"Ana Álvarez es una mujer olvidada, una mujer que tiene un peligroso pasado que ocultar, una tragedia que olvidar, una culpa que cargar. Por esta razón se marcha lejos, a un lugar para olvidar. Casi ha perdido toda esperanza de ser perdonada, de que su corazón pueda ser salvado, pero entonces, ocurre, un gesto amable y desinteresado que podría cambiarlo todo. ¿Podrá ella dejarlo todo atrás? ¿podrá dejar atrás el pasado y abrir los brazos hacia el amor? ¿y TaeSang, descubrirá su más oscuro secreto?" Todo esto y mucho más en una bonita historia, donde el amor, el odio, las mentiras y el dolor son los protagonistas.
Leer másHabía dormido de maravilla aquella noche, junto a él.Me obligué a no pensar en lo que nos esperaba fuera, mientras le miraba enamorada. Era perfecto, realmente era lo mejor que me había pasado en la vida.Ana…- comenzó él tras abrir los ojos y verme junto a él, pero al contrario no de mí no parecía feliz, más bien parecía preocupado. - ¿qué hora es? – Preguntó mientras miraba el reloj de la mesilla de noche. - Mierda.¿tienes algo que hacer? – Pregunté sin apartarme de su lado.Tenía una cita hace quince minutos – anunció mientras se levantaba de la cama y se lanzaba a por el celular – será mejor que llame para comunicarle que me retrasaré. - cogió el teléfono y lo colocó en su oreja mientras miraba hacia mí – señor Miyagi
Había acompañado a Han Tae Sang a su hotel, nos encontrábamos frente a la puerta del hotel y aún seguíamos mirándonos sin querer decirnos adiós. Bueno…- comencé – será mejor que me vaya… Quédate – suplicó mientras me miraba de esa forma que sólo él sabía. Sabes que no puedo, no debería. ¿deberíamos ir a otro lugar? – Preguntó mientras lo miraba sin comprender a que se refería. - podríamos ir a algún club, he aprendido nuevos pasos de baile…- comenzó haciendo que le mirase divertida. Aquí se llaman discotecas – le corregí. - Y son demasiado estrictos con la ropa, no vamos vestidos para la ocasión. Estás perfecta – dijo mientras me besaba en la mejilla. Le sonreí mientras él me devolvía la sonrisa – podemos ir sólo a beber entonces. Apenas unos minutos más tarde nos encontrábamos en un pub, Pipo me saludó con la mano al verme entrar en su local. Pero parecía realmente o
Me encontraba frente a mi hermana, en la puerta de la casa de mis padres, ella me miraba totalmente sorprendida por encontrarme allí de nuevo, temiendo que volviese a insultarla. Lian…- comencé, mientras mi hermana me miraba sin comprender. Tan pronto como comprendí el daño que le había hecho a mi hermana pequeña me abalancé sobre ella sin tan siquiera entrar en casa y la abracé con fuerza. Ya no estaba enfadada con ella. No, tan sólo me lamentaba de no haber sido más comunicativa con mi hermana, de no haber sido más cercana a ella… quizás si todo hubiese sido diferente entre nosotras, quizás las cosas hubieran sido diferentes. - Lo siento – me disculpé mientras mi hermana me devolvía el abrazo – yo no lo sabía. ¿qué es lo que no sabías? – Preguntó mientras se separaba de mi abrazo - ¿no sabías que aquellas palabras me harían daño? No, no lo sabía. - reconocí mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. - si hubiese sabido cuanto le
Me abalancé sobre Luis para abrazarle fuertemente cuando este hubo abierto la puerta de su casa. Estaba totalmente sorprendido por aquella reacción. Pero no hizo preguntas, tan sólo me palmeó la espalda mientras yo lloraba sobre su regazo. Hacía tanto tiempo que nadie me abrazaba que había olvidado lo que era sentirse vulnerable.Apenas unos minutos después Luis me besaba sobre la mejilla, intentando calmarme, justo como solía hacerlo antes. Le miré despacio mientras él me sujetaba de la cintura con ambas manos y me miraba en paz. Yo también lo hacía. Por primera vez en mucho tiempo volvía a tenerle, quizás él podría llevarse aquel dolor… quizás si lo dejaba él podría arrancar a aquel hombre de mi alma y expulsarle de mi corazón.Tragué saliva nerviosa, mientras él limpiaba mis lágrimas con
Me encontraba sobre la barandilla de la terraza del chalet de mis padres, estaba sola pensando en lo que Jaime acababa de decirme, parecía que aquella pesadilla no terminaría jamás. No sabía en qué momento de mi vida todo se había complicado tanto, y parecía imposible de solucionar, parecía que siempre estaría en aquel punto, discutiendo con Jaime mientras mi corazón seguía pensando en otro. ¿por qué estás aquí tan sola? – Preguntó alguien detrás de mí, haciendo que mi corazón le reconociese, él estaba allí. No debería haber venido, me dije, debería haberse quedado dentro jugando a aquellos juegos de mesa, con mi hermana. ¿ya te has cansado de jugar? Nunca me han gustado los juegos – admitió, mientras se posaba sobre la barandilla a mi lado, intentando parecer más cercano. Pero yo seguía mirando hacia el jardín, admirando como los pájaros bebían agua desde la pequeña fuente que mi padre tenía allí abajo.- Todo era más senc
Aquella noche no dormí bien, sabía que al día siguiente me tocaría fingir frente a mi familia, amigos e incluso frente a él que todo estaba bien. Que estaba realmente enamorada de Jaime y que quería pasar el resto de mi vida junto a él.Me encontraba en el salón de la casa de mis padres esperando para comer, nos habían invitado a comer a todos, Jaime no tardaría en llegar junto al resto de los invitados, yo siempre llegaba puntual últimamente. Sobre todo desde que no tenía trabajo.Suponía que aquella comida familiar era una excusa de mi madre para poder reunirnos a todos, pero esa no era la única razón, en cuanto vi aparecer a mi hermana con su nuevo “novio”, comprendí que ellos también querían darle una buena bienvenida a España al muchacho.Aquella comida era incómoda, el evitaba mi
¿y bien? – Preguntaba mi hermano, que convencido por su mejor amigo Luis, había decidido sacarme a pasear. Abrí los ojos intentando visualizar cual era esa sorpresa que me había preparado. Era la primera vez que salía de casa en meses, desde que había llegado en realidad. Era una bicicleta, allí frente al jardín de casa, se encontraban dos bicicletas y una cesta de picnic. He pensado que sería buena idea hacer una pequeña excursión por la ciudad… podríamos ir al parque del retiro…- pero yo ya no le escuchaba, mi mente se hallaba en otro lugar muy lejano. Acababa de recordar aquel día junto a Tae Sang en el río…- ¿qué ocurre? – Preguntó al notar como una lágrima recorría mi mejilla - ¿no te gusta la idea? Podemos ir a otro lugar si quieres.- pero en ese momento estallé, mis lágrimas comenzaron a salir apresuradamente mientras mi llanto salía al exterior, frente a mi hermano.- Ana… En aquel momento sentía como si u
Habían pasado semanas desde que había vuelto a España y aún no había podido volver a la normalidad, aún seguía dolida, aún tenía miedo, aún lloraba en las noches mientras agarraba el móvil admirando sus fotos y las pasaba despacio inundando todo a mi alrededor en lágrimas. No había vuelto a salir de casa. Me la pasaba encerrada en aquellas cuatro paredes mientras Jaime trabajaba en la oficina, y cuando llegaba a casa siempre me hacía la dormida, la cansada. Aún no había vuelto a dormir con él. Tan sólo compartíamos cama y estaba realmente temerosa de que él intentase algo más, porque yo no quería hacer nada con él. Por eso aquella mañana cuando el timbre de la puerta sonó, yo aún estaba en la cama. La noche anterior me la había pasado encerrada en el estudio pintando mientras Jaime dormía. Él sabía perfectamente cuanto me gustaba pintar y lo importante que era para mí no tener distracciones durante ese tiempo. Abrí la puerta principal encontran
Había pasado una semana desde aquello, desde que había accedido a aquel chantaje de Jaime y había decidido marcharme con él. Aún sabía que sucedería, no sabía cómo podría soportar vivir con él, ser tocada por él, ser tomada por un hombre al que no amaba. Sacudí la cabeza, intentando alejar aquellos pensamientos de mi mente y volví a pensar en él, en la persona que había sabido tocar mi corazón de una forma que nadie más había podido, ni siquiera Luis. Había escuchado por mi hermana que habían absuelto a Tae Sang, le habían devuelto el trabajo y lo habían solucionado todo diciendo que tan sólo había sido una confusión. Acababa de despedirme de la señora Cha y de Sara, y ahora esperaba a mi hermana, en una de las cafeterías más lujosas de todo Gangnam. Llevaba aquel vestido blanco que tanto me gustaba y rebuscaba en mi hermoso bolso rojo oscuro mi teléfono móvil, preocupada de que Lian me hubiese escrito y no haberlo escuch