__ ¿Quiénes son ustedes? - preguntó Keyla un tanto asustada porque las dos personas frente a ella la estaban mirando de una forma muy... curiosa.
Se había topado con gente extraña, exigente, pero nunca con alguien que la llamara por su nombre, como si la conocieran.__ Keyla, amiga soy yo, Sara. - se acercó la chica. - Somos...__ ¿El apellido Crown no te dice nada? - consultó Joseph tratando de darle sentido a lo que ocurría.Keyla movió la cabeza ligeramente.__ No, creo que no. - con dudas respondió. En realidad no recordaba mucho de su vida, desde que despertó en un hospital junto a sus padres estos le dijeron todo lo que debía saber de ellos, pero cuando les preguntó qué pasó, le contaron que fue asaltada en un callejón, por poco perdió a...__ ¿Sabes que eres Keyla White? - preguntó de nuevo.__ Claro que sí. ¿Porque no lo sabría? - respondió ella. - Me están asustando. ¿que está pasando? ¿Quiénes son ustedes?La preocupación en la mirada de la chica aterró a Joseph, pues entendió que su... nombre lo había olvidado.¿Que sucedió? Recordó el ataque, la bala que entró en el cuerpo de Keyla, cuando vio las imágenes donde la golpearon brutalmente. Pero su padre le dijo que estaba...__ Keyla, ¿No recuerdas? Soy Sara, tu mejor amiga.__ Yo no tengo mejor amiga. - recalcó. No le gustaba mucho el contacto con nadie, así que era imposible que tuviera a una amiga. Menos así de efusiva.__ Estudiamos juntas en...__ Basta de tonterías. - dijo Joseph.Necesitaba saber que estaba ocurriendo y antes de que estas volvieran a hablar, puso a Keyla en el hombro, en tanto ella pataleó, lo golpeó con sus puños y lo arañó tan fuerte que creyó le arrancaría la piel a ese desconocido que la llevaba quien sabe a dónde.__ ¡Bájame, animal! - lo golpeó. - ¡Idiota, que me bajes! ¡Cuando mi...__ Joseph, no creo que esta sea la forma. - lo alcanzó Sara al ver que todos tenían los ojos puestos en el novio que llevaba a una mujer gritando en el hombro.__ No me interesa si es el modo. Sí sigo escuchando lo que dice me volveré loco de verdad. - pasó a lado de sus padres que iban entrando.__ Hola, la boda se cancela. - dijo pasando de largo.Ni les dio tiempo de asimilar lo dicho por su hijo cuando el rostro de Keyla quedó frente a ellos.__ Esa es...__ ¿Keyla? - preguntó Aarón al verla fugazmente mientras los invitados estaban pendientes de que aquél hombre de dos metros llevaba a una de las encargadas del banquete, como una muñequita diminuta que por más que lo golpeaba este ni se inmutó.__ Joseph, espera la vas a lastimar, no seas...__ ¡Joseph! - gritó la novia atrás de él. - ¿Que estás haciendo? Es nuestra boda y me estás dejando en ridículo.__ Será su funeral si no me baja. - dijo Keyla tomando uno de los cuchillos de cocina que llevaba quien pasó a lado suyo. - ¡Bájame, bestia! ¡Auxilio, me están secuestrando! ¡Llamen a la policía, me están secuestrando!__ Igual de gritona y exagerada como te recuerdo, pequeña. - le dijo Joseph en tanto ella levantó la mano dispuesta a clavarle el cuchillo, a tiempo que el mafioso la bajó, arrebatándolo de sus manos de un tirón, cortando su piel en el proceso, pero sin importarle menos. - Haremos algo, Keyla. - propuso. - Te calmas o te calmo yo. Si no me recuerda tu mente, con unos cuantos azotes veremos si tú cuerpo no lo hace.Ella abrió la boca un par de veces. ¿Como se atrevía a hablarle de esa forma?__ ¿Que? ¡No, no te...Fue puesta en el hombro de nuevo, sintió una palmada en su trasero que la dejó sin habla.__ Traigan el put0 auto. - dispuso Joseph al consejero que quedó con la misma cara que todos los Crown que los veían. - ¡Rápido, carajo!El tipo lo hizo lo más veloz que sus pies se lo permitieron, entregando las llaves mientras Keyla golpeó a Joseph con sus puños, en tanto este le sostuvo el último.__ Estoy pensando en qué hacer para entender esta mierd@, asi que deja de golpearme. - la centró. - ¿Subes sola o te subo?__ No voy a...__ No voy a hacerte daño ¿lo entiendes? - su mirada suplicó por un sí, aunque también lanzó una frialdad en esa pregunta que tensó por completo a la chica. - ¿Lo comprendes?¿Que debía decirle? Sí mentía no sabía que iba a pasar, vio a cada lado, si lograba llegar al auto, se podría encerrar en este y encenderlo antes de ser alcanzada por el loco que tenía frente a ella.Sí se metía lo iba a atropellar. No le importaba, total nadie la quiso ayudar al verla ser raptada.__ ¿Confías en mí? - le preguntó Joseph con cuidado. Ella sonrió, lo miró con esa ternura que le dió la última vez cuando se vieron años antes.__ Sí. - dijo con suavidad. Joseph suspiró, quedandose a medias cuando sintió su entrepierna ser impactada por un rodillazo de Keyla, quien no esperó más para correr lejos de él, en lo que este la maldijo al verla tan caótica como siempre.Apretó los dientes con enojo y comenzó a dar pasos más grandes para ir por ella, Keyla por su parte miró hacia atrás para ver qué debía apresurarse a sacar las llaves antes de llegar al auto. No lo vió más de un momento a otro y para cuándo se dió la vuelta, chocó contra el pecho de alguien, siendo tan fuerte el golpe que cayó sobre su trasero, tan fuerte que se quejó del dolor.Un poco aturdida elevó la mirada, solo para encontrar ese par de ojos llenos de un enojo contra ella que le dio temor y a la vez...Su corazón comenzó a palpitar tan estrepitosamente que lo escuchó en sus oídos. Era gigante desde donde ella lo veía. Con la mandíbula marcada, barba decorando su barbilla y unos penetrantes ojos que le robaron el aliento.Se inclinó y por alguna razón no se movió.__ Lo quise hacer por las buenas, Keyla. - dijo Joseph. - Pero no me dejas más alternativas.__ Es que no...Tiró de su brazo y la subió a su hombro como si fuera algo tan poco pesado que no le dió problemas para cargarla.__ ¿Por las buenas o las malas? - preguntó una vez más. - Las malas implica que si no dejas dejas la pataleta, además de azotarte el cul0, voy a amarrarte en el asiento del auto y me tendrás que escuchar y responder lo que pregunte. Y tengo métodos que harán que hables.Ese tipo estaba loco, pero si se resistía ¿que podía salir de ahí? ¿La mataría?No, ni pensarlo. No podía permitir que la mataran, ella tenía a... Él la necesitaba, no podía dejarlo solo. Lo peor del caso era que... ese par de ojos amarillos que su secuestrador eran los que veía todos los días al despertar con...__ Por las buenas. - accedió. Fue puesta en el suelo y su respiración se cortó. - No voy a correr, lo juro.Joseph dudó en si lo haría, pero no le dejó espacio para hacerlo, dándole la oportunidad para entrar al auto por sí sola. En tanto Nadia estaba histérica, pidiendo que los detuvieran.__ Es mi boda. Nadie se puede llevar a mi novio. - dijo enviando a los hombres de su padre por este, en tanto Joseph cerró la puerta del auto, dándose la vuelta con un arma en la mano que puso entre ceja y ceja del primero de ellos.__ Ponme una mano encima y te vuelo el cerebro. - soltó amenazante, paralizando a todos al ver la determinación de acabar con la vida de quién se interpusiera en su camino, mientras Keyla sintió su sangre volviéndose hielo.Era un hombre desquiciado. Tenía que escapar de él a como diera lugar. Llamar a su...Salió de la propiedad con rumbo desconocido, pero con la cabeza centrada en saber porqué ella no lo recordaba, pero sobre todo, ¿porqué le mintieron todos esos años?La razón no la entendía, por más que analizó la situación en su mente, para Joseph no hubo más respuestas que solo lo que un ser egoísta podía hacer. Pero las palabras del padre de Keyla aún le causaban esa fisura en su pecho, aún tenían un poder extraño que ella también percibió al verlo apretar los dedos en el volante.Miró a la mujer a su lado y aunque claramente tenía algunas diferencias en su físico, era ella. Era la misma chica que le hacía problema por todo años atrás. No, en realidad estaba más hermosa. Algo distinto pero no supo qué, solo que su belleza era mucha más. Su corazón se aceleró, pero había algo peligroso en ello que creyó extinto y ahora...__ ¿Vamos a algún lado en especial? - se atrevió a preguntar, sacándolo de su ensimismamiento. Este aclaró su voz. __ ¿Alguno que creas sea especial? - preguntó él. __ No sé. Yo voy a los parques, son más...__ Naturales. - completó Joseph por ella, la chica giró a verlo y no entendió cómo supo lo que diría. No podía leer m
Keyla se vió confundida ante lo que sentía, pero continuó el beso que le dió un tipo de placer al sentirse tan deseada por ese hombre gigante que perdió el control de sus acciones, siendo ella quien profundizó aún más el beso. La lengua del mafioso entró a su cavidad y ella gimió contra su boca al tiempo que Joseph la elevó con un solo brazo para tenerla como tanto deseó. Su Keyla, esa era su Keyla. Ese beso era suyo. Como tantos que hubieron antes. Necesitado. Urgido y lleno de esa sensación de tener el mundo en una sola mano. De un momento a otro la chica cayó en cuenta de lo que sucedía y se alejó de inmediato. Sus ojos se explayaron con rapidez y su voz se perdió. __ ¿Ves? - le dijo Joseph. - Tu cuerpo sabe quién soy. __ No, esto solo...fue un impulso. - se defendió haciendo que la bajara, viendo que estaba a su altura y eso la asustó. - Solo una reacción del...__ ¿Porqué te cuesta entenderlo? Tú cuerpo lo siente, tu corazón te lo grita y tú ya crees que algo está mal con e
Joseph no dejó de verla durante el trayecto que ambos hicieron dentro del auto, ella le dió una dirección y este tenía motivos muy grandes para no desear llegar rápido.¿La dejaría ahí? No quería separarse de ella, sintió que podía perderla de nuevo, por ello frenó antes de llegar a la propiedad señalada.__ ¿Porque confías en mí? - le preguntó en cuanto el vehículo se detuvo. - Puedo estar diciendo mentiras, pero tú me llevas directo a tu casa. Keyla entendió la desconfianza. Pero aunque para él era una duda, en ella se volvió todo lo que cubrió su cabeza.__ ¿Que tanto confié en tí antes? - esperó una respuesta positiva, una sin tantas vueltas. __ Nunca confiaste en mí. - Joseph miró al frente, con esa mirada profunda pasando el camino que tenía frente a él. - Y no sabes cuánta razón tenía para no hacerlo. __ ¿Me estás diciendo que desconfíe? - cuestionó con incredulidad. - ¿No debería ser al contrario? __ Volverte a ver revolucionó todo, Keyla. - contestó el mafioso. - No piens
«Mami»La palabra retumbó en el pecho de Joseph, golpeó de una forma que nunca antes creyó probar. «Mami» El niño movió su rostro y sus ojos amarillos impactaron contra los del mafioso que lo vio una segunda vez y ese orificio comenzó a sangrar en su pecho. __ Baja la jodida arma. - dijo Samuel con el brazo firme en contra del hombre que sostenía a su suegro. - Una vez más por si no...__ ¿Mami? - preguntó del mismo modo, sin darle importancia a ser el objetivo de todos ellos. - Keyla...__ Keyla, vete a la habitación. - ordenó el Comisionado con severidad. __ No le dispares. - suplicó ella. Pero no le pusieron el alías de "el lobo" por nada. __ Vete a la habitación. - para Joseph ver cómo esta le dió una última mirada fue como la confirmación que necesitó para terminar de maldecir a todos porque tuvo que darse cuenta que siempre tuvo su jodido y se lo dejó quitar. __ No me iré. Déjalo ir primero. - contestó ella con firmeza. __ ¿Me estás desafiando? - le preguntó incrédulo, pue
El auto salió de la propiedad mientras la oscuridad comenzó a caer, Keyla vio la ventana mientras su hijo quería saber porqué se mudarían de nuevo.Una pregunta que ella no pudo responder ya que desde que tenía memoria su padre se encargó de decirle que ella era la hija perfecta, algo que ella quiso mantener así. No hacer preguntas, su madre seguía de viaje, pues según ella era la única forma de mantenerse cuerda. Pero había un rechazo para su hijo en sus gestos.Imaginó que era porque le llamara abuela, porque la relación con su yerno era incluso mejor que la suya. Miró por el retrovisor y ya no supo que pasaría. Ni siquiera podía decir que si la llamaba Linda White, su madre respondería. Así que no podía decir que ella despejaría sus dudas. Joseph por su parte entró a territorio impregnado de cámaras de vigilancia, estas se activaban con el movimiento, así que tuvo que hacer uso de algunos bloqueadores para poder hacerlo.No necesitaba de más que su deducción para saber cuál era l
__ Hola, Mateo. - saludó Joseph con una sonrisa cálida hacia el pequeño que su madre llevó a su pecho. __ Hola. - respondió el pequeño como si nada. - ¿Él vendrá con nosotros? __ No, campeón. Ustedes vendrán conmigo. - aclaró el mafioso para él, mientras Keyla lo acribilló con los ojos. - Bueno, eso sí no muero en el intento. La chica quiso golpearlo al verlo tomar todo con humor.__ ¿Tienes sangre en las manos? - preguntó el niño con los ojos fijos en ese sitio. __ ¿Te da miedo? - preguntó y este negó levemente. - Pero no lo es, solo quise pintar un poco y se derramó todo. __ A mí me gusta pintar. - dijo el niño siendo muy abierto con sus emociones para Joseph. - Traje acuarelas para terminar de pintar. Como si fuera un día o momento adecuado el niño no prestó atención al llamado de su madre y solo se concentró en mostrarle a Joseph lo que había hecho. El hombre se puso de cuclillas y tomó el cuadro donde el niño tenía líneas disparejas con distintos tonos, al principio creyó q
Gálata Zurbriggen entró al edificio donde sabía habían hecho todos los cambios que solicitó antes de aceptar. Todo el equipo que necesitaba estaba en el piso superior de esa edificación. Revisó que cada uno estuviera en perfectas condiciones, anotando en su tablero lo que iba a usar en cuanto llegara la paciente que le dijeron necesitaba de sus servicios. Braulio miró la hora y pensó que estaban tardando mucho, pero no pasó ni cinco minutos para que las puertas del elevador se abrieran dejando ver a Keyla, quien caminó a la par de Joseph y su hijo, de quién no iba a separarse. Vieron al hombre que estaba de pie con la mirada en el reloj y sintió que lo había visto en algún otro lugar. Con tanto para descubrir, sabía que no tardaría en saber si era o no cierto lo que pensó. Muy acertado, pues la sorpresa que vio en él le confirmó que la conocía. __ Sé lo que ocurre. - dijo manteniendo su distancia. - Pero quiero que sepas que me llena de alegría saber que estás aquí. - puso sus ma
Keyla se reprochó el haberlo hecho, pues se suponía que ella tenía un esposo al cual se le dijo debía respetar tanto como para no pensar en nadie más, pero no podía negar que ese beso representó un antes y un después en ella. Sintió la adrenalina del momento, como podía contar con que Joseph la seguiría en sus acciones. Como si el actuar suyo, fuera el motor del mafioso. Pero nada alejado de la realidad. Para Joseph ver la versión de Keyla que lo reclamó como si fuera de su pertenencia, le causó dilemas claramente porque no era de gustarle dar escenas tan faltas de...pero no negó que la fascinación por ella creció. Esa era la Keyla que le importaba poco el resto del mundo con tal de obtener lo suyo y él disfrutaba ver de primera mano que fuera así. __ Los Duque quieren una reunión conmigo. - dijo Leonardo llegando a su despacho. - ¿Sabes que buscan ahora? Joseph soltó un bufido.__ De seguro joder con lo de la niña esa. - respondió sin más. - Justo era esa la razón por la que no