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Capítulo 2: No saber dónde está

Charlotte, estaba angustiada, su hermana gemela estaba al borde de la muerte y además de ello, tenía que enfrentarse a un niño que había quedado huérfano esta noche. Teniendo tantas cosas en mente, entró al apartamento con el pequeño lobo en las manos.

Buenas noches — saluda Charlotte y el pequeño niño que lloraba a su madre. Levanta la mirada afligido.

¿Mamá?

Charlotte y Gabriela, eran gemelas idénticas. Muchas gemelas, se diferencian de algo, pero entre ellas no había el más mínimo detalle que las diferenciará. Ni siquiera los granos de la pubertad o marcas de caídas, podían marcar la diferencia, porque ellas estaban tan conectadas que cuando una tenía un grano en la frente, el mismo día la segunda lo tenía del mismo tamaño y lugar. 

Lo mismo sucedía con las caídas, como amaban hacer lo mismo, aunque no quisieran, terminaban con las mismas heridas. Era por eso, que estaban acostumbradas a ser confundidas, como ahora. 

Charlotte respiro profundo y asintió, sabiendo que no podía corregir a su sobrino y decirle que su madre está luchando en la delgada línea de la vida y la muerte. Por ello, dejó que su sobrino corriera y la viera como su madre

Qué bueno que llegó, señora Gabriela. El niño Zaid se despertó llamando a sus padres y no había poder humano para calmarlo

¡Mamá, tuve una pesadilla! 

¿Qué soñaste, cariño?

Soñé que un gran perro se atravesaba en el carro de papá y tuyo, y todos moríamos — dice el pequeño Zaid que Charlotte abraza.

Estoy bien, cariño. Aquí estoy.

¿Y papá? — Charlotte tragón duro y como si estuviera añorando una salida a esa conversación, el pequeño lobo le lamio el dedo índice y fue allí que lo recordó

Cariño, ¿has visto lo que traje? — pregunta Charlotte mostrando el pequeño peludo.

¿Un perro? — pregunta Zaid y Charlotte asiente. 

Lo encontré luchando con la lluvia y pensé que ti serias un buen dueño, ¿te gusta? 

Es hermoso. Blanco como la leche — dice Zaid tomando al pequeño animal con tanto entusiasmo que se olvidó de su padre — ¿tiene nombre?

No, aun no, ¿quieres darle alguno? — pregunta Charlotte 

Niebla o leche.

Dejémosle Niebla. Es bonito — dice Charlotte y el niño se marcha emocionado con su nueva y única mascota. 

Cuando se marcha, Charlotte despide a la niñera y se queda con el pequeño que con emoción, se acuesta con el pequeño llamado Niebla. Pensativa sobre la salud de su hermana y muerte de su cuñado, comienza a analizar como desde ahora, va a tener que ser la madre de su sobrino y cuidadora de su hermana.

¿Cómo fue que todo se complicó de un momento a otro? — se pregunta acariciando a su sobrino, mientras contiene las lágrimas.

Por otra parte, el alfa, acababa de llegar a su manada. La búsqueda, no le había dado buenos resultados y por ello, regresaba a la manada en busca de su hijo, mismo que había causado un caso en la manada, al haber desaparecido.

Buenas noches— dice el alfa y ello alerta a la loba de color gris que angustiada lleva más de una hora buscando al pequeño lobo — he venido por mi hijo.

Señor…

¿Dónde está mi hijo?

Señor…

Creta, ¿Dónde está Lowell?

Señor…

No tengo tiempo, ni humor para repetir las cosas, Creta.

Ha desaparecido. — confiesa Creta haciéndose pequeña.

Que un lobo pequeño se pierda, no es tan problemático porque tienen como comunicarse y la verdad, en esta parte de la región, solo había una sola manada. La más cercana de ellos, estaba a más de cinco mil kilómetros. 

Por lo que, no era peligroso que un cachorro estuviera lejos de su manada. Pero, en la situación en la que se encuentran, donde un asesino misterioso está matando, perderse era un problema y más, si era el hijo del alfa y Creta, lo sabía 

¿Qué acabas de decir?

Lo siento, señor. Lo he estado buscando y también le he preguntado a los chicos, pero, nadie lo ha visto y su olor… es difícil de seguirlo cuando la lluvia esta tan fuerte. 

¡Me importa poco el clima! ¡Busquen a mi hijo! ¡Él no puede perderse! — gritó el alfa asustando a todos, quienes corrieron a buscarlo 

Pero, por más que lo hicieron, no había rastro de él. La lluvia torrencial, había borrado toda pequeña huella que había dado y eso, estaba enojado al alfa, al punto de hacer un profundo interrogatorio del que los implicados, solo imploraban salir con vida. 

¡¿Dónde rayos estabas cuando mi hijo desapareció?! ¡¿No se supone que lo deje bajo tu cuidado porque todos estábamos ocupados buscando al asesino que mató a mi esposa?! 

>> ¡Se supone que deje que todos los cachorros y jóvenes lobos se quedarán en mi casa porque era la más segura y aquí podías cuidarlos mejor! Pero, ¿por qué mi hijo ha desaparecido? Miles de cámaras y ninguna captó algo, ¿Qué sucedió? ¿Un fantasma se lo llevó?

Lo siento, señor.

¿Eso es todo lo que van a decirme? ¿Lo siento? ¡Mi hijo ha desaparecido y no tengo idea si corrió con la misma suerte que su madre!

Él sabe que su madre murió — dice el pequeño lobo con nerviosismo.

¿Qué dices? ¿Cómo es que sabe? 

Lo aullaron.

Lowell no sabe muy bien lo que decimos con los aullidos. Así que, si sabe, fue que alguien le dijo. — dice Cuthwulf.

Él preguntó— dice el pequeño lobo.

¿Qué le dijiste?

Solo le dije lo que decía los aullidos; su madre murió. — doce el pequeño cachorro y de inmediato, Cuthwulf se vuelve humano y comienza a lanzar todo a su paso, asustando a los lobos que no necesitaban leer su mente para saber que estaba por matar a alguien!

¡Busquen ahora mismo a Lowell! ¡Si no aparece, lo pagaran caro, se los juro! — grita Curtwulf causando que todos corran a buscar al pequeño.

Por otra parte, el pequeño lobo se acurrucaba en el pecho de Charlotte, después de haber dejado dormido a Zaid. Lowell, temblaba y lloraba por la muerte de su madre. Su llanto, escasamente era camuflado por los rayos y truenos que caían del suelo.

Charlotte, que escuchaba los gemidos del pequeño animal, lo llevó a su pecho y acurrucó, el olor de Charlotte, había calmado al pequeño Lowell que se sentía perdido y solo. Con cuidado, acarició al pequeño animal que poco a poco se quedó dormido.

Mamá, ¿me enviaste una nueva madre para que me cuidara? Su olor es agradable— dice mentalmente Lowell mientras sueña con su madre.

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