41.

41

No logramos encontrar nada sobre Alejandro; era prácticamente un fantasma. A pesar de mi búsqueda en la red, utilizando cada una de mis habilidades en las computadoras para intentar encontrarlo, ciertamente no encontramos absolutamente nada. Y aquello lo único que hizo fue preocupar más a Kevin, que dudaba absolutamente de nuestro nuevo aliado.

— Ni siquiera les llames aliados — me había dicho al otro día después de mi secuestro — . Si ese hombre fue capaz de secuestrarte, imagina lo que es capaz de hacer. Tu papel en su futuro...

— pues eso es lo que necesitamos — le dije — Necesitamos a alguien que sea capaz de hacer lo que sea por nosotros, siempre y cuando vaya acorde con sus respectivos planes. Créeme, tampoco somos tan santos, Kevin. También estamos haciendo algo malo.

Entonces Kevin ya no dijo nada más. Sabía que tenía razón, sabía que necesitábamos esa ayuda. Solos no seríamos capaces... porque lo que realmente me preocupaba era hasta dónde estaría dispuesto a llegar aque
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP