Yakov se detiene frente al hotel, según le había dicho Clarisse, se estaba quedando ahí por algunos problemas que tenía con otros integrantes, para ella era mejor estar ahí que cerca de esos tipos, a él poco le importaba, quería que le dijera eso tan importante que no podía esperar a mañana temprano.
- La señorita Capshaw lo espera, señor –asiente sin decir nada más, toma la tarjeta y sube hasta el piso que le indicaron. Clarisse había sido muy clara, entra sin más, no quería hacerlo, prefería estar junto a Hester y su bebé que ver la desagradable cara de su ex.
Entra tras pasar la tarjeta, frunce el ceño cuando ve que esta a oscuras, rueda los ojos mientras camina buscando el maldito interruptor, parpadea cuando la luz se enciende y entonces la ve, luce lencería muy fina y delgada que no deja nada a la imaginación, le sonríe coqueta mientras se acerca contoneándose, la verdad es que no le generaba nada, menos cuando a su mente venía el recuerdo de su única noche con Hester, el calor de su piel, su olor, la sensación de su piel contra la suya.
Vuelve a la realidad cuando Clarisse se le cuelga, la aparta con asco.
- ¿Qué demonios haces? –la mira molesto, quería apretar su pequeño cuello.
- ¿Qué pasa Faddy?, ¿por qué tan tímido? –susurra en tono sensual, estaba furiosa por el primer rechazo pero debía contenerse.
- Estoy lejos de ser tímido, Clarisse –escupe con asco su nombre–, no me interesas, eso es lo que pasa, me voy –se gira y comienza a caminar.
- No me dejas otra opción –se acerca rápido y con destreza clava una aguja en su cuello, era un tranquilizante muy potente, lo ve dar pasos tambaleantes antes de caer inconsciente–, estúpido –sonríe mientras se coloca una bata, llama a uno de sus hombres para que la ayude a ponerlo en la cama, una vez ahí comienza a desvestirlo, era hermoso y sabía que era un gran amante, mentiría si dijera que no le gustaría estar de nuevo entre sus brazos, pero ahora tenía un objetivo claro, y para eso debía deshacerse de esa estúpida. Se quita la ropa y se sienta a horcajadas sobre él, la sábana cubría sus nalgas y dejaba al descubierto su espalda. Su asistente le tomaba fotos desde diferentes ángulos, ella lo besaba con gusto y cubría con su cabello el rostro de Faddei, así no se vería que estaba dormido.
Una vez esta satisfecha le pide a la mujer que se vaya, ella se acuesta a su lado y lo ve dormir, recorre con sus dedos el rostro masculino, tarde o temprano volvería con ella.
Faddei abre los ojos sintiéndolos pesados, le dolía la cabeza como si hubiese bebido hasta perder el conocimiento. Se gira y se queda horrorizado con lo que ve.
- Que demonios –se sienta alejándose de ella, se pone de pie buscando su ropa.
- Buenos días Faddy, me regalaste una noche maravillosa –sonríe mientras se estira, Faddei bufa negando mientras comienza a vestirse.
- Claro que no, algo hiciste, no recuerdo nada –se acomoda el saco, busca su teléfono y se da cuenta de la hora, pasaban de la diez de la mañana y tenía varias llamadas y mensajes de Hester–. Te lo advierto Clarisse, si vuelves a hacer algo como esto te mataré, ahora no porque ella debe estar preocupada –sisea antes de salir, marca el número de ella para avisarle que estaba bien y que se había quedado en la reunión y que había perdido la noción del tiempo, además de que su teléfono estaba en vibrador.
Clarisse mordió su labio furiosa ante lo que dijo, pero se calmó viendo su teléfono, entonces sonrío con malicia, esto era oro puro y ya vería lo que le esperaba a ese imbécil, esperaría a que estuvieran en su mejor momento para destruirlos, ya tenía todo planeado.
Esa mañana no pudo ver a Hester a los ojos, si bien sabía que no había hecho nada malo, sentía que decirle los haría retroceder, así que le dijo que había sido una reunión larga, que había dormido unas horas en una sala de reuniones evitando molestarla tan de madrugada, ella pareció sospechar algo pero terminó por creerle, ¿por qué le ocultaría algo después de arreglar todo?Esa tarde se reunió con Mark y le relató a grandes rasgos lo que había pasado.- Esa mujer me tiene harta, si me dejarás encargarme de ella –dice él molesto, aunque sabía porque la dejaba vivir, aún necesitaban el control que ella tenía sobre los enemigos.- Sólo debo ser paciente y mucho más listo, me siento como un imbécil por haber caído en ese juego, cualquiera pudo notar la trampa –dice antes de vaciar su vaso, el cantinero le sirve otro.Cerca de media noche ambos se retiraron, lo que más le gustaba a Faddei de volver a casa era verla dormir con el centenar de cobijas encima, él alzaba unas dos mantas, se ac
Hester había decidido no ir con su abuela hoy, estaba cerca de los siete meses y le costaba un poco de trabajo moverse, tenía hambre y sueño la mayor parte del tiempo, así que había decidido estar un rato en el jardín trasero con algo de comida. Miraba a los perros guardianes jugar, solían dejarlos salir unas horas por la mañana para que se distrajeran; mientras acariciaba su vientre, podía imaginarla como su madre o parecida a su abuela, quizás tendría algún rasgo de los padres de él, de los cuales le había hablado un poco, quizás sería buena idea pedirle una fotografía, al menos podría saber si ella tendría rasgos de ellos o de sus padres. Sonríe al sentir la pequeña patada, parecía más despierta cuando le hablaba alguno de los dos, se sentía muy dichosa. Se pone en alerta cuando ve a los perros correr hacia el frente, algo atípico de ellos. Su inquietud aumenta al escuchar el escándalo dentro de la propiedad, se gira para ver las puertas de cristal abrirse y dos hombres entrar,
Había comenzado a llorar al recordar lo que sintió cuando le hablaron del hospital aquella vez que su abuela se había puesto muy mal, ve a Clarisse sonreír y eso la alivia, parecía que la había engañado, baja la cabeza dejando que el cabello cubra su cara.- ¿Te das cuenta lo mucho que me ama y que no puede resistirse a mí? ‒se jacta con tono victorioso, muerde su labio evitando decirle algunas cuantas verdades, había conocido personas con algún trastorno mental, pero ella estaba a otro nivel.- Basta ‒su voz había salido ahogada, Clarisse ríe. Siente un tirón en su cabello, chilla al tiempo que alza su rostro, la ve tomar su teléfono y después, sacarle una foto, suelta su cabeza con algo de fuerza y la maldice por lo bajo, era probable que su destinatario fuera él.- Me encantaría ver su cara al ver esta foto, seguro se estará burlando de ti y de tu patético sentir ‒tira suave de su cabello, si tuviera las manos desatadas seguro le hubiese dado una buena bofetada, pero debía aguantar
Clarisse miraba con desprecio el vientre abultado de Hester, ella no tenía intención de ser madre, pero si lograba casarse con Faddei tendría que darle un hijo para quitarle el poder al engendro que llevaba esa mujer.- Pobre de tu hijo, no ha nacido y su padre no lo querrá ‒dice con fingida pena, Hester muerde su labio, debía pensar como seguir entreteniéndola, no sabía cuánto tiempo tardarían en venir por ellas, una idea nada agradable vino a su mente, perdóname pequeña mía, no es en serio, piensa mirando su vientre.- Quiero que me ayudes a no tener a este bebé ‒dice con voz apagada, no le diría el sexo de su pequeña, ya se sentía mal por decir aquello‒, no quiero tener al hijo de ese infiel, lo único que ha hecho es mentirme y usarme ‒había comenzado a llorar de nuevo.- Claro que no, eso le corresponde a él decidirlo ‒le dice con burla‒, pero seguro que te dirá que no lo quiere y te llevará a dónde puedas abortarlo o yo qué sé ‒se encoge de hombros.Ella sigue llorando mientras p
- ¿Faddy? ‒lo mira con sorpresa, lo ve hacer una seña y pronto siente un cañón en su nuca. - Se acabo Clarisse, me tienes tan harto que me importa bien poco el poder que tienes, te mataré de una buena vez, debí dejar que Mark te matara hace mucho ‒suelta con fría calma, sin embargo, sonríe‒, mátala y desaparece su cuerpo, ya veremos que inventamos ‒el hombre detrás de ella asiente. - Estoy embarazada de ti ‒casi había gritado aquello, él no se inmuta, sabía que era imposible que sucediera ya que no estuvieron juntos‒, y si me haces daño te expondré ante todo el mundo, el matrimonio falso, como engañaste a tu estúpida y abnegada esposa con tu ex y que me mataste para limpiar tu error, hay una persona de mi absoluta confianza que sacara a la luz todo esto si no me reporto en dos días ‒el hombre detrás de ella había relajado el dedo en el gatillo, miraba a su jefe esperando órdenes. - M*****a ‒sisea bajo, pasa la mano por su pelo antes de abofetearla con fuerza lanzándola al piso, ella
Otro mensaje lo hace maldecir a Mark.Mark: No es cierto, te esperamos en casa y ahí te explico todo, Hester.Estaba seguro que esta vez a quién mataría sería a su mejor amigo, suspira aliviado, eso no era gracioso, para nada.Una vez llega a la casa, nota que ya han limpiado, entra casi corriendo.- La señora está en su habitación señor ‒escucha a Sergei y asiente antes de correr escaleras arriba.Entra en la habitación sin llamar, ella se gira para verlo ya que estaba quitándose el suéter, se acerca y toma con cuidado su rostro antes de besarla con suavidad al inicio y con mayor intensidad conforme pasan los segundos, la pega a él con cuidado, quería sentirla, saber que estaba bien y entera. Desliza la mano hasta su vientre, su pequeña estaba ahí también.- ¿Estás bien? ‒susurra sobre sus labios una vez que termina el beso‒, corrijo, ¿están bien?, ¿tú y la bebé? ‒mira su vientre, acaricia suave, con amor.- Ambas estamos bien, y lo que te dijo Mark es medio verdad ‒muerde su labio‒,
Al día siguiente comenzaron a mover las cosas de Hester a la habitación de Faddei, si podía definirla, usaría la palabra sobria, no había nada, parecía que casi no pasaba el tiempo ahí, y teniendo en cuenta que durante varios meses habían dormido en su habitación, suponía que era normal que se viera así. - Puedes hacer los cambios que desees, sólo quiero que estes cómoda ‒besa su cabeza mientras ella observa a las chicas de servicio acomodar su ropa. - Quizás algunas fotografías, un edredón diferente, cortinas ‒susurra mirando a todos lados. - Hester, ahora que mencionas las fotografías, me gustaría hacer una sesión de bodas después de que nazca nuestra pequeña, y quiero una sesión de ella también, si estás de acuerdo ‒ella le asiente sonriendo. - Sería lindo, podemos colgar las fotos por todos lados ‒eso sería bello, que cada vez pareciera más una casa cálida que sólo una morada. - Se hará como desees ‒besa su frente sonriendo‒, ya que casi terminan, ¿te parece salir a desayunar
- Buenos días ‒le sonríe Hester cuando ve entrar a su esposo a la cocina, su cara de sorpresa era épica‒, me desperté temprano porque Darice no quería dormir más y pensé que hace tiempo no te cocinaba nada ‒siente sus mejillas sonrojarse, se sentía nerviosa. - Muchas gracias a ambas ‒se acerca sonriendo, la rodea con sus brazos y la besa con ternura. - Se te enfría y vas a llegar tarde ‒él asiente antes de volver a besarla, se sienta y la observa servir el desayuno, tenía un suéter largo y unas mallas gruesas junto a unas botas afelpadas, era demasiado tierna. - Gracias ‒susurro cuando pone el plato enfrente, me sirvo café y la veo prepararse un té‒. Hoy haré muchas cosas, una de ellas ir a verla, necesito ir anexando la parte de la mafia que tiene bajo su poder, además de unas cuantas reuniones en las empresas, en fin ‒suspira, ella ríe bajito ante la obvia molestia de él. - ¿Vendrás a cenar? Puedo preparar algo ‒le mira emocionada, hace mucho no se sentían tan en paz, él asiente