¡CEO MALO!

¡CEO MALO!ES

Romántica
Day Torres  Completo
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10
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Resumen
Índice

Leonardo Greco es el CEO y dueño de un pequeño hotel en la costa italiana, con toda la voluntad de enfrentarse a su familia para salvar su patrimonio y salir adelante; por desgracia eso no cambia el hecho de que es un veinteañero consentido. Angélica De Luca lo aventaja en ocho años de experiencia, en su profesión y en la vida, y ciertamente los únicos berrinches que soporta son los de su hijo adolescente. Cuando Leo decide que su única alternativa es aprender de los mejores empleados de su padre, colarse en su hotel como un cliente encubierto le parece la solución perfecta. Sin embargo en sus planes no está que la mejor ejecutiva de ventas del negocio fuera una mujer como ella, capaz de abrirle los ojos a una realidad diferente, a un objetivo por el que vale la pena pelear, y a sentimientos que van más allá del simple deseo de un hombre por una mujer. Porque eso sí, si de algo es capaz Angélica De Luca es de conquistarlo con esa mirada asesina que pareciera gritarle cada cinco segundos: "¡Sit, sit, CEO malo! ¡CEO malo!"

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Luci Gc
Hermosa novela Day, como siempre nunca decepcionas. Felicidades y Bendiciones
2024-08-14 17:34:20
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Liliana Marin
Esta novela es maravillosa
2024-08-01 16:36:41
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Eunice Interiano Rubio
me encantó la historia!! sigo leyendo otras que también están super padres. cuando sacas la historia de Gianni y Savannah?? habra continuidad ??
2024-05-25 02:37:59
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Ericka Esparza
Alguien me podría desir si tengo que leer hoyra antes de esta gracias
2024-04-19 07:39:39
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Janeth Mattel
la historia continúa acaba ahí?
2024-04-18 11:40:48
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Luz Mary Moreno
excelente historia
2024-03-03 16:35:27
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Annwyn Pérez
muy buena esta historia. no me has decepcionado Day Torres
2023-12-12 08:20:18
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Karina Suriel
Gracias Day, por siempre brindarnos historias increíbles e inolvidables dónde nos enamoramos y sufrimos con cada personaje.
2023-12-08 10:44:41
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Karina Suriel
Amé está hermosa historia desde el primer capítulo y quedó con ganas de más masssssss. Ya quiero leer la historia de Gianni. ';0)
2023-12-08 10:43:02
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eve.pon.cam
Me encantó, realmente excepcional tiene de todo, es divertida, rápida, emotiva, romántica, además me encantan los personajes. Realmente te luciste escritora con esta novela. Enamorada de esta novela.
2023-11-11 22:48:12
0
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erika barrientos
Dios me he reído mucho con ru nobela me encantado ... habrá más de los personajes ...
2023-11-11 13:30:14
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Sevilla y ole
Divinaaaaaaa, gracias por tus novelas de verdad que son buenísimas. Eres la mejor.
2023-10-29 02:49:42
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Kelebra Mendez Martinez
hola qué encanta la novela no dejo de reír ... y mis hijos me ven raro por qué pela pasó riendo
2023-10-26 12:03:44
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Helena Martinez
que? ya completa como? pensé que también aquí estaría la historia de Gianni y la de Gretta
2023-10-26 01:51:36
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Ady Sauno
Hermosa historia como todo lo que escribe Day, aunque siento que termino abruptamente daba para mucho más
2023-10-25 03:03:18
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CAPÍTULO 1. Una muestra gratis del fuego del infierno
Leonardo Greco miró la preciosa playa tres pisos por debajo de su oficina, y se mesó los cabellos porque intuía que aquel día sería el peor de toda la semana, ¡y vaya que tenía buena intuición, porque no habían pasado ni cinco minutos cuando el abogado principal de su hotel entró sin tocar y con paso apurado!—¡Emergencia número dos: llegaron los informes y en lo que respecta al trabajo estamos jodidos! —sentenció Aurelio con prisa—. ¡Emergencia número uno: por ahí viene la “Signorina Silicone”!—¿Quién?—¡Tu novia!Leo puso los ojos en blanco y se levantó abotonándose el saco mientras aquella despampanante mujer entraba taconeando.—¡Leonardo, querido, ¿cómo me dejas en “visto”? Te estoy invitando a un “brunch” con mis amigos, es importantísimo que vayamos y... —Belina se detuvo al ver la expresión impasible de su novio.—Lo siento, Belina, pero hoy no puede ser —replicó él señalando las carpetas sobre su mesa—. Estamos teniendo una emergencia en el trabajo, pero te prometo que te lo
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CAPÍTULO 2. Mamá leona
CATORCE HORAS ANTESAngélica estaba sentada en una de las salitas de espera de aquel conservatorio junto a decenas de otras madres; y como el resto de los chicos, su hijo de diecisiete años estaba más callado y taciturno a cada minuto que pasaba.Cuando los llamaban por sus nombres entraban al despacho de admisiones, pero eran contados con los dedos los que lograban salir con una sonrisa.Angélica tomó la mano de su hijo y la apretó con un gesto de consuelo. Unos chicos salían de allí llorando, otros haciendo un berrinche y otros con la resignación reflejada en el rostro, pero todos sabían a lo que se enfrentaban porque aquella era la academia de música más prestigiosa de la región, así que muy pocos lograban entrar.Las audiciones se habían hecho a lo largo de toda una semana y Gianni había dado su mejor esfuerzo, pero Angélica sabía que el esfuerzo de su hijo había sido muy superior al de cualquier otro chico de su edad. Gianni no solo tenía una pasión desmedida por la música, sino
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CAPÍTULO 3. Un cliente VIP
Sentimientos encontrados, colisionados, ¡estallando como el maldito Vesubio!Leo gritaba internamente más de lo que gritaba su boca, porque aunque la mujer frente a él se disculpaba de todas las formas posibles, aquellos ojos parecían gritarle: "¡Échate, perro!"Su boca decía:—¡Me voy a asegurar de que nunca olvides este día! Y el resto de su cuerpo le contestaba:"¡Los azotes en el trasero no dejan marcas, no te entusiasmes tanto!"Finalmente maldijo diez veces antes de volver a subirse al Bugatti porque no tenía más remedio y se largó a registrarse en la recepción del hotel.Angélica, por su parte, siguió su camino hacia la sala de ventas, con media sonrisa de victoria y sin vomitar porque ella ya estaba acostumbrada a aquel olor. El agua de la planta de tratamiento del hotel tenía un olor asqueroso, pero hacía que el césped creciera hermoso y desaparecía en cuanto la tierra lo absorbía. Por desgracia, ella seguía oliendo a pañal de recién nacido cuando entró a la sala de ventas.
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CAPÍTULO 4. ¡CEO malo!
Seamos claros, la situación era tragicómica.Leonardo estaba dispuesto a conseguir experiencia por todos los medios y ella tenía cara de tener esa experiencia. Le había bastado con un leve vistazo para darse cuenta de que a pesar del contratiempo del charco y del agua hedionda, Angélica había vuelto a ser una profesional lista para la batalla veinte minutos después.Gente como ella era la que necesitaba para su sala de ventas, no los flojos llenos de justificaciones que tenía en aquel momento.La miró de arriba abajo y algo dentro de él se encendió cuando se dio cuenta de que la mujer también lo estaba evaluando.Para ella el Bugatti lo decía todo, lo mismo que aquella actitud arrogante de niño rico consentido. Sin embargo en un cliente tenía que ver más allá. A pesar de verse maduro y ser asquerosamente sexy, se notaba que estaba a mitad de los veinte. Era un malcriado, guapo como él solo, pero un malcriado.—Así que Angélica... —lo escuchó susurrar una voz profunda que le aflojaron
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CAPÍTULO 5. Una mujer muy profesional
Angélica quería ahorcarlo, así, así... ¡con sus manitas! Pero después de todo era la mejor profesional de aquella sala de ventas y no iba a permitir que aquel pe... CEO malo le arruinara la mejor oportunidad que tenía de conseguir el dinero para la beca de su hijo.Clientes impertinentes había conocido muchísimos ya, y cada vez había tenido que tragarse su orgullo porque tenía un adolescente que alimentar y por si no lo saben, bueno... esos comen mucho.Así que levantó la barbilla con un gesto de seguridad y volvió a acercarse a él. Y aunque su gesto no tuvo nada de sensual, fue suficiente para arrancarle a Leo un ronroneo bajo. No estaba acostumbrado a que lo desafiaran, menos una mujer, pero ella parecía dispuesta a probar sus límites.—Si está escaso de ropa interior, señor Lombardo, por diez mil más le puedo vender una membresía en Victoria´s Secret —murmuró y él estaba listo para contestarle que le compraría una tienda entera solo para que la dejara verla cambiarse, cuando su tel
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CAPÍTULO 6. ¿Qué círculo del infierno es este?
"¡Sit! ¡Sit! ¡CEO malo!"—¿Por qué le gruñes a tu teléfono? —preguntó Greta y Angélica se sobresaltó, dándose cuenta de que inconscientemente había estado peleándose con su celular.—¡Es que es desquiciante! —exclamó sin poder contenerse—. ¡Ayer le expliqué todo esto, se lo expliqué bien, con flores y abejitas! ¡Y hoy me está preguntando todo de nuevo!Le mostró la pantalla de su teléfono, donde tenía al menos cincuenta preguntas de Leo sobre la membresía, algunas extremadamente detalladas.—Pues ya sabes cómo es, amiga —suspiró Greta—. Los días después de una venta siempre son complicados, así que tienes que cuidar de tu cliente lo mejor posible o ¡puff! comisión evaporada y todo el trabajo habrá sido por gusto.—Ya lo sé, pero te juro que este hombre me saca de quicio —aseguró Angélica—. No me ha dejado trabajar en toda la mañana...Miró su reloj y vio que casi eran las doce del mediodía, el horario en que toda la sala cerraba su operación. En un rincón Merea discutía con Fedederico
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CAPÍTULO 7. Yo no termino de criar hijos ajenos
Leonardo Greco no tenía idea de lo que era una mujer realmente enojada hasta ese momento, pero su alter ego, Leo Lombardo, estaba a punto de averiguarlo.—¡¿Que tú hiciste qué?! —espetó ella furiosa y él abrió mucho los ojos porque no esperaba que le gritara en toda regla—. ¿¡Te volviste loco!? ¡¿Por qué no me dijiste nada sobre el cambio de reservación?!Leo se limitó a responder con sarcasmo: —El cliente va primero que todo, y yo soy el cliente ¿no?Angélica se quedó boquiabierta y lo miró como si de verdad fuera un cachorro malcriado al que quisiera darle un sopapo en el hocico con un periódico mojado. —¡Tú no eres un cliente! ¡Tú eres un demonio consentido! —espetó sin poder contenerse—. ¿Cómo no me preguntaste si podía quedarme? Si querías un viaje en toda regla me hubieras avisado para ponerlo en orden. —Yo solo fui capaz de ponerlo en orden, ¿cuál es el problema?—¡El problema es que no te importa nadie que no seas tú! ¿Se te ocurrió en medio de tu organización que quizás yo
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CAPÍTULO 8. De ti, lo quiero todo
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CAPÍTULO 9. Ni tú ni nadie
Aquella guerra ya estaba declarada, el problema era que Angélica sabía que a pesar de todo llevaba las de perder. Le quedaban seis días, seis vueltas a su infierno personal porque eso era lo que el señor Lombardo se había propuesto ser para ella.Leo la observaba por el rabillo del ojo mientras conducía de vuelta al hotel y no necesitaba que dijera ni una sola palabra para tenerlo alborotado. No necesitaba ni una sola insinuación, porque ella con una de sus camisas ya era una tentación perfecta. —¿Puedes ser honesta conmigo si te pregunto algo? —la interrogó de repente.—¿Cuándo no lo he sido? —replicó ella.—Cierto, muy cierto. OK, soy un cliente molesto, eso me queda claro, entonces ¿cómo es que tienes la sangre fría para lidiar conmigo? Angélica soltó una risita que a él le removió todo dentro.—Bueno... para empezar reconozco que la autocrítica te quedó genial y para seguir, me tomo en serio la regla de "Pamper de custumer".—"Mima a tu cliente" —murmuró Leo.—Exacto. La verdad
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CAPÍTULO 10. Una madre soltera
Leo se quedó paralizado por un instante. ¿Un hijo? ¿Cómo que tenía...? ¡Bueno no era extraño que las mujeres tuvieran hijos solo que ella no se veía...! ¡Definitivamente no se veía como una mamá!Le tomó algunos segundos dejar de estar aturdida y corrió tras ella escaleras abajo, alcanzándola antes de que lograra salir del edificio y se perdiera en la noche.—¡Espera, Angélica, espera! —le gritó y llegó jadeando a su lado—. ¿Cómo que tu hijo... tienes un hijo?—Pues sí, señor lombardo, tengo un hijo, no entiendo por qué lo encuentra extraño —replicó ella mirando a la avenida a ver si venía algún taxi en el que se pudiera subir, pero Leo se movió ocupándole la vista.—¿Y Gianni es... es su nombre, tu hijo se llama Gianni? —preguntó y el silencio de la mujer fue toda su respuesta—. Creí que Gianni era... bueno... tu pareja.Angélica lanzó un suspiro y negó.—Créeme, una pareja da menos dolores de cabeza que este muchacho. Lo siento, pero ahora mi hijo me necesita y tengo que ir a ayudar
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