Capítulo 36

Rudolph jaló una silla y se sentó. Estaba con mejor semblante, sonriente, haciendo bromas como siempre. Su mirada no dejaba de fulgurar, rindiéndome a su encanto y magia.

-¿Sabías que Satanás anda muy molesto por estos días?-, me dijo mirándome y sonriendo con los ojos.

-¿Satanás molesto?, ¿Por qué?-, me extrañé rascando mis pelos.

-Porque su vida allá es un infierno ja ja ja-, estalló en risotadas. Contagiada también rompí en carcajadas.

Hablamos de muchas cosas, del clima y del fútbol, le conté que quería comprarme una nueva cocina y le dije que con Alondra nos iba de maravillas en la agencia, con muchos contratos. Después de un rato de cuchicheos, él, después de sorber largo rato, su café, me miró cauto.

-Catalina sufrió mucho por la muerte de Jeremy, ella no lo mató él, tampoco me baleó ni ordenó que me asesinaran-, me dijo resoluto y convencido. Estaba enterado que yo había ido a la casa de los Darrow.

-Tú lo sabes todo-, no me sorprendí, sin embargo.

-Es la vent
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