25

No sabía si alegrarme o lamentar que el invierno resultara más breve que en años anteriores. La nieve se marchó al norte a fines de febrero, y a principios de marzo todo el bosque se veía como si ya hubiera comenzado la primavera.

El brazo del lobo estaba sanando bien, y desde la última escaramuza pasaba conmigo tres o cuatro días seguidos. Aunque su lesión lo mantenía alejado de los enfrentamientos en la pradera, esa mañana un cuervo trajo un mensaje de la princesa para él:

—Castillo. Urgente.

De modo que tuvo que marcharse, a pesar de que había llegado sólo el día anterior, prometiendo regresar tan pronto pudiera. Lo echaba en falta como alma en pena cuando no estaba conmigo, pero su ausencia me permitiría ocuparme de los pequeños quehaceres cotidianos que su presencia dejaba en suspenso.

La temperatura me permitió apagar el fuego apenas el sol subió un poco, dándome oportunidad de limpiar bien toda la cueva, incluidas las cenizas de la fogata. Lavé

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo