86

La emoción me había quitado el apetito, y me aseé con agua apenas tibia en mi impaciencia. Ignoraba a qué hora vendría, pero no me importaba esperarlo toda la noche. Vestí el enagua que él me regalara y se me ocurrió colgar la ancha cinta bordada que Aine me diera del pestillo del panel, del lado de la escalera.

Regresaba hacia las sillas frente al hogar, la cinta negra para cubrirme los ojos lista en mis manos, cuando escuché sus pasos apresurados bajar la escalera.

Terminé de atar la cinta al mismo tiempo que el panel se abría. Me volví hacia él sonriendo, estremecida de felicidad. Un instante después estaba en sus brazos y nos besábamos con ímpetu compartido. Sólo en ese momento cobré cabal conciencia de cuánto me había pesado su ausencia.

Me estrechó agitado, apretando mi cabeza contra su pecho, y permaneció inmóvil y silencioso por un largo momento.

—Oh, amor mío… —murmuró luego, y su acento tembloroso me sorprendió—. Oh, mi pequeña. ¡Te he echad

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo