83 - Una trampa...
Ernesto sintió el peso del mundo sobre sus hombros. Después del enfrentamiento con Jorge y las verdades que le estallaron en la cara sobre su madre, su cuerpo entero parecía desfallecer. Cuando regresó a la habitación, sus piernas apenas le respondían, pero, aun así, se mantuvo erguido, pretendiendo fortaleza. Sin embargo, en cuanto sus ojos encontraron los de Anaís, algo dentro de él se rompió.

Ella también ha estado pasando por tanto y él no ha sabido protegerla. Casi pierden a su hijo por su falta de responsabilidad. Todo eso estaba en sus hombros. Todo eso lo estaba debilitando y le dolía. Le dolía como una daga apuñalándolo en el pecho.

Ella lo observó con ternura y preocupación, notando su pecho alzarse con respiraciones profundas y temblorosas. Cuando vio la humedad en sus ojos, sintió que su propio corazón se desgarraba. Ernesto apartó la lágrima con el dorso de la mano con rapidez, pero Anaís lo detuvo, tomándolo de la muñeca con delicadeza.

— No tienes que ocultarlo — susurró
Lgamarra

¿Cuál creen que es el plan de Lucrecia ahora? Les leo en los comentarios...

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