Amira Gutiérrez
Sentí como si el tiempo se hubiera detenido por completo. Durante ese breve pero intenso instante, solo existíamos David y yo, frente a frente, como si el resto del mundo hubiera desaparecido. Era una batalla silenciosa, una prueba de fuerza entre dos almas poderosas, midiendo nuestras voluntades como si fuésemos titanes en un campo de batalla invisible. La tensión en el aire era palpable, y mi corazón latía con fuerza mientras intentaba procesar lo que estaba sucediendo.
Y de repente, todo se desvaneció.
Me estoy despertando justo ahora en una cama y en una habitación nueva para mí. Miro todo a mi alrededor, para afirmar lo que ya sé, no es mi habitación. Mi mente trata de encontrar respuestas rápidamente. ¿Qué había pasado? No recuerdo cómo llegué aquí. El pánico me golpeó con fuerza cuando miró mi reloj y veo que son las dos de la mañana. ¿Cómo paso tanto tiempo sin que lo notara?
Con el corazón acelerado, me revise de inmediato, buscando cualquier señal que pudiera explicar lo ocurrido. Para mi alivio, descubrí, que seguía completamente vestida, mi enterizo gris perla intacto, lo que me permitió respirar un poco más tranquila. Pero las preguntas seguían apilándose en mi mente:
¿Qué me pasó?
No recuerdo nada después de ese enfrentamiento silencioso con David en el salón. Es como si todo hubiera sido borrado de mi memoria en un abrir y cerrar de ojos.
¿Cómo llegué aquí?
El último recuerdo claro que tengo es el de estar en el salón rodeada de gente. Y ahora estoy en una habitación que no reconozco. El lugar es elegante, pero distinto al entorno del salón. Es más privado, más íntimo. No había ninguna pista evidente de cómo había llegado hasta aquí.
¿Dónde estoy?
Me levanto de la cama rápidamente y comienzo a examinar la habitación con más atención. Las cortinas pesadas, los muebles de lujo y el diseño clásico me indicaron que seguía en una propiedad opulenta. Todo apuntaba a que seguía en la casa de los Smith, pero en una parte de la mansión que no conozco.
Respiro hondo, tratando de calmarme el pánico se apoderaba de mí. Me siento como si hubiera despertado en medio de un enigma, uno que no entiendo, pero que debo resolver antes de que la ansiedad me consuma. ¿Pasó algo en esa cena que no recuerdo? ¿Por qué estoy en esta habitación sola?
Con las preguntas arremolinándose en su mente, se preparó para buscar respuestas. De pronto alguien tocó la puerta, asustando Amira, esta con recelo y desde la cama preguntó:
- ¿Quién es?
-Srta. Gutiérrez, soy Vanessa, quiero saber cómo está- dijo Vanesa del otro lado de la puerta.
Amira se levantó y fue abrir la puerta, un poco más tranquila al saber que estaba en la casa de los Smith y que la Sra. Vanessa era quien tocaba.
Vanessa Smith.
- ¿Cómo se siente, le duele la cabeza, tiene mareos? - le preguntó, con una sonriza cálida.
-No, me siento bien, un poco de dolor de cabeza, ahora que lo menciona, pero soportable. -le contestó Amira. -Puede decirme que me sucedió. ¿Por qué estoy en una de las habitaciones de su casa?
Vanessa, la miró con detenimiento, le ofreció una sonrisa genuina, tomó con total confianza su mano y le dijo:
-Te desmayaste de pronto, David alcanzó a sostenerte para que no calleras al suelo, fue él quien te trajo aquí.
Vanessa, se quedó a la expectativa, para ver si sus palabras fueron creídas por Amira, suspiro con confianza cuando está le contestó.
-Debo de estar muy estresada, esta última semana fue muy exigente para mí en la compañía, y luego el viaje aquí a Seattle, el exabrupto de ayer en la tarde con el Sr. Stone, sumado al poco descanso que he tenido, me han cobrado factura. Me disculpo si los preocupé, gracias por cuidar de mí.
Vanessa, volvió a sonreír:
-No fue nada querida, sólo sigue descansando, en la mañana mi chofer te llevará a tú hotel. ¿Sí? – y agrego- Sólo agrédasele a David, él fue quien te salvo de un golpe en el suelo. - Hasta mañana.
Al cerrar la puerta, Vanessa dejó escapar un suspiro de alivio. Su misión estaba cumplida: Amira no sospechaba nada de lo que realmente había sucedido en el salón horas antes. El desmayo no había sido producto del agotamiento, sino de la magia que David había desplegado para proteger su secreto y evitar que Amira recordara lo sucedido. Ahora, su Luna seguía sin tener idea de su verdadero destino, ni de lo que había pasado entre ella y el Alfa.
Al caminar por los pasillos oscuros de la mansión, Vanessa reflexionó sobre lo inevitable. Amira eventualmente descubriría la verdad, y aunque David había sido protector al usar su poder, no podría esconder la realidad por mucho tiempo más.
David, se encontraba solo en su habitación, la misma que había usado tantas veces en la casa de Román y Vanessa, pero esta noche su mente no estaba tranquila. Se pasó la mano por el rostro, intentando sacudir la tensión acumulada.—Lo que pasó en la cena no puede volver a ocurrir —murmuró en voz baja, hablando tanto para sí como para Zeus, su lobo interior, quien permanecía inquieto en su mente.Zeus gruñó, claramente insatisfecho, pero David lo ignoró.—Es crucial que mantengamos el autocontrol —continuó, su tono firme pero lleno de frustración—. No podemos permitirnos perder el control de esta manera, no frente a todos... y mucho menos frente a ella.La imagen de Amira entrando al salón, el impacto que tuvo en todos y, sobre todo, en él, lo golpeaba una y otra vez. El simple hecho de que todos la hubieran mirado c
Soltó una risa interna ante el entusiasmo de su lobo. Sabía que tendría que mantener a Zeus bajo control, pero también debía admitir que su propio autocontrol estaba tambaleándose desde que Amira apareció en su vida.—No te preocupes —dijo con determinación—. Yo me encargaré de hacer que se quede. Amira no podrá resistirse a mis encantos de hombre. La haremos nuestra, pero a su tiempo, de la forma correcta, tú déjamelo a mí.Zeus, aunque impaciente, pareció satisfecho con la promesa.—Lo que sea, David, tenemos un trato, pero no podemos perderla.
Amira Gutiérrez:Me sentí un poco insegura, pero de pronto recordé que debía jugar este juego con astucia. Observando a David frente a mí, pensé: - “Este hombre es astuto, ahora se deshace en amabilidad. Pero estoy aquí para hacer negocios, así que, ok, Amira, juega su juego.”Con una determinación renovada, le devolví la mirada, manteniendo la compostura mientras tomaba una respiración profunda.—Gracias, Sr. Stone. La verdad es que me sentí un poco abrumada ayer, pero dormí lo suficiente. Aprecio su preocupación, realmente significa mucho para mí —dije con una sonrisa sincera.— Amira sonrió, sintiéndose más cómoda con la cercanía que David había establecido al pedirle que lo llamara por su nombre.—Gracias por la recomendación, prometo que no te decepcionaré con mi elección de vestuario, y también me puede llamar por mi nombre. —agregó con una sonrisa confiada, sintiendo que ese encuentro podría ser el comienzo de algo interesante entre ellos.Sintió que la atmósfera se estaba aligerando, y eso la motivaba aún más para prepararse adecuadamente. La idea de un almuerzo en un ambiente relajado le gustaba, y estaba decidida a hacer que fuera un momento meBien, te invito a almorzar (II)
En el hotel, Amira disfrutó de un reconfortante baño de tina, dejando que el agua caliente relajara su cuerpo después de una noche cargada de emociones. Mientras se sumergía, cerró los ojos y permitió que sus pensamientos volvieran a David Stone, el hombre que había despertado algo inesperado en ella.Aunque su primera intención había sido enfrentarse a él con una actitud desafiante, ahora se encontraba cambiando de perspectiva. "El bello gruñón", como lo había bautizado en su mente, ya no era sólo un obstáculo o un oponente en la negociación. Ahora había algo más que la atraía, y se sorprendió admitiendo el deseo repentino de verse bien sólo para él, eso la desconcertó. -"¿Qué me está pasando?" se preguntó, mientras se incorporaba y comenzaba a pe
Era claro que la tensión entre ambos seguía creciendo, y aunque ambos intentaban mantener las cosas bajo control, había una energía innegable en el ambiente. Este almuerzo prometía ser mucho más interesante de lo que cualquiera de ellos hubiera anticipado.Avanzaron durante media hora para llegar a un lugar de apariencia rustica, Amira miró alrededor con interés mientras entraban en el restaurante. El ambiente rústico pero refinado del lugar le llamó la atención de inmediato. Las cálidas luces y la música suave creaban una atmósfera acogedora, justo lo que necesitaba después de tanta tensión. La decoración estaba llena de detalles cuidadosamente elegidos, desde las mesas de madera maciza hasta los cuadros que adornaban las paredes, todo armonizaba perfectamente.David, a su lado, pare
-Quizá solo eres muy perceptiva, -respondió él con un tono más bajo, inclinándose un poco hacia adelante. -Pero todos tenemos nuestros secretos, ¿no es así, Amira? Tal vez, en lugar de hablar de mí, deberíamos hablar de ti. ¿Qué es lo que realmente te trajo hasta Seattle, más allá de los negocios?"Amira sonrió, notando el cambio de tema. Pero no lo presionó más. Sabía que había algo más en David, y estaba decidida a descubrirlo, pero entendía que ese juego requería tiempo. Mientras tanto, se concentró en seguir su propio planBueno..., primero conocer al “Gran Alfa” tras de ALFA CORPORATION S.A., jajajaja, discúlpame, es que realmente hay tanta desinformación sobre ti y el Sr. Smith, que en nuestra empresa comenzamos a llam
David la miró sorprendido por la forma en que Amira había dirigido la conversación. No podía evitar sonreír ante su picardía y el tono juguetón de sus palabras. Ella sabía exactamente cómo girar la situación a su favor, y eso lo fascinaba aún más.— Touché, Amira, me has pillado. -dijo con una sonrisa de medio lado.-Creo que los resultados son... impresionantes —respondió sin poder ocultar el ligero tono seductor en su voz—. Se nota que pones mucho esfuerzo en todo lo que haces, no solo en el gimnasio. Tu determinación es evidente.David hizo una pausa, cruzando las manos sobre la mesa mientras mantenía su mirada fija en ella.—Y tienes razón, definitivamente eres directa. Algo que aprecio mucho. Aunque debo admitir que aquella primera vez en el ascensor… —soltó una leve risa—, bueno, fue