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Sueño adolescente 2

Ancel:

Jacob me había informado sobre el encuentro entre Edith y Duncan, no sabía porque la reunión y sobre todo, porque no como Odessa si se supone que esos dos no se conocen, quería ir y preguntarle pero eso me expondría como un acosador, que sí lo era, pero no podía decirlo y mucho menos, mostrarlo.

La cuestión es que ella no me lo diría por voluntad propia, así que Jacob intentaría obtener un poco más de información.

Tamborileaba los dedos en el escritorio cuando una notificación llamó mi atención, al parecer ese grupo que le gustaba tendría un concierto pronto, sin pensar mucho en lo que hacía busco el sitio de venta, compraría todo un palco ya que el lugar lo tenía, sería el mejor lugar sin duda, quería ver su cara de felicidad cuando se lo dijera.

Edith:

Había transcurrido un mes en relativa calma, Duncan mandaba mensajes de vez en cuando, no lo había bloqueado por temor a que en represalia dijera algo o me buscara en mi trabajo, no le había respondido tampoco.

Salgo de mi ensimismamiento al oír el timbre, era temprano aun así que Bras estaba en la escuela y Luc en la guardería, había hablado con el lugar y me aseguraron que mantendrían todo seguro y en secreto, así llevaba a mi pequeño cubierto y no se quitaba el gorro y el cubrebocas hasta que estaba adentro, quizás era paranoico de mi parte pero no me iba a arriesgar.

- Hola ‒miro con sorpresa a Noud y Ancel parados en la puerta nada más abrir, parecían muy incómodos uno al lado del otro, además era cómico ya que mi entrada era algo angosta y estaban un poco apretados en el espacio‒, pasen ‒me muevo y ambos entran, Noud primero gracias a la cortesía de Ancel.

- Quería saber ‒alzo una ceja cuando los dos hablan al mismo tiempo, quería reírme pero por sus caras, sabía que no debía hacerlo.

- ¿Querían saber? ‒muerdo mi labio escondiendo una sonrisa burlona.

- Si quisieras ir al concierto de Måneskin conmigo ‒suelta primero Noud.

- También quería invitarte, sólo que yo tengo un palco muy cerca del escenario ‒Noud se gira a verlo y ambos parecían estar en una competencia de miradas.

- Les agradezco mucho, pero de hecho Damiano me envío una invitación personal y otra para Rose, pero podemos ir todos juntos ‒sus caras de decepción habían sido tan tiernas que eso fue lo único que se me ocurrió.

- Sí, claro ‒dicen al unísono, esta vez no puedo evitar reír.

- Me gustaría tomar tu oferta del palco, quiero ir como Edith, si no te genera ninguna molestia Ancel, me encargaría de hacérselo saber al agente de Damiano ‒él asiente feliz.

- Si tienen entradas extras, ¿podría invitar a Omar y Lilia? Sería genial ir todos ‒me sentía como una adolescente que iría al concierto de su banda favorita junto a sus amigos, sin duda era la persona más afortunada del mundo.

- Claro, no tengo problema en ceder el boleto ‒niego, se las pagaría, no era muy seguro que pudieran venir así que pensamos que si al final podían, le pediríamos el favor a Damiano, y resulta que al final si podrían acompañarme, pero era una suerte que tuvieran entradas extras.

- Te lo pagaré, no digas que no ‒lo miro dejando en claro que eso no está a discusión, asiente tras suspirar, ya me había visto antes así con Bras y Luc, así que sabía que era en vano discutir.

El concierto sería dentro de un mes, así que adelante escenas que me quedaban para así tener tiempo y poder desvelarme a gusto, Katy era muy comprensiva, no sólo ahora, si no con lo que había pasado antes, supongo que porque ella tenía hijos y odiaría que algo les pasara.

Cuando el día llegó estaba muy emocionada, había preparado la peluca y otra ropa, sabía que necesitaría a Odessa.

Por mi parte iría con un pantalón de mezclilla estilo pitillo rotos de uno de los muslos y de la rodilla contraria. Una camiseta de Apocalyptica, una banda que me encantaba, abajo usaba un top ya que la camiseta que usaría como Odessa tenía algunas roturas por enfrente, después de todo, imponía moda.

Me pongo unos cómodos converse y me trenzo el cabello, pongo un poco de labial morado y me delineo los ojos en forma de gato, sonrío ante el espejo, me veía fabulosa.

- Mami, el amigo Ancel llegó ‒escucho a Bras, me giro y beso su mejilla dejando marcado el beso.

- Gracias mi amor ‒pronto se acerca Luc y hago lo mismo‒, mis amores preciosos, ¿ya les dije cuánto los amo? ‒ellos niegan sonriendo‒, pues los amo mucho, los amo la cantidad de estrellas del universo ‒vuelvo a besarlos.

- Esas son muchas estellas mami ‒dice Luc riendo.

- Así de mucho los amo, nunca lo olviden ‒ambos asienten, tomo la chamarra de mezclilla junto a la maleta antes de salir de mi habitación‒. Pórtense bien con la abuela y no duerman tarde ‒indico mientras bajamos las escaleras.

- Sí mami ‒dicen al mismo tiempo.

- No pueden ver la televisión hasta muy tarde, deben cepillar sus dientes y agradecer por el día ‒Ancel alza la vista de su teléfono y tengo que usar toda mi fuerza de voluntad para no babear, el pensamiento de que hasta un costal de papas le quedaría bien no era una exageración, usaba unos vaqueros azules, una camiseta negra y unas vans blancas, y aun así parecía un jodido modelo. Sin duda resaltaba su cabello rubio y largo peinado hacia atrás y los tatuajes en su brazo izquierdo, pero sobre todo, sus preciosos ojos azules que parecían ver a través de mi alma, hacía que me temblaran las rodillas, sobre todo porque sabía lo que había debajo de esa ropa.

- Deberías dejarlos dormir un poco tarde hoy, mañana no hay clase ‒me sonríe de una manera que no podría describir, sólo conseguía que algo dentro de mi estómago se revolviera y no de una mala manera.

- ¿Podemos mami? ‒ambos me miran con ojos del gato con botas, suspiro y asiento.

- Sólo hasta las once, ¿bien? ‒ambos asienten felices, aunque estaba segura que dormirían antes. Los lleno de besos antes de salir de la casa, subo a la camioneta de Ancel tras saludar a Leonard, el chófer designado.

- ¿Y esa maleta? ‒pregunta una vez hemos iniciado el viaje para recoger a Rose, después iríamos por Lilia y Omar, Noud llegaría ahí.

- Cosas de Odessa ‒me encojo de hombros.

- Sabes, hay una cosa que les envidio a tus hijos ‒me giro a verlo extrañada‒, el labial morado que quedó en sus mejillas, aunque yo lo quisiera en otros lados ‒dice en tono coqueto, siento que mi cara se pone roja.

- Que cosas dices ‒golpeo suave su brazo, chillo cuando me jala con suavidad haciéndome sentar en sus piernas.

- La verdad ‒toma mi rostro suave y me besa, es lento y sensual, se tomaba su tiempo para enloquecerme. Su lengua se abre camino dentro de mi boca y santo Dios, una vez más me demostraba lo bueno que era usando su lengua.

- Estamos por llegar a la dirección ‒a desgana deja de besarme, me sonríe como si hubiese ganado algo.

- Bien ‒me deja en mi lugar‒. Espero que tu amiga no se dé cuenta de mis labios hinchados, a diferencia de ti, no puedo ocultarlos con un labial morado, uno que debes retocar ‒mi cara se pone roja, me apresuro a limpiar el labial antes de aplicar más. Ancel se limpia lo que puede pero era imposible negar que algo había pasado, me regaño de manera mental por ceder ante sus encantos, por muy placentero que sea, debe haber un límite.

- Gracias ‒escucho decir a Rose mientras se sube, Leonard le responde de nada antes de cerrar la puerta‒. Señor Ancel, gracias por recogerme ‒la mirada de Rose pasa de él a mí y juro que podía leer su mente, nada se le escapaba a esta mujer, por eso era una excelente asistente/manager, pero no era bueno para mí en este momento.

- Bueno, vamos al mismo lugar y queda de paso, sería una descortesía no hacerlo ‒ella asiente sonriendo, quería que me tragara la tierra.

Después de unos minutos llegamos a la casa de Lilia y Omar, los niños se habían quedado con la madre de Omar, era una mujer muy dulce que adoraba a sus nietos, a diferencia de la madre de Lilia, digamos que no tenían una gran relación.

- Hola ‒dice Lilia nada más subir, todos le devolvemos el saludo, al final Rose se había sentado a mi lado para que ellos se sentaran de frente a nosotros.

Intentaba no hacer caso a cómo me miraba Ancel, era más que obvio para todos los presentes que algo ocurría o había ocurrido, y sólo Rose sabía que era.

Casi chillo de alegría cuando llegamos al lugar del concierto, al parecer había una entrada especial para la gente que tenía palcos o zonas VIP, agradecía por eso, y de todos modos, seguro pasaría por amiga o conocida de Ancel o incluso de Rose.

Le mandó un mensaje a Noud para decirle que ya estamos aquí, la respuesta fue que estaba a cinco minutos por lo que esperaríamos en la camioneta y así poder entrar todos.

- Después de esta película, ¿te tomaras un descanso? ‒Omar y yo estábamos hablando del último proyecto que estaba haciendo, él había aceptado el trabajo en una serie.

- Sí, al menos hasta que se inicien las grabaciones de la tercera temporada de la duquesa, siento que sería la última pero quién sabe ‒él asiente de acuerdo.

- Si todo va lo planeado, tú y yo nos vamos a casar y serás mi mujer ‒comienzo a reír como loca igual que Lilia.

- Ojalá cambiáramos cuerpos para hacer esa escena con ella ‒Lilia me guiña un ojo.

- Uy sí, las escenas de cama son la cosa más fastidiosa de todas ‒ambos asienten de acuerdo.

- Recuerdo una donde hacía un calor infernal afuera y adentro, no era mejor, lo pasé horrible, pero que le vamos a hacer ‒asiento.

- Peor Edith, ella se ríe en los momentos menos oportunos ‒le doy un codazo juguetón a Rose.

- Ni me lo recuerdes ‒niego muerta de vergüenza.

- Seguro es porque no tiene el compañero adecuado, seguro que podría sacar una buena escena con la persona correcta ‒quería golpear su precioso rostro y no por lo que dijo, sino como, maldigo para mis adentros no ser capaz de ocultar mi sonrojo.

Siento como tocan la puerta y no puedo estar más agradecida con la interrupción, Lilia y Omar me miraban con una ceja alzada y una sonrisa burlona, Dios bendito.

- Hola chicos, lamento la demora ‒suspiro de puro alivio cuando Noud abre la puerta.

- No pasa nada, vamos ‒Lilia y Omar bajan primero, luego Rose, yo y al final Ancel, quién fue tan amable de bajar mi maleta.

Entramos tras mostrar las entradas así como el acceso al palco de Ancel. El pasillo estaba bastante vacío así que caminábamos con total calma.

Uno de los asistentes nos llevó hasta el palco y al entrar, pude ver que estaba muy cerca del escenario y que la vista era increíble, estaba tan emocionada que si fuera una abeja estaría zumbando de pura alegría.

- ¿Quieren algo de beber? ‒mis amigos se habían sentado, así que los imito. Ancel pidió una botella de tequila, Lilia había pedido un refresco y Omar un agua mineral.

Tomábamos con calma, fuera de la tensión que había entre Ancel y yo, estaba disfrutando mucho de esto, mi yo adolescente estaba feliz de asistir al concierto de su banda favorita junto a sus amigos.

- No te lo creo ‒dice Rose riendo, Lilia les estaba contando la vez que Omar se puso tan nervioso al pedirle una cita que no daba una con las palabras.

- Sí, me dio tanta ternura que terminé por pedirle la cita yo, y no me arrepiento de haberle dado una oportunidad ‒Rose suspira enamorada, les sonrío con cariño, eran una pareja preciosa y los apreciaba mucho.

- Eres un bastardo suertudo ‒le guiño un ojo a Omar y este comienza a reír.

- Pero si lo soy ‒toma la mano de Lilia y la besa con amor. Cuando los veía así, me recordaba a la yo del pasado que había querido algo como eso, pero la vida se había encargado de decirme que no y bueno, era mejor así, ahora tenía a dos hombrecitos preciosos, un trabajo que amo y amigos grandiosos, por ahora esto era más que suficiente.

- No coman pan en frente de los pobres ‒dice Rose fingiendo dramatismo, no puedo evitar reír, creo que andaba algo achispada.

Me giro al escuchar que anuncian a la banda que servirá de telonera, al instante reconozco la canción, Monsoon, comienzo a mover la cabeza.

- Running through the monsoon, beyond the world, ‘til the end of time, where the rain won’t hurt, fighting the storm, into the blue and when I lose myself, I’ll think of you, together we’ll be running somewhere new… through the monsoon, just me and you ‒comienzo a cantar en voz alta.

- Eres toda una emo de closet ‒rio ante el comentario de Omar, salto y chillo al escuchar los acordes de la siguiente canción.

- Es que estos chicos si tienen cultura ‒comienzo a cantar One way or another. A esa le sigue Zombie‒. Un clásico ‒durante todo mi matrimonio tuve que escuchar la música que me gustaba en la soledad de mi cuarto, no se me permitía nada vulgar. Vuelvo a chillar al reconocer los acordes de seven nation army‒. I’m gonna fight ‘em off a seven-nation army couldn’t hold me back, they’re gonna rip it off, takin’ their time right behind my back and I’m talkin’ to myself at night, because I can’t forget, back and forth through my mind, behind a cigarette... ‒muevo mi cabeza al ritmo de la música‒. No puede ser ‒chillo al escuchar la siguiente canción, mi cabeza se mueve por inercia‒. Wake up (wake up), grab a brush and put a little make-up, hide the scars to fade away the shake-up (hide the scars to fade away the-), why’d you leave the keys upon the table? Here you go create another fable, you wanted to, grab a brush, and put a little make-up, hide the scars to fade away the shake-up, you wanted to, why’d you leave the keys upon the table? You wanted to, I don’t think you trust, in my self-righteous suicide, I cry when angels deserve to die ‒me rio por las caras de mis amigos, seguro jamás me habían visto así.

- Vaya, tienes un lado muy loco ‒me encojo de hombros a la broma de Rose.

- Me gusta mucho este tipo de música ‒no me avergonzaba, es más, nunca debió ser así, estúpida familia Miller‒. Oh, oh ‒chillo cual niña pequeña‒, esa canción la amo ‒digo cuando make me wanna die comienza a sonar.

- Esa sí que la conozco ‒dice Lilia cuando comienza a sonar going under de Evanescence, si tuviera la oportunidad, sería otra banda a la que me gustaría ver en concierto.

Comienzo a reír mientras muevo mis manos al oír jailhouse rock.

- Es de tu época Omar ‒él rueda los ojos y yo rio como loca mientras bailo, esta era una banda muy curiosa.

La banda se despide con by crooked steps, sin duda una gran elección.

Tras haberse ido, no más de quince minutos después apareció el grupo, todos comenzamos a gritar con emoción, justo ahora no sería Odessa sino la Edith adolescente.

Los acordes de la guitarra es lo primero que se escucha junto a unas luces naranjas que permiten ver la silueta de los chicos, grito con emoción y Rose a mi lado me hace segunda, comienzan a cantar don’t wanna sleep, canto a todo pulmón mientras mi trenza se mueve por todos lados.

Siento que alguien rellena mi vaso con tequila, lo bebo de una y hago gestos al sentir como quema mi garganta, sigo cantando animada, grito cuando la siguiente canción suena, gossip, ahora Lilia se nos une, después de eso siguió zitti e buoni, honey (are you coming), una a una fueron pasando las canciones, supermodel, Coraline, beggin’, cuando empezó a sonar the drive grite un poco más fuerte, esa canción me parecía muy bonita o quizás es que ya estaba algo achispada. Cuando comienza a sonar for your love, mi vista no pudo evitar dirigirse hacia Ancel, niego, eso no era una buena idea, ni achispada podía pensar en él de esa ni de ninguna manera. La siguiente canción fue valentine, sin duda era una canción que me hacía pensar en el amor que había creído tener y lo mucho que me había aferrado a sabiendas que todo no era más que una ilusión. Niego, eso no era bueno para mí, la siguiente canción es jam, y después de eso, sigue gasoline, esa canción siempre me ponía de buenas. La banda se toma un momento, me imagino que para hidratarse.

- Me imagino que no es el alcohol lo que te pone así de eufórica ‒rio ante el comentario de Noud, niego.

- Ella siempre disfruta así los conciertos ‒dice Rose sentándose a mi lado, también tomaba un pequeño descanso.

- Me tengo que arreglar ‒me pongo de pie, aprovecharía para eso. Abro la maleta y saco la peluca entregándosela a Rose‒, primero me quito esto ‒señalo mi camisa, la saco sin más dejándola caer en la maleta, me pongo rápido la otra blusa, me giro y veo como todos tienen una cara de sorpresa‒. ¿Qué? Tengo esto ‒señalo mi top, era visible a través de las roturas de la blusa. Me siento para que Rose pueda ponerme la peluca, mientras hace eso me cambio los converse por unos botines estilo victoriano en color negro.

Justo terminó cuando ellos vuelven, me acerco a la orilla.

- Por si no lo saben, esta noche nos acompaña la actriz que nos hizo el honor de aparecer en el video de la siguiente canción ‒dice Damiano antes de comenzar con los acordes de Trastevere.

- No sabe que el otro protagonista también está ‒digo mirando a Ancel, no parece importarle si lo mencionan o no.

Escucho que llaman a la puerta y sé que es el asistente de la banda.

- Este es tu momento ‒Rose me anima, asiento y camino a la puerta, sin duda la noche terminaría de la mejor manera.

Odessa:

Caminaba con emoción por aquel pasillo, pronto veo que llegamos detrás del escenario mientras terminaba timezone, era una canción muy bonita.

- Entrará después de este anuncio ‒asiento con una sonrisa, me coloca un pequeño micrófono.

- Bueno, para la siguiente canción quiero invitar a mi gran amiga, Odessa Abney ‒escucho los gritos así que me apresuro a caminar hacia la banda.

- Gracias por la invitación ‒digo tras saludar a todos con un abrazo‒, es de conocimiento público lo fan que soy, así que esto es lo mejor que me pudo pasar esta noche, y como no quería estar sola, le he pedido a Damiano que me deje subir a alguien del público, por ahí vi un cartel muy interesante ‒todos gritan, no puedo evitar emocionarme‒ y gracioso, así que la persona que tiene el cartel que dice: te amo más que Odessa, favor de acercarse ‒veo que alguien del personal se mueve cuando identifican a la persona‒, la invito para demostrarle que soy la fan número uno ‒todos estallan en risas, pronto un chico de no más de dieciocho años llega al escenario.

Se apresura para abrazarme, le sonrío, la banda también lo saluda.

- Gracias por subirme ‒estaba tan emocionado y podía decir que si hubiese tenido la oportunidad a su edad, habría estado igual.

- Bueno, espero que tengas un marcador para poder poner mi firma ahí ‒él asiente y saca uno, coloco mi firma donde dice mi nombre, el resto de los chicos hacen lo mismo.

- Espero que sepan la siguiente ‒los acordes de Mark Chapman comienzan a sonar, no puedo evitar reír.

El chico y yo cantamos y nos movemos al ritmo de la música. Aquel chico se queda hasta terminar I wanna be your slave, sin embargo yo me quedaría hasta el final.

Damiano me acerca el micrófono en el coro de Mammamia.

Cuando llegó el momento final, les agradecí por el bonito gesto y creo que pude sanar un poco aquella Edith adolescente, y eso se sentía genial.

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