Edith:
Dicen que las mentiras tienen patas cortas, supongo que las mías intentaron dar pasos de bebé, pero como todo bebé debe crecer y justo ahora, era un adolescente hormonal y rebelde, o quizás es que todas aquellas mentiras que había tejido a mi alrededor por fin decidían hacer acto de presencia, supongo que mentir siempre es peligroso por muy justificado que pensemos que es.
- ¿Has visto las noticias? ‒cada que Rose decía eso temblaba, no sabía que más podía pasar.
- Dilo de una Rose, no puede irme peor ‒trago saliva, Dee me había informado que puso un comunicado en mis redes sociales y lo envío a algunos noticieros con la esperanza de que no fuera tan fuerte el impacto, la rueda de prensa está programada para las ocho de este día.
- Henderson se retractó de las acusaciones ‒alzo la cabeza como un resorte, tomo la tablet y comienzo a leer, no decía nada que no supiera, ese hombre me aborrecía desde que lo puse en su lugar hace unos años, jamás nadie lo había enfrentado y claro que su orgullo fue herido, desde entonces buscaba cualquier cosa para hacerme quedar mal.
Escucho el timbre de la puerta y me pregunto si será Dee o alguien más, para mi sorpresa, no es nadie más y nadie menos que Ancel, lucía imperturbable y por alguna razón, algo dentro de mí me dijo que él había sido el responsable del cambio de Henderson.
- ¿Llego en mal momento? ‒pasa la vista de Rose a mí y viceversa, niego.
- No, Rose me mostraba las noticias ‒ella asiente, se disculpa antes de salir de la sala‒. ¿Qué hiciste Ancel? Dijiste hace unas horas que lo solucionarías y pasó esto ‒me pongo de pie, mi estómago aún se retorcía por la zozobra.
- Tengo algunos amigos en el medio, ese hombre está acabado dentro de la industria, las personas correctas pueden presionar ‒se encoje de hombros, había algo en su mirada que me decía que había algo más, pero si debía ser sincera, no me importaba, lo único que quería es que mi hijo quedara fuera de todo este drama.
- No sé qué hiciste Ancel, pero no me importa, gracias ‒me dejo caer en el sillón aliviada, había estado tan nerviosa, sabía que no era todo y que aún faltaba, pero estando Henderson fuera de juego, sería mucho más fácil sin el temor de que rebuscara y expusiera más cosas y hechos de mi vida, sobre todo temía que se filtrara lo de Brassen y por consiguiente, que él lo supiera.
- Edith ‒lo veo ponerse de rodillas frente a mí, sus ojos estaban cargados de una intensidad que me abrumaba, y no de una mala manera si es que eso tenía algún sentido‒, nadie se mete con los míos, y tú, mi preciosa čaraŭnica ‒me estremezco al oírlo llamarme así, no tenía ni idea de que significaba pero parecía ser algo bueno, al menos quería creer eso‒, lo eres, después de todo, somos socios ‒me dedica una sonrisa coqueta y siento mi cara ponerse roja al instante, Dios mío, ahora estaba nerviosa por otra razón, ¿cómo era posible que este hombre lograra que mi mundo y dicho sea de paso, mis hormonas; se alborotaran así? Supongo que en parte era por todo lo que habíamos compartido esos tres días, pero otra parte de mí sabía que había algo en él que me atraía como una polilla a la luz.
- Perdonen la intromisión ‒mi burbuja se rompe al oír la voz de Noud, me giro para saludarlo y veo como Ancel se pone de pie‒, pero vi las noticias y quería saber si las viste ‒a pesar de hablarme a mí, su vista estaba en Ancel, había una especie de comunicación no verbal, una en la que no iba a hondar porque ya tenía suficiente en mi plato.
- Sí, eso ayudará mucho hoy en la rueda de prensa, gracias por la preocupación Noud ‒le dedico una pequeña sonrisa, él asiente pero no me mira, hombres al fin de cuentas, ¿verdad?
A eso de las ocho había ido a la rueda de prensa, tenía todo listo y me había arreglado, doy varias respiraciones para calmarme.
- Buenas noches a todos, les agradezco su presencia con tan poca anticipación ‒los periodistas se veían ansiosos por comenzar a hacer preguntas, y no era para menos, mi vida pública había estado fuera de cualquier tipo de escándalo, entonces imagina iniciar con algo así, todos estaban impactados.
- Sé que tienen muchas preguntas, pero me gustaría relatarles todo antes de que las hagan, intentaré responder en la medida de lo posible ‒todos esperan impacientes‒. Es verdad que hace poco adopté a un niño, pero es falso que se lo quite a sus padres de una manera deshonesta, todo se hizo conforme a la ley y tengo las pruebas para ello ‒veo las luces de las cámaras comenzar a saltar‒. A mi hijo lo conocí un día en el parque, estaba en malas condiciones y lo lleve a casa, era tan pequeño e indefenso que tan pronto como lo cargue, supe que tenía que adoptarlo, sin embargo, recurrí a las autoridades competentes para la investigación y así se hizo, dos trabajadores sociales estuvieron al pendiente, el señor William Patel, junto al doctor Mateo Villa, de los cuales tengo su consentimiento para nombrarlos; ellos corroboraron que mi hijo sufría de negligencia y maltrato infantil, la señora Ana Guzmán, la trabajadora social encargada de acudir a mi domicilio, corroboró que era adecuado para la crianza de un niño, es así que con todas las pruebas recaudadas, es que la jueza, Ava Green, me concedió la guardia y custodia de mi hijo ‒había mostrado las hojas que avalaban aquello, siempre cubriendo el nombre de mi hijo y el mío, así como cualquier dato importante‒. Se me permitió fungir como hogar de acogida, hice el proceso y tras la evaluación de la psicóloga Natalie Grayson, se estimó conveniente que mi hijo se quedara a mi cuidado durante el proceso, una forma de evitar asustarlo por los cambios y una manera de que se adaptara a mí, mi abuela, círculo cercano y la casa, de esa manera se le daría la estabilidad que se necesita ‒conforme hablaba me iba sintiendo más tranquila‒, durante meses estuve asistiendo a audiencias y haciendo todo lo que se me pidió para ser apta para la adopción, yo no le robe nada a nadie, hablamos de un ser humano pequeño e indefenso que fue dejado a su suerte, no podía dejarlo ahí, así que eso es todo ‒pronto comienzan a gritar preguntas, señalo a cada uno para comenzar a responder, quizás unas cuantas no las había respondido pero eso involucraría revelar sobre Bras o mi nombre de verdad, pero como siempre, la verdad busca salir de una u otra forma.
Duncan:
Estaba muy sorprendido cuando el escándalo de Odessa estalló, Jane, por el contrario estaba feliz de que la estuviera pasando mal, había muchos comentarios negativos al respecto, también estaban los de sus fans que la apoyaban y la defendían.
Cuando la rueda de prensa tuvo lugar claro que estaba viendo, y entonces algo llamó mi atención, cuando ella presentó el documento emitido por la jueza, al final vi algo muy conocido, su nombre y otros datos estaban borrosos, pero no la firma, eso hizo mi corazón saltar, era muy familiar.
Pauso el video y me apresuro a buscar en la caja fuerte el único documento que me quedaba de ella, el del acuerdo de divorcio, había visto aquel trazo tantas veces que era imposible que no lo reconociera ahora, pero necesitaba estar seguro.
Me voy a la última página y regreso a la pantalla, amplio la imagen y coloco la hoja a su lado, mi corazón latía rápido al ver que la firma era la misma, el trazo, cada curva y letra, había una variante con el apellido, ya que usaba una G en lugar de una A, ¿podría ser que cambió su apellido? Eso explicaría porque no puedo encontrarla y parece que la tierra se la trago.
Pero, ¿qué apellido podría haber utilizado? O sea, pudo ser cualquiera que iniciara con G, me rasco la cabeza, parecía que llegaba al fondo otra vez.
- Su abuela ‒pienso de repente, ¿cuál era el apellido de esa mujer? Obvio que Astor cuando se casó, ya que los padres de Edith usaban ese por el padre de ella, pero seguro que tenía un apellido de soltera.
Busco entre los documentos de mi abuelo toda la información que tenía sobre Elaine Astor, lo había guardado por puro sentimentalismo, pero ahora me alegraba mucho por eso.
Comienzo a buscar el documento con la información y casi quiero gritar cuando veo lo que tanto buscaba.
Nombre: Elaine.
Apellido de casada: Astor.
Apellido de soltera: Gastrell.
Comienzo a reír de la pura felicidad, ahora tenía la certeza de que Odessa Abney era en realidad Edith Astor, por fin la había encontrado.
Saco mi teléfono y busco el contacto de Odessa, lo había conseguido de cuando trabajamos juntos, no iba a llamarla pero sí que podía dejarle un mensaje.
«No puedes huir más de mí, Edith Gastrell, al fin te he descubierto.» Presionó enviar y espero, al fin podría hacer las cosas bien con ella, no me importaría divorciarme de Jane y mostrarle que era un hombre diferente, que era mejor y podría ser lo que ella y ese pequeño necesitaba.
Edith:Tras la conferencia había creído que todo se calmaría, de hecho la opinión pública había cambiado tras lo que dije y lo que ese imbécil público después, como había tergiversado todo para hacerme quedar en mal, eso hasta que vi el mensaje que me llegó al teléfono que usaba como Odessa, en ese momento estaba en la casa y me desplomé nada más leer, mi corazón latía rápido y sabía lo que era, un ataque de pánico.«No puedes huir más de mí, Edith Gastrell, al fin te he descubierto.» Sabía de quién era el número, no lo había cambiado en todos estos años, cuando estuvimos juntos lo había memorizado, así que no lo había olvidado. La pregunta que no dejaba de rondar en mi cabeza era: ¿cómo? Me apresuro a buscar las imágenes de la rueda de prensa, reviso cada detalle y no puedo encontrar nada que haya revelado mi identidad, ¿y sí estaba lanzando acusaciones al aire para ver si caía? Pero había escrito Gastrell y no Astor, nadie salvo Ancel, Noud y algunas personas del registro sabían mi
Ancel:Jacob me había informado sobre el encuentro entre Edith y Duncan, no sabía porque la reunión y sobre todo, porque no como Odessa si se supone que esos dos no se conocen, quería ir y preguntarle pero eso me expondría como un acosador, que sí lo era, pero no podía decirlo y mucho menos, mostrarlo.La cuestión es que ella no me lo diría por voluntad propia, así que Jacob intentaría obtener un poco más de información.Tamborileaba los dedos en el escritorio cuando una notificación llamó mi atención, al parecer ese grupo que le gustaba tendría un concierto pronto, sin pensar mucho en lo que hacía busco el sitio de venta, compraría todo un palco ya que el lugar lo tenía, sería el mejor lugar sin duda, quería ver su cara de felicidad cuando se lo dijera.Edith:Había transcurrido un mes en relativa calma, Duncan mandaba mensajes de vez en cuando, no lo había bloqueado por temor a que en represalia dijera algo o me buscara en mi trabajo, no le había respondido tampoco.Salgo de mi ensi
Ancel:Sin duda Edith era una caja de sorpresas, jamás hubiese creído que le gustaba ese tipo de música, pero había cantado y bailado desde el momento uno, parecía feliz y al parecer, todos nos habíamos contagiado de esa energía.Nos habíamos subido todos a la camioneta, incluso Noud nos había acompañado, esta vez le había pedido al chófer que se fuera ya que manejaría.- Gracias a todos ‒se había sentado en el asiento del copiloto, se había girado para vernos, sus ojos se veían un poco húmedos‒, siempre quise ir a un concierto de ellos con amigos y ahora lo cumplí, incluso pude subir al escenario ‒se remueve emocionada, nadie aquí sabía nada de su pasado, sabía que con unas llamadas lo sabría, pero no quería saberlo de esa manera.- Ha sido muy divertido, vayamos a otro todos juntos ‒dice Omar y su esposa asiente. Edith les dedica una gran sonrisa, se gira para encender la radio, kiss a girl suena.- Además de Rosie, mi esposa y Edith, el resto hemos besado a una chica ‒dice Omar y a
Odessa:Me habían invitado al evento más grande de moda, no como modelo pero si como espectadora, me permitían llevar a una acompañante, lo hable con Rose y ella estuvo de acuerdo en que era Monique la que debía asistir, estaba por demás decir lo emocionada que estaba.- Aun no puedo creer que vaya a ir ‒rio bajo por su emoción. Íbamos en primera clase, al parecer él también había sido invitado, nos había ofrecido viajar en jet privado pero me había negado, así que se dispuso a viajar en primera clase con nosotras, por lo regular viajaba en clase turista pero como no iba a viajar como Edith, era mejor así.- Pues créelo, porque está pasando y te lo mereces ‒se deja caer, estaba tan feliz que no veía nada más, y por eso me refería a las miradas coquetas de Ancel y mi nerviosismo, además de nosotros tres había cerca de cinco pasajeros más, así que era bueno ya que evitaba que cayera en tentación.Cuando bajamos del avión, una camioneta ya nos esperaba, había visto algunos reporteros y s
Edith:Había vuelto tras terminar de filmar y caído muerta en la cama, por suerte lo último que haría sería la promoción de la película Firewall: operación eclipse.Cuando me desperté me encontré con mi madre en la cocina, estaba preparando algo delicioso, algo que hacía cuando era niña. No todo había sido malo, tenía algunos buenos recuerdos de niña, la cosa fue cuando fui adolescente.La terapia había ayudado mucho, descubrimos en qué punto todo se fue al carajo, el momento en que mi padre se llenó de ambición y mi madre cayó en las redes de la religión, pude entender un poco pero eso no quería decir que los justificara por haberme hecho sentir que sólo era un medio para un fin. Ellos estaban muy arrepentidos, habíamos ido lento hasta tener una relación decente, sin embargo, con mis hijos había sido diferente, ellos lo habían aceptado más fácil y querían mucho a sus abuelos, sobre todo Luc estaba feliz de que su familia fuese más grande y tuviera más abuelos, supongo que por ese lad
Edith:Durante el mes que esos dos no estuvieron cerca, me centré en pasar tiempo con mi familia, también en salir con Rose y Monique como simples mortales, fue una de esas tardes, que tras llegar, descubrí que mi madre junto a mis hijos veían una serie de televisión.- Mamá, esa serie no es apropiada para los niños ‒me había parado a un lado del sillón donde estaban sentados, mis puños en mi cadera, los veía con seriedad.- Hay hija, pero es muy entretenida y cuando pasa algo feo ellos se cubren los ojos ‒suspiro, mis pequeños me veían con cara de indefensión que derretía mi corazón.- Mamá, la dama de las almas perdidas no es para niños, ustedes no pueden ver eso, vayan arriba ‒hacen un puchero pero obedecen.- Mami ‒me giro a las voz de Luc‒, Bras dijo que te pidió ser espía y se lo cumpliste, ¿tú podrías ser una detective ahora? ‒una gran y tonta sonrisa se forma en mis labios.- Veré que puedo hacer amor ‒él asiente feliz antes de correr escaleras arriba. Saco mi teléfono y le en
Edith:El mensaje de mi madre me había puesto un poco nerviosa, pero esperaba que no hiciera gran escándalo, de hecho contaba con ello ya que esa mujer me había odiado desde el día uno y no le interesaría por ningún medio que su hijo supiese de mí, lástima que estuviese tan equivocada al respecto, porque mientras revisaba la información que Rose me había enviado para la promoción de la última película, un mensaje de Duncan puso mi mundo de cabeza.¿Puedes decirme porque ocultaste a mi hijo? Tomo unas cuantas respiraciones antes de responderle.No es tu hijo Duncan, no seas ridículo. Esperaba que con eso me dejase tranquila, supongo que pecaba de ingenua.Claro que lo es, es idéntico a mí. Mi primera reacción es rodar los ojos y enviarle ese emoji, pero para evitar que se haga más grande, decido responderle.Son rasgos comunes Duncan, no eres el padre, no insistas. Sin ganas de seguir con esta discusión sin sentido, decido bloquearlo.Le mando mensaje a mi abogada, era mejor estar prev
Duncan:Me había quedado aturdido tras todo aquello, sin duda mi memoria tenía otros datos, eso hasta que me puse a recordar con detenimiento y para mi horror, me di cuenta que tenía razón, yo era una maldita bestia que la tomaba cuando Jane me hacía enojar, era como una venganza ya que le hacía saber que estaba con Edith.- Señor Miller, debemos entrar ‒el abogado me sacude suave, asiento y camino de manera mecánica al interior, nos indican donde debemos sentarnos y así hacemos.- Buenos días señor Miller, señorita Gastrell ‒ambos le devolvemos el saludo‒. Bien, están aquí por una reclamación de paternidad de parte del señor Miller hacia el menor Brassen Gastrell, ¿es correcto? ‒ambos decimos que sí‒. Señor Miller, ¿en qué se basa para solicitar la prueba de paternidad con el menor? ‒me mira atento.- Verá su señoría, hace siete años que nos divorciamos y el niño tiene esa edad, además de que tiene el cabello y ojos negros como yo ‒lo veo alzar una ceja.- Señorita Gastrell, ¿qué tie