Capítulo 10: Revelaciones inesperadasEl papel entre sus manos tiembla, como si sus propios nervios fueran capaces de traspasar la fina hoja. Sofía apenas respira mientras recorre las primeras palabras, cada una escrita con la precisión característica de Fernando. Su caligrafía, impecable, no refleja la gravedad del contenido que poco a poco comienza a revelarse ante sus ojos."Querida Sofía, si estás leyendo esto, es porque ya no estoy contigo. Me duele pensar en el dolor que puedes estar sintiendo en este momento, pero también sé que esta carta te traerá algunas respuestas que necesitas."La mención de su nombre y el tono tan personal de la carta hacen que su garganta se cierre por un instante. Sofía respira profundamente y continúa leyendo, mientras su corazón late con fuerza."Quiero que sepas que nuestro matrimonio, a pesar de todo lo que puedan decir, fue muy importante para mí. Desde el primer momento en que te conocí, supe que eras diferente. No sé si lo llamaría amor, pero ha
Capítulo 11: La verdad dueleEl sol de la mañana entra tímidamente por las ventanas del salón, pero la casa sigue envuelta en una tensión palpable. Sofía ha pasado la noche en vela, incapaz de dejar de pensar en la carta de Fernando y en los documentos ocultos en su escritorio. La duda y el miedo se entrelazan en su pecho, creando un torbellino de emociones que no la dejan tranquila.Alejandro no ha dicho una palabra desde su comentario de la noche anterior. Se ha recluido en su parte de la casa, lo cual Sofía agradece. Necesita tiempo para pensar, para procesar todo lo que ha descubierto.Desayuna en silencio, aunque el nudo en su estómago le impide comer demasiado. El café está frío cuando suena el timbre. Sofía se pone en pie de inmediato, como si un instinto le advirtiera que algo importante está por suceder.Cuando abre la puerta, se encuentra con un hombre vestido de traje oscuro. Su semblante serio no presagia nada bueno.—Señora Sofía, soy el abogado del señor Fernando. Necesi
Capítulo 12: Descubrimientos peligrososLa sensación de derrota todavía cuelga en el aire mientras Sofía se queda sola en la sala. Los últimos días han sido un torbellino emocional, pero la amenaza de Alejandro ha encendido algo dentro de ella. No es una víctima, y no permitirá que nadie la haga sentir como tal, ni siquiera él.Decide volver al despacho de Fernando, el lugar donde comenzó a descubrir los secretos que la rodean. No se ha atrevido a revisar más desde que encontró la carta, pero sabe que aún queda mucho por desenterrar. Su corazón late con fuerza cuando cruza la puerta y se detiene frente al escritorio. Algo en su interior le dice que la clave para entender a Alejandro está aquí.Comienza a revisar cajón tras cajón, buscando pistas entre los papeles de Fernando. Después de unos minutos, encuentra una caja de madera con una pequeña llave. Al abrirla, lo que descubre le corta la respiración: fotos antiguas, todas de una mujer que nunca había visto, pero que guarda un inqui
Capítulo 13: La barrera se rompeLa mansión está envuelta en una calma inquietante, con una noche clara que contrasta el torbellino emocional dentro de sus muros. Sofía no puede sacarse de la cabeza los documentos de Fernando ni las miradas envenenadas de Elena, pero lo que más la perturba es el silencio de Alejandro, la forma en que su distancia se ha vuelto un escudo infranqueable.Desde el despacho de Alejandro se escucha un leve sonido, como si algo se hubiera caído. Sofía camina hacia allí, dudando si debería intervenir. Finalmente, con el corazón acelerado y una sensación de inevitabilidad, toca la puerta ligeramente entreabierta.—Alejandro... —susurra desde el umbral.Lo encuentra sentado frente a su escritorio, pero con las fotos de su madre esparcidas por el suelo. Alejandro, tan imperturbable y controlado siempre, ahora se ve vulnerable, derrotado. Su cuerpo está encorvado, como si la vida misma lo estuviera aplastando. Entre sus manos sostiene una fotografía de una mujer d
Capítulo 1: La última voluntadEl aire está cargado de incienso y flores marchitas. Sofía apenas escucha las palabras del sacerdote. Todo a su alrededor parece lejano, como si el dolor la hubiera aislado en una burbuja de silencio. Fernando, su esposo, ha muerto, y ahora solo quedan los murmullos y las miradas cargadas de juicio de los asistentes. La joven viuda, la cazafortunas. "Ella solo lo quería por su dinero", piensan.Pero ellos no saben la verdad. No saben cómo se conocieron, ni cómo Fernando la rescató del vacío en el que estaba sumida.Hace dos años, Sofía era una joven de 24 años que apenas lograba sobrevivir en la ciudad. Trabajaba como camarera mientras intentaba abrirse camino como artista. En un evento benéfico al que fue para ganar algo de dinero extra, lo conoció. Fernando, con sus 60 años, irradiaba carisma y seguridad. La vio cuando nadie más lo hacía. "Pareces alguien que necesita una buena conversación y una copa de vino", le dijo esa primera noche, con una sonris
Capítulo 2: Entre el odio y el deberSofía se queda en silencio, mirando a Alejandro mientras él atraviesa la sala con pasos furiosos, como si su solo andar pudiera romper las paredes de aquel despacho. El abogado observa la escena con la misma calma con la que acaba de leer el testamento. Para él, esto es solo un trámite, pero para Sofía, es el inicio de un infierno que jamás había imaginado.—No pienso cumplir con esto —masculla Alejandro, sin dirigirse a nadie en particular, mientras se detiene frente a una de las ventanas del despacho. La luz del sol entra a raudales, pero nada en el ambiente puede calmar su furia. Sofía lo observa desde el otro extremo de la sala, sintiendo una mezcla de angustia y desconcierto.—Es lo que tu padre deseaba —responde el abogado, impasible, como si no notara el volcán que está a punto de explotar en la figura de Alejandro.Sofía aún no puede procesar lo que ha sucedido. Apenas hace unos días enterró a su esposo, el único hombre que le dio estabilid
Capítulo 3: Pacto bajo amenazaEl viento agita las cortinas de la habitación de Sofía mientras ella se queda sentada frente a la ventana, absorta en sus pensamientos. La luz del atardecer baña la habitación en tonos dorados, pero no logra aliviar el peso que siente en el pecho. Las palabras del testamento siguen retumbando en su cabeza, como una sentencia inescapable. Casarse con Alejandro… ¿Cómo Fernando pudo pensar que esto era una buena idea?Un golpe en la puerta la saca de sus pensamientos. Antes de que pueda responder, Alejandro entra sin esperar permiso, su rostro endurecido, con una mezcla de determinación y enojo.—Tenemos que hablar —dice, su tono implacable.Sofía se gira lentamente en su silla, tratando de no mostrar la ansiedad que su presencia le provoca. Sabe que este momento llegaría tarde o temprano, pero eso no hace que sea más fácil.—No hay nada más que decir —responde ella, con una calma que no siente—. Ya sabes lo que el testamento estipula. Tú y yo…—Yo no me vo
Capítulo 4: El comienzo de una farsaLa mañana siguiente llega con una sensación de inquietud que pesa sobre los hombros de Sofía. El día anterior cambió el rumbo de su vida y ahora, mientras se viste frente al espejo, siente que su realidad ha dado un vuelco irreversible. El vestido que elige es sencillo, de un tono crema que resalta la palidez de su piel. Hoy no es un día para celebraciones, pero tampoco para descuidarse. No sabe cuándo volverá a sentirse segura en su propia piel, pero está decidida a afrontar lo que viene con la mayor dignidad posible.Alejandro llega puntual al despacho del abogado, como si fuera un día más en su rutinaria vida empresarial. Él, en cambio, viste con una elegancia imponente, un traje gris oscuro hecho a medida que acentúa su figura. Al entrar al despacho, sus ojos la encuentran, fríos y calculadores. Durante un instante, Sofía siente un escalofrío recorrer su columna. El aire entre ellos sigue cargado de tensión, como si el odio latente se hubiera i