Narra Karim.
No solo soy el lobo solitario, sino que soy ese lobo alfa que a pesar de su dolor lleva como carga en sus hombros la muy pesada responsabilidad de mantener el orden entre los lobos, (esa es mi labor en este mundo)
Por momentos quisiera huir, alejarme de todo y ser libre, pero, ¿cómo podría huir de mí?, ya que nací preso de mi propia existencia.
Mirando el horizonte desde la cima de la montaña, un pensamiento entristece más mi abatido corazón, tras recordar a mi hermano, ese que arrancó toda felicidad de mí y a pesar de todo el mal que me echo vivir no puedo odiarlo, quisiera saber, ¿qué lo conllevó a sentir tanto desprecio hacia mí?, pues esa duda no abandona mi mente desde incontables lunas y no he podido verle para preguntarle directamente, quiero que me dé una razón lógica o un por qué, ya que sí su respuesta es por añorar lo que soy o lo que amargamente poseo le diría que es un tonto al creer que disfruto de esto.
Alcé la cabeza para contemplar el cielo disperso y un fuerte suspiro de cansancio emocional salió de mí.
Aunque han pasado miles de años para mí, el tiempo no avanza, sigue detenido mientras el mundo a mi alrededor pasa, y todo cambia, no obstante, se siente como si viviera en un bucle infinito, en el tiempo, cada día, lo mismo, sin emociones o algo que me haga ver la vida de manera distinta. Mi existencia es una rutina: trabajar, para aumentar mi vasta riqueza, cumplir con las exigencias y proteger a mi pueblo.
«No debería, pero estoy cansado» pensé en medio de un suspiro.
Entre esa protección entra el deber de hacer que mis súbditos sean seres más fuertes y como no tengo a mi amada Luna, no me queda de otra que buscar la manera de tener un descendiente, pero mi dilema es: que desde que perdía a Mirza, ninguna mujer, ya sea sobrenatural o humana ha despertado interés carnal en mí, (no me atraen en lo absoluto)
Hace tiempo mi beta y delta, han descubierto la manera de hacerme tener a ese descendiente tan aclamado por mi especie.
Según sus investigaciones, afirman que una humana podría llevar a mi cachorro en su vientre, «aborrezco relativamente a los humanos», pero para cumplir con mi deber de rey debo hacerlo.
Lo único malo de sus planes es que debo desposar a esas humanas que prácticamente sus familias las venden como mercancía de intercambio, puesto que eso crea una alianza entre sus familias y mi supuesta familia, digo supuesta porque no tengo más familia que Kasul, y él no está conmigo.
Hoy Mohamed Mursi: mi beta traerá a otra esposa más para turbar mi vida y es que tal parece que a mi compañero no le basta con saber que por más que hemos buscado a mí no me ha interesado ninguna mujer.
«¿Qué puede tener esta humana que sea de mi interés?», cuando la única que ame de verdad y aún lo sigo haciendo, pero que ya no está, y no quiero a nadie más, aunque sé que esa mujer no podrá ocupar su lugar ni en mi cama, pero mucho menos en mi corazón.
Ya ellos han buscado tres esposas para mí y lo único que causan esas mujeres en mí es irritación, ya que son muy ruidosas y discuten todo el tiempo, eso sin contar que no respetan mi privacidad y por ese hecho vivo fuera de mi manada a una distancia prudente en la que puedo venir siempre que quiero.
Soy un hombre austero que me gusta que todo tenga regla. Mis esposas son insulsas, como animales adiestrados, que parecen ser creadas simplemente para cumplir con obligaciones maritales; sin embargo, para entender que no soy su trofeo o que deben pelear para ganarse mi favor, no muestran ni un ápice de educación.
Con los años me he destacado mucho entre los humanos, por mi poder económico y me adulan como al más grande empresario de la zona, razón por la que debemos mantener un papel de personas obedientes, puesto que, lo que menos queremos es atraer la atención de los demás hacia nosotros, así que tratamos de no hacer cosas fuera de lugar, cumplir con las características y normas que demanda vivir en este territorio.
Regresé a casa después de despejar un poco mi mente.
—He, Karim Rashid, tal parece que andas corriendo, es que acaso buscas la manera de no ir a conocer a tu nueva esposa—, tras entrar a mi inmensa casa oigo que este es el recibimiento que me da mi beta y mi delta.
—Saben que no corro de nada, solo pensé que la irías a buscar, no necesitas de mí para traerla, ¿cierto?, o ¿es muy pesada? —, inquirí de manera burlona por la nueva humana que han buscado para mí.
—Vamos hombre, has tenido tres ceremonias, ya sabes cómo son, debes ir a conocerla para llenar requisitos y de paso ve si te causa algo de interés—, me explica haciendo un tipo de mueca digna de él, juntando las puntas de sus dedos índice y cuando hace esos tipos de gesto que él cree gracioso yo quisiera arrancarle la cabeza por tonto. Claro está que es un procedimiento que ya sé dé memoria, pero siento que ir es una pérdida de tiempo, porque estoy muy seguro que no lograré sentir nada por esa humana; de modo que respiro cansado.
— ¿Cuándo se llevará a cabo la ceremonia? — pregunté por qué es a lo único que pienso asistir, puesto que es obligatorio.
—Dentro de una semana, — respondió mi delta y escuché el suspiro molesto de una de mis tres esposas, miré hacia donde las tres están sentadas, curiosamente calladas y con caras de funeral. Esas reacciones de las tres me causaron gracia.
— Si esa es la razón para que esas tres estén así de silenciosa, debo casarme una vez más, pues traigan diez esposas más; sin embargo, les dejo claro que no pienso ir a conocer a esa mujer, ustedes tienen muy buenos ojos, o no lo notan — digo sarcástico extendiendo una mano para que miraran hacia el salón mostrándole a las esposas que me han buscado y mi beta niega con la cabeza.
—Ya no puedes casarte otra vez a menos que te divorcies de una, razón por la que considero que debes conocerla antes, — señaló a las mujeres, — para que no suceda lo mismo—, alzó las cejas, como quien deja dicho tengo razón y yo volví a negar.
—Fácil, ¿dónde puedo firmar el acuerdo de divorcio? — expuse simplificando todo.
—Vamos, que no, sabes que esas pobres chicas vivirán un infierno si te divorcias de ellas, así que eso ni pensarlo, ya le encontraremos una solución distinta —, Alega mi delta, quien es el más benévolo de los tres.
—Pues, hay que encontrar esa solución rápido, tienen claro que debe ser en unos años no muy lejanos, porque no puedes olvidar que ellas empezarán a envejecer y yo seguiré joven—, les aclaré, puesto que han elaborado su maravilloso plan sin pensar en las consecuencias.
—Cuando llegue el momento te pones canas como las mías—, me señala mi beta, su cabello tintado con algunas hebras blancas.
—¡Bravo que inteligente!, No lo había pensado—, volví a utilizar un tono sarcástico, pero el muy ladino se reverenció tomándolo como un cumplido, así que le volví a decir. —Entonces tonto, no te verás como mi padre sino como mi hermano, —los dejé a ellos reflexionando en cómo resolver sus propios problemas, porque ellos fueron los de las magníficas ideas de casarme, así que ellos son los responsables de buscarle a esas mujeres unos hogares estables. Ya que Adub no quiere resolverlo de la manera más fácil.
—Karim es necesaria tu presencia, vamos hombre—, lo escuché decir, pero tendrán que apañarse en esa reunión sin mí.
Narra Charlotte.Hoy mirando como mi nueva o tal vez vieja, pero desconocida familia que me trata pésimo, me siento fuera de sitio, puesto que lo hacen como se recibe a un gran enemigo, casi todos me hacen sentir diferente, haciéndome saber con sus miradas de apatía que no pertenezco a esta familia; unas de las que menos me hacen sentir esa fea sensación son quienes me están vistiendo, aunque no sé por qué se esmeran tanto si apenas lo único que este vestuario deja ver son mis ojos descubiertos.«Al menos sé que no voy a tropezar» pensé sarcástica cuando vi mi vestuario, si no hubiese aceptado esto habría peleado por no llevar eso sobre mi cuerpo, odio sentirme privada de libertad y esto es lo que me hace sentir este vestuario tan incómodo.—Vamos, Charlotte, no es momento de quejarse— murmuré dándome ánimos, o tal vez me recriminé. "Flashback" Aún recuerdo cómo hace un mes él volvió
Narrador.Al caer la tarde, Mohamed y Adub llegaron a la casa de la novia: uno presentándose como el hermano mayor, y al otro ya lo conocían como el padre de Karim, quien no quiso asistir a dicha reunión.—¡Sean bienvenidos!, por favor entren a mi humilde morada—, les pidió Ashk luego de recibirlo fuera de la casa. Él hubiera deseado hacer una celebración de presentación de la novia para mostrar a su hija con orgullo, puesto que reconoce que es una muchacha muy bonita, pero no cuenta con tanto dinero para darse tales lujos como ofrecer una fiesta, así que solo mandó a preparar una cena para honrar a los invitados, y aunque Charlotte no lo crea, Ashk siente admiración por ella.Esperaba ansioso, de esa unión dependía el futuro de su familia, ya que estaban a punto de quedarse en la calle, por su mala suerte en los negocios.—Pido perdón en nombre de mi hijo, se ha resfriado y aunque quería venir le pedí quedarse en casa, yo co
Narrador.En cuanto el chófer se detuvo delante de la vivienda de su alfa, los dos volvieron a compartir una mirada, tocaron como normalmente lo hacen y fueron recibidos por una loba que sirve al rey.—Mi Beta, mi delta— los saludó en tono muy bajo para no ser escuchada por alguna esposa, la mujer medio inclinó la cabeza, mostrando respeto.Ambos la saludaron con un gesto amigable, viendo sus ojos a través del niqab.Pasaron directo a la inmensa biblioteca, donde Karim pasa su tiempo encerrado leyendo cuántos libros le gusta, siempre que buscaban de él estaba en ese lugar y aunque es bonito pensaban que debe ser agotador pasar el tiempo solo.—¿No te aburres?, sé que en todos estos miles de años que llevas leyendo ya has leído todos los libros de este lugar unas veinte veces— expuso Mohamed haciendo un mohín con los labios y mirando como esa estancia tiene tres niveles llena de estantería con libros, todo en color dorado.—Leer me ayuda
Narrador. Una semana después: Charlotte estaba cansada de escuchar los parloteos de la ex primera esposa de su padre que no se callaba criticando el hecho de que su prometido no había ido a conocerla y de lo desagradable que representa eso para la familia, ella estuvo a punto de tomar todas sus cosas y regresar a filadelfia, pero se frenó de hacerlo para no fallar con lo que prometió, su madre y su hermano no lo merecían, ahora estaba siendo nuevamente arreglada para la boda, se decía a sí misma que esperaba que el esposo no enviaría a otro a casarse en representación de él por qué ya eso sería el colmo de los colmos.— ¿Para qué rayos me aplican tanto maquillaje?, si de todos modos me cubrirán el rostro con esa funda de tela, mínimo eso lo hicieron para mujeres feas y se convirtió en la moda— protestaba en un perfecto español que las madrastras no comprendían y se guían untándole talco en su rostro
Narrador.—¡¿Qué?! — a Charlotte aún le costaba entender el nombre de ese velo que cubría su rostro y que le parece sofocante.Karim movió el dedo alrededor de su cara, señalándole el velo, entonces Charlotte, sonrió algo avergonzada por parecer tonta. —Oh, gracias, me estoy asando aquí dentro —, Charlotte se quitó la tela gruesa que la cubría emitiendo un suspiro y moviendo sus manos tratando de hacer un abanico—, también tengo hambre, eso se ve delicioso.En este momento quien tenía la boca abierta era Karim, al ver que hermosa mujer es su cuarta esposa y no solo eso, sino que es exótica, bonita, y sensual; un condenado escándalo hasta para las mujeres occidentales.—Oh, perdón, no nos hemos conocido —manifestó Charlotte estirando la mano con intención de darle un apretón y aunque estaba relativamente molesta con él, decidió, que lo mejor era llevar ese matrimonio entre cuatro en armonía y paz, lo saludaba como si fuera su igual
Narra Charlotte.La mujer de nariz larga me dejó en una habitación muy hermosa, la verdad es que me gustan los lugares bonitos y este aposento lo es, así que me dediqué a contemplar el espacio en el que viviré a medida que me quitaba el velo de la cabeza, destapando mi rostro y al fin pude respirar con normalidad, no estoy acostumbrada a esto y ya no pienso volver a utilizarlo. Mirando por la ventana recordé que dentro de mi nueva vida ya no estará mi madre y aunque hace apenas unos minutos que dejé de verla ya la extraño.—Mamita, como lo haré sin ti a mi lado, no sabía que estás personas fueran tan diferentes, con razón me pediste pensarlo mejor— dije hablándole al aire, sé que esto es decisión propia; sin embargo, cuesta aceptarlo, estoy dejando atrás una vida completa, llena de libertad para adaptarme a cumplir los caprichos de un hombre con el ego más grande que el Titanic.Di un pequeño salto de impresión cuando escuché el so
Narra Karim.Cuando al fin me levanté decidido ir hacia ella, amplifique mis sentidos y escuché la conversación que ella tiene con Shacia y pongo atención a su diálogo poco amigable donde ella le dice que no le interesa ser mi esposa y que desea darle su lugar a mi lado a otra mujer que si le sea de interés.—No la tomaré por la fuerza, — le dije a Mohamed con una sentencia clara.—Lo sé, pero hay maneras de uno convencer a una mujer, vamos Karim, sabes cómo, antes se te daba perfectamente bien, ve, ella cederá—me pide uniendo sus dos manos.—Ve a la manada, ahora mismo ya no me apetece ir con la humana, pero en un momento pueda que le haga una visita— le digo con el plan de calmarlo, puesto que no quiero ni tengo deseos de ir a rogarle a esa rebelde.#Puedes doblegarla, a que le temes# me incita mi lobo.Mohamed se despidió de mí y junto a Adub se fueron a la manada, mientras que yo decidí ir a mi recámara a ponerme algo cómod
Narrador.Karim hizo que sus tres esposas y la jefa de servicio de la casa se reunieran en la sala de estar y para su sorpresa, Charlotte también llegó a la sala y en el momento que abrió la boca para decirle que le alegraba verla ahí, su mirada la recorrió completa, notando que Charlotte tenía puesto un vestido con un gran escote, corto y unas zapatillas de tacones.—Charlotte sube a cambiarte esa ropa— le ordenó y ella poco caso le puso, si no que se acomodó en el sofá.—Tenemos reunión familiar y no me han invitado que descorteses, son ustedes— comentó burlona.—No me evadas, odio que se me ignore, sube a cambiarte ese tipo de vestuario— la voz de Karim sonaba gutural y ella se señaló a sí misma.—¿Qué te ha hecho mi vestido? — respondió con sorna provocando que Karim soltara un gruñido que hizo temblar a las otras tres esposas menos a ella.—Mira, no me hagas perder la paciencia—, las demás mujeres la miraban con horror, no cali