Al despertar, Charlotte vio cómo Achecar se había levantado y se había hecho de más pescado como avivado el fuego, ella se sonrojo al darse cuenta que había dormido con él, pero esa sensación no duró mucho, pues se dio cuenta que el sol estaba casi en medio y Achecar estaba haciendo el trabajo, por lo que se levantó y se dio cuenta que sus pies estaban vendados con tiras de la camisa de Achecar así como el hecho de que le dolían un poco.
—Descuida Char—le dijo Achecar al notar que trataba de caminar—haré el trabajo mientras te repones. Te nacieron algunas ampollas, además de que esta zona está cubierta de pequeñas piedras.—Veo que ya has asado el pescado.—Sí, le agregué unos pimientos.—Yo, te habría... Espera, ¿pimientos?—Sí, la corriente y la caminata nos trajo a una pequeña villa que posee un mercado, logre capturar unos peces y venderlos. Compre una cobijita.—Vaya, es muy linda, pero supongo que nos dedicaremos a eso verdad, pescar y venderlos.—Así es, pregunté por un par de zapatos, pero no sabía tu número de calzado, por lo que te cargare por un rato, para que no te lastimes.—Espera, ¿por qué me cargaras?—Recuerda que no sólo nos iremos de viaje, sino que tendremos que escondernos. Ellos seguramente saben que el río nos llevó y por eso mismo saben que sino nos encuentran vivos, lo harán muertos.—Entonces, ¿nos iremos lejos del río?—Así es, y no podremos quedarnos mucho tiempo en un lugar, al menos no por ahora.—Entonces que esperamos, déjame ayudarte.—No, tan pronto logre comprarte un lindo y fuerte calzado así será, pero por ahora come y seguiremos nuestro rumbo al oeste.Charlotte hizo un puchero pero acepto, pues no estaba en condiciones de decir que no. Tan pronto comieron Charlotte dobló la cobija y se la cargo así como Achecar hizo lo mismo con ella y cruzando por los campos continuaron su viaje. Charlotte veía con asombro varios lugares que hasta ahora había ignorado, solían evitar los caminos, debido a los mismos caminantes que por ahí se encontrarán y vieran raro que dos niños estuvieran solos. Pará su fortuna no se encontraron con ninguno y solían usar los campos más solitarios para caminar, descansaban una o dos horas y seguían.En la tarde, una villa un poco más grande que la anterior se hizo presente, Achecar se acercó y le pidió a Charlotte que se escondiera cerca de un tienda y se cubriera el rostro con la cobija, Achecar preguntó por un buen lugar donde dormir a un buen precio y un carnicero le permitió usar un cuarto a cambio de que le ayudará a matar un cerbali, un animal tan grande como un caballo pero era un porcino;este ser se pensaba usar como remplazo de los cerdos comunes pero eran muy hostiles, pero debido a lo difícil de su captura este había aumentado su valor. Cuando Charlotte se presentó sobre Achecar, el carnicero se mostró intrigado que no pudo evitar preguntar.—¿Quién es esta niña?—Es algo que no debería importale, ese fue el trato.—Bueno muchacho, no te enojes, solo pienso que si son huérfanos, lo mejor que podrían hacer es ir a un orfanato.—No, tuvimos una mala experiencia.—Del tipo...—Sí.—Bueno, tienes suerte, yo no tengo a nadie que le haga daño, además aborresco a esos tipos.—Por eso lo eligi.—Bien muchacho, al ponerse el sol, podremos ir tras el cerbali, aparte del cuarto, te daré dos monedas de plata.—Eso es justo, hasta entonces.Tran pronto esto pasó, Charlotte y Achecar se instalaron en el pequeño cuarto que contaba con una cama y una pequeña chimenea. Achecar la bajó y al tocar madera, ella se movio libremente por el lugar y sintió que la cama era comoda, así como vio que se podría dar una ducha con agua caliente como también comer una comida mejor preparada.—Es un bonito lugar, pero ¿donde dormirá él?—Me dijo que su hijo se volvió un guardián mágico y no ha vuelto en un tiempo, renta este cuarto a viajeros y trovadores, a cambio de noticias u otras cosas.—Ya veo, que te parece si practicamos tu magia.—Esta bien.Achecar concentró su magia en su espada, pero sólo se podían apreciar unos chispazos que no llevaban a nada, Charlotte le menciono que debido a que ella era noble, su magia fluía como un río mientras que la suya era como un lago, y que lo que tenía que hacer era mover las corrientes visualizando eso. Achecar se enredo un poco, pero se concentró lo suficiente hasta que pudo ver como su espada se tornaba negra. Charlotte gritó de alegría pero Achecar la detuvo, pues pudo notar como la espada no sólo aumentaba de peso, sino que se comió una parte del suelo.—Tu magia es algo aterradora—dijo Charlotte al ver de manera detallada el daño.—Eso me preocupa, mejor hagamos otra cosa para pasar el rato.Debido a que no había algo con que entretenerse, ella hizo con su magia un columpio en medio de la habitación, y practicaron unas posiciones de combates que Canras le enseño. Ella podría dominarlo de no ser por su enorme peso y fuerza. Así estuvieron hasta que el carnicero toco la puerta, anunciando que ya estaba todo listo. Antes de irse, el carnicero le dijo a Charlotte que no atendiera por muy importante que fuera y que saliera por la ventana en caso de que algo pasara, Charlotte acato la orden y los dos se marcharon.—¿Qué es lo que traes?—Es un katan de madera.—¿Por qué lo traes? Si es inutil siendo de madera.—Bueno, es para acostumbrarme.—No es algo habitual por estos lados, eres un extranjero.—Algo así, ¿hay algún problema con eso?—No, estas tierras estaban al servicio de Run-dai, usaban una magia molesta, cuando se inició la invasión hace casi once años, y los de Ajedraz avanzaban, los vimos como salvadores, y nos quedamos aquí. Por lo que se lo que es irte del que supuestamente era tu hogar, y que te traten con extrañesa.—Entiendo.En aquel momento, un ruido se escucho por el bosque, el carnicero usaba de reflejo la magia de disparo; con la que podía convertir incluso una gota de agua en un potente proyectil que iba disparado a altas velocidades, sin embargo tenía la desventaja de que su visión empezaba a empeorar, y es por eso que necesitaba ayuda. Achecar se acercó al cerbali y lo distrajo esquivando golpes y ataques de este, el carnicero se coloco a la distancia a modo de francotirador para capturarlo, sin embargo su visión fallo más de lo habitual y no pudo ver que Achecar lo llevó muy cerca, que al disparar el animal se volteo al carnicero a quien fue atacar, sin embargo Achecar grito: Magia Oscura y cubrió su espada de madera con ese color y al dejarlo caer en el animal, su cabeza tuvo un corte muy limpio que la parte del hocico se cayó, el cerbali se movía eufórico hasta que Achecar lo remato enterrando la katan negra en su cabeza, matándolo de inmediato.—¿Qué fue eso?—Magia de cubierta, parece ser que usa la oscuridad.—No muchacho es una magia similar al de oscuridad, pero aún más letal y eso lo se por el simple hecho de que he tenido malas experiencias con esos tipos. Lo mataste con facilidad, seguramente será una magia muy peligrosa, tu serás peligroso.—Eso, lo aterra.—Sí, pero promesa es promesa, te daré tres de las cinco monedas de plata, yo fui quien sirvió de carnada.Los dos acomodaron la bestia y la cargaron en sus hombros, el carnicero se sorprendió que Achecar pudiera levantar un animal tan grande a su edad. Al llegar, el carnicero le agradeció y pagó las monedas que le tocaban. Achecar se fue a la recamara y noto que Charlotte usaba la cobija para cubrirse, pues aparte de ducharse, también lavo su única prenda.—Mañana comprare más ropa.—Quieres cenar, prepare un poco de estofado.—Si eres tan amable.Ella se levantó de la cama mientras leía un libro que se encontró en un estante, le sirvió y Achecar devoró el plato muy rápido.—Te gusto.—Sabe bien, no esperaba que supiera así de rico.—Supongo que es por que no parece que cocine, pero se hacerlo, aunque no lo hacía muy seguido.—Supongo que extrañas las comidas que te servían.—Sí, pero creo que podremos levantarnos, tal vez no sólo podamos comer como antes, sino también vivir en un lugar similar.—Tal vez, pero es algo prematuro, mañana compraremos unos lindos zapatos, unas mudas y una casa movible.—¡No puedo esperar! Tan pronto me reponga, te ayudaré mucho más, eso te lo prometo.—Claro que si Charlotte.Achecar le quiso contar sobre su magia, pero incluso el se sentía incomodo por lo brutal de su accionar que se lo guardo. La hora de dormir llego, el carnicero les proporcionó cobijas y sabanas, y debido a que la situación lo permitía Achecar pensó en dormir en el suelo, pero Charlotte no lo permitió y así los dos durmieron juntos.Al día siguiente fueron al mercado donde con las modenas que le dieron, Charlotte compró unas botas para el campo, un trajecito de cazadora; en ambos predominaba el café en dos formas, claro y oscuro. Así como otras mudas tanto para ella como para Achecar, quien consiguió una tienda lo suficiente cómoda como para pasar la noche, como algunos utensilios de cocina y unos libros. Todos los gastos en conjunto abarcaron casi las dos monedas de plata quedándoles una de plata, cinco de bronce y treinta de fierro, los dos cargaron la mochila con las cosas y se marcharon del pueblo despidiéndose del carnicero y caminado con alegría tomados de la mano.Si bien parecía ser una escena tierna, a la distancia Gigar y el resto de guardianes seguían el rastro de los pequeños, percatandosé de que vivían, pero no sabían con certeza a donde fueron. Pará Aldar el que no supieran nada era una bendición y tanto para Arai como para Ana era obvio que no, mientras que Rigar se encontraba pensativo dentro de su celda, pero en lugar de arrepentirse su rabia sólo amainaba pues no podía aceptar la culpa. Carolina aún seguía en el hospital al cuidado de Segrat y su esposa, como todos los amigos de Achecar esperaban saber noticias siguendo con su vida.La cárcel era lúgubre y fría, pero un malestar lo afligía, Rigar había pasado una semana en prisión sin noticias de su familia, ese día habrían festejado el cumpleaños de Charlotte de no ser por los eventos del pasado. Debido a que Charlotte no se encontraba en Breñas, Doroty obto por irse de ahí y comenzar de nuevo en Armenar. Ana se mostraba afligida como la mayoría de los chicos que se preguntaban constantemente como estaría Achecar, a lo que no podía contestar. Arai se empezaba a resignar de haber perdido a su querido, y Aldar iba y venía con una sonrisa. Carolina había regresado a su casa y se apoyaba en sus trabajadores para llevar a cabo los negocios de su esposo, y a muchos les pareció extraño que no se viera preocupada por la ausencia de su hija. Por su parte los guardias de rastreo de Gigar no se daban por vencidos y habían seguido el caudal del río sin encontrar cuerpos, por lo que habían llegado a la conclusión de que seguían vivos. Ante esta posibilidad, Gigar ordenó la c
Hace algunos días y tras la reunión fallida, los Flores Doradas estaban en busca de un movimiento similar al suyo, siendo Gilbart de Montain el único que tuvo suerte al encontrar un movimiento separatista que se encontraban no sólo buscando miembros, sino recursos monetarios, pues eran plebeyos algo que a Gilbart no le gusto, pero apoyo, porque buscaban ganar poderío en clases, por lo que logrando llegar a un acuerdo ocultando sus intenciones, dio una fecha para iniciar su ataque. Ya había pasado un mes desde que Charlotte y Achecar habían iniciado su viaje, en los últimos días las cosas eran tranquilas, lograron llegar a la ciudad de Sildras la tercera más grande e importante, siendo como la capital del conocimiento, sin embargo era muy custodiada y las bibliotecas ni siquieran estaban abiertas a todos, un problema que podía ser evitado por Charlotte y Achecar. —¡Es increíble Achecar! —Eso veo, parece diferente a Breñas. —La ciudad del conocimiento es como la llaman, Breñas es una
El conflicto con lo separatistas iba en aumento teniendo de cabesillas a Venabente y Sander, plebeyos que antaño habían sido respetados en su país original y deseaban volver, Gilbart los eligió por tener una gran oratoria y ser los más interesados en llevar sus objetivos sin importar las consecuencias. Habían pasado seis días desde que había ocurrido el primer ataque, y algunas personas empezaban a interesarse, aunque temían al poder de las legiones que ahora se movían y se presentaban a posibles candidatos. Por su parte Joan seguía el rastro de los chicos con ayuda del vendedor de ropa que correspondía al nombre de Jax y estaba en sus cincuenta. Al parecer un peligro muy grande acechaba a Achecar y Charlotte, pues Jax siempre obtenía información de los chicos sin muchas complicaciones, algo que les había costado a Joan y al resto de guardianes mágicos a cargo de su busqueda. En tanto Charlotte y Achecar habían tenido una gran pesca en un lago, y por ende una gran venta, por lo que p
Llegaron a Breñas, Ana al ver a Achecar lo tomó en brazos, fue recibido de buena manera, aunque la ansiedad de lo que pasaría con Charlotte lo tenía intrigado. La anciana lo llevo con los chicos quienes se avalanzaron y hacían preguntas sobre su viaje. Achecar se animo a contarles y no se percató que faltaban Arai y Aldar aunque Ana prefirió no decirle. En la casa de los Rosei, Charlotte a pesar de estar escoltada por Segrat, se acercó temerosa a su madre, quien la esperaba en el pasillo, al verla ella corrió a abrazarla. —¡Hija mia!—dijo llorando de alegría Carolina. —Mamá—dijo Charlotte con duda y sorpresa. —Sabía que ese chico te cuidaria, perdoname, no fui tan fuerte, ni en espíritu ni física . Al ver el rostro de su madre, Charlotte supo que era sincera y le devolvió el abrazo. —Perdoname mami. —Ya pequeña, ahora tenemos que ser fuertes, para enfrentar a tu abuelo y sus decisiones. Charlotte asintió, ambas fueron tomadas de la mano al estudio donde estaba sentado Renavier.
Armenar; la capital, es la ciudad más poblada de Ajedraz; por ende poseía una gran arquitectura y numerosas remodelaciones, como una actualización en sus transporte, pues debido a la suciedad de los caballos estos sólo se usaban para viajes largos y lejos de la ciudad, pero dentro se usaban transportes que se movían con la magia individual de cada persona. Así fue, como de todos los carruajes que iban y venían de las ciudades, uno se acercaba conducido de manera brusca que al estacionarse, tuvo que ser inspeccionada por un guardia mágico encargado. —Bien señor, hágame el favor de bajar. Sin embargo en lugar del chofer, un sujeto amordazado fue arrojado desde la altura. Sorprendiendo al guardia que se puso en modo defensivo para prevenir un ataque. —Ahí tiene guardia—dijo el sujeto que venía conduciendo con una voz gruesa e intimidante, al tiempo que los pasajeros bajaban, algo mareados y despeinados a lo que el chófer concluyó—perdón por la mala experiencia, pero era el único que po
El momento del duelo había llegado. Dren estaba cerca de cumplir su más grande anhelo y era servir, para después escalar a ser un noble, y esto era lo que lo hizo mirar a Achecar con desagrado. Para Dren ser un noble era un cargo de honor y respeto, pues consideraba que aquellos que pertenecieran a la Nobleza era por que merecían estar en está. Su familia habían servido a los Brandon del Norte; una familia ganadera, sus padres sirvieron a esta familia por generaciones, primero siendo simples arrieros y ahora estaban en el puesto de guardias. Sin embargo eran lo máximo para alcanzar, si quería tener tierras a su nombre debía ser un guardián mágico o algo más, de ahí que no los odiara y los viera como una meta. Achecar al unirse con Charlotte era la peor falta de respeto y considero que no debería seguir en pie, y sus verdaderas intenciones habrían de ejecutarse ahora. —Achecar ten Mare te desafío—grito Dren haciendo que hubiera expectación entre los capitanes, pues el había demostrado
Gina y Gerald esperaban al capitán y Achecar en la recepción con su respectivo equipaje, debido a la tardanza ambos intentaron hacer plática sobre los eventos ocurridos, así como su futuro, pero no pudieron tener una conversación fluida. Achecar se acercó al poco tiempo viéndolo un poco decepcionado, por lo que Gerald quien era muy extrovertido y humorista empezó. —¿Qué ha sucedido? Te veo algo triste. —Más que triste, solo pensativo. —Eso no lo parece, ¿qué cuentas? —Nada importante. Gerald se calmo ante la forma tan fría y desinteresada en que se expresaba, estuvieron en silencio por un rato hasta que Astar se presentó, con una actitud despreocupada;al no haberlo descrito antes, su apariencia es la de un hombre en sus cuarenta, con una altura de un metro ochenta, una vestimenta simple de un pantalón y una camisa de tela de un color rosa traía consigo una pequeña bolsa y su rostro tenía una barba de candado trenzada, al igual que su cabello, ambos de un color café claro con unas
Fred se levantó temprano para correr; su magia de cristalización le permitía aparecer y hacer copias de sí con ayuda del cristal, pero no eran constructos muy fuertes, por lo que mejoraba su condición física con la esperanza de aumentar su magia. Algo que es posible, pero por mucho que se entrene para conseguir magia esta no brotaria por ese metodo, sino que era realizar meditaciones que requerian una disciplina muy grande, pues sólo aquellos llamados los magos errantes eran la muestra de esto, pero cada uno de estos eran ancianos cuyas edades rondaban los cientos de años, además de que la magia suele ser caprichosa y por más ejercicio se realice o meditaciones se hagan, si tu magia no necesariamente te ayuda en combate, no aumenta su poder o al menos no como se desea. Fred vio como Achecar enseñaba a Gina a usar su magia, mientras observaba como realizaba ataques, y así el podía corregir o saber como es que se podía emplear su magia. —Se han levantado temprano—dijo Fred algo sofocad