James Maxwell es un empresario americano que se muda a Inglaterra cuando se asocia con George Evans en un proyecto de sustentabilidad; James es un hombre obseso del control en negocios y más en su vida privada, hasta que conoce a una mujer muy joven que empieza a cambiarle la vida poco a poco, pero él se niega a dar pie a algo más, ya que su visión de la vida no es la misma que la de ella, y eso provocaría problemas a futuro, él no suele meterse en problemas y menos... con la hija de su socio.
Leer másAños después…New York, Casa residencial de la familia Maxwell EvansJames intentó acomodar las últimas piezas de pie deaquel dominó de colores, Eli estaba recostada panza abajo acomodando ella del otro lado del último dominó. Levantó su mirada hacia a su padre, quien pareció estar aliviado de haber terminado el gran laberinto de piezas.— ¿Ya, papá? —preguntó la pequeña Elizabeth, ella había heredado esos ojos azules de su padre, el cabello castaño y los mismos hoyuelos de la sonrisa de su madre. Era idénticaa Emily cuando era pequeña, solo que con una pizca de rebeldía, Elizabeth era como su padre, eratranquila, disciplinada y tenía algo que los había sorprendido a ambos, su forma de ver las cosas alrededor a sus siete a&nt
Meses despuésEl gran jardín de la nueva casa que había comprado James para su familia, era impresionante. Lo había compradopensando en todos los juegos que pondría para que su pequeña Eli jugara y corriera. Ya tenía lista aquella casa del árbol que el mismo había construido en una semana. Peter se acercó para sacarlo de sus pensamientos ya que la ceremonia iba a empezar.— ¿Está todo bien? —preguntó Peter, James asintió desviando su mirada a él. Lució un impecable traje de etiqueta como todo padrino de boda.El resto se acercó para acomodarse a lado de él. Todos fueron padrinos de&
— ¿Estás mejor? —preguntó Biel a James quién había tenido un bajón de adrenalina después de lo que pasó con Dominick y el ver a Emily en el pavimento desangrándose.James alzó la mirada y asintió.—Gracias. —dijo, Biel se sentó a su lado en la sala de espera del hospital.— ¿Cómo está Emily y el bebé? —preguntó.—Ya mejor, por el cuadro de estrés provocó el sangrado, pero la ginecóloga dice que están a salvo. —se pasó ambas manos por su cabello desarreglado.—Gracias por ayudarnos. —dijo Biel después de un breve silencio.James lelanzó una mirada y luego asintió.—Si solo me hubieras dicho con más anticipación…—No contábamos con que sali
Emily EvansSonó su celular y contestó alejándose. Me levanté para acercarme. — ¿Dónde está? —un breve silencio. — ¿Cómo que no está?¿Y el equipo no lo estaba vigilando? —otro silencio. — ¡No me importa! ¡Para eso te pago! Haz lo que tengas que hacer para desaparecerlo, te veo en la pista en media hora, ya saldré para allá. ¡Pero asegúrate de hacer ese maldito trabajo! —luego cortó, me alejé y tomé el calzado, me miró pero no dijo nada, se acercó y yo me tensé, detuve lo que estaba haciendo, alerta de lo que me fuese a hacer.Se acercó más y se sentó sobre uno de sus talones y una rodilla descansó en la alfombra. Me quitó el zapato y no pude evitar no temblar, temía que me hicieraa
Emily EvansDesperté al escuchar repetidamente a lo lejos mi celular, me removí de la cama en busca de ese cacharro, como nopodíamos dormir después de que James se desahogara por primera vez acerca de su pasado, nos entretuvimos bajando las aplicaciones para el celular nuevo, hasta que en algún momento, nos quedamos dormidos, más tarde, había escuchado a lo lejos decir que se iba a meter a bañar y con ello una invitación que no pude aprovechar por el sueño y el cansancio que aun sentía, el celular dejó de sonar, entoncesdetuve su búsqueda, sentí un tirón de mi cabello al volverme a acurrucar en las cobijas, mi anillo de compromiso se habíaenredado con mi cabello, me acomodé para desenredarlo y no pude evitar no sonreír como una tonta enamorada, aunque todavía no íbamos a com
James MaxwellLe hice el amor en la bañera, luego en la cama, Emily había despertado en mí algo que no podía describir, la amabacon toda mi alma, ¿Cómo es que en tan corto tiempo había hecho de mí alguien distinto? La estaba mirando dormir, estaba pegada a mi costado, una pierna encima de mi pelvis, una mano rodeando por encima de mi estómago, podía escuchar en el silencio de la habitación, esa respiración que poco a poco comenzó a arrullarme, su cuerpo era cálido junto al mío, subí y bajé mis yemas por su espalda desnuda,hasta que sentí que cayó en la cama, mis ojos finalmente se cerraron, pero mi cabeza, no dejaba de hacerse tantas preguntas que por unmomento me abrumaron. Todo lo que había salido de la boca de Sabella me estaba torturando de alguna manera, mi mente me mos
Emily EvansEstaba sentada en la sala de espera, James le había enviado mensaje a Biel de que vendría hacia acá, media horadespués de espera, apareció James.—Hola, —dije al verlo, él se acercó y se sentó a mi lado, dejó un beso en mi frente y luego me entregó una caja, — ¿Qué es esto? —él sonrió.—Ábrelo. —sonreí al ver su emoción. Asentí y comencé a abrir la caja y me quedé sorprendida.—Un celular. —solté una risa y miré a James. —Gracias…no debiste.—Claro que debí. No quiero seguir molestandoa Biel, además, estaríamos más conectados, cualquier cosa, estarépara ti y para nuestro bebé. —arrugué mi ceño.<
James MaxwellCaminé de un lado a otro, pensando en cada palabra que había dicho Sabella en esa habitación de hospital, laira había corrido por mis venas, me habían mentido ambas, pero aun necesitaba respuestas a mis preguntas.—Ya puedes entrar. —dijo Scott cuando llegó a mi lado, asentí. Caminé por el largo pasillo de la comisaría de policías, llegamos a un área dónde tenían a gente detenida, en la última, encontré a Sabella. El verla sentada con una muda de ropa deportiva y con una sonrisa expandiéndose porsu boca, me hizo querer entrar y arrancarle esa sonrisa.—Pensé que no vendrías a verme. —dijo Sabella contoda la tranquilidad del mundo, como si esos barrotes no fuesen nada en estos momentos.—Solo quiero saber un par de cosas y lu
Emily Evans— ¿Y es todo lo que hablaron? —pregunté algo ansiosa por saber la conversación de mi padre y James, él cerró sus ojosy suspiró.—Por cuarta vez, sí, Emily. —dijo mi padre, la enfermera estaba retirando de su brazo el aparato para tomar la presión, le anunció que estaba bien, luego se retiró dejándonos a solas.— ¿Cómo te sientes? —pregunté a mi padre al verlo que no decía nada. Sus ojos se posaron en mí por un momento.—Bien, preocupado. —abrí mis ojos con sorpresa.— ¿Preocupado? ¿Qué eslo que te preocupa? —melevanté del sillón que estaba a su lado, luego me senté con él en la orilla de su cama, tomé su mano. —Estamos bien.&Eac