Ya sabía adónde tenía que ir. Quería crecer, aunque la Malú que llevaba dentro se negaba, temerosa de ser independiente y tener que resolver ciertas situaciones de adulta que quizá no supiera manejar muy bien.No encendí el equipo de música del coche para no arriesgarme a tener que volver a escuchar "You are my Sunshine". Cuando me detuve frente al edificio de Robin, respiré hondo y miré hacia arriba, intentando divisar su piso, el más alto, el más imponente... Y caro.Dejé el coche aparcado en la calle y salí, con algo dándome vueltas en la cabeza. ¿Y si Jordana lo había montado todo, grabándome con Dimi en el salón de mi padre? Sí, porque ella era capaz de cualquier cosa para destruirme. Pero, ¿también era capaz de hacerle daño a su propio hermano? Aunque Dimitry no había salido perjudicado, ya que un hombre follando con una mujer a ojos de la sociedad era algo varonil y digno de aplauso... Por otro lado, una mujer, recién prometida, dándoselas en la mesa de trabajo de su padre era
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