Sinopsis: Sofía nunca imaginó que enamorarse de Fernando, un hombre mayor y dueño de un imperio empresarial, cambiaría su vida para siempre. Aunque los rumores la tildan de cazafortunas, su amor por él fue sincero. Ahora, viuda y hereda de una gran fortuna, todo parece estar en su contra. Especialmente cuando Alejandro, el hijo de Fernando, regresa decidido a destrozarla. En la lectura del testamento, ambos descubren que solo podrán heredar si cumplen una única condición: casarse entre ellos y mantenerse unidos durante un año. Sofía y Alejandro se odian a muerte, pero el destino y la voluntad de Fernando los obligan a convivir bajo el mismo techo. Él la acusa de haber sido la amante de su padre, mientras ella lucha por demostrar que su amor era verdadero. Entre insultos, miradas llenas de rencor y la creciente tensión que ambos intentan negar, ¿podrán sobrevivir un año de matrimonio? O peor aún, ¿descubrirán que el odio puede esconder sentimientos aún más poderosos?
Leer másAl llegar a casa, Alejandro se encierra en el despacho de su padre. La rabia que lleva dentro parece consumirlo, y Sofía lo nota. Tras un momento de duda, decide acercarse con una copa de su vino favorito, esperando que le ayude a calmarse. Toca suavemente la puerta y, después de un largo silencio, escucha su voz invitándola a entrar.Alejandro está de pie frente a la chimenea, mirando las llamas con el ceño fruncido, sus facciones endurecidas por la mezcla de frustración y nostalgia. Sofía se acerca despacio y le extiende la copa.—Pensé que esto podría ayudarte a despejar la mente —dice en voz baja, con una sonrisa tenue.Él la observa, sorprendido, pero toma la copa y bebe un sorbo sin apartar sus ojos de los de ella. El silencio entre ambos se siente tan denso como la tensión que ha ido creciendo entre ellos desde su boda. Sofía da un paso más cerca, sintiendo el calor del fuego reflejado en su piel y en los ojos oscuros de Alejandro, que parecen brillar con una intensidad inesper
Sofía se levanta a las 6 de la mañana, como todos los días desde que comenzó a trabajar en la empresa junto a Alejandro. Aunque lo ha intentado, no ha podido dormir en toda la noche. El beso entre su esposo y ella sigue rondando en su cabeza, impidiéndole conciliar el sueño.Ya no puede seguir negando lo que siente por Alejandro. Sin embargo, la culpa la consume. No puede haber dejado de amar a Fernando en tan solo dos meses desde su muerte. Se siente una miserable por siquiera pensar en ello.Después de darse una ducha y vestirse adecuadamente para ir a la oficina, baja a la cocina para desayunar. Allí se encuentra con Alejandro, sentado en la cabecera de la mesa, tomando solo un café, sus ojos fijos en su portátil, probablemente poniéndose al día con las noticias, como acostumbra antes de salir de casa.Con un silencio que parece ocupar toda la estancia, Sofía se acerca a la otra cabecera de la mesa, donde siempre se sienta, ya que nunca desayunan uno junto al otro. En ese instante,
Capítulo 21: Entre deseos y culpasLa semana ha sido larga y tediosa. Alejandro y Sofía siguen atrapados en la misma rutina, trabajando codo a codo en la empresa, pero una vez que cruzan el umbral de la casa, el silencio se convierte en su único lenguaje. Ya no hay peleas, ni discusiones cargadas de veneno, pero tampoco hay gestos de cercanía. El beso que compartieron ha quedado suspendido en el aire, como una nube que amenaza con desatar una tormenta en cualquier momento.Sofía se siente inquieta. La imagen de Mercedes Montalbán no deja de perseguirla, esa sensación de familiaridad que la atormenta, como si estuviera al borde de recordar algo importante. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, no logra darle un sentido. Y Alejandro… él parece más distante que nunca, inmerso en una investigación que lo frustra más de lo que le da respuestas. El nombre de su madre sigue siendo un misterio, y con cada día que pasa, la búsqueda se vuelve más agotadora.Esa noche, el ambiente en la casa está
Capítulo 20: Encuentros inesperados Las semanas han sido tensas pero productivas para Sofía y Alejandro. Aunque la relación entre ellos sigue marcada por silencios incómodos y miradas cargadas de sentimientos no resueltos, han encontrado una forma de trabajar juntos. Alejandro, a su manera, ha asumido el rol de mentor, explicándole a Sofía los detalles más técnicos del proyecto. A pesar de que ella no tiene conocimientos en arquitectura, ha aprendido rápido, admirando en silencio la dedicación y habilidad de Alejandro. Cada día que pasan trabajando codo a codo, Sofía se siente más atrapada entre el profesionalismo que requiere su rol en la empresa y los sentimientos contradictorios que Alejandro despierta en ella. Él, por su parte, se mantiene distante, como si el beso que compartieron semanas atrás fuera algo que nunca ocurrió. Finalmente, después de días interminables de trabajo, revisiones y ajustes, el proyecto está listo para ser presentado. Es el día del concurso, y Sofía s
Capítulo 19: Cambios invisiblesSofía camina por los pasillos de la empresa, intentando ordenar los pensamientos que la persiguen desde hace días. La imagen del segundo beso con Alejandro aún está grabada en su mente, y no puede evitar recordar el calor de sus labios sobre los suyos, la manera en que la sostuvo, vulnerable pero decidido. Fue tan inesperado, tan intenso, que la dejó desconcertada. Sin embargo, lo que más la ha confundido es lo que ha sucedido desde entonces. Alejandro, aunque sigue siendo distante, ya no muestra el mismo desprecio en sus ojos. Las peleas constantes han disminuido, y ahora, aunque solo se hablan por temas estrictamente laborales, ella siente que algo ha cambiado entre ellos."¿Qué está ocurriendo?", se pregunta una y otra vez, sin encontrar respuestas claras. A pesar de los muros que ha erigido para protegerse, Sofía no puede evitar replantearse lo que siente por Alejandro. El odio inicial, la frialdad con la que ambos se han tratado, comienza a desdibu
Capítulo 18: Lagrimas bajo las estrellasLa casa está sumida en un silencio casi opresivo cuando Alejandro y Sofía regresan. El día en la empresa había sido un desastre emocional para ambos. Apenas cruzan la puerta, Alejandro se dirige directamente a su despacho sin decir una palabra, su rostro es una máscara de frialdad y autocontrol. Sofía lo observa desaparecer tras la puerta, sintiendo el peso del día apretándole el pecho. No tenía sentido seguir intentando mantener una fachada de fortaleza. Todo en su interior se desmoronaba, aunque se había jurado no mostrárselo a nadie.Decide buscar algo de alivio en el jardín de Fernando, su único refugio en esa casa. Ese rincón apartado, con sus senderos de piedra y las flores que Fernando tanto amaba, es el único lugar donde Sofía siente que puede ser vulnerable, sin ser observada ni juzgada. Mientras camina entre las plantas que su difunto esposo había cuidado con tanto esmero, las palabras de Clara comienzan a repetirse en su mente: “Caza
Capítulo 17: El fuego bajo el hieloSofía baja del coche frente a las oficinas centrales de la empresa por primera vez. El imponente edificio de cristal y acero se alza frente a ella, frío y desalentador, tal como imaginó que sería su primer día como CEO. Las semanas de tensión en la mansión con Alejandro han hecho que el simple hecho de respirar el mismo aire que él se vuelva insoportable, pero hoy no tiene opción. Debe enfrentarse a una junta directiva llena de desconocidos, todos esperando que fracase, tal como siempre lo hacen las personas que miran a los recién llegados con desconfianza. Y Alejandro estará allí, observando cada movimiento, listo para reprocharle cualquier error.Antes de entrar, Sofía respira hondo. Sus tacones resuenan en el suelo de mármol mientras cruza el vestíbulo con paso firme, intentando proyectar la seguridad que, en realidad, está muy lejos de sentir. La recepcionista la guía hasta el ascensor, y el trayecto hasta el piso superior se siente eterno. Cuan
Capítulo 16: Las nuevas reglas del juegoLas semanas han pasado como un soplo de aire gélido, arrastrando consigo cualquier vestigio de la tenue tregua que alguna vez existió entre Alejandro y Sofía. Desde aquella noche en el estudio, donde los besos y caricias los llevaron al borde de lo inevitable, solo para ser detenidos por la razón, la hostilidad entre ellos ha crecido de manera irrefrenable. Lo que una vez fue tensión sexual y atracción reprimida ahora ha dado paso a un campo de batalla silencioso.Alejandro ha encontrado en Elena un refugio. Los rumores de su cercanía se han extendido por la mansión como un incendio, y a menudo, Sofía los ve juntos, susurrando, compartiendo miradas que parecen promesas de algo más. Elena no oculta su satisfacción cada vez que sus ojos se cruzan con los de Sofía, recordándole lo que le había dicho en la iglesia: "Alejandro siempre regresa a mí". Y, a pesar de todo, Elena tenía razón. Alejandro se ha distanciado por completo, sumido en una mezcla
Capítulo 15: Entre el deseo y la razónSofía regresa a la mansión bajo el manto oscuro de la noche, el viento frío la envuelve mientras camina por el largo sendero de grava que conduce a la puerta principal. A pesar del tiempo que ha pasado desde su salida, su mente sigue revuelta, tratando de procesar lo que Elena le dijo en la iglesia. Pero más allá de la amenaza de Elena, lo que realmente la inquieta es Alejandro. Su frialdad, sus muros impenetrables y, al mismo tiempo, esos momentos en que deja ver su vulnerabilidad.Cuando entra en la casa, la mansión está silenciosa, casi sepulcral. Los sirvientes se han retirado, y la oscuridad solo es interrumpida por la luz tenue que se filtra desde el estudio de Alejandro. Sofía se siente atraída hacia allí, un presentimiento la empuja a ver qué está pasando.Al abrir la puerta del estudio, se encuentra con una escena que no esperaba. Alejandro está sentado detrás de su escritorio, su postura relajada de una manera que nunca antes había vist