Una noche de lluvia fuerte Carolin, la ex novia de Julián llega a su lujosa casa, él está bebiendo más de lo que debería, sin embargo decide recibirla, para poder despreciarla así como ella lo despreció cuando él le propuso matrimonio. La rechaza de una manera muy humillante y le pide que se vaya, no quiere volver a verla, sin embargo aquello será su perdición, pues Alana choca, las lágrimas y el dolor no la dejan ver, su muerte es instantánea y Julián nunca se podrá perdonar aquello. Él le quitó la vida. Su vida se convierte un espiral de trabajo y sexo, conoce el BSDM y lo practica como una alternativa para sacar esa ira y esa rabia que tiene contenida. Sin embargo, años más adelante conoce a Kikky, su nueva asistente, una chica dulce y tierna que le pondrá límites. Pero aún para ella fue imposible caer en sus redes, entregarle su cuerpo, su alma y su corazón. Corazón que Julián decide romper, lo destroza sin saber que la joven está embarazada de él. En su huida lo deja peor de arruinado de lo que estaba, imposible de volver a ser el mismo y sumido en una búsqueda incansable por intentar encontrarla. Cuando se encuentren, deberán descifrar si todo aquello es amor o solo una obsesión.
Leer másCon el pasar de los años, las cosas se pusieron en orden.Todo era tan extrañamente tranquilo que parecía mentiras. Frederick tenía una vida plena junto a Danielle, como siempre lo soñó.Sam era el hombre más feliz haciendo las compras para su casa, mientras Carla se hacía cargo de todo. Era gracioso ver como ese par, habían delegado sus funciones a sus esposas y tenían una vida que muchas soñarían con tener. Jugaban al golf, hacían la compra, administraban la casa y solo aparecían para apoyar si habían problemas. Tal vez eso influyó absurdamente en la formación de sus pequeñas, que aunque eran como el agua y el aceite, se amaban con locura.Danna era una pequeña aguerrida que se enfrentaba sin temor a todo, mientras que Angie era más bien una princesa que soñaba con nubes de algodón.Julián tenía todo lo que merecía y era feliz con eso.Y Steven, Steven tenía la vida más plena que jamás pudiese desear.Su princesa Sofía era una exitosa ejecutiva dentro de su negocio, lo había impulsad
Estar de pie en medio de un cementerio no es agradable.Es frío, gris, aburrido. Pero debo estar aquí, como cada año.—Tío Sam, tu crees que...—Shhhh. Ahora no.Siempre venimos los 3.¿Por qué? No tengo idea y la verdad necesito dejarles claro que ya no puedo hacer esto más. Ya no soy una niña.Aguardo a que dejen las flores y me acerco, miro los nombres allí y trago grueso.No tengo recuerdos de ninguno, nada pasa por mi cabeza y cuando volteo a mirar hacía atrás ya estoy sola, de nuevo.Creo que venir aquí es más bien una tortura para mi.Los veo subirse al auto y siento un escalofrío recorrer mi espalda.Antes de subirme al auto detengo la puerta que mi tío Sam estaba por cerrar y los ojos de mi padre se posan sobre mi.—No pienso volver.—¿Qué? —la mirada de mi papá es juzgadora. ¿Por qué tiene que ser tan bueno?—No pienso volver, lo siento papá. Se que para ti es importante, se que es una manera de... tener paz. Pero yo no puedo, no puedo hacer esto, no puedo volver y no pienso
El sol brillaba intensamente sobre el majestuoso hotel que Kikky y Julián habían convertido en su hogar. Tras los eventos turbulentos del pasado, finalmente habían encontrado la paz y la estabilidad que tanto anhelaban. Kikky se había convertido en la jefa de operaciones internacionales, supervisando todos los hoteles de la cadena en el extranjero. Su destreza y liderazgo eran admirados por todos, y Julián no podía estar más orgulloso de ella. Aunque odiaba que se fuera de viaje y lo dejará solo con los dos pequeños que ya no estaban tan pequeños, pero es que entre los celos y los pedidos de Tamy porque se dejará pintar las uñas, su cabeza a veces parecía que iba a explotar.Un sábado por la mañana, mientras el viento suave del mar acariciaba las palmeras cercanas, Julián se preparaba para una esperada escapada de pesca con sus amigos más cercanos: Steven, Sam y Frederick. Era una tradición que habían mantenido a lo largo de los años, pero esta vez tenía un significado especial. Se enc
Julián sentía el calor del sol abrasador en la piel mientras recorría el estrecho sendero del bosque. Había pasado días buscando respuestas, intentando entender por qué los que una vez considero amigos y que habían permanecido en las sombras durante tanto tiempo decidieron atacar ahora. Cada paso resonaba en su mente, el crujido de las hojas secas bajo sus botas se mezclaba con el eco de sus pensamientos.Kikky, su compañera fiel y amorosa, y su hija Tamy eran su todo.Desde que regresaron a su vida todo había cobrado un nuevo significado. Kikky, con su espíritu indomable y su amor incondicional, había sido su roca en los momentos más oscuros. Tamy, con su risa contagiosa y su inocencia, le recordaba la belleza de la vida. La sola idea de que algo les pudiera suceder lo llenaba de un terror que nunca antes había experimentado.Esa mañana, al regresar a casa, sintió que algo estaba terriblemente mal. Las puertas estaban abiertas de par en par, y el silencio en el aire era ensordecedor.
Kikky se miraba a través del espejo.Era joven, aún no llegaba a sus 30, aunque estaba al borde de ellos, había tenido dos hijos, un par de estrías en las caderas y una pequeña cerca de su ombligo, sus pechos estaban igual que siempre, aunque algo más flácidos, su trasero igual, aunque la celulitis se notaba y no como antes que parecía no ser parte de su ADN.No es que no se sintiera hermosa, pero extrañaba un poco esas carnes firmes y tonificadas de las que Julián solía disfrutar, su cuerpo había sido usado solo por él y ahora tenía miedo de que las cosas cambiaran porque ella había cambiado.—Sigues siendo perfecta —la voz de Julián fue muy suave, casi un hilo de voz.—Julián, ¿qué haces... Creí que te irías con Tamy.—Yo... Quería verte de nuevo antes de irme, la niñera esta con nuestro pequeño y...Julián vio que Kikky se comenzó a vestir y cubrir el cuerpo rápidamente, casi con vergüenza, entonces él camino rápidamente hacía ella y tiro de la bata de seda hasta hacerla caer al su
Julián decidió irse, no le importaron los reclamos, ni las quejas de Kikky, ni las lagrimas de Tamy, nada había más importante que la seguridad de ellas dos.Él padre de Victoria seguía en el mismo lugar, encerrado y pudriéndose, entonces no era él la persona que le había enviado amenazas constantemente.Sí, Julián no había parado de recibir aquel collar de cuero, lo recibía en su oficina, en los restaurantes en los que se encontrará, en casa, inclusive dejaron uno en la escuela de Tamy y ese fue su limite.—Julián si nos vamos...—Kikky no me interesa lo que piensen de mi, no voy a ponerte en peligro una vez más y a los niños tampoco.—Tenemos que enfrentarlos.—Pero no con ustedes en riesgo.—No les tengo miedo.—Ni yo, sabes que no les tengo miedo y que solamente intentan chantajearme pero mis hijos...Kikky se acercó y abrazó a Julián, ella sabía perfectamente quien era el remitente de aquel incomodo regalo que solo traía al presente un pasado que ya se había olvidado.—¿Por qué l
Julián estaba caminando de lado a lado por la habitación, Kikky estaba respirando tranquilamente y sonreía de vez en cuando.—¿Qué sucede? —pregunto ella con su dulce voz.—Yo.. Es que no se como... Y si algo sucede.—Todo —un dolor nuevo por las contracciones llego a Kikky—. Todo va a estar bien, lo prometo.—¿Y por qué tenía que ser Josh?—Porque el vio nacer a Tamy, es el mejor...—Sigo sin estar de acuerdo, te...—¿Qué te preocupa Julián? ¿Qué vea desnuda a tu mujer? ¿Qué la vea en su total esplendor? ¿O qué...Kikky soltó una sincera y tierna carcajada, sabía que eso haría que Julián explotara por completo.Y en efecto el hombre se abalanzo sobre Josh con toda su ira pero las enfermeras se cruzaron en el camino y entonces tuvo que mantenerse a raya por completo y muy lejos de Josh.Al menos mientras que Kikky terminaba de tener a su pequeño hijo.Unas horas después, Julián estaba recibiendo a su hijo con una mezcla de emociones intensas.Mientras el pequeño lloraba por primera ve
Kikky despertó lentamente, su mente aún nublada por el shock y la incredulidad. Estaba en una cama de hospital, con las luces blancas y el olor a desinfectante. Abrió los ojos y vio a Julián sentado a su lado, con un rostro lleno de preocupación. Sin previo aviso, su mano voló y le dio una bofetada.— ¡¿Cómo pudiste engañarme así?! — Gritó con sus ojos llenos de lágrimas, pero al mismo tiempo inyectados en odio y rabia, se sentía tonta y burlada.— Kikky, déjame explicarte — Julián comenzó, pero fue interrumpido por Josh que entraba en la habitación.— ¡No tienes derecho a explicarle nada! — exclamó Josh furiosamente —. La hiciste pasar por un infierno, Julián. ¡Pensó que estabas muerto!Julián bajó la cabeza, sabiendo que las palabras de Josh eran ciertas y que merecía ese reproche.— Fue necesario, Josh. Lo hice para protegerlas a ella y a Tamy. El padre de Victoria sabía exactamente de cada uno de mis pasos y tenía que hacerlo salir de su ratonera...— ¡Llegó a ellas! ¡Las pusiste e
Julián miraba a Kikky que estaba llevando a la pequeña Tamy en brazos hasta la piscina.—Señora —la encargada de la casa llegó junto a Julián y lo saco de su detallada observación—. Su auto llego.Julián tenía un nudo en la garganta, esa mañana se había despedido de Kikky, le había hecho el amor como nunca antes fue capaz de hacerlo, devoro cada rincón de piel y cuando ella se puso a llorar por la conmoción de la situación solamente pudo abrazarla y brindarle calor y unas palabras que tal vez lograrán reconfortarla.—Te prometo que será rápido.—Ya te dije que no es necesario todo esto.—Claro que lo es, intento envenenarte.—Lo se, pero si nos separamos ahora, él entenderá eso como si le tuviéramos miedo.—Y lo tengo —Julián fue contundente en su respuesta.—Yo no —dijo con fuerza, lo que a Julián le pareció demasiado tierno y río—. Lo digo en serio.—Kikky, el no es como yo, el no usa su poder para solo trabajar y adquirir más y más negocios o hacer obras de caridad, él es una person