Capítulo 9. Hay cosas que no puedes entender

Suspiré aliviada al verlo irse y recogí mis cosas, decidida a enfocarme en la próxima clase. Mientras caminaba por el pasillo, mi mente aún estaba ocupada con la situación absurda que había acabado de vivir. No estaba prestando mucha atención a mi entorno cuando de repente me choqué con alguien, haciendo que todos sus libros y papeles cayeran al suelo.

—¡Lo siento mucho! —exclamé, agachándome rápidamente para ayudar a recoger sus cosas.

Al tomar un libro y levantar la mirada, mis ojos se encontraron con los del chico al que Lucas había lastimado. Su mirada era intensa, con una mezcla de sorpresa y algo que no pude identificar de inmediato. Tenía un rostro anguloso y serio, con un aire de vulnerabilidad que contrastaba con su expresión dura.

—¿Estás bien? —pregunté, intentando romper el hielo mientras le entregaba sus cosas.

—Sí, gracias —respondió, tomando sus libros con una sonrisa agradecida, aunque sus ojos todavía mostraban una sombra de algo más profundo.

Nos quedamos unos segundos en silencio, en una especie de reconocimiento mutuo, antes de que él se apartara ligeramente, como si estuviera evaluando si seguir la conversación o no.

—¿Ya fuiste a la enfermería? —le pregunté, notando cómo se rascaba el cuello, claramente incómodo.

Yo, evidentemente quería saber si se estaba tratando las heridas de manera adecuada.

—Estoy bien —insistió, con voz tensa.

—Puedo acompañarte si quieres —ofrecí, tratando de ser amable.

—No, gracias —respondió inmediatamente, con una firmeza que no dejaba lugar a dudas.

—Deberías comunicarle la situación a un superior —le sugerí con un tono más enfático.

Él me miró por un momento, como si considerara mis palabras, pero luego negó con la cabeza.

—No es necesario —dijo finalmente, con una voz más suave pero aún decidida. —Gracias por tu preocupación.

—¿De verdad vas a dejar que él se salga con la suya? —le pregunté, con frustración evidente.

Su mirada se endureció por un instante antes de suavizarse de nuevo.

—No es tan simple —respondió con un suspiro, como si llevara un peso invisible sobre sus hombros. —Hay cosas que no puedes entender.

—¿Entonces estás tratando de justificar lo que ese idiota te hizo? —le espeté, indignada.

Él me miró, con sus ojos llenos de una mezcla de dolor y algo que no podía identificar del todo.

—No lo estoy justificando —dijo en voz baja—. Simplemente hay más en esta historia de lo que parece.

Antes de que pudiera decir algo más, se dio la vuelta y se alejó, dejándome con más preguntas que respuestas.

Al parecer, huir era algo común en este chico.

Me quedé allí, mirando su espalda mientras se alejaba, sintiendo una mezcla de frustración y curiosidad. ¿Qué podía ser tan complicado? Sacudí la cabeza, tratando de concentrarme en mis propias preocupaciones. Ya tenía suficiente con lidiar con Lucas y el proyecto que nos había impuesto el profesor.

Cuando finalmente llegué a mi siguiente clase, apenas podía concentrarme. Las palabras de aquel muchacho y su actitud evasiva seguían rondando en mi mente. No podía entender por qué alguien aceptaría ser tratado de esa manera sin hacer nada al respecto.

Sara, quien estaba sentada a mi lado, me miró con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿En quién estás pensando tan intensamente? —preguntó con tono juguetón.

Fruncí el ceño, confundida por su pregunta.

—Aparentemente, quien está pensando en alguien eres tú —le respondí, alzando una ceja al notar su expresión tan particular.

Ella rio y se inclinó hacia mí, como si compartiera un secreto.

—Sabes, hay un chico en esta clase que me parece increíblemente atractivo —susurró, con una mirada traviesa en sus ojos.

Alcé las cejas, sorprendida por su revelación. Ella no solía ser tan directa sobre nada y muchísimo menos acerca de sus intereses amorosos. A ver, no nos conocíamos hace mucho, pero durante este tiempo nos habíamos vuelto muy cercanas.

—¿En serio? ¿Quién es? —pregunté con curiosidad.

Ella, con una sonrisa, señaló con el mentón a un chico que estaba sentado diagonal a nosotras. Al girar discretamente la cabeza para mirar, mis ojos se encontraron con un hombre de tez morena, de cabello negro y rizado. Sus facciones eran marcadas y atractivas, con pómulos altos y una mandíbula bien definida. Llevaba una camisa de cuadros que se ajustaba perfectamente a su torso atlético, y sus ojos oscuros estaban fijos en el cuaderno frente a él mientras tomaba notas con concentración. Había algo en su porte y en la manera en que se movía que irradiaba una confianza tranquila y natural.

—Él —susurró Sara, con sus ojos brillando de entusiasmo—. ¿No es guapísimo?

Lo observé por un momento y me pareció familiar, pero no lograba recordar de dónde.

—Sí, es bastante guapo —admití, volviendo la mirada hacia Sara—. Es como si lo hubiera visto antes.

—Claro que sí —respondió ella—. Usualmente se la pasa con la pareja de Valeria.

¿La pareja de Valeria? ¿estaba hablando de Lucas? Dios, otra vez, no.

La pequeña sonrisa que tenía se me desdibujó al instante.

—Lo siento, Sara, pero si él es amigo de una persona como Lucas, entonces muy bueno no tiene que ser —le dije, sintiendo un nudo de frustración formarse en mi estómago.

—No puedes juzgar a alguien solo por sus amigos, Elena —dijo con un tono defensivo—. La gente es más compleja que eso. Tal vez él sea diferente.

—Sara, las personas tienden a rodearse de quienes tienen valores y comportamientos similares. Si él es amigo de Lucas, entonces comparte algo con él. Y Lucas no ha mostrado nada más que violencia, arrogancia y desdén hacia los demás. No quiero verte involucrada con alguien que podría ser igual.

Sara suspiró, como si mis palabras la hubieran bajado de la nube en la que ella solita se había subido.

—Pero al final, la decisión es tuya —le dije, tratando de suavizar un poco mis palabras—. Si quieres conocerlo más a fondo o no intentarlo, depende de ti.

Sara negó con la cabeza lentamente y sus ojos perdieron el brillo de antes.

—Tienes razón —dijo con un tono resignado—. No habría ninguna buena razón para

relacionarme con alguien como él.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo