Hester había decidido no ir con su abuela hoy, estaba cerca de los siete meses y le costaba un poco de trabajo moverse, tenía hambre y sueño la mayor parte del tiempo, así que había decidido estar un rato en el jardín trasero con algo de comida.
Miraba a los perros guardianes jugar, solían dejarlos salir unas horas por la mañana para que se distrajeran; mientras acariciaba su vientre, podía imaginarla como su madre o parecida a su abuela, quizás tendría algún rasgo de los padres de él, de los cuales le había hablado un poco, quizás sería buena idea pedirle una fotografía, al menos podría saber si ella tendría rasgos de ellos o de sus padres.
Sonríe al sentir la pequeña patada, parecía más despierta cuando le hablaba alguno de los dos, se sentía muy dichosa.
Se pone en alerta cuando ve a los perros correr hacia el frente, algo atípico de ellos. Su inquietud aumenta al escuchar el escándalo dentro de la propiedad, se gira para ver las puertas de cristal abrirse y dos hombres entrar, se queda quieta sin saber que hacer, de todos modos hacer algo estúpido podría perjudicar a su pequeña, así que no opone mayor resistencia cuando la toman de los brazos y la sacan de la mansión, tenía miedo por su pequeña, creía sabe quién estaba detrás de todo esto y no le agradaría verla así de embarazada.
La suben a un auto y cubren su boca, de a poco siente que va perdiendo la consciencia.
Sus hombres habían logrado abatir a los intrusos, sin embargo, al comprobar los daños y se sorprendió con la cantidad tan baja de enemigos muertos.
- Me parece raro –dice Mark tras acercarse a él, asiente y su primer pensamiento fue Hester, así que saca su teléfono y le marca a Sergei, pero la llamada se va a buzón tras un momento. La siguiente en la lista es Katina, esta responde casi al último tono.
- Señor, se llevaron a la señora –podía oír el dolor y la preocupación en su voz, debía mandar a sus hombres a comprobar como estaban todos, aunque ahora su mayor preocupación eran su mujer y su hija, maldito fuese por caer en una trampa, otra vez.
- No te preocupes Katina, pronto irán a verlos –dice antes de colgar, arroja el teléfono con furia, ¿qué habían estado haciendo esos inútiles al momento del ataque?, ¿acaso era muy poca la seguridad? Debió ser más cuidadoso, quería golpearse–. Se la llevaron, esto fue una mera distracción –Mark asiente, lo había sabido en cuanto arrojo su móvil, nada lo ponía así de furioso más que cualquier cosa que tuviese que ver con ella, ahora debía averiguar dónde estaba y debía hacerlo rápido, la vida de sus mujeres corría peligro.
Hester parpadea un par de veces, la cabeza le daba vueltas, podía sentir que estaba sentada en una silla y amarrada de pies y manos, al menos no había presionado en su vientre.
- Hasta que despiertas –escupe con asco, intentaba enfocar, supuso que eso la hizo enojar porque lo siguiente que sintió fue la mano de Clarisse contra su mejilla, su rostro se giro y sintió caliente ahí donde impacto–, quiero que veas algo –se gira para verla, saca su móvil del bolsillo trasero y tras maniobrar un poco, sonríe mostrándole el contenido, eran fotos de ellos, suponía que debía ser de ese día donde Faddei fue drogado. Hester mira con atención las fotografías, por los ángulos alguien debió tomarlas, salvo las que parecen selfies. En las que parecía que alguien las tomo, se veía la espalda de ella y el cabello caía ocultando la cara de él, quizás si Faddei no le hubiese dicho nada ella le habría creído a Clarisse, pero al tener el conocimiento de los hechos, pudo ver con otros ojos esas fotografías, sin embargo, debía ganar tiempo para que él viniera a salvarla, porque tenía fe en que eso pasaría, cierra los ojos pensando en un momento triste para comenzar a llorar, debía ser convincente o todo se arruinaría.
Había comenzado a llorar al recordar lo que sintió cuando le hablaron del hospital aquella vez que su abuela se había puesto muy mal, ve a Clarisse sonreír y eso la alivia, parecía que la había engañado, baja la cabeza dejando que el cabello cubra su cara.- ¿Te das cuenta lo mucho que me ama y que no puede resistirse a mí? ‒se jacta con tono victorioso, muerde su labio evitando decirle algunas cuantas verdades, había conocido personas con algún trastorno mental, pero ella estaba a otro nivel.- Basta ‒su voz había salido ahogada, Clarisse ríe. Siente un tirón en su cabello, chilla al tiempo que alza su rostro, la ve tomar su teléfono y después, sacarle una foto, suelta su cabeza con algo de fuerza y la maldice por lo bajo, era probable que su destinatario fuera él.- Me encantaría ver su cara al ver esta foto, seguro se estará burlando de ti y de tu patético sentir ‒tira suave de su cabello, si tuviera las manos desatadas seguro le hubiese dado una buena bofetada, pero debía aguantar
Clarisse miraba con desprecio el vientre abultado de Hester, ella no tenía intención de ser madre, pero si lograba casarse con Faddei tendría que darle un hijo para quitarle el poder al engendro que llevaba esa mujer.- Pobre de tu hijo, no ha nacido y su padre no lo querrá ‒dice con fingida pena, Hester muerde su labio, debía pensar como seguir entreteniéndola, no sabía cuánto tiempo tardarían en venir por ellas, una idea nada agradable vino a su mente, perdóname pequeña mía, no es en serio, piensa mirando su vientre.- Quiero que me ayudes a no tener a este bebé ‒dice con voz apagada, no le diría el sexo de su pequeña, ya se sentía mal por decir aquello‒, no quiero tener al hijo de ese infiel, lo único que ha hecho es mentirme y usarme ‒había comenzado a llorar de nuevo.- Claro que no, eso le corresponde a él decidirlo ‒le dice con burla‒, pero seguro que te dirá que no lo quiere y te llevará a dónde puedas abortarlo o yo qué sé ‒se encoge de hombros.Ella sigue llorando mientras p
- ¿Faddy? ‒lo mira con sorpresa, lo ve hacer una seña y pronto siente un cañón en su nuca. - Se acabo Clarisse, me tienes tan harto que me importa bien poco el poder que tienes, te mataré de una buena vez, debí dejar que Mark te matara hace mucho ‒suelta con fría calma, sin embargo, sonríe‒, mátala y desaparece su cuerpo, ya veremos que inventamos ‒el hombre detrás de ella asiente. - Estoy embarazada de ti ‒casi había gritado aquello, él no se inmuta, sabía que era imposible que sucediera ya que no estuvieron juntos‒, y si me haces daño te expondré ante todo el mundo, el matrimonio falso, como engañaste a tu estúpida y abnegada esposa con tu ex y que me mataste para limpiar tu error, hay una persona de mi absoluta confianza que sacara a la luz todo esto si no me reporto en dos días ‒el hombre detrás de ella había relajado el dedo en el gatillo, miraba a su jefe esperando órdenes. - M*****a ‒sisea bajo, pasa la mano por su pelo antes de abofetearla con fuerza lanzándola al piso, ella
Otro mensaje lo hace maldecir a Mark.Mark: No es cierto, te esperamos en casa y ahí te explico todo, Hester.Estaba seguro que esta vez a quién mataría sería a su mejor amigo, suspira aliviado, eso no era gracioso, para nada.Una vez llega a la casa, nota que ya han limpiado, entra casi corriendo.- La señora está en su habitación señor ‒escucha a Sergei y asiente antes de correr escaleras arriba.Entra en la habitación sin llamar, ella se gira para verlo ya que estaba quitándose el suéter, se acerca y toma con cuidado su rostro antes de besarla con suavidad al inicio y con mayor intensidad conforme pasan los segundos, la pega a él con cuidado, quería sentirla, saber que estaba bien y entera. Desliza la mano hasta su vientre, su pequeña estaba ahí también.- ¿Estás bien? ‒susurra sobre sus labios una vez que termina el beso‒, corrijo, ¿están bien?, ¿tú y la bebé? ‒mira su vientre, acaricia suave, con amor.- Ambas estamos bien, y lo que te dijo Mark es medio verdad ‒muerde su labio‒,
Al día siguiente comenzaron a mover las cosas de Hester a la habitación de Faddei, si podía definirla, usaría la palabra sobria, no había nada, parecía que casi no pasaba el tiempo ahí, y teniendo en cuenta que durante varios meses habían dormido en su habitación, suponía que era normal que se viera así. - Puedes hacer los cambios que desees, sólo quiero que estes cómoda ‒besa su cabeza mientras ella observa a las chicas de servicio acomodar su ropa. - Quizás algunas fotografías, un edredón diferente, cortinas ‒susurra mirando a todos lados. - Hester, ahora que mencionas las fotografías, me gustaría hacer una sesión de bodas después de que nazca nuestra pequeña, y quiero una sesión de ella también, si estás de acuerdo ‒ella le asiente sonriendo. - Sería lindo, podemos colgar las fotos por todos lados ‒eso sería bello, que cada vez pareciera más una casa cálida que sólo una morada. - Se hará como desees ‒besa su frente sonriendo‒, ya que casi terminan, ¿te parece salir a desayunar
- Buenos días ‒le sonríe Hester cuando ve entrar a su esposo a la cocina, su cara de sorpresa era épica‒, me desperté temprano porque Darice no quería dormir más y pensé que hace tiempo no te cocinaba nada ‒siente sus mejillas sonrojarse, se sentía nerviosa. - Muchas gracias a ambas ‒se acerca sonriendo, la rodea con sus brazos y la besa con ternura. - Se te enfría y vas a llegar tarde ‒él asiente antes de volver a besarla, se sienta y la observa servir el desayuno, tenía un suéter largo y unas mallas gruesas junto a unas botas afelpadas, era demasiado tierna. - Gracias ‒susurro cuando pone el plato enfrente, me sirvo café y la veo prepararse un té‒. Hoy haré muchas cosas, una de ellas ir a verla, necesito ir anexando la parte de la mafia que tiene bajo su poder, además de unas cuantas reuniones en las empresas, en fin ‒suspira, ella ríe bajito ante la obvia molestia de él. - ¿Vendrás a cenar? Puedo preparar algo ‒le mira emocionada, hace mucho no se sentían tan en paz, él asiente
- No es necesario que te quedes aquí día y noche, puedes ir a trabajar y Katina se quedará con nosotras ‒no sabía cuántas veces le había dicho aquello en lo que iba de la semana, debido a lo que pasó estaba en observación, pronto podrían irse, uno o dos días más.- Puedo trabajar desde aquí ‒señala su computadora y toda la pila de documentos que tenía, cada cierto tiempo venía Ariosha con papeles y así mismo se llevaba los que ya estaban listos.- Al menos podrías ir a la casa para bañarte y descansar bien, al menos una noche ‒miro a Darice, dormía en completa calma.- Estoy muy bien, tranquila ‒deja la computadora y se acerca a nuestra pequeña, la alza con cuidado y mece suave‒, además, no me perdería ni un minuto con ella ‒besa su cabeza, no podía evitar sonreír al ver lo feliz que era, la mirada tan dulce y cargada de amor con la que la veía, no podía pedir nada más.Tras su salida del hospital, Faddei instalo un despacho provisional dentro de la habitación, le ayudaba a cambiarle
Faddei había vuelto tres día después, por su cara Hester supo que no eran buenas noticias. - Hester ‒susurra bajo tras besarla con intensidad, nada más verla la había abrazado como si se hubiese estado ahogando‒, al parecer ese mocoso es mío ‒dice serio tras separarse, ella quería reír por como lo había dicho, pero intuía que era algo muy serio. - Por tu tono, sé que no lo crees ‒él sonríe como si hubiese resuelto el misterio del siglo. - Es así, no creo que lo sea, por eso mande a que hicieran la prueba de nuevo, no siento la conexión que tengo con Darice, no siento ganas de abrazarlo y mimarlo, y no es porque sea un varón, eso es lo de menos, porque estoy convencido que si tenemos otro bebé y es niño, será lo mismo que con Darice ‒Hester le mira con sorpresa, sus mejillas se ponen rojas, no había esperado que él quisiera más hijos fuera de su pequeña. - ¿Quieres más hijos? ‒pregunta bajo, apenada. - Claro, no ahora pero más adelante me gustaría, si estás de acuerdo ‒le sonríe a