— Necesito encontrar a Niebla. Es mi mejor amigo, mamá. — ¡Zaid! — grita alguien en la oscuridad. Preocupada por haber tenido una alucinación o algo peor, tomó a mi pequeño y lo cargo sin importar mojarme. — Cariño, vamos a casa, es muy tarde y estoy segura que Niebla va a estar bien. — Pero, esta lloviendo mucho— dice mi pequeño. — ¡Hermano! — grita alguien y de la oscuridad, aparece la pequeña bola de pelo de ojos amarillos. — ¡Niebla! — grita mi pequeño mientras intenta bajarse de mis brazos. El pequeño animal que llevamos más de seis horas buscando aparece escasamente mojado, mientras yo estoy empapada. — ¿Qué haremos para que no se pierda? — Le compraremos un collar — respondo al pequeño y de inmediato, el pequeño perro salta de su mano y gira hasta que se convierte en un pequeño niño. — ¡Mamá! — grita mi pequeño horrorizado y yo de inmediato lo tomo lista para huir. Pero, por donde mire, unos ojos rojos aparecen, causando que tiemble del temor y cubra el rostro de mi pequeño. — Mamá… — Estaremos bien, cariño. — Claro que estaras bien, madre. Niebla y papá están aquí para protegerlos. — dice la voz que ahora sé es del pequeño niño-perro que me sonríe. — ¿Quién eres? — pregunto angustiada. — Te dije que no fueras impulsivo, Zaid. Ahora tu madre está temblando de miedo. — dice un hombre que sale de la oscuridad. — ¿Madre? — Mi hijo te ha escogido como su madre y yo te he aceptado, como mi esposa. Así que, desde ahora, serás mi Luna y yo, tu Alfa. ¿Estoy soñando o él está hablando de una forma que logró escuchar, pero no comprender, ¿Qué rayos esta pasando aquí?
Leer másCurthwulf lleva a su esposa a su habitación matrimonial y solo allí, es que lo observa como realmente quería hacerlo desde que vio a Brittany en su estudio. Con brazos cruzados y mirando fijamente a su esposo, hablo:— ¿Debo escuchar tu explicación o me quedo con la que mi imaginación me dice? — pregunta Charlotte levantando una ceja y Curthwulf sonríe, para después intentar besar a su esposa.— Diría que tu imaginación, pero, después termino debiendo vidas solo para saciar tu ira. Entonces, mejor te explico. Vino aquí, convenció a Bratt de decirle donde estamos y por eso, pudo encontrarnos.— Ese Bratt, hace un mes me dejó inconsciente y huyó y ahora me envió a Brittany, creo que le gusta tentar al diablo. — dice Charlotte cruzándose de brazos y Curthwulf sonríe.— Vaya, has cambiado mucho. La chica que temblaba bajo la lluvia y miraba con timidez y mucho temor, ha desparecido al punto de pensar que no volveré a verla. — Es verdad, ha muerto. Han pasado muchas cosas que me han cambi
Un mes despuésNarrador omnipresenteCharlotte, cada día se mostraba preocupada. Sus heridas físicas habían estado sanando y aunque estaba con los niños la mayoría del día, apenas se iban a clases, se dirigía al mismo lugar de siempre; el estudio de Curthwulf.Todo este tiempo, habían estado ocultos en una casa subterránea, porque para Curthwulf, ningún lugar era lo suficientemente seguro.Todas las propiedades que habían sido de su familia por varias generaciones, fueron remodeladas en su totalidad y muchas de ellas, vendidas, para comprar áreas exclusivas donde para entrar necesitarías un mapa si no querías perderte.Charlotte, seguía sin recibir información de su hermana y tanto silencio, le preocupaba. Después de todo, aunque sentía que su hermana no había muerto, en manos de Gustav después de haberlo lastimado, no sabía si era una noticia buena.— ¿Y bien? — pregunta Charlotte sin tocar a la puerta.— Si está viva, me han dado esa información. — dice Curthwulf y aunque Charlotte
Sentía que algo se había roto entre nosotros. No sabía exactamente que era, pero, lo sentía. Ya no lo veía igual. Ya no veía a mi esposo justo y entregado incluso por los débiles humanos. La había dejado, había dejado a mi hermana, porque no era su hijo y eso, me molestaba.— Charlotte… — dice Curthwulf intentando tocarme— No. No me toques. — digo con frialdad.— No es mi culpa. Sabias que en el rescate podían pasar muchas cosas.— Sí y de acuerdo con ello, podías tomar una decisión. Mi hermana tomó muchas para poder escapar con Lowell de ese lugar.— Lo sé, ya he escuchado lo que hizo. Créeme, que si pudiera regresar el tiempo… — dice Curthwulf agotado.— Esto nos supera, Curthwulf. siempre nos va a superar.— ¿A qué te refieres? — Siento que realmente no estamos haciendo las cosas bien. Siento que las diferencias son abismales entre nosotros.— Cariño, sabíamos eso desde el inicio. — dice Curthwulf intentando tocarme y nuevamente lo rechazo.— No, no hablo de ser humano y hombre l
Narra CharlotteLentamente me despierto, el dolor recorre todo mi cuerpo y en este punto, podría decir que el dolor es tan normal para mí como sentir como se mueve cada parte de mi cuerpo cuando se lo pido.Intento levantarme de la cama en la que me encuentro y el dolor me hace quejarme, de inmediato, dos manos pequeñas en mis piernas, se alejan, para llegar hasta donde está mi rostro.— Mamá, realmente has despertado. — dice Lowell y Zaid gimotea, sin poder decirme algo.— Cariño…El pequeño se lanza a mi cuerpo y llora de tal manera que rompe mi corazón, su cuerpo tiembla y yo me siento mal por todo lo que ha pasado por mi culpa. Su vida era tan tranquila antes y ahora… Dios, he traumado a mi sobrino.— ¿Cómo se sienten, mis amores?— Lo siento. — dice Lowell bajando su mirada al suelo.— ¿Por qué lo sientes, cariño? — pregunto y él limpia sus mejillas con el dorso de su mano.— Debí proteger a mi tía, yo debía salvarla de ese señor malo.— Cariño, no debías…— Sí, papá siempre nos
Estaban contra el reloj, Terry sabía que no iba a ser sencillo. Pero, al no ver la gran puerta en ninguna parte de la casa y aún así, ver a Gustav corriendo hacia ellos, le decía que el futuro donde morían antes de tocar a los rehenes, se hacía realidad.— Vamos a morir, si no hacemos algo vamos a morir — dice Terry en una voz— bastante histérica. — Ah, ahora si estas notando la falla en el problema. Tarde, muy tarde, pero, al menos lo hiciste. — Dejen de hablar y que cada uno haga su trabajo — doce Charlotte tomando su arco y apuntando al hombre que sonríe con malicia. Charlotte, dispara la primera flecha y el hombre, se transforma en una ardilla que logra esquivar a la perfección tanto la flecha como la bala. Charlotte observa todo sorprendida, mientras el auto sigue rodeando la casa. Por otra parte, Gabriela miraba a todos lados, solo había una habitación con muchas cajas. Por lo que, corrió a las mismas y buscó algo que le ayudará a salir de un lugar sin salida.— ¿Qué haces
Todos suben a sus respectivos autos y Curthwulf besa a su esposa antes de finalmente marcharse en sus respectivos autos. Como lo había planeado, el auto donde está la actriz a la que le dieron una gran cantidad de dinero por su participación, se marcha primero mientras Bratt suplica que todo salga bien.— Deja de temblar, recuerda que debes estar alerta. — dice Terry en el asiento de conductor.— Estamos por entrar a un lugar desconocido, donde esta Gustav con dos rehenes. Claramente debo preocuparme.— Te preocupa más morir.— Eso también, tengo a un hijo pequeño y no quiero que quede huérfano siendo tan pequeño — susurra Bratt — Entonces, bájate, estas a tiempo aun. — dice Charlotte y Bratt niega.— No puedo, no podría estar tranquilo quedándome aquí. Así que, me quedaré.— Entonces dispara bien, porque lo que menos quiero es que por tu culpa terminemos muertos.— ¿Qué hay de ti? Eres solo un lobo anciano que ve el futuro. No eres bueno disparando y tampoco peleando, por eso eres
El pequeño cambio de plan, hizo que Curthwulf aceptara y por ello, comenzó a buscar en el pueblo una mujer que se pareciera a su esposa. Aunque, para él era algo bastante difícil de encontrar.Más calmado porque su esposa estaría segura, logra encontrar a una chica que, de espaldas, es parecida a su esposa y si tiene una buena bufanda, podría confundirse de frente.Con un poco de maquillaje, una peluca como el cabello de Charlotte y usando su ropa, prepararon a la mujer, mientras los demás se preparaban sobre quien iría en el auto. Después de todo, nadie quería hacerlo porque sabían que era una misión suicida.— ¿Cómo van las cosas por aquí? — pregunta Charlotte y Bratt suspira profundo.— Bueno, a diferencia de ti, no tengo gente tan valiente, tonta o altruista, para ser parte de tu plan.— Oh, lo siento — murmura Charlotte.— Ellos son un equipo magnífico, no dudes de eso. Son muy valientes, pero, por cosas que competen a la manada y nosotros, básicamente somos el respaldo en los pr
Una ambulancia llega a recoger el hombre que, sin poder soportar más la tortura, dijo hasta el más mínimo detalle del lugar donde se encuentran secuestrados Gabriela y Lowell, la clave de la habitación y todo lo que les pudiera servir. Pero, ni siquiera eso lo detiene.— Ya le dije todo, por favor, suélteme. Deje de herirme. — dice Rolf agonizando.— Yo no te pregunté nada y mucho menos te dije que si me decías, me detendría. Así que, ¿Qué te hace pensar que voy a detenerme Rolf?— Señor, ya llegó la ambulancia.— Yo no he pedido ambulancia. Este hombre ni siquiera merece esto. — dice Curthwulf molesto.— Quería que no muriera aun. Si no se detiene y recibe atención médica, va a morir. Esta demasiado golpeado. Ni siquiera puede moverse y ha perdido mucha sangre. Dijo que hiciéramos lo necesario para mantenerlo con vida y esta es la mejor decisión.Curthwulf mira al hombre lleno de sangre y sudado, suspirando profundo, para después comenzar a toser, por ahogare con su propia sangre.—
Curthwulf sonrío aliviado al ver que podía incluso distraerse un poco, porque tenía a una mujer que lo respaldaba de tal forma que no parecía humana. No quería que lo protegiera como ahora, porque eso muestra que él cometió un error, pero, verla así de empoderada, era algo magnifico de ver.— No la mires así, pareces tonto además de loco. — se queja Carlos.— Deja de molestar y lleva a mi familia a un lugar seguro. — dice Curthwulf mientras camina hacia Rolf quien se ve demasiado mal.— ¿Qué vas a hacer tú?— Voy a sacarle todo lo que necesito saber a los golpes. Así que, ve con mi familia. Ellos necesitan estar en un lugar seguro, yo voy a buscar a Lowell y mi cuñada.— No creo que Charlotte acepte quedarse.— Se quedará, Zaid está muy perturbado. — dice Curthwulf y es allí cuando Charlotte corre hacia él.— Debemos irnos rápido. Lowell corre peligro.— Lo sabemos, con el loco de Gustav, todo se espera. — dice Carlos.— No, no me entiendes, ese malnacido de Rolf es quien los ha malt