Dove siempre ha sido una hermana, hija y amiga ejemplar. Su inocencia, carisma y amabilidad, era lo que siempre la caracterizaba. Siempre buscaba ayudar a los demás, pero, sin que eso arruinara sus normas, costumbres y fe. Era tan organizada y comprometida, que Danell Castagnoli, que había despedido a tantas asistentes, con ella no tenía queja. Dove, es una empleada perfecta, pero, ella esconde un secreto, esta enamorada de su jefe paralitico, alguien que ni siquiera la mira como mujer, porque los frenos, cabello en un moño, gafas y ropas grandes, no mostraban la belleza de Dove. Pero, ¿Qué pasa cuando Danell Castagnoli, su jefe, le da una orden importante: ser su esposa? Era la oportunidad perfecta para ser notada por el hombre que le gusta, sin embargo, ¿Qué pasara cuando después de casarse, ella descubre que la forma de ser de su jefe con ella, era solo un espejismo, como su vida laboral y personal? Castagnoli, es un hijo ilegitimo de un jefe de la mafia brasilera que no piensa dejarle a su hermano la herencia de su padre y es por ello, que busca una esposa que no tenga interés de obtener algún beneficio grande de las posesiones que heredaría. Necesitaba a una chica inocente y de principios que aborreciera ser parte de la corrupción, solo así se aseguraría que no lo traicionarían o arruinarían como lo había hecho la esposa de su hermano y también, su hermano con él. Pero, ¿Qué sucederá cuando Dove se de cuenta que su jefe frío y correcto, tiene varios secretos oscuros y perversiones? ¿Qué hará Danell cuando el mundo que Dove le brinda lo enamore poco a poco sin que se dé cuenta?
Leer másTres años despuésCorro con mis carpetas de un lado al otro para dejar todo listo. Susan, aunque también está corriendo, me regaña por no estar lista, cuando falta poco para el gran momento e incluso, Danell quien se había llevado a los niños, aparece con ellos manchados de helado de chocolate.— Pensé que ya estabas lista, Dove. — dice Danell.— Estamos a cierre de mes, debo tener todos los detalles antes de irme de luna de miel. Eso tardó mucho más tiempo del que pensé. — digo terminando de arreglar todo.— Y ahora estará más atrasada porque están manchados de chocolate. — dice Susan limpiando sus mejillas con el dedo húmedo de ella por su saliva.— ¡Tía, no seas extraña! — se queja Dana aunque no se aleja del toque de Susan— Si no fuera extraña, no sería Susan
Como lo hemos hablado, le presento mis hijos al hombre que ayudó mucho para que yo tuviera un lugar seguro, comida e incluso, un transporte para salir de la isla. Siendo sincera, Susan y su padre, fueron esa voz de aliento y apoyo que sin esperarlo, pero, necesitándolo, lo tuve.— Te dejaré a solas unos momentos, para que tengas tu espacio. — digo colocando a mi hija en su coche y Dan, toma a Dalton para hacer lo mismo.— Yo también te daré el espacio que necesitas, prima. — dice Dan y es él quien me acompaña hasta la tumba de mi madre, donde limpio la suciedad con mis manos, mientras en mi mente, le digo todas las cosas que he vivido y me han impedido visitarla en el pasado.Con tristeza, veo la tumba de las dos mujeres que son mi apoyo incluso después de muerta y miro a mis hijos que juegan con sus sonajeros.— Aquí esta su abuela y su tía, mis niños. La &
Días despuésDespués de días pensando en lo que debería ser, avanzo un paso hacia el lugar donde tanto temí volver. Con mis dos hijos en sus respectivos coches infantiles, camino por el solitario lugar donde, muchas personas están descansando. Oh bueno, su cuerpo material descansa, mientras su alma está donde debería encontrarse.Suspirando profundo y recordándome que debo hacer esto en cualquier momento, avanzo hasta llegar a las dos tumbas que tiene el apellido Hill en sus lápidas. Después de haber enterrado a mi madre y a mi hermana, no había vuelto a este lugar.Han pasado más de dos años desde que ellas murieron y siento como si hubiesen pasado más de cinco décadas, desde la última vez que las vi antes de irse al aeropuerto para tener las vacaciones que tanto había deseado vivir.En silencio, observo sus lápidas y comien
Lo observo finamente, pero, Danell huye de inmediato, mirando a los pequeños que están en sus tapetes didácticos jugando, mientras bostezan un poco. Por lo que, Danell se baja de la silla de ruedas y toma al pequeño Dalton que se acomoda en sus brazos, listo para ser dormido.— Danell…— Vamos a dormir a los chicos primero. Tenemos muchas cosas de las cuales conversar. — dice Danell y yo asiento sabiendo que lo mejor es que los bebés no estén despiertes.— Está bien, hagamos eso. — digo con seriedad.Danell y yo nos encargamos de dormir a los niños y yo me marcho hacia la habitación de ellos, donde dejo a mi hija, para después buscar a Dalton, cuando se lo quito, él se coloca en su silla de ruedas y me extiende sus manos, para después recibir al pequeño que se mueve un poco por el cambio constante de brazos.Él mismo lleva a
La tristeza me invade cuando él me dice ello, porque yo más que nadie sé que no soy la mujer que aceptó casarse con su jefe. Las experiencias vividas, me han hecho paranoica y aunque me recuerdo que todo está bien, para no hacer ello más grande, las heridas siguen en mí.— No soy pura, hace tiempo deje de serlo, Felipe. Es solo que no lo ves porque me ves con ojos de admiración. Pero, no es así, Felipe. Solo Jesucristo pasa por el mal no es contaminado, yo soy solo una humana que sobrevive a todas las cosas que nos han pasado.>> Así como tú lo haces. Porque aunque tienes tu marca física, estoy segura de que tienes muchas más internamente, unas que intentas sanar, pero, te cuesta. A todos nos cuesta, Felipe. Porque intentando hacer las cosas bien, terminamos sufriendo. — digo y Felipe sonríe.— Usted siempre sabe cómo se sienten todos, se&nt
Suspiro aliviada por sentir que la carga ahora es compartida y le pido disculpas a Carl por haber esperado tanto para unirme a su hermano en la búsqueda de su cuerpo, que quizás, pudo haberse logrado ya si nos hubiésemos concentrado solo en ello.‘Pero, Carl, donde sea que estes, debes entender que hemos pasado por mucho. Ahora si vamos a hacernos cargo de ti.’ Me digo mentalmente.— Me alegra mucho que este sea el hogar de los bebés. — dice Danell y yo miro a mi alrededor.— Intento que sea lo más acogedor posible y que en el proceso, no se lastimen. Aunque es un poco complicado, porque Dana golpea mucho a su hermano y él le responde empujándolo. — digo y Danell sonríe.— Parece que Dana es la ruda y buscadora de peleas. — dice Danell sonriente. — Como su padre.‘Padre, una palabra que tiene tanto poder, que a muchos hombres les queda grande e
Un mes despuésAunque me he prometido buscar los restos de Carl, no he tenido tiempo de hacerlo, porque he estado ocupada con asuntos de los bebés. Ahora que no hay riesgo de que nos hagan un atentado mientras estamos afuera, he podido organizar cosas para registrar a mis bebés como se debe, agregarlos a un seguro médico e incluso, he tenido tiempo para ir al médico a que me hagan un chequeo general.Aunque me prometí no estar en algún hospital, porque ello me trae malos recuerdos, lo hice porque quiero ser una mujer sana para mis hijos. Adicional a eso, me he ocupado con los papeles para ser parte de la casa donde estuve con mi madre y preparar todo para que sus tumbas se vean bien.El lugar, era de mi madre, pero, lo tenía hipotecado, por lo que, al desaparecer dos años sin dar señales de vida, el banco tomó posesión de esta y la subastó. Ahora mi lucha es con el dueño
Ya hemos pasado el tiempo donde peleamos por nimiedades por cómo se usa el dinero. Así que, deseando que sea parte también de esto, lo observo pagar, mientras varios de sus guardaespaldas, recogen la compra y se marchan con ella rumbo al parqueadero.— No creo que sea buena idea que estés aquí, apenas ayer te operaron.— Estoy en una silla de ruedas donde solo debo presionar un botón y avanzaré, no es mucho el esfuerzo el que hago. No te preocupes. — dice Danell, mientras toca la mano de Dana— No creo que sea buena idea, ayer estuviste en cirugía, deberías estar en reposo y evitar que la herida se te infecte.— Me duele al hablar, no me obligues a darte un discurso largo de porque no pienso perderme esto. — dice Danell y yo suspiró profundo.Sabiendo que no hay manera de que lo convenza de lo contrario, me esfuerzo en hacer las cosas rápido
Al día siguienteLa mañana llega y yo preparo a mis niños bajo la mirada triste de Danell. Él esta levemente sentado observando como he terminado de bañar a los bebés y como simultáneamente le coloco crema en sus partes íntimas para que no los irrite el pañal.— Seria feliz viendo esto cada día de mi vida. — dice Danell y yo sonrío mirando a los pequeños que balbucean.— Es algo que me gusta hacer. Me hace muy feliz ocuparme de ellos. — digo colocando los pañales de los bebés y Danell asiente sonriéndome.Continúo vistiendo a los niños con la ropa que los chicos me han conseguido y por último, peino a cada uno de mis pequeños, colocando a Dalton en las piernas de Danell, porque así lo ha pedido él.Termino de peinar a mi pequeña con la que lucho hacerle peinados con tan p