Capítulo 12: Descubrimientos peligrososLa sensación de derrota todavía cuelga en el aire mientras Sofía se queda sola en la sala. Los últimos días han sido un torbellino emocional, pero la amenaza de Alejandro ha encendido algo dentro de ella. No es una víctima, y no permitirá que nadie la haga sentir como tal, ni siquiera él.Decide volver al despacho de Fernando, el lugar donde comenzó a descubrir los secretos que la rodean. No se ha atrevido a revisar más desde que encontró la carta, pero sabe que aún queda mucho por desenterrar. Su corazón late con fuerza cuando cruza la puerta y se detiene frente al escritorio. Algo en su interior le dice que la clave para entender a Alejandro está aquí.Comienza a revisar cajón tras cajón, buscando pistas entre los papeles de Fernando. Después de unos minutos, encuentra una caja de madera con una pequeña llave. Al abrirla, lo que descubre le corta la respiración: fotos antiguas, todas de una mujer que nunca había visto, pero que guarda un inqui
Capítulo 13: La barrera se rompeLa mansión está envuelta en una calma inquietante, con una noche clara que contrasta el torbellino emocional dentro de sus muros. Sofía no puede sacarse de la cabeza los documentos de Fernando ni las miradas envenenadas de Elena, pero lo que más la perturba es el silencio de Alejandro, la forma en que su distancia se ha vuelto un escudo infranqueable.Desde el despacho de Alejandro se escucha un leve sonido, como si algo se hubiera caído. Sofía camina hacia allí, dudando si debería intervenir. Finalmente, con el corazón acelerado y una sensación de inevitabilidad, toca la puerta ligeramente entreabierta.—Alejandro... —susurra desde el umbral.Lo encuentra sentado frente a su escritorio, pero con las fotos de su madre esparcidas por el suelo. Alejandro, tan imperturbable y controlado siempre, ahora se ve vulnerable, derrotado. Su cuerpo está encorvado, como si la vida misma lo estuviera aplastando. Entre sus manos sostiene una fotografía de una mujer d
Capítulo 14: Fracturas invisiblesEl eco de los pasos de Elena aún retumba en los oídos de Sofía mientras intenta calmarse. La sala parece más pequeña después de lo que acaba de suceder, y el aire está cargado de tensiones que no se han resuelto. Alejandro sigue sentado en su escritorio, su expresión impenetrable, pero Sofía puede ver las fisuras que se han formado bajo su fachada de frialdad.Las palabras de Elena aún resuenan en su mente: "Yo siempre estuve para ti." Sofía no puede evitar preguntarse qué historia comparten Alejandro y Elena, y por qué la mujer parece tan desesperada por aferrarse a él. La imagen de Alejandro y Elena juntos, unidos por una relación que ella no entiende, la inquieta.Pero Alejandro no le da tiempo para reflexionar más. Se levanta de su asiento con un movimiento brusco y la mira con una mezcla de frustración y cansancio.—No deberías preocuparte por Elena —dice Alejandro, rompiendo el silencio. Su voz es áspera, pero no tan cortante como antes—. Ella s
Capítulo 15: Entre el deseo y la razónSofía regresa a la mansión bajo el manto oscuro de la noche, el viento frío la envuelve mientras camina por el largo sendero de grava que conduce a la puerta principal. A pesar del tiempo que ha pasado desde su salida, su mente sigue revuelta, tratando de procesar lo que Elena le dijo en la iglesia. Pero más allá de la amenaza de Elena, lo que realmente la inquieta es Alejandro. Su frialdad, sus muros impenetrables y, al mismo tiempo, esos momentos en que deja ver su vulnerabilidad.Cuando entra en la casa, la mansión está silenciosa, casi sepulcral. Los sirvientes se han retirado, y la oscuridad solo es interrumpida por la luz tenue que se filtra desde el estudio de Alejandro. Sofía se siente atraída hacia allí, un presentimiento la empuja a ver qué está pasando.Al abrir la puerta del estudio, se encuentra con una escena que no esperaba. Alejandro está sentado detrás de su escritorio, su postura relajada de una manera que nunca antes había vist
Capítulo 16: Las nuevas reglas del juegoLas semanas han pasado como un soplo de aire gélido, arrastrando consigo cualquier vestigio de la tenue tregua que alguna vez existió entre Alejandro y Sofía. Desde aquella noche en el estudio, donde los besos y caricias los llevaron al borde de lo inevitable, solo para ser detenidos por la razón, la hostilidad entre ellos ha crecido de manera irrefrenable. Lo que una vez fue tensión sexual y atracción reprimida ahora ha dado paso a un campo de batalla silencioso.Alejandro ha encontrado en Elena un refugio. Los rumores de su cercanía se han extendido por la mansión como un incendio, y a menudo, Sofía los ve juntos, susurrando, compartiendo miradas que parecen promesas de algo más. Elena no oculta su satisfacción cada vez que sus ojos se cruzan con los de Sofía, recordándole lo que le había dicho en la iglesia: "Alejandro siempre regresa a mí". Y, a pesar de todo, Elena tenía razón. Alejandro se ha distanciado por completo, sumido en una mezcla
Capítulo 17: El fuego bajo el hieloSofía baja del coche frente a las oficinas centrales de la empresa por primera vez. El imponente edificio de cristal y acero se alza frente a ella, frío y desalentador, tal como imaginó que sería su primer día como CEO. Las semanas de tensión en la mansión con Alejandro han hecho que el simple hecho de respirar el mismo aire que él se vuelva insoportable, pero hoy no tiene opción. Debe enfrentarse a una junta directiva llena de desconocidos, todos esperando que fracase, tal como siempre lo hacen las personas que miran a los recién llegados con desconfianza. Y Alejandro estará allí, observando cada movimiento, listo para reprocharle cualquier error.Antes de entrar, Sofía respira hondo. Sus tacones resuenan en el suelo de mármol mientras cruza el vestíbulo con paso firme, intentando proyectar la seguridad que, en realidad, está muy lejos de sentir. La recepcionista la guía hasta el ascensor, y el trayecto hasta el piso superior se siente eterno. Cuan
Capítulo 18: Lagrimas bajo las estrellasLa casa está sumida en un silencio casi opresivo cuando Alejandro y Sofía regresan. El día en la empresa había sido un desastre emocional para ambos. Apenas cruzan la puerta, Alejandro se dirige directamente a su despacho sin decir una palabra, su rostro es una máscara de frialdad y autocontrol. Sofía lo observa desaparecer tras la puerta, sintiendo el peso del día apretándole el pecho. No tenía sentido seguir intentando mantener una fachada de fortaleza. Todo en su interior se desmoronaba, aunque se había jurado no mostrárselo a nadie.Decide buscar algo de alivio en el jardín de Fernando, su único refugio en esa casa. Ese rincón apartado, con sus senderos de piedra y las flores que Fernando tanto amaba, es el único lugar donde Sofía siente que puede ser vulnerable, sin ser observada ni juzgada. Mientras camina entre las plantas que su difunto esposo había cuidado con tanto esmero, las palabras de Clara comienzan a repetirse en su mente: “Caza
Capítulo 19: Cambios invisiblesSofía camina por los pasillos de la empresa, intentando ordenar los pensamientos que la persiguen desde hace días. La imagen del segundo beso con Alejandro aún está grabada en su mente, y no puede evitar recordar el calor de sus labios sobre los suyos, la manera en que la sostuvo, vulnerable pero decidido. Fue tan inesperado, tan intenso, que la dejó desconcertada. Sin embargo, lo que más la ha confundido es lo que ha sucedido desde entonces. Alejandro, aunque sigue siendo distante, ya no muestra el mismo desprecio en sus ojos. Las peleas constantes han disminuido, y ahora, aunque solo se hablan por temas estrictamente laborales, ella siente que algo ha cambiado entre ellos."¿Qué está ocurriendo?", se pregunta una y otra vez, sin encontrar respuestas claras. A pesar de los muros que ha erigido para protegerse, Sofía no puede evitar replantearse lo que siente por Alejandro. El odio inicial, la frialdad con la que ambos se han tratado, comienza a desdibu