Había comenzado a llorar al recordar lo que sintió cuando le hablaron del hospital aquella vez que su abuela se había puesto muy mal, ve a Clarisse sonreír y eso la alivia, parecía que la había engañado, baja la cabeza dejando que el cabello cubra su cara.

- ¿Te das cuenta lo mucho que me ama y que no puede resistirse a mí? ‒se jacta con tono victorioso, muerde su labio evitando decirle algunas cuantas verdades, había conocido personas con algún trastorno mental, pero ella estaba a otro nivel.

- Basta ‒su voz había salido ahogada, Clarisse ríe. Siente un tirón en su cabello, chilla al tiempo que alza su rostro, la ve tomar su teléfono y después, sacarle una foto, suelta su cabeza con algo de fuerza y la maldice por lo bajo, era probable que su destinatario fuera él.

- Me encantaría ver su cara al ver esta foto, seguro se estará burlando de ti y de tu patético sentir ‒tira suave de su cabello, si tuviera las manos desatadas seguro le hubiese dado una buena bofetada, pero debía aguantar un poco más y seguir llorando, no sólo era su vida, también estaba la de su pequeña‒. «Si no quieres que la maté, vas a ayudarme a tomar el control de los Kevyanos y casarte conmigo, espero que tomes una buena decisión, Faddy», presiona enviar.

Faddei leyó el mensaje y sintió la rabia hervir dentro suyo, sin duda alguna, esta vez la mataría, se maldecía por no haber dejado que Mark lo hiciera cuando se lo propuso hace unas semanas, al diablo, la mataría y se haría con el poder de los Kevyanos así tuviese que usar la fuerza.

«Está bien, se hará como gustes», presiona enviar con rabia, quería arrojar su teléfono de nuevo, pero debía esperar a que rastrearan la ubicación.

Clarisse sonrío con victoria, eso quería decir que había logrado sacar algo de Faddei, y como era tan boca floja, seguro se lo diría.

- Le dije que te mataría para podernos casar y mira ­‒le muestra el mensaje mientras sonríe con suficiencia. Había leído todo con rapidez, si hubiese sido más inteligente seguro habría tapado el mensaje anterior, quería reírse con fuerza, pero debía aumentar su llanto con esa horrible declaración de desinterés. Clarisse siguió hablando de un montón de tonterías, cosas acerca de la boda, planes y demás cosas, de verdad esperaba se callara pronto.

- Debimos suponer que era culpa suya ‒Mark había llegado tras revisar la mansión­‒. Debes calmarte y comprender que ir contra ella en este momento, será perjudicial, estoy muy seguro que habrá muchas perdidas ‒asiente, su parte racional le decía que debía tener cuidado, pero su parte más emocional, aquella que sólo sus mujeres habían logrado despertar, le decía que fuera por ellas y las trajera a casa sin importar qué.

- Lo sé m*****a sea, pero ella tiene a mi bebé en su vientre, no puedo solo dejarlas ‒golpea el escritorio, esta vez si que la asesinaría de la manera más lenta y dolorosa posible.

- No sé porque intentas negar lo obvio ‒lo mira con seriedad, una sonrisa burlona tiraba de sus labios‒, no sólo quieres salvar a tu hija, también a la madre porque la amas y te aterra la idea de que esa loca las mate ‒esperaba que en cualquier segundo le dijera que no, que estaba loco o que sólo era por la bebé, pero para su sorpresa, Faddei se quedó en silencio, ¿qué no lo negará era como si lo admitiera? Suponía que esto era un progreso‒. Sé que estas desesperado amigo, pero si vas de lleno nos pones a todos en riesgo, así que escucha, atacarlos no es la única manera de salvarlas ‒eso pareció llamar su atención, asiente mientras escucha el plan, no le agradaba mucho, pero lo único que importaba era salvarlas y tener las menos bajas posibles.

- Bien, vamos ‒habían llamado a unos cuantos hombres, algunos habían vuelto de la casa de la abuela, debían mantenerla vigilada también‒, ya saben que hacer, no quiero errores ‒los hombres asienten mientras salen de la base, ya vería esa mujer cuando le pusiera las manos encima, esta vez no habría piedad.