saludaron con un gesto amigable, viendo sus ojos a través del niqab.

Pasaron directo a la inmensa biblioteca, donde Karim pasa su tiempo encerrado leyendo cuántos libros le gusta, siempre que buscaban de él estaba en ese lugar y aunque es bonito pensaban que debe ser agotador pasar el tiempo solo.

—¿No te aburres?, sé que en todos estos miles de años que llevas leyendo ya has leído todos los libros de este lugar unas veinte veces— expuso Mohamed haciendo un mohín con los labios y mirando como esa estancia tiene tres niveles llena de estantería con libros, todo en color dorado.

—Leer me ayuda a soportarlos a todos ustedes— bromeó Karim sin pararse de su sillón, el cual está ubicado frente a una ventana de cristal que le permite ver el bosque.

—¡Eso sí que sonó feo! —, Mohamed simuló estar ofendido y Adub negó con una sonrisa, al menos Karim se encierra para no estar con más personas, pero con ellos se mantiene siendo el mismo, aunque ellos siempre sienten su dolor y ansían verlo ser feliz y dejar de fingir que está bien cuando en realidad no es así.

—¿Qué tal les fue con su descubrimiento? — inquirió mirando a ambos y aunque poco le importaba tras ver que ninguno había empezado a describir a la chica, se atrevió a tomar la iniciativa.

—Es una esposa más, justo como has dicho está tarde— respondió Adub, fingiendo que no era importante.

—Pues, siendo así, podemos anular dicho matrimonio— pidió aprovechando el desánimo que veía en ambos, no utiliza con ellos sus sentidos, ya que le cree ciegamente y sobre todo respeta la privacidad de sus dos compañeros fieles, sus mejores amigos.

— No vamos a echar para atrás, tú piensa que lo vas a hacer por acuerdos económicos y también piensa en que tal vez lo que necesitas es un estímulo diferente, puesto que al tener tantas mujeres bellas a tu alrededor sea lo que te tiene aburrido y por esa razón no te causan interés porque a pesar de todo eres un hombre común como nosotros y yo opino que tu interés sexual se pueda despertar con una criatura diferente— hablaba Mohamed y Karim alzó una ceja, no le estaba agradado por donde iba el discurso convencional de Mohamed.

—De qué estás hablando Mohamed Mursi—, gruñó, y ellos sabían que cuando él los nombra con todo y apellido es porque no le está agradando. Pero ellos también estaban cabreados, por esa razón, querían hacerle sufrir un poco, mintiendo para que deje de ser tan arrogante cuando se lo propone, ya que los hizo quedar feos ante esa familia que esperaba su presencia.

—Es que tú cuarta esposa tiene cara de camello, no un camello feo, sino uno así medio bonito—, Mohamed hacía muecas con las manos tratando de dibujar en el aire una cara, puesto que quería aparentar que es bien fea.

Karim se acercó a él y teniéndolo cerca con las manos introducidas en sus bolsillos del pantalón se inclinó un poco —a ver, dime Mohamed, ¿Qué camello tú has visto que sea bonito?, — Mohamed aguanto las ganas de reír por lo cabreado que se veía Karim y negó moviendo la cabeza para los lados, — te haré reclamar a un camello como tu pareja destinada, quizás así me puedas decir si es bonito, —, Mohamed puso cara de desagrado.

 —¡Son unos estúpidos!, — exclamó Karim, no es para convertirla en su luna que quiere a la humana, pero al menos que sea bonita le interesa, ya que la meterá a su cama en varias ocasiones y de paso tendrá un hijo con la misma, y pensaba que si la madre tiene buenos genes el niño o niña será de buen ver. — ¡Oh madre luna! Ahora sí, es verdad que mi deseo sexual morirá por completo y no habrá descendiente ¡Qué horrible!, Mi mala suerte no se acaba, para que rayos soy un rey si recibo todo lo malo, a dos tontos como mis segundos al mando y tres locas que no hace más que parlotear y ahora seré el hazmerreír de todos los humanos cuando eso salga en público conmigo, — los miró, fue en busca del libro que estaba leyendo que pesa mucho y se los mostró, —nunca lo he castigado y saben que puedo hacerlo, este libro que he leído hoy trata de tortura, podré hacerlo sufrir si no hacen que esa nueva humana mantenga su cara cubierta todo el tiempo— Adub volteaba la mirada hacia otro lado, tenía tiempo que no veía a Karim tan sulfúrico, incluso llegó a pensar que la belleza de una mujer le interesaba poco.

—Bueno, mi rey, ella es un poco delgada y tiene rostro de camello, pero no está tan mal como para esconderla, — habló Adub para echar más leña a la hoguera, puesto que realmente se estaba divirtiendo mucho, — y lo mejor de todo es que tiene una risa única tan original que ilumina todo, sus dientes parecen faroles.

—Claro hermano, tiene una sonrisa bonita, sí, es todo lo que se ve en su cara, son los dientes— agregó Mohamed y Karim tiró nuevamente el libro sobre una mesita ratona rústica creando un gran sonido y antes de salir dando un portazo le advirtió— esa cosa se mantendrá lejos de mí y ustedes se van a encargar de mantenerla enjaulada o como demonios quieran, pero lejos de mí, mientras se le busca un hogar.

Ellos se miraron y rieron quedamente, sin emitir sonidos con las carcajadas, y Mohamed fue al libro mirando si era cierto que Karim ahora estudia sobre nueva tortura, dándose cuenta de que era cierto y la sonrisa que tenía se borró gradualmente.   

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