Luna de miel

El cielo tenía un tono gris amenazante cuando llegaron a la villa privada. El aire cálido del verano comenzaba a mezclarse con la humedad de la tormenta que se avecinaba.

La casa, ubicada en una colina apartada, tenía una arquitectura clásica, con muros de piedra y grandes ventanales que daban al valle. Era hermosa, imponente, un paraíso diseñado para una luna de miel de ensueño.

Pero no para ellos.

Maximiliano no había hablado mucho en el trayecto desde el aeropuerto. Ariadna tampoco. Había aprendido que el silencio era su mejor estrategia cuando estar cerca de él la sofocaba.

La tensión entre ellos era densa, como el aire antes de una tormenta.

Cuando entraron a la villa, un mayordomo los recibió con una sonrisa cortés y se encargó de explicar los detalles básicos de la propiedad antes de dejarlos solos.

El silencio volvió a apoderarse del ambiente.

Ariadna dejó su bolso sobre uno de los sillones de la sala y recorrió la estancia con la mirada. Era un espacio lujoso, elegante
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP