Clarisse miraba con desprecio el vientre abultado de Hester, ella no tenía intención de ser madre, pero si lograba casarse con Faddei tendría que darle un hijo para quitarle el poder al engendro que llevaba esa mujer.
- Pobre de tu hijo, no ha nacido y su padre no lo querrá ‒dice con fingida pena, Hester muerde su labio, debía pensar como seguir entreteniéndola, no sabía cuánto tiempo tardarían en venir por ellas, una idea nada agradable vino a su mente, perdóname pequeña mía, no es en serio, piensa mirando su vientre.
- Quiero que me ayudes a no tener a este bebé ‒dice con voz apagada, no le diría el sexo de su pequeña, ya se sentía mal por decir aquello‒, no quiero tener al hijo de ese infiel, lo único que ha hecho es mentirme y usarme ‒había comenzado a llorar de nuevo.
- Claro que no, eso le corresponde a él decidirlo ‒le dice con burla‒, pero seguro que te dirá que no lo quiere y te llevará a dónde puedas abortarlo o yo qué sé ‒se encoge de hombros.
Ella sigue llorando mientras pide perdón, no era en serio lo de no tenerla, y sabía que Faddei la quería por igual, quizás el llanto que mostraba ahora, era cómo se sentía por siquiera pensarlo, o quizás era el recuerdo de cuando lo supo, como le ofreció a Faddei esa alternativa.
- No me importa, sólo no quiero tenerlo más en mi vientre ‒dice sin emoción en su voz.
- Pobrecita ‒sonríe con suficiencia pensando en el momento cuando Faddei la echara de su lado, volvería a tenerlo comiendo de la palma de su mano, ni más ni menos‒. Escribió nuestro Faddy. ‒Agita el teléfono frente a ella, Hester podía ver con claridad el contenido de los mensajes, pero entendía lo que respondía, él lo estaba haciendo para mantenerla tranquila, lo que significaba que tenía un plan, eso la aliviaba de sobremanera‒, dice que me espera en aquel hotel donde pasamos esa maravillosa noche ‒dice sonriendo, Hester finge alterarse.
- Son tal para cual ‒grita llorando, se remueve, debía ser muy convincente–, no quiero verlo nunca más, pudranse ambos –grita antes de bajar la cabeza y seguir llorando.
- Lo que sea, me tengo que ir ‒mueve sus hombros como si hiciera un pequeño baile de victoria‒, James, Edmund ‒llama a unos hombres afuera, estos entran y miran con desprecio a la mujer, no sentían lastima por ella, no cuando era su pase a tener el dominio del 70% de Long Beach‒, deben cuidar a esta ‒señala con la cabeza a la mujer, los hombres asienten y salen detrás de Clarisse, por su parte, Hester suspira con alivio cuando se van, ahora sólo debía esperar.
Estaba inquieto mientras esperaba en la azotea, miraba la ciudad sin mirarla en realidad, en su mente sólo estaban ellas y su bienestar. Cada tanto miraba su reloj, a pesar de que el tiempo transcurría con normalidad, para él parecía eterno, ¿tanto le tomaba a esa m*****a mujer llegar hasta aquí? Quería caminar por todos lados esperando que eso ayudará a su tensión, pero debía mantenerse sereno para evitar hacer una locura nada más verla.
- M*****a sea mujer –sisea por lo bajo, lo único que lo tranquilizaba era saber que Mark iría por ella, le confiaría su vida sin dudar.
- Faddy –se pone derecho al escuchar la insufrible voz de Clarisse–, sabía que entrarías en razón –se acerca y lo abraza, muerde la cara interna de su mejilla intentando no separarla de él de manera brusca, lo último que necesitaba era que los llamara y acabaran con ellas.
- Isse –dice bajo ese antiguo apodo, quería vomitar, menos mal había salido suave–, me ha costado un poco ver que eres mejor que ella y la más adecuada para estar a mi lado –decir aquello le había costado un mundo, sólo debía esperar a que Mark le avisara que Hester estaba a salvo.
Mark estaba en posición, había hecho una rápida comprobación y tras ver que eran pocos los hombres, le hizo una seña a los hombres, saca su revólver Mosin Nagant calibre 7.62mm, un modelo silencioso el cual, era su fiel amigo desde que lo conoció. Apunta y sin fallar, logra darle a los tipos de la entrada, hace un asentimiento de cabeza y los hombres comienzan a moverse eliminando a los pocos hombres que quedan.
- No quiero volver a verlo, lo odio –escucha la voz de Hester, aquello le hace fruncir el ceño confundido.
- Te voy a matar para cumplir tu deseo –escucha a uno de los hombres gritar, sin más apunta y sin darles tiempo a reaccionar, los ve caer.
- Es un idiota, igual que ustedes –no puede evitar reír bajo, abre la puerta y lo primero que ve es a la mujer maniatada–. Mark, qué gusto –chilla aliviada.
- Que no te escuche Faddei que lo llamas idiota, o va a ponerse triste –ríe comenzando a desatarla, alza la cabeza, le hace una seña a uno de los hombres, este entiende y le envía un mensaje a su jefe.
- Era parte de mi plan, le hice creer a Clarisse que lo odio por haberse acostado con ella, estaba evitando que nos matara –Mark asiente, era una mujer muy inteligente.
- Ella sabe lo nuestro, ¿y sabes qué me pidió? Que la ayudara a deshacerse de tu bastardo porque no quiere volver a verte jamás, le dije que eso se lo dirías tú en persona, amorcito –hace una mueca casi imperceptible para ella, muerde su labio, ¿acaso Hester le había creído a Clarisse? De sólo pensarlo se le rompía el corazón, niega para sus adentros, debía confiar en ella.
- Claro que sí, si tú y yo tenemos uno, no necesito a ese bebé –dice con frialdad, él jamás dejaría que les pasara nada, eran su vida entera. Siente su móvil vibrar, aparta a Clarisse y tras leer el mensaje sonríe, esa m*****a mujer estaba acabada.
- ¿Faddy? ‒lo mira con sorpresa, lo ve hacer una seña y pronto siente un cañón en su nuca. - Se acabo Clarisse, me tienes tan harto que me importa bien poco el poder que tienes, te mataré de una buena vez, debí dejar que Mark te matara hace mucho ‒suelta con fría calma, sin embargo, sonríe‒, mátala y desaparece su cuerpo, ya veremos que inventamos ‒el hombre detrás de ella asiente. - Estoy embarazada de ti ‒casi había gritado aquello, él no se inmuta, sabía que era imposible que sucediera ya que no estuvieron juntos‒, y si me haces daño te expondré ante todo el mundo, el matrimonio falso, como engañaste a tu estúpida y abnegada esposa con tu ex y que me mataste para limpiar tu error, hay una persona de mi absoluta confianza que sacara a la luz todo esto si no me reporto en dos días ‒el hombre detrás de ella había relajado el dedo en el gatillo, miraba a su jefe esperando órdenes. - M*****a ‒sisea bajo, pasa la mano por su pelo antes de abofetearla con fuerza lanzándola al piso, ella
Otro mensaje lo hace maldecir a Mark.Mark: No es cierto, te esperamos en casa y ahí te explico todo, Hester.Estaba seguro que esta vez a quién mataría sería a su mejor amigo, suspira aliviado, eso no era gracioso, para nada.Una vez llega a la casa, nota que ya han limpiado, entra casi corriendo.- La señora está en su habitación señor ‒escucha a Sergei y asiente antes de correr escaleras arriba.Entra en la habitación sin llamar, ella se gira para verlo ya que estaba quitándose el suéter, se acerca y toma con cuidado su rostro antes de besarla con suavidad al inicio y con mayor intensidad conforme pasan los segundos, la pega a él con cuidado, quería sentirla, saber que estaba bien y entera. Desliza la mano hasta su vientre, su pequeña estaba ahí también.- ¿Estás bien? ‒susurra sobre sus labios una vez que termina el beso‒, corrijo, ¿están bien?, ¿tú y la bebé? ‒mira su vientre, acaricia suave, con amor.- Ambas estamos bien, y lo que te dijo Mark es medio verdad ‒muerde su labio‒,
Al día siguiente comenzaron a mover las cosas de Hester a la habitación de Faddei, si podía definirla, usaría la palabra sobria, no había nada, parecía que casi no pasaba el tiempo ahí, y teniendo en cuenta que durante varios meses habían dormido en su habitación, suponía que era normal que se viera así. - Puedes hacer los cambios que desees, sólo quiero que estes cómoda ‒besa su cabeza mientras ella observa a las chicas de servicio acomodar su ropa. - Quizás algunas fotografías, un edredón diferente, cortinas ‒susurra mirando a todos lados. - Hester, ahora que mencionas las fotografías, me gustaría hacer una sesión de bodas después de que nazca nuestra pequeña, y quiero una sesión de ella también, si estás de acuerdo ‒ella le asiente sonriendo. - Sería lindo, podemos colgar las fotos por todos lados ‒eso sería bello, que cada vez pareciera más una casa cálida que sólo una morada. - Se hará como desees ‒besa su frente sonriendo‒, ya que casi terminan, ¿te parece salir a desayunar
- Buenos días ‒le sonríe Hester cuando ve entrar a su esposo a la cocina, su cara de sorpresa era épica‒, me desperté temprano porque Darice no quería dormir más y pensé que hace tiempo no te cocinaba nada ‒siente sus mejillas sonrojarse, se sentía nerviosa. - Muchas gracias a ambas ‒se acerca sonriendo, la rodea con sus brazos y la besa con ternura. - Se te enfría y vas a llegar tarde ‒él asiente antes de volver a besarla, se sienta y la observa servir el desayuno, tenía un suéter largo y unas mallas gruesas junto a unas botas afelpadas, era demasiado tierna. - Gracias ‒susurro cuando pone el plato enfrente, me sirvo café y la veo prepararse un té‒. Hoy haré muchas cosas, una de ellas ir a verla, necesito ir anexando la parte de la mafia que tiene bajo su poder, además de unas cuantas reuniones en las empresas, en fin ‒suspira, ella ríe bajito ante la obvia molestia de él. - ¿Vendrás a cenar? Puedo preparar algo ‒le mira emocionada, hace mucho no se sentían tan en paz, él asiente
- No es necesario que te quedes aquí día y noche, puedes ir a trabajar y Katina se quedará con nosotras ‒no sabía cuántas veces le había dicho aquello en lo que iba de la semana, debido a lo que pasó estaba en observación, pronto podrían irse, uno o dos días más.- Puedo trabajar desde aquí ‒señala su computadora y toda la pila de documentos que tenía, cada cierto tiempo venía Ariosha con papeles y así mismo se llevaba los que ya estaban listos.- Al menos podrías ir a la casa para bañarte y descansar bien, al menos una noche ‒miro a Darice, dormía en completa calma.- Estoy muy bien, tranquila ‒deja la computadora y se acerca a nuestra pequeña, la alza con cuidado y mece suave‒, además, no me perdería ni un minuto con ella ‒besa su cabeza, no podía evitar sonreír al ver lo feliz que era, la mirada tan dulce y cargada de amor con la que la veía, no podía pedir nada más.Tras su salida del hospital, Faddei instalo un despacho provisional dentro de la habitación, le ayudaba a cambiarle
Faddei había vuelto tres día después, por su cara Hester supo que no eran buenas noticias. - Hester ‒susurra bajo tras besarla con intensidad, nada más verla la había abrazado como si se hubiese estado ahogando‒, al parecer ese mocoso es mío ‒dice serio tras separarse, ella quería reír por como lo había dicho, pero intuía que era algo muy serio. - Por tu tono, sé que no lo crees ‒él sonríe como si hubiese resuelto el misterio del siglo. - Es así, no creo que lo sea, por eso mande a que hicieran la prueba de nuevo, no siento la conexión que tengo con Darice, no siento ganas de abrazarlo y mimarlo, y no es porque sea un varón, eso es lo de menos, porque estoy convencido que si tenemos otro bebé y es niño, será lo mismo que con Darice ‒Hester le mira con sorpresa, sus mejillas se ponen rojas, no había esperado que él quisiera más hijos fuera de su pequeña. - ¿Quieres más hijos? ‒pregunta bajo, apenada. - Claro, no ahora pero más adelante me gustaría, si estás de acuerdo ‒le sonríe a
- Papi debe ir a un lugar desagradable, ojalá pudiera llevarte para que todo fuera perfecto, mi sladkaya printsessa ‒besa su cuello, ella ríe removiéndose, su pequeña ahora tenía siete meses, verla crecer había sido un deleite, aunque no le emocionaba que se convirtiera en adulta‒. No te vas a volver grande, ningún glupyy mal'chik posmotrit svoimi gryaznymi glazami na tvoye krasivoye litso, yesli on kosnetsya khotya by odnogo voloska, ya zastavlyu yego poznat' ad (estúpido chico pondrá sus asquerosos ojos en tu precioso rostro, si te llega a tocar un sólo cabello lo haré conocer el infierno) ‒suelta en ruso, pensar en eso le hacía hervir la sangre. - No necesito hablar ruso para saber que acabas de maldecir a un chico que ni siquiera existe y que tardará años en aparecer ‒ríe bajito, se acerca y lo besa de manera casta, su pequeña ni enterada estaba de la rabieta de su papá, estaba entretenida chupando su puño con ganas. - Ninguno será merecedor de ella ‒refunfuña mientras la pega a
Tras llegar a la casa de su abuela le había explicado que él saldría de la ciudad y ella había preferido pasar unos días aquí en lugar de quedarse en esa enorme mansión, como sólo tenía una maleta y la pañalera, su abuela no dudo de aquello. Tras instalarse en la habitación de invitados llama a su amiga, se sentiría mejor si ella estaba aquí con ella, aunque no pudiera decirle más que mentiras, era mejor eso a nada.- Vamos Mark, esto se acaba hoy ‒su mejor amigo asiente antes de salir de la mansión, había enviado a detalle el plan al resto de sus hombros, debían dejar los pisos francos y reunirse en el viejo almacén junto al puerto norte, ahí es donde la inteligencia había marcado que estaba esa mujer.En el momento en que salió tomo el lugar del conductor y arranco casi con furia, iba a más de lo permitido pero poco le importaba, debía conseguir que esas familias retrocedieran y esperaba que tras la muerte de Clarisse eso ocurriera.Nada más llegar baja sacando su arma, sus hombres