El olor a alcohol me hace negar y quejarme. Mi cuerpo dolía, pero, no era un dolor físico, si no, algo más que no podía describirlo. Solo podía saber que era algo malo. El malestar me lo decía.
— Ya ha despertado— dice alguien y yo abro mis ojos con dificultad.— Señorita Hill— dice mi jefe y yo abro mis ojos aún más por la sorpresa.Muchas veces había soñado despertar y escuchar la voz de mi jefe hablándome, pero, algo me decía que aunque se estaba cumpliendo mi deseo, no era por algo agradable.— Señor… ¿Qué…?— Debe despertar completamente para que atienda lo que le voy a decir. — dice el señor Castagnoli.— Sí, señor…— Louis va a viajar con usted. Así que, necesito que nos diga donde está su pasaporte para que pueda marcharse pronto. — dice mi jefe y yo lo observo aturdida.— ¿Por qué necesitaría mi…? — pregunto, pero, los recuerdos vienen a mi mente y me bloquean.Mi hermana, mi madre… no puede ser posible.— No... no puede ser posible. —Digo de inmediato.— Eso es lo que van a confirmar al viajar allí. A usted solo la llamaron porque no aparece entre la lista de los sobrevivientes, su hermana y su madre. Pero, cada minuto que pasa, pueden encontrar sobrevivientes que aún no han registrado En la lista.>> Así que, lo mejor es que usted vaya y confirme si los cuerpos que han encontrado con la documentación de su hermana y su madre, son ellas o si solamente fue el agua el que causó que toda la documentación fuera un desastre y la confundieran con esas mujeres muertas, sólo porque eran las más cercanas en sus facciones a dicha documentación encontrada. — dice el señor Castagnoli y yo asiento más tranquila.— Seguramente es eso lo que sucedió. Lo mejor es que yo me marche entonces a averiguar cómo se encuentran mi familia— digo levantándome del asiento del auto del señor Castagnoli— Debe viajar con Louis. Ya estamos fuera de la casa donde vives, así que ve a buscar tu pasaporte y regresa, que te llevaremos al aeropuerto.— No es necesario que Louis me acompañe. Es su asistente y seguramente tiene muchas cosas que hacer con usted esta noche.— No fue una sugerencia, fue una orden, así que ve a buscar tu pasaporte, nosotros te esperamos mientras vamos averiguando qué vuelo más cercano hay para que te vayas sin inconvenientes lo más pronto posible.— Entiendo. Ya regreso, señor. — digo y corro tan rápido marchándome hasta mi casa de donde busco mi pasaporte y salgo tan rápido, mientras deseo volver a casa con mi hermana y mi madre sonriendo por el susto que hemos sufrido.Salgo tan rápido como puedo, mientras me preocupo porque mi jefe me espere tanto. Ya que, a él no le gusta esperar y posiblemente, si lo hago enojar, no me ayude como lo necesito. Corriendo, llego a su auto y es él quien me calma.— Estamos a tiempo, no corras, puedes lastimarte.— No le gusta esperar, señor.— Ahora no me importa eso, estamos a tiempo, podremos hacer las cosas bien sin correr como si estuvieras saliendo de un incendio. — dice el señor Castagnoli y yo asiento.— Entiendo, señor. Gracias por entender.— El vuelo saldrá en dos horas. Por lo que, tenemos tiempo. Mientras vamos a averiguar qué sucede. No estás sola, tienes mi respaldo, así que, independientemente de lo que descubras, recuerda que no estás sola. No debes estarlo.— Muchas gracias, señor Castagnoli. — digo conmovida.— Vamos, es mejor estar pronto en el aeropuerto.Me sentía feliz. Mi jefe, era un hombres de pocas palabras, pero, estaba claro que cuando hablaba, lo hacía porque iba a ayudar o decir algo bueno y no porque dijera cosas sin sentido. Ahora, me estaba diciendo lo que necesitaba y me agradaba tenerlo, porque sentía que no podría lograr salir de este asombro sin su ayuda.Él tenía razón, no era una persona fuerte, esta situación dejaba claro ello y por eso, necesitaba ayuda. Necesitaba con urgencia ayuda y el señor Castagnoli y Louis, me la estaban dado.No pague algo, ellos se encargaron de todo, mientras yo suplicaba que mi familia estuviera bien, mientras subíamos a un avión que imploraba que volara más rápido porque necesitaba encontrar a mi familia.Por fortuna, Louis no me dice algo y yo agradezco, porque no sé qué decir. Bajo del avión y nos llevan hacia el lugar donde debemos tomar un nuevo transporte aéreo para poder llegar al lugar donde nos esperan para darnos la información de mi madre.Al llegar, bajo rápido del auto en el que siento que he durado un siglo, porque mucho trayecto de la carretera, no estaba en óptimas condiciones, pero, finalmente llegamos al destino donde familiares como yo gritan o celebran dependiendo de la noticia que reciben.Mi corazón está que sale de mi pecho y yo continúo suplicando para que las cosas salgan bien y mi familia corra a abrazarme, pero, Louis es quien me toma del brazo cuando estoy frente a uno de los encargados de informarnos sobre nuestros conocidos— Necesito saber sobre dos mujeres de apellido Hill, ¿está en la lista de sobrevivientes? — pregunto con temor y el hombre traga duro.— Mi superior hablará con usted. Gire a la derecha y en segunda puerta a la izquierda lo encontrará. — dice el hombre y yo camino implorando que con su superior, este mi madre y mi hermana.Pero, cuando llego al lugar y no veo a mi hermana o mi madre, trago duro.— Buenas noches, soy Dove Hill. Me han enviado aquí para hablar con usted.— Siéntese, señorita Hill. Debemos hablar.— Sea directo, ¿están o no vivas? — pregunto si deseos de siquiera acercarme al hombre que tiene una corbata negra.— Lo siento, señorita Hill. Se les ha hecho muestras para confirmar si son ellas y si lo son. Las dos pasajeras de apellido Hill, han muerto— dice el hombre y yo trago duro.Mis piernas dejan de tener fuerza y son unos brazos los que me impiden caer al suelo. Mi mundo se había derrumbado y no encontraba una sola manera para poder quedarme en un mundo donde mi madre y mi hermana, ya no están.— ¿Qué queda ahora para mí? — pregunto mientras los recuerdos me invaden.Ellas me habían prometido que viajaríamos juntas después. Que tendríamos unas vacaciones familiares, entonces, ¿Por qué estoy quedando sola? ¿Por qué ya no será posible que cumplan esa promesa tan importante? Me he quedado sola. Estoy sola en una casa que será demasiado grande y solitaria para mí. Mis mejores amigas, mi única familia, mi motivación, se ha ido. Entonces, ¿Qué va a ser de mí?— Señorita Hill… señorita Hill.— Déjenme morir también. Dejen que muera. — suplico sin tener fuerzas para decir algo más cuando todo me duele.Lo mejor es morir. Así, no estaré sola despidiendo dos personas que han sido mi vida siempre. No puedo lidiar con esto. Lo mejor es que todo acabe para mí también. Es lo mejor.De todos los papeles se encarga Louis, mientras yo camino sin saber hacia dónde debo moverme. Es como si fuera alguien sin alma y no era para menos, la había perdido en un accidente aéreo que jamás debió suceder.— Necesitas levantarte, señorita Hill— No puedo. — susurro sin saber quién me habla. Solo puedo mirar a nada en especial y caminar aunque mis pies duelan, porque sentada duele más mi corazón.— No suspendí una reunión tan importante para verte así de derrotada. — dice la voz que anteriormente me hablo y yo lentamente miro hacia la persona a mi lado.La sorpresa me invade al ver como el hombre que debía estar a miles de kilómetros aparece — Señor Castagnoli… — susurro con voz quebradiza.— Puedes llorar, puedes derrumbarte, puedes y necesitas hacerlo, pero, no olvides levantarte de allí, porque no perteneces al suelo. No perteneces a ese lugar en ruina en el que te estas aferrando a estar. — dice el señor Castagnoli y yo no quiero que me vea completamente destruida, pero, ¿C
Era mucho que procesar, por eso, era que mi mente estaba intentando alcanzar la velocidad con todo lo que estaba pasando en un día que sentía que no tenía fin. Parece que no tiene fin porque no logro entender cómo es posible que él me diga algo así.— Lo que acabas de escuchar, señorita Hill. Vine a decirle que quiero… no, necesito que seas mi esposa, entonces, ¿Por qué te encuentro así?— Señor Castagnoli… esto me ha tomado por sorpresa.— ¿Por qué debería tomarte por sorpresa? He estado apoyándote en este momento duro como algo más que jefe. Además, ¿crees que dejo que cualquier mujer este sobre mis piernas? — pregunta mi jefe y yo de inmediato, me levanto reaccionado a su comentario.— Lo entiendo, señor. Pero, eso está lejos de lo que podría significar un matrimonio.— Te conozco y me gusta como eres, eso me parece suficiente para mí. — dice el señor Castagnoli y yo respiro profundo.— Aun así.— No voy a obligarte, si no quieres casarte conmigo, lo entenderé.— No somos novios, m
No lograba comprender qué era lo que estaba sucediendo, pero, estaba pasando. Por un momento había pensado que había sido todo producto de mi imaginación, que lógicamente, después de reaccionar y va a llegar la realidad.Pero, al tener mi billetera con mi documentación y ver a Louis sonreírme, mientras nos escolta hasta el auto de mi jefe, confirmo que no estoy soñando ni tampoco me lo estoy, imagino.— Señor Castagnoli, Vuelvo a decirlo, ¿realmente desea casarse conmigo? — digo, esperando que me diga que no y que el motivo de haberme llevado hasta su auto fue para hacerme una mala broma.— ¿Usted cree que vine a sacar nada más para bromear, señorita Hill? — pregunta mi jefe con seriedad.— Lo siento, es que me parece tan irreal, señor, Castagnoli.— A mí me parece irreal que usted haya intentado quitarse la vida. Pero, eso no quiere decir que no haya pasado ello. — dice mi jefe, mientras extiende su mano al asiento del conductor donde Louis le entrega un botiquín de primeros auxilios
Después de recapacitar y prometerme que por muy difícil que sea la vida, no puedo acabar con esta. Bajamos del auto y caminamos a una peluquería. Con un estilista que muestra mucho respeto a mi jefe, se inicia la transformación.Corte de cabello, tratamiento facial, maquillaje, ropa que parece hecho con las estrellas por su brillo increíble e incluso, calzado que parecen nubes esponjosas, soy preparada para la boda más relámpago que creí posible realizar.Mi vestido ajustado a mi cuerpo, me hacen creer que esto ha sido preparado desde hace tiempo, porque todo me queda tan perfecto que me resulta extraño.Lista, con un cabello brillante y hermoso, un vestido sencillo, pero, hermoso, un maquillaje acorde a la ceremonia que tendremos y unos zapatos que me hacen ver un poco más alta, salgo del salón para encontrarme con mi jefe.— Señor Castagnoli, estoy lista. — aviso al hombre que habla por su teléfono de una manera tan elegante que parece un modelo.Él ya lleva un traje de color gris,
No sabía que estaba sucediendo entre mi jefe y su padre, pero, no tenía tiempo para estar pendiente de su relación, cuando tenía una vista perfecta de la mandíbula del hombre que me tiene en sus piernas.En mi tiempo trabajando con él, nunca había estado así de cerca, pero, este día he estado sobre sus piernas dos veces y no porque yo lo provoque, si no, porque él así lo quiso.‘Estamos avanzando bastante rápido, Dove’ me digo sonriendo mentalmente mientras siento la mano de mi jefe en mi espalda baja.— Ella está bien y lo estará siempre. No necesitas preocuparte por mi relación, padre. Adiós — dice mi jefe girándose en su silla eléctrica para llevarme hasta donde está el notario.— Señor Castagnoli…— Ya puede iniciar nuestra ceremonia de matrimonio. — dice mi jefe y el hombre asiente.Realmente no comprendo qué es lo que dice el hombre, porque aunque puedo ver que mueve su boca, no puedo entender qué es lo que dice porque estoy más concentrada en lo que siento por estar sentada en
El anillo que ahora está en mi dedo, brilla con una intensidad que calienta mi corazón. Sabía perfectamente que mi boda no era por amor y que ha sido tan apresurada que como decía mi madre: de una decisión apresurada, solo quedaran malas experiencias y cansancio. Ese era un riesgo que tenía una probabilidad grande de experimentar, pero, ahora no quería pensar demasiado en los resultados futuros, si no, en que he avanzado mucho al estar sobre las piernas de mi ahora esposo, que espera que le coloque su alianza de matrimonio.— No seré el esposo perfecto. Pero, prometo que seremos un matrimonio sin restricciones y si en el futuro estas segura de encontrar la felicidad en otro lado, no voy a ser un obstáculo. — No es buena idea hablar de una separación cuando estoy colocando el anillo de matrimonio en tu dedo. — digo terminando de colocar su anillo.— No quiero que sientas que ese anillo es una soga irrompible, Dove. No quiero que te sientas obligada a estar conmigo, quiero que te sien
La mañana llega y yo seco mis mejillas. Realmente no había dormido siquiera un poco en toda la noche, dejando en claro que la tristeza no estaba relacionada con la casa y los recuerdos que en ella tenía, si no, la ausencia de mi hermana y mi madre.Después de quedar completamente sola en una habitación tan grande, las dudas comenzaron a surgir y yo quise hablar con alguien sobre esto, pero, mis mejores amigas y confidentes eran mi madre y mi hermana.Por lo que, ahora estaba completamente sola, en un lugar tan vacío y carente de alegría, que era el ambiente perfecto que describía como me sentía. Casarme, era la segunda decisión que había tomado sin consultar a mi madre y hermana, la primera fue el intento de suicidio.Parecía que en ninguna de las dos había decidido correctamente, pero, lo peor de todo es que no quería divorciarme. Como ha dicho Louis, me he marchado al infierno caminando con mis propios pies y eso no era bueno.— Señora Castagnoli, ¿se encuentra despierta? — pregunta
Suspiro profundo, mientras intento ordenarle a mi mente que se recupere del asombro y enfrente el destino que me espera al subir al helicóptero. Después de todo, cuando algo está destinado a suceder, sucede.— Solo me debilite un poco, pero, ya estoy bien. — digo apartándome de Louis mientras le hablo a Danell.— Ya está todo listo, podemos subir al helicóptero. — dice Danell y yo trago duro.El hombre no se mueve y yo asiento sintiendo que mi vida se va a acabar en menos de una hora. Con un intento tonto de valentía, camino al lado del hombre que con sus manos, mueve una palanca y la silla de ruedas se mueve.‘Él es bueno con las manos, quizás al pilotear, solo se necesiten las manos’ me digo mentalmente, intentando calmar mi miedo.— Antes de perder la movilidad de mis piernas, piloteaba muchos aviones y helicópteros solo por diversión. Muchas veces, estaba muy frustrado y usaba la aviación como una manera de relajación.>> Era muy bueno, incluso era muy aplicado en ello y por eso,