Joseph Crown perdió a Keyla, el amor de su vida cinco años antes, ni siquiera pudo despedirse de ella, siendo la pesadilla que lo persigue siempre. Volviéndose alguien amargado y que no tiene contemplaciones con nadie. Sintiéndose obligado a casarse por conveniencia con la hija de una de las familias más importantes de la mafia, accede, pues es el bienestar de los que le importan lo que vale. Pero el día llega y esa mañana cuando se prepara, ve a lo lejos a la chef que arregla el banquete, quedandose paralizado porque es ¡Keyla y está con vida! Miles de preguntas lo llenan. No se explica como eso pasó, pero sobre todo duda en casarse. Necesita explicaciones y solo ella se las puede dar, no obstante descubre que no lo recuerda. La decisión de si continuar con la boda está en él. ¿Que elegirá? ¿El bienestar de su familia o averiguar qué pasó con Keyla? Pero un secreto más la acompaña, uno que cambiará todo para los dos. Para todos.
Leer más¿Que tan peligroso era un Crown? Desde años memorables la mejor manera de atacarlos siempre fueron diferentes, tratando de cubrir partes de ellos que no pudieran defender. Pero ninguna funcionó para desestabilizarlos tanto como para hacerlos perder definitivamente. Al menos no de forma letal. Pues Sara pudo caer rendida ante los brazos envolventes del hombre que mostraba su posesividad sin problemas. A ella le gustaba verlo tener ese miedo a perderla, aún cuando no pasaría, pero eso era algo tierno en un hombre que jamás se dejaba intimidar de nadie. Keyla por su parte, tenía una afición muy grande por los besos y caricias ligeras o demandantes del sujeto que pidió su mano para llevarla a la pista de baile y presumir que su esposa solo tenía ojos para él, aún cuando otros buscaban su atención. Aarón y Luisa no dejaron de verse con ese inmenso amor que nació, estuvo en pausa y tuvo su continuación cuando ambos supieron volver al otro. Marcelo a un lado de su mujer, solo admiraba
Ver a sus hijos dormir plácidamente, ir a reuniones del colegio del mayor de ellos o ir a mostrar el apoyo en competencias escolares, oír a su esposa hablarle de cosas simples como la compra de algo en el camino, solo por que le gustó o su trabajo en el laboratorio, como también sus reuniones con grupos, debido a su cargo de primera dama. Todas esas cosas eran el día a día Marcelo con su familia. Cotidiano y simple, pero único para él, quien no quiso perderse nada, pues el tiempo volaba y sus hijos ya contaban con seis semanas y para él seguían viéndose como el primer día. Siempre se verían así. A lado del otro, vió a ambos dormir, con sus pijamas y la mata de cabello castaño, mientras su pecho se movió con cada respiro. Era maravillosa la forma en que parecían disfrutar de eso y lo mejor del caso, era que luego de comer, era lo único que hacían, dándole así la oportunidad de verlos por más tiempo. __ Entonces la cena benéfica será en dos noches. Así no interfiere con tu videoconfe
La reunión llegó, una donde el acuerdo no se diera por medio de una bocina que les impidiera verse las caras para demostrar que no había temor por ninguna parte. Afuera se veía la tensión que cubrió el edificio entero. Vehículos se detuvieron, de los cuales bajaron los sujetos que parecían un muro alrededor de Leonardo. Desde que entraron se dieron cuenta de la seguridad que pusieron en cada rincón del lugar. Una fortaleza cuasi perfecta para dejar ver que no porque los Crown dominaran la ciudad entera, significaba que los Bassett estuviesen indefensos. El concejo se hizo presente ante ellos, cinco hombres con la mirada fija en los Crown. Esperando el mínimo indicio de no poder cumplir con el acuerdo, para desatar una guerra en su contra.Cárter Bassett fue el primero en asomar, con la mirada puesta en Leonardo, quien permaneció sin inmutarse, aún sabiendo que todos querían matarlo. Cole apareció junto a Grayson, siendo ellos los últimos en sentarse. En lo que Adrián solo vio a los
Los diarios se llenaron con la noticia del nacimiento de dos pequeños Crown más, los cuales llegaron para afianzar el amor de la feliz pareja que no dejó de ver a los dos seres hermosos que dormían a lado de la madre que pasó la yema de su dedo por la curva de sus narices.El intenso pero agradable olor que emanaron inundó su nariz y la hizo inhalar mucho más. Ese aroma solo lo sintió con Johan cuando nació y lo tuvo pegado a su pecho todas las noches, siendo esa la única forma en que podía dormir y permitirle a ella hacerlo. Todo había cambiado con ellos. Mientras con su hijo mayor tuvo que estar en precariedad, ahí se encontraba con todas las atenciones posibles, como si quisieran retribuir todo lo que había pasado con la antigua experiencia. Incluso el pequeño Johan parecía dispuesto a eso, queriendo no hacer ruido cuando llegó y caminando de puntillas, logrando la risa que desencadenó una acción tan inocente. __ El baño está listo para...Johan se llevó el dedo a los labios, si
Pese a los días ocupados que comenzó a tener, Gálata siempre tuvo el tiempo de quedarse solo sintiendo las patadas de sus hijos cuando se volvían locos, más cuando Marcelo se hacía presente en el lugar. Como si reconocieran quien era, desde que comenzaron a moverse, no pudo detener la aceleración que ocurrió en su abdomen cuando el gobernador aparecía por la puerta. Para él ver el crecimiento de sus hijos día con día fue una experiencia que no quiso perderse, por lo que sus días desde que tomó el mando de dicho cargo, siempre fue junto a ella. Desde que comenzó a hacerse visible el embarazo, Gálata no solo era vista con el amor que este jamás podía disimular, sino con una fascinación por como adquirió una belleza única en esa etapa también. Su estilo no lo perdió nunca, pero sus ojos si tenían ese brillo excepcional que dejó claro la ilusión que le hacía conocerlos. Más cuando iba a recoger al pequeño Johan al colegio, este siempre depositaba dos besos en su abdomen.__ Uno para ca
La respuesta de lo que haría Marcelo la estaban esperando. Todos en la familia se encontraban ante la expectativa que este debía resolver para ellos. Ya solo faltaban dos semanas para la llegada de las elecciones y de retirarse, prácticamente estas se harían por mero protocolo, pues no había competencia en un solo candidato. O podrían tomarse más decisiones con respecto a lo que podría pasar. Las noticias se inclinaron sobre que fugarse fue la única opción para César Bari, repugnando por completo su nombre, como también todo lo que representaba. Por lo cual Braulio solo esperó paciente a la llegada de su hijo, de quién le avisaron que su auto se aproximaba a la mansión Crown. Leonardo siguió peleando con la niña que le gustaba verlo discutir que no le picaría galletas, para al final terminar cayendo en la mirada que está ponía para lograr lo que fuera de él. Anthony junto a su madre se rieron de ellos dos. Siempre era lo mismo con sus discusiones y sabían que jamás cambiaría tal cos
Desde que Gálata llegó a su casa, se vio rodeada de atenciones de todo tipo. Personas dispuestas a cumplir todos sus deseos abundaron en la casa, pero más las miradas de Marcelo que la elevaron a un nivel más de lo que antes lo hacía. Lo escuchó. Lo dijo y ella estuvo consciente cuando al fin lo dijo. La amaba, tanto como ella a él y lo dijo en voz alta. No había nada que le gustara más que saberlo ahora y tenerlo grabado en su cabeza. Johan hablaba todo el tiempo de que Marcelo le dijo sobre sus dos hermanos, agradeciendo que le haya sabido explicar las cosas, para que no se sintiera reemplazado por ellos, porque jamás ocurriría de esa forma. Sara y Keyla estuvieron en visitas los días que le siguieron, cuando tenía que estar reposando, indicándole a Marcelo que podía ir a algún sitio donde lo necesitaran, aunque siempre extrañaba sus atenciones o las visitas de Johan cuando se lo llevaba con él. Pero no podía hacer que el pequeño se quedara en una casa cuando al parecer le ilus
Johan despertó aún más emocionado de lo que los días atrás lo vieron. Se metió a bañar con tal prisa, que Luisa fue quien tuvo que llevarle el ritmo a un inquieto niño que movía los pies de aquí hacia allá, el cual solo se controló hasta que Marcelo apareció por la puerta. __ ¿Ya casi nos vamos? - preguntó sacudiendo sus pies. __ Se tardarán más si no dejas que te ponga los zapatos. - le dijo Luisa de rodillas frente a él.__ Lo haré yo. - añadió Marcelo poniéndose de cuclillas luego de ayudarla a ponerse de pie. - Gracias por cuidarlo estos días. __ Es una especialidad a la que me gusta hacerle uso en todo momento. - contestó ella entregando el par de zapatos para luego salir.Johan vio apenado al hombre que le pidió calmarse, mientras le puso uno de los zapatos y amarró las cintas. __ Comprendo tu inquietud. ¿Te confieso algo? - el niño movió la cabeza. - Estoy igual que tú. Quiero ver a Gálata de nuevo. __ ¿Y veremos a los bebés ya? - preguntó ilusionado. __ No, aún están en
Lo único que podía descontrolar a la bestia es saber a su ángel amenazado. Casi perderla creó en él esa arruga que se podía agrietar en cualquier instante, pero el dolor lo encegueció y capturó los fragmentos de brutalidad, crueldad y bestialidad para entregarlos al único ser que era capaz de resistirlo a ese nivel. Los dedos se cerraron en la empuñadura del cuchillo que Marcelo incrustó con salvajismo hasta obtener un agujero por donde se abrió paso. La siguiente dosis fue puesta en el cuello de Alvin, manteniéndolo vivo y consciente de lo que estaba pasando.Sí las condenas se hubiesen considerado desde el momento en que se avisó sobre qué tan maquiavélicas podían ser, quizá se evitarían muchas cosas, entre ellas los aullidos de dolor del hombre que vio de cerca la muerte. Mientras tal imagen estaba en los ojos profundos e iluminados que no causaron nada más que terror por ser la presa de alguien que no solo causó terror, con esa sedientas ansias del olor que impregnó su ropa, cua