36.

Al principio pensé que simplemente querían asaltarme. Tuve el impulso de golpearlo y correr, pero cuando sentí la fría sensación del metal de una pistola debajo de mi blusa, supe que las cosas se pondrían feas. Quise hablar, quise gritar, pero no podía. Aquel hombre tenía su mano fuertemente afianzada en mi boca, impidiéndolo.

— Pensaste que podrías volver y no nos daríamos cuenta — me dijo — . Pensaste que podrías burlarte de nosotros nuevamente. No, mi querida reina, el jefe quiere verte. No te le vas a escapar, no esta vez. A pesar de todos los años que llevas huyendo, pensaste que tus cirugías y tu cambio de identidad iban a lograr espantarnos. No, esto apenas comienza. Fuiste ingenua al regresar al país.

Entonces, el hombre me arrastró con fuerza hacia una camioneta que estaba estacionada no muy lejos. Yo traté de gritar, traté de llamar a Kevin, que seguramente estaría muy cerca esperándome, pero no podía verlo.

No podía ver dónde estaba. Estaba perdida. Comencé a patalear. Er
Continue lendo no Buenovela
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Digitalize o código para ler no App