Narrador.
Al caer la tarde, Mohamed y Adub llegaron a la casa de la novia: uno presentándose como el hermano mayor, y al otro ya lo conocían como el padre de Karim, quien no quiso asistir a dicha reunión.
—¡Sean bienvenidos!, por favor entren a mi humilde morada—, les pidió Ashk luego de recibirlo fuera de la casa. Él hubiera deseado hacer una celebración de presentación de la novia para mostrar a su hija con orgullo, puesto que reconoce que es una muchacha muy bonita, pero no cuenta con tanto dinero para darse tales lujos como ofrecer una fiesta, así que solo mandó a preparar una cena para honrar a los invitados, y aunque Charlotte no lo crea, Ashk siente admiración por ella.
Esperaba ansioso, de esa unión dependía el futuro de su familia, ya que estaban a punto de quedarse en la calle, por su mala suerte en los negocios.
—Pido perdón en nombre de mi hijo, se ha resfriado y aunque quería venir le pedí quedarse en casa, yo como padre veré a la novia en su lugar—, mintió Mohamed sin encontrar salida para la ausencia de Karim, pues su alfa no se la ponía fácil, se había convertido en un lobo un tanto amargado y aunque estaba dispuesto a colaborar para crear al descendiente que necesita por momento se torna agobiante soportarlo.
—Si claro, en unos minutos una de mis esposas traerá a mi única flor, quiero que sepan que mi Charlotte no fue criada aquí y es un tanto diferente a nuestras mujeres, pero ella está haciendo un gran esfuerzo porque es una hija aplicada, y muy considerada—, Adub y Mohamed olían algo de mentira en sus últimas palabras.
#Un poco de entretenimiento para nuestro afable rey# - le comunicó Mohamed sarcástico a Adub y se podían comunicar sin problemas porque estaban utilizando lentes oscuros.
#¿Afable?, eso fue un elogio o una ofensa, porque si le dices a Karim que él es afable te patea un lugar doloroso, # - le respondió Adub, disfrutaban el momento a la espera de Charlotte, mientras otra esposa de Ashk les brindaba café.
—Hija, deja de ser tan terca y regresemos, no le debes esto a tu padre, ni siquiera a mí; quiero verte ser feliz y siendo la cuarta esposa de alguien no te dejará serlo—, le suplicaba su madre.
—Ya no puedo faltar a mi palabra, además no lo hago por qué te lo deba, quiero hacerlo, creo en los mejores comienzos—, mentía y lo hacía mal, aunque ella es muy soñadora, sentía miedo ahora que veía la realidad de lo que podría ser su vida, ver a cuatro mujeres en una lucha constante en casa de su padre, le hizo pensar que sí había actuado de manera precipitada, porque, aunque logre que su esposo la ame habrá tres mujeres más con la que no le puede prohibir acostarse. No obstante, en cuánto recordó como veía todos esos días en ese lugar a su mamá, reír cuando su padre le decía algo al oído o como se divertía viendo a las otras esposas, discutir por cosas sin sentidos, sonrió ampliamente y pensó.
«Bueno, que sea por tu felicidad mamá y por la salud de mi hermano Moham»
—Vaya que mala suerte tiene la hija de la extranjera, su futuro esposo no le quiere ver la cara, eso será una tacha bien desagradable para nuestra familia— comentó la que era anteriormente la primera esposa cuando entró a la habitación, ahora está dolida y busca cualquier pretexto para lastimar con palabras hirientes tanto a Charlotte como a su madre.
—Muchacha. Sé rápida y ve a la sala, no hagas esperar a tu suegro y cuñado antes de que se arrepientan, aunque deberían porque no eres la mujer adecuada para un hombre de este lugar y con tal educación y poder— escupió la vieja y Charlotte quiso levantarse para enfrentarla, pero su madre la detuvo, no estaba bien visto que ella le faltara el respeto.
—Hija, ya que no te hago cambiar de opinión, quiero que sepas que debes mejorar ese carácter, aquí no eres libre de actuar impulsivamente como en Filadelfia y recuerdas vestir justo como lo haces ahora y comportarte de manera sumisa—, le decía ella pidiéndole a Dios que Charlotte pueda adaptarse a esa nueva vida.
—Mamá, pero no es como si me fuera a casar ahora mismo— dijo entre dientes viendo a su cuñado y suegro notando que son bastante jóvenes.
«Cuantos años tendrá el idiota que me ha tocado como esposo ¿Con qué patán me quiere casar mi padre?, que ni siquiera fue capaz de darme la cara, si seré su esposa» pensó molesta por la actitud soberbia que le agregó a Karim sin conocerlo solo por el desplante tan feo. Sentía que él no tenía respeto por ella y llegó a creer que a ese imbécil le importaba casarse con quien sea.
«Esta gente parece que el amor le vale un pepino, igual podría ser una escoba y a él le da lo mismo» volvió hablar en su fuero interno, luego le pasó por la mente la idea que a él no le interesa, lo fea que puede ser si es porque de seguro él es bien horrendo. Incluso lo imaginaba: un tonto mal vestido y alocado, se aterró y sacudió la cabeza para sacar de su mente tantas locuras.
«Bueno, pero el suegro y el cuñado son de buen ver» volvió a dialogar consigo misma, convenciéndose de que de seguro su prometido no ha de ser feo.
Saludó con cortesía, aunque le costaba hacerlo porque no sabía cómo, le habían explicado, pero lo olvidó, más bien lo que le causaba la situación era algo de risa y por primera vez en lo que tiene utilizando un niqab agradeció tenerlo puesto porque pudo sonreír sin que se notara, pero sus invitados pudieron darse cuenta de la gracia que le causa todo aquello a Charlotte.
#Interesante# - dijo el beta.
#Nos vamos a divertir mucho, #- respondió Adub.
Mohamed fue quien se levantó con el plan de alzar un poco la niqab que cubría el rostro de Charlotte, para ver qué tan hermoso es su rostro, pero Ashk detuvo sus ágiles manos poniendo una de las suyas sobre la de él, — disculpe, pero usted sabe que solo el novio tiene permitido ver el rostro de mi hija, lo siento de verdad, —Mohamed tenía clara la tradición, pero creyó que Ashk sería como otros padres que lo han permitido y si estaban ahí era exactamente para ver el rostro de Charlotte.
—Sí, pido disculpa por mi atrevimiento, al ser el padre de Karim, supuse que podía ver a mi futura nuera, pero bueno, no podemos romper sus normas— respondió apenado bajando gradualmente la mano, y sin importar que él fue quien concertó ese matrimonio, no le quedó más que aceptar la cena y se despidió para marcharse.
—Señor Rashid— le habló el padre de Charlotte y Mohamed no respondió, ya que ese no es su apellido y por momento pasa por alto su papel de padre de Karim, de modo que Adub lo tocó y él espabiló.
—Sí, dígame, señor Ashk, me parece que ya somos familia y deberíamos dejar las formalidades y empezar a llamarnos por nuestros nombres— dijo desviando su desconcentración.
—Tiene usted razón, señor Mohamed, le decía que mi hijo mayor los guiará a la salida y que gracias por la grata compañía—, ambos terminaron de ponerse de pie, pero Mohamed dejó a propósito su billetera sobre el asiento en el que estaba y empezó a seguir al hombre que los acompañaba; sin embargo, cuando escuchó a Charlotte decir:
— Siento que me estoy asfixiando, yo no aguanto esto puesto—, a medida que Charlotte se quitaba la niqab decidió devolverse usando como pretexto el olvido de su billetera y como el hijo mayor de Ashk no tiene una audición como la suya no vio nada de raro en eso, sino que los llevó de vuelta al salón y en cuanto Mohamed vio a Charlotte se quedó maravillado con su color de piel, su perfil distinto a lo que acostumbra a ver, siempre que busca una novia, lo había visto en sus ojos vivos, pero verla lo dejó tan impresionado como a Adub.
—Tal parece que he dejado mi billetera aquí— habló cuando vio la impresión de Ashk y bajo la mirada, fue al lugar donde estaba, la levantó mostrándole. Volvieron a estrechar las manos con Ashk y se marcharon rumbo a la casa del rey fuera de la manada.
—Es alucinante la belleza de esa mujer, ojalá Karim pueda sentir algo de atracción por ella— le dijo Adub a Mohamed. Iban sentados en el asiento trasero mientras el conductor de Mohamed los llevaba a su destino. Ellos quedaron prendados de su belleza porque Charlotte tiene lo exótico que tienen los árabes mezclados con los rasgos más finos de los norteamericanos.
—La verdad es que deberíamos hacer que Karim sufra un poco— expuso Mohamed y los dos se rieron a complicidad.
Narrador.En cuanto el chófer se detuvo delante de la vivienda de su alfa, los dos volvieron a compartir una mirada, tocaron como normalmente lo hacen y fueron recibidos por una loba que sirve al rey.—Mi Beta, mi delta— los saludó en tono muy bajo para no ser escuchada por alguna esposa, la mujer medio inclinó la cabeza, mostrando respeto.Ambos la saludaron con un gesto amigable, viendo sus ojos a través del niqab.Pasaron directo a la inmensa biblioteca, donde Karim pasa su tiempo encerrado leyendo cuántos libros le gusta, siempre que buscaban de él estaba en ese lugar y aunque es bonito pensaban que debe ser agotador pasar el tiempo solo.—¿No te aburres?, sé que en todos estos miles de años que llevas leyendo ya has leído todos los libros de este lugar unas veinte veces— expuso Mohamed haciendo un mohín con los labios y mirando como esa estancia tiene tres niveles llena de estantería con libros, todo en color dorado.—Leer me ayuda
Narrador. Una semana después: Charlotte estaba cansada de escuchar los parloteos de la ex primera esposa de su padre que no se callaba criticando el hecho de que su prometido no había ido a conocerla y de lo desagradable que representa eso para la familia, ella estuvo a punto de tomar todas sus cosas y regresar a filadelfia, pero se frenó de hacerlo para no fallar con lo que prometió, su madre y su hermano no lo merecían, ahora estaba siendo nuevamente arreglada para la boda, se decía a sí misma que esperaba que el esposo no enviaría a otro a casarse en representación de él por qué ya eso sería el colmo de los colmos.— ¿Para qué rayos me aplican tanto maquillaje?, si de todos modos me cubrirán el rostro con esa funda de tela, mínimo eso lo hicieron para mujeres feas y se convirtió en la moda— protestaba en un perfecto español que las madrastras no comprendían y se guían untándole talco en su rostro
Narrador.—¡¿Qué?! — a Charlotte aún le costaba entender el nombre de ese velo que cubría su rostro y que le parece sofocante.Karim movió el dedo alrededor de su cara, señalándole el velo, entonces Charlotte, sonrió algo avergonzada por parecer tonta. —Oh, gracias, me estoy asando aquí dentro —, Charlotte se quitó la tela gruesa que la cubría emitiendo un suspiro y moviendo sus manos tratando de hacer un abanico—, también tengo hambre, eso se ve delicioso.En este momento quien tenía la boca abierta era Karim, al ver que hermosa mujer es su cuarta esposa y no solo eso, sino que es exótica, bonita, y sensual; un condenado escándalo hasta para las mujeres occidentales.—Oh, perdón, no nos hemos conocido —manifestó Charlotte estirando la mano con intención de darle un apretón y aunque estaba relativamente molesta con él, decidió, que lo mejor era llevar ese matrimonio entre cuatro en armonía y paz, lo saludaba como si fuera su igual
Narra Charlotte.La mujer de nariz larga me dejó en una habitación muy hermosa, la verdad es que me gustan los lugares bonitos y este aposento lo es, así que me dediqué a contemplar el espacio en el que viviré a medida que me quitaba el velo de la cabeza, destapando mi rostro y al fin pude respirar con normalidad, no estoy acostumbrada a esto y ya no pienso volver a utilizarlo. Mirando por la ventana recordé que dentro de mi nueva vida ya no estará mi madre y aunque hace apenas unos minutos que dejé de verla ya la extraño.—Mamita, como lo haré sin ti a mi lado, no sabía que estás personas fueran tan diferentes, con razón me pediste pensarlo mejor— dije hablándole al aire, sé que esto es decisión propia; sin embargo, cuesta aceptarlo, estoy dejando atrás una vida completa, llena de libertad para adaptarme a cumplir los caprichos de un hombre con el ego más grande que el Titanic.Di un pequeño salto de impresión cuando escuché el so
Narra Karim.Cuando al fin me levanté decidido ir hacia ella, amplifique mis sentidos y escuché la conversación que ella tiene con Shacia y pongo atención a su diálogo poco amigable donde ella le dice que no le interesa ser mi esposa y que desea darle su lugar a mi lado a otra mujer que si le sea de interés.—No la tomaré por la fuerza, — le dije a Mohamed con una sentencia clara.—Lo sé, pero hay maneras de uno convencer a una mujer, vamos Karim, sabes cómo, antes se te daba perfectamente bien, ve, ella cederá—me pide uniendo sus dos manos.—Ve a la manada, ahora mismo ya no me apetece ir con la humana, pero en un momento pueda que le haga una visita— le digo con el plan de calmarlo, puesto que no quiero ni tengo deseos de ir a rogarle a esa rebelde.#Puedes doblegarla, a que le temes# me incita mi lobo.Mohamed se despidió de mí y junto a Adub se fueron a la manada, mientras que yo decidí ir a mi recámara a ponerme algo cómod
Narrador.Karim hizo que sus tres esposas y la jefa de servicio de la casa se reunieran en la sala de estar y para su sorpresa, Charlotte también llegó a la sala y en el momento que abrió la boca para decirle que le alegraba verla ahí, su mirada la recorrió completa, notando que Charlotte tenía puesto un vestido con un gran escote, corto y unas zapatillas de tacones.—Charlotte sube a cambiarte esa ropa— le ordenó y ella poco caso le puso, si no que se acomodó en el sofá.—Tenemos reunión familiar y no me han invitado que descorteses, son ustedes— comentó burlona.—No me evadas, odio que se me ignore, sube a cambiarte ese tipo de vestuario— la voz de Karim sonaba gutural y ella se señaló a sí misma.—¿Qué te ha hecho mi vestido? — respondió con sorna provocando que Karim soltara un gruñido que hizo temblar a las otras tres esposas menos a ella.—Mira, no me hagas perder la paciencia—, las demás mujeres la miraban con horror, no cali
Narrador.Charlotte seguía empeñada en salir, pero Farzana no se lo permitió, aunque Charlotte quiso investigar el motivo de cómo Karim podría saber si ella salía de la casa, Farzana la ignoró, no podía decirle que son lobos y que saben cuándo alguien miente y más al alfa de alfas.Cuando terminaron de desayunar, Charlotte se estaba levantando de su lugar cuando escuchó a las demás esposas decir.—Bienvenida suegra—, cuando ella se giró para ver de quién se trataba, puesto que no vio a ninguna suegra en la ceremonia. —Muy amables mis nueras—, Charlotte notó, la mujer que se ve bastante joven para ser la madre de Karim, es una mujer un poco más adulta que ella, pero bonita y con un cuerpo que se nota debajo de tantas telas que es voluminoso.—Tú—, la señaló la loba, — ¿por qué estás vestida así?, ¿eres la cuarta esposa?—¿Tengo la obligación de responder? — le contestó Charlotte con una pregunta, pues no le gustaba la form
Narrador. Luego de que Charlotte se había pasado el día, encerrada en su dormitorio para no tener que lidiar con las locas y ahora una mujer que quería ser llamada suegra. Decidió cambiarse, con algo más cómodo, se puso un short de tela Jean ajustado que se adhería a sus caderas y redondeaba más sus nalgas y junto a este una blusa strapless dejando más expuesta su piel, que antes. En sus pies colocó una sandalia bajita y ató su pelo en una cola alta pero algo floja, que le daba ese toque de adolescente, dejando la piel de su cuello libre al recoger su larga melena. —Señora Charlotte, la cena está lista— le informó Farzana dando dos toques en la puerta y Charlotte le abrió cargando un libro en una mano y un móvil en otra, con unos auriculares puestos en los oídos. Farzana negó porque Charlotte no parecía entender que no debía exhibir tanta piel, aunque a ella no le causa impresión ni le horroriza, porque en la manada viste li